martes, 31 de julio de 2007

Andrés Manuel López Obrador ¡Mein Führer!

Enrique Galván-Duque Tamborrel

Nemo potest personam diu ferre fictam. Ficta cito in naturam suma recidunt «Nadie lleva mucho tiempo el disfraz. Todo lo que está disfrazado vuelve al punto a su naturaleza.» (Séneca)


Hace ya varios años, si mal no recuerdo por allá de los ochenta, supe por primera vez de Andrés Manuel López Obrador. Estaba de paso por Villahermosa, Tabasco, cuando oí de unos amigos que trabajaban en el CAPFCE comentarios de él, por cierto no muy favorables ya que hicieron referencia de que era una persona extremadamente conflictiva. Pasaron algunos años, creo que fue por 1995, conocí accidentalmente en la Ciudad de Oaxaca a un señor originario de Macuspana, Tabasco, con quien hice plática con cierto interés por recordar que aquella región es el origen de la familia materna de mi abuela materna –mi madre era originaria de Tenosique, Tabasco--. Rascándole al asunto salió que veníamos siendo parientes, muy lejanos, pero al fin veníamos de la misma rama. Como siempre sucede en casos similares, brotaron nombres, y entre ellos a Andrés Manuel, de quien me dijo era pariente suyo, de la misma rama familiar que nos unía. Así, independientemente de lo lejanísimo de la relación, por el sólo hecho del origen, cuando se le empezó a nombrar mucho en los medios, y a pesar de que no eran muy de mi agrado sus procedimientos, sentí un especial afecto por él.
Me dio mucho gusto cuando manifestó su deseo buscar la gobernatura de Tabasco; no me gustó mucho cuando giró hacia el D.F., principalmente por no ser originario del D.F. y porque no escondía lo tabasqueño, vamos sentí que como que traicionaba a Tabasco. Pero finalmente, cuando ganó las elecciones en el D.F. renové mi sentir a favor de su posición y nació en mi la esperanza de que hiciera un buen gobierno, y por qué no, que le sirviera de trampolín para la presidencia de la República, sobre todo pensando en un candidato fuerte que impidiera el retorno, cuando menos en dos periodos más, del priísmo que tanto daño le hizo a México.
Inició su gestión Andrés Manuel y, a pesar del buen ambiente que tenía ---debido en mucho a la satisfactoria actuación de Rosario Robles—, empezó a deteriorarlo por su cotidianos ataques al presidente Fox, ataques sin ninguna necesidad, que más parecían de un muchacho peleonero que de un gobernante inteligente. Pero lo más impactante, cuando menos para mi y estoy seguro de que también para muchas ---el muchas en este caso pueden ser de millones--- personas, fue que, inmediatamente después que agredía, con voz de niño bueno expresaba: “amor y paz”. Esta actitud, manejada con gran naturalidad, me empezó a dar miedo, me hizo recordar aquel insecto que de chamacos le decíamos: “pica y huye”; y que, a los que así procedían, en la escuela de muchachos les llamábamos: “los insidiosos”, y ya después, en la vida de la política, los conocemos como: “los demagogos”.
Finalmente, Andrés Manuel se descaró como un gran demagogo, y cuidado con él. A mi ---y estoy seguro de que a mucha gente también--- me causó una gran desilusión, ahora me da temor de que pueda llegar a más, estoy seguro de que sería un gran mal para el país. Es preocupante como sus huestes de seguidores le aplauden la más mínima sandez que dice, o la más mínima actitud negativa que tenga, así sea lo que sea; como que no piensan, como si tuvieran un chip en el cerebro que los hiciera actuar como robots. Esto fue notorio durante los recientes acontecimientos, tanto con los de los delitos de sus más cercanos colaboradores, como con lo del bloqueo y toma de la Cámara de Diputados.


¡MEIN FÜHRER!

La vida de los mortales, ¿qué es sino una comedia como cualquier otra, en la que unos y otros salen cubiertos con las carátulas a representar sus papeles respectivos, hasta que el director de escena les manda retirarse de las tablas? Los hipócritas entienden perfectamente lo que es la virtud; pero no la practican, se conforman con aparentarla….

Don Manuel Camacho Solís, el otrora ferviente priísta y salinista, después convergencista y finalmente –en busca de seguir siendo protagonista—perredista, y para rematar, panegirista de Andrés Manuel, tuvo a bien invitar a Andrés Manuel a participar en el foro “Gobernabilidad democrática, ¿qué reforma?” que se llevó a cabo en uno de los anexos de la Cámara de Diputados. En su intervención, Andrés Manuel presentó una ponencia en la que propuso cinco puntos esenciales:
1.- La gobernabilidad es posible sin autoritarismo y con apego a las garantías individuales y sociales.
2.- La estabilidad y la paz social dependen en mucho del fortalecimiento de la democracia. Está demostrado que siempre habrá menos conflictos políticos si se garantiza la celebración de elecciones libres.
3.- El presidente de la republica debe actuar como hombre de Estado y respetar todas las expresiones políticas e ideológicas, haciendo a un lado las posiciones partidistas y garantizando el derecho de los mexicanos a la disidencia y a la inconformidad.
4.- Debe consolidarse el principio de división y equilibrio de poderes. La división de poderes era una farsa. La relación del ejecutivo con el poder judicial debe darse apegada a la legalidad y al derecho.
5.- La relación del ejecutivo federal con los gobiernos estatales, del Distrito Federal y municipales, debe ser motivo de una revisión a fondo en el marco del federalismo.
Esta propuesta, compuesta por los citados cinco puntos, puede gustar o no, puede ser analizada y discutida en un ámbito netamente democrático, todo eso está bien; pero de entrada analicémosla de acuerdo con el real proceder del propio proponente, en el mismo orden referido en la ponencia:
1.- Los días martes 5 y jueves 7 de octubre sucedieron hechos bochornosos, materialmente de asalto a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. El comportamiento por demás vandálico de los legisladores ---locales y federales--- lopezobradoristas fue una expresión del autoritarismo que no respetó las garantías individuales que culminan con el funcionamiento institucional del legislativo como representación del pueblo. Posteriormente Andrés Manuel, mustiamente ---como niño bueno--- se quiso lavar las manos diciéndose ajeno a los hechos, cuando a todas luces era gente incondicional de él, además, actos de esa magnitud no se hacen por las propias pistolas de los actores. Conclusión: signo de hipocresía y demagogia del Jefe.
2.- Al utilizar a legisladores perredistas, e incondicionales de él, como arietes violentos para pisotear a una de las instituciones máximas de la democracia electoral, como es y debe ser, el poder legislativo, demuestra, con hechos, actitudes contrarias a lo que pregona. Además, las elecciones libres promovieron el equilibrio de las bancadas y la democracia exigía obedecer a las mayorías. El asalto lopezobradorista al Congreso demuestra que Andrés Manuel no cree en la democracia. En su show mañanero, dice constantemente: ¡Qué me ganen en las urnas!, y cabe la pregunta: ¿para qué vocifera, si de todos modos no respeta el voto? Conclusión: signo de hipocresía y demagogia del Jefe.
3.- Andrés Manuel es gobernante y aspirante a la presidencia de la República, sin embargo atentó contra el Estado al agredir al Congreso. No respetó la pluralidad dado que ofendió a otros partidos ---PRI, PAN, PVEM. CD y PT---, magnificó su perredismo contra los demás partidos y no garantizó la disidencia. Actuó como gobernante faccioso y reveló cómo se comportaría si llegara a la presidencia. Conclusión: signo de hipocresía y demagogia del Jefe.
4.- Al mandar a los legisladores locales y a los delegados como peones propios a agredir al Congreso, Andrés Manuel violó la división y equilibrio de poderes; además, demostró que la división de poderes en el Distrito Federal es una farsa. Por otra parte, ha atacado la credibilidad del poder judicial para impedir el funcionamiento judicial apegado a la legalidad y al derecho. Conclusión: signo de hipocresía y demagogia del Jefe.
5.- Andrés Manuel ha provocado la violencia política contra el Congreso para impedir una redefinición federalista de la descentralización educativa, De hecho, lo que busca es mantener al Distrito Federal en un régimen de excepción. Conclusión: signo de hipocresía y demagogia del Jefe.
Cuanto más me profundizo en analizar la verdadera personalidad de Andrés Manuel más me asusto, realmente es un tipo sui generis, digno espécimen para un especial estudio antropológico. Y lo digo con respeto ---lo del estudio antropológico--- pero hay cosas que dice con una naturalidad pasmosa, por ejemplo: dice, a voz cantante, que el proceso de desafuero que se le sigue es un golpe de estado, y por otro lado ataca, invade y pisotea al Congreso, acción que constituye de hecho un verdadero golpe de estado. ¡Ah! ¿Y quien creen que está apadrinando la inquietud manifestada por Andrés Manuel, pues ni más ni menos que Manuelito Camacho Solís, ¿cómo la ven?
Andrés Manuel encabeza a grupos que no quieren modificaciones democráticas y que defienden con violencia política el viejo status autoritario, status que se supone liquidado, pero ya ven que no. Acusa a los que supuestamente lo atacan ---ataques que nada más ve él--- en facciosos; pero él, con hechos, demuestra que el faccioso es él.
Hallar la virtud es empresa harto difícil; pero en cambio, hallar su sombra es fácil, pues donde quiera se encuentra; me refiero naturalmente a la hipocresía. La virtud artificiosa es peor que la maldad, porque ésta se ejecuta por medio de aquella.
Confieso que todo esto me tiene profundamente consternado y mucho muy preocupado, a lo cual tengo el por qué y todo el derecho, no por mi ---ya soy un viejo que quizás ni llegue al 2006---, sino por el futuro de mi amada Patria, a la que aprendí a amar y respetar desde la cuna.
Andrés Manuel se siente ---lo ha externado varias veces--- un iluminado y se considera la esperanza del pueblo, es un Führer mexicano en potencia. Me pregunto: ¿qué pasaría si llega a la presidencia de la República y encuentra obstáculos similares a los que se ha enfrentado Fox?, ¿si los medios informativos, analistas, politólogos, etc. arrasan con él como lo han hecho con Fox?, ¿si el Poder Legislativo fuera un hueso duro como lo ha sido con Fox? Fox ha aguantado con verdadero estoicismo y ha sido un tozudo en mantener el respeto a las instituciones y al estado de derecho; ¿qué haría Andrés Manuel? Cierro los ojos y mentalmente ---compaginando las ideas con su proceder actual--- me imagino que a los medios informativos, si lo critican, les pondría de inmediato una mordaza; si el Congreso lo contradice o presiona, lo disolvería y armaría otro a su gusto ---estilo Fujimori en Perú---; maniataría al Poder Judicial; en fin, impondría su voluntad con el apoyo de sus huestes que para organizar marchas, cadenas y borlotes se las pintan solos. Nacería un MexFührer.
Posiblemente muchos piensen que estoy más loco que Andrés Manuel, pero no me negarán que existen fundamentos de peso para temerlo así. A la mejor, como Andrés Manuel con los complots, yo estoy viendo moros con tranchete y, en tal caso, ahí la dejo.
De Las mil y una noches extraje lo siguiente, que creo es ad hoc: “¡Desconfía y procura huir cuando la víbora se enrosque mimosamente! ¡Va a estirarse, y su veneno entrará en tu carne con la muerte!”
Y… para finalizar… advertir que es baja acción, que sólo una fiera toca, madre de engaño y traición, el halagar con la boca y matar con la intención.


El México que no vemos

Unas 20 marcas miran hacia Centroamérica, Europa y Asia


Enrique Galván-Duque Tamborrel

Los miembros de la “Izquierda Progresista”, encabezados por su santidad don Andrés Manuel López Obrador, le tiran por sistema a los empresarios --del tamaño que sean y llámense como se llamen. Pero la realidad es que gracias a ellos subsiste México, son los creadores de empleos y los que mantienen a tanto holgazán, V. gr.: maestros, APPOS, lideres paristas, marchistas y bloqueadores
Franquicias como Helados Holanda, Julio, Ópticas Devlyn, Sushi Itto, Domit, La Baguette, Carlos & Charlie’s, Helados Bing, Hawaiian Paradise, Tortas Locas Hipocampo, El Tizoncito, Kiko Donas, Alarmas Reser, Taco Inn, Electrónica Steren, Tintorerías Max y El Café de la Selva se encuentran en etapa de exportación.
En los últimos meses, más de 20 marcas mexicanas han buscado exportar sus conceptos de franquicias a Centroamérica, Europa y Asia, principalmente.
"Es un hecho que las franquicias conquistan al mercado extranjero por el paladar, como es el caso de El Fogoncito, pero lo que vemos es que en general hay una buena recepción de las franquicias mexicanas en el extranjero", aseguró Ferenz Feher, de la consultora Feher & Feher.
Reconoció que debido a que los mexicanos comparten gustos similares con los sudamericanos, éste ha sido el mercado más atractivo comparado con Europa y Asia, aunque indicó que también allá son bien recibidos los negocios mexicanos.
"Tengo inversionistas de India que están interesados por una franquicia de comida mexicana, lo que pasa es que como son mercados lejanos y poco explorados, generalmente primero se busca cubrir a Centroamérica", dijo.
Entre los conceptos que se encaminan a la apertura de nuevas franquicias en Centroamérica, Ferenz Feher destacó la joyería mexicana de Tania Moss, el bar Crudalia y la empresas de sastrería y reparaciones Arréglalo.
En tendencias mundiales de negocios, Feher reveló que para los próximos años se espera la expansión de las llamadas multimarcas.
Agregó que los llamados baby boomers alimentarán una nueva generación de franquicias, además de que se espera que muchas de ellas presenten ofertas tendientes a cubrir las necesidades de hijos de madres que trabajan.
"Debido a que algunas mamás van a trabajar, necesitarán que sus hijos cuenten con opciones para entretenerse y educarse, de manera que habrá más negocios relacionados con el cuidado de los niños", dijo Feher, quien señaló que las tendencias de nuevos negocios, franquicias relacionadas con el rubro alimenticio para lo que resta de 2007 y para 2008, tendrán que ver con el concepto conocido como Quick Services de calidad o Usual Dining, donde la comida tiene una calidad superior a la comida rápida.
Razonando un poco, cosa que los izquierdo-progresistas no hacen, ya sea porque no quieren o no pueden –me inclino a pensar que es por lo primero, porque no es cosa del otro mundo-- es fácil darse cuenta de lo que los mexicanos podríamos hacer si nos dedicamos, con unión, al trabajo constructivo y productivo, y no, desunidos, ala destrucción improductiva. Pero, como dijo mi compadre Mamerto, “pues ni modo manito, así semos”.

Yo quiero a mi Chole


Enrique Galván-Duque Tamborrel

Sólo cuando se ve a un personaje grosero y vulgarque hace las delicias de la gente que se cree distinguida,es cuando se impone esta idea de la ramplonería general.

La posición asumida por Andrés Manuel López Obrador y sus paniaguados del todo o nada, y condicionar a que se cumpla su capricho porque si no amenaza a estorbar al gobierno legítimamente constituido, aparte de ser una posición enfermiza es un delito de lesa Patria, pues es dañar a la nación con todos los agravantes.

Después de inconformarse con la decisión del primer árbitro (IFE) --cuestión a la que está en todo su derecho--, acusando a diestra y siniestra a todo el que se le oponga de corrupto, ahora está empecinado en que Calderón esté acepte el recuento del 100% de los votos a pesar de que éste le ha contestado una y mil veces que eso no está en sus manos, hay una ley y la ley es la ley, además de que en apego a ella es como debe de actuar el árbitro final (TRIFE).

Pero Andrés Manuel es como Gabino Barrera que no entendía razones y sigue con su: “yo quiero a mi Chole”, en alusión de aquella vieja película de Cantinflas “El siete machos” –Al “Siete Machos” (Cantinflas) le dan un brebaje embrujado que hace que el personaje lo único que puede decir para todo es “Yo quiero a mi Chole”--. Esa necesidad o capricho –llámesele como se quiera—es una enfermedad, y así como se le dice a una persona “estás enfermo de gripe o cualquier otra cosa” y no se ofende porque no es motivo de ello, alguien le dijo que estaba esquizofrénico, porque esos son síntomas de esquizofrenia, y se sintió atacado. Acusando precisamente con esta reacción que si está enfermo.

Lo preocupante es que muchos de sus seguidores lo hacen con verdadera e irracional obsesión y, con la actitud de su “Führer”, prometen ser una verdadero obstáculo para el futuro gobierno que seguramente –espero-- no va a ser encabezado por él. Realmente el futuro para México es incierto, sin embargo tengo fe en que finalmente se imponga la razón, pues sería lamentable que prevaleciera nuestro sino: la desunión, esta maldición que ha impedido, desde que somos independientes, que México dé el estirón. ¿Qué hubiera sido de nuestro país si los mexicanos hubiéramos sido unidos?, ¿Será que nunca lo podremos ser?

Hace como dos años, Vicente Fox presentó ante el Congreso de la Unión una iniciativa con varias reformas electorales, entre ellas la de la segunda vuelta –entre los dos punteros-- en las elecciones para presidente, pero para variar la echaron al cojón del olvido. Si se hubiera –el eterno “si mi tía tuviera ruedas”—aprobado todos los dimes y diretes actuales no tendrían razón de ser. Lo que si cabe, como ejercicio político-mental, es imaginarse quien ganaría la segunda vuelta. ¿Usted a quien le iría?


Mi inolvidable compañero, colega y amigo Heberto Castillo Martínez me comentó, unos meses antes de que fuera senador, que su gran temor era de que a su partido (PRD) se le fuera a identificar como un partido rijoso e irracional, ¿se cumpliría su temor?

Hace aproximadamente siete años, cuando los partidos políticos estaban inmersos en el proceso para escoger su candidato a Jefe de Gobierno del Distrito Federal, algunos de los pretensos en el PRD vetaron a López Obrador por no cumplir con el requisito de cinco años de residencia en el D.F., después se desistieron y Andrés Manuel fue candidato. Posteriormente, tanto Santiago Creel y Jesús Silva Herzog, candidatos por el PAN y PRI respectivamente, también dieron su anuencia y Andrés Manuel López Obrador fue candidato por el PRD, y de ahí para adelante. Lo importante hacer notar en esto es que un ciudadano, político o no, pero ciudadano al fin, puede cambiar a su voluntad y conveniencia lo establecido legalmente (ley vigente). Ahora Andrés Manuel y sus paniaguados pretenden obrar del mismo modo, que Felipe Calderón de su anuencia para cambiar un procedimiento legalmente establecido, a pesar de que éste le ha contestado reiteradamente que la decisión la tiene el TRIFE y no él. ¡Ah!, pero el señor Andrés dice: “Yo quiero a mi Chole”. Total, como decía mi compadre Dimas: “Siempre que sucede lo mismo pasa igual”.

Lo más importante, México, nuestro país, la tierra que nos vio nacer, donde crecimos, jugamos, estudiamos, aprendimos, maduramos, trabajamos, nos casamos, nacieron nuestros hijos y nietos, en fin, NUESTRA PATRIA, está estancada y lo seguirá si no nos damos cuenta de que sólo unidos y con trabajo tesonero podemos sacarla adelante, del cielo no nos va a caer nada, de esto podemos estar seguros. Ya basta de buscar a quien echarle la culpa, ni Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo o Fox la tienen, los únicos culpables somos nosotros los mexicanos. Ya basta de corrupción y de importamadrismo, vamos a unirnos y a trabajar, sólo así podremos hacer de nuestra Patria lo que en el fondo todos queremos que sea.

«In auribus insipientium ne loquaris: qui despicient doctrinam eloquii tui» --“No hables a las orejas de los necios, porque despreciarán la doctrina de tus palabras”

Un peje y sus falacias

Querien Vangal

Quizás sea natural que después de una elección presidencial tan cerrada como la que presenciamos hace apenas unas semanas, se generen algunos rumores sobre el procesamiento y la comunicación de los resultados electorales, que a fuerza de repetirse se convierten en dichos, y que terminan por ostentarse como argumentos.
Pero varios de estos argumentos no tienen sustento en la evidencia empírica. Unos más generalizan a partir de incidentes aislados. Otros simplemente revelan desconocimiento de las regulaciones electorales y de los acuerdos que el IFE suscribió con los partidos políticos.
Finalmente, encontramos argumentos lógicamente defectuosos o que se desprenden de premisas falsas o, cuando menos, endebles. A continuación comento algunos argumentos que considero falaces, pero que al parecer han sido admitidos ya como verdaderos en el imaginario colectivo de un grupo de ciudadanos.
PRIMERA FALACIA.- El IFE actuó sin transparencia, al no dar a conocer los resultados del Conteo Rápido la noche del 2 de julio.
Comentario. El Conteo Rápido no es el conteo de todos los votos, sino una estimación de la tendencia electoral basada en los votos emitidos en un conjunto de casillas. Estas estimaciones —aun las más poderosas— siempre tienen márgenes de error. Por lo tanto, en caso de que la elección arroje resultados muy cerrados, tales márgenes impiden pronosticar con plena certeza cuál será el candidato ganador. Esto fue lo que sucedió la noche del 2 de julio: tal como se tenía previsto en un acuerdo avalado por los partidos políticos, el Consejero Presidente del IFE no difundió los rangos de votación, dada la estrechísima diferencia entre los dos candidatos punteros. Una vez que este funcionario recibió el informe sobre los resultados del Conteo Rápido, redactado por un Comité Técnico Asesor, se limitó a transmitir las conclusiones a las que habían arribado los expertos. Después de mencionar que no era posible saber cuál candidato había obtenido el porcentaje más alto de la votación, el Consejero Presidente señaló que los resultados finales (no definitivos) de la elección se darían a conocer al concluir los cómputos distritales. Se ha criticado la decisión de no dar a conocer esa noche cuál era el candidato que iba adelante en los rangos de votación, pero ese anuncio hubiera sido descalificado de inmediato por los demás candidatos e, incluso, se hubiera corrido el riesgo de que los resultados finales colocaran en primer lugar a un candidato distinto del sugerido por los rangos previamente. En este caso, acotar la incertidumbre que se generó esa noche era imposible pues el Conteo Rápido —poderoso instrumento en elecciones pasadas— resultó insuficiente para un escenario como el que se presentó ese día.

SEGUNDA FALACIA.- Ciertos comportamientos de los resultados que arrojó el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), demuestran que tal programa fue manipulado para favorecer a uno de los candidatos.Comentario. A diferencia del Conteo Rápido, el PREP no señala tendencias sino que da a conocer al público la votación que arrojan las actas, casilla por casilla, conforme los paquetes electorales llegan a las oficinas de los Consejos Distritales. Se ha difundido la creencia equivocada de que este flujo de información debe mostrar, en el tiempo, un comportamiento aleatorio. Sin embargo, en la captura de los datos intervienen varios factores que impiden que tal flujo se comporte de ese modo: los tiempos diferenciados de traslado de cada paquete electoral, las distancias entre las casillas y las oficinas de cada consejo distrital, la disponibilidad o carencia de medios de comunicación, los tres husos horarios vigentes en el país durante la jornada electoral, entre otros. Dado el comportamiento no aleatorio que muestra el flujo informativo del PREP, se ha difundido también la tesis errónea de que el PREP posiblemente haya utilizado un algoritmo (es decir, un conjunto definido de operaciones) para sumar y restar votos a ambos candidatos de manera arbitraria. Entre otras acciones, lo anterior supondría la participación deliberada en un fraude por parte de los 300 Centros de Acopio y Transmisión de Datos (es decir, de los 4,104 empleados que trabajaron en ellos), y la inclusión de tal procedimiento en el código fuente del programa. Tal manipulación de la información parece prácticamente imposible dado el diseño del PREP y las mejoras tecnológicas que experimentó para estas elecciones. Para garantizar alta seguridad, el PREP utilizó terminales de captura como las que se utilizan para las transacciones bancarias. Además, para minimizar los errores en el registro de datos, las actas fueron capturadas dos veces y cotejadas posteriormente contra las propias actas por una tercera persona a través de un voucher o comprobante de registro de datos. Finalmente, se ha dicho falsamente que justo antes de que se diera el cruce entre las líneas de preferencia de los dos candidatos punteros, el IFE detuvo el suministro de información del PREP durante casi una hora. Tal afirmación es insostenible frente a la evidencia: el flujo de información del PREP siempre fue continuo; el tiempo máximo entre dos actualizaciones fue de trece minutos.

TERCERA FALACIA.- Durante la operación del PREP, el IFE “perdió” o “desapareció” tres millones de votos.
Comentario. En ningún momento sucedió algo así. Alrededor de 2.6 millones (2,581,226) de votos se ubicaron en el archivo de actas con inconsistencias, el cual llegó a congregar 11,184 de tales actas —colocadas ahí conforme a criterios que acordaron los partidos y las coaliciones el 10 de febrero pasado. Cuando los votos de estas actas fueron agregados a los resultados finales del PREP, estos resultados no se revirtieron, aunque la distancia entre los dos primeros lugares pasó de 1.04 por ciento al 0.62 por ciento. La página electrónica del PREP incluyó un hipervínculo para consultar este archivo, al cual la ciudadanía y los partidos políticos tuvieron acceso en todo momento. Por lo que toca a los partidos políticos, hay registros en las bitácoras electrónicas de que consultaron dicho archivo a lo largo de la operación del PREP. Ahora bien, por lo que toca a la ciudadanía, la información publicada en la página electrónica del PREP debió ser más abundante y clara en el sentido de que el total de casillas procesadas no incluía aquellas cuyas actas se encontraban en el archivo de las inconsistentes. Conclusión: ningún voto se “perdió” o “desapareció” durante el acopio de datos que realizó el PREP. En estos momentos, los consejos distritales y las Fuerzas Armadas tienen bajo su resguardo los paquetes electorales con las actas de casilla y las boletas de cada uno de los votantes, las cuales fueron contabilizadas en los cómputos distritales.

CUARTA FALACIA.- El IFE no actuó con transparencia, al negarse a contar voto por voto, casilla por casilla.
Comentario. En cada casilla, los ciudadanos realizaron el conteo voto por voto en presencia de los representantes de los partidos políticos y los observadores electorales. Los resultados se asentaron en las actas correspondientes. Por ley, durante el cómputo distrital se abren los paquetes electorales para extraer el sobre con el expediente de casilla y cotejarlo con los resultados de las actas del PREP en poder del presidente del consejo distrital. También, durante el cómputo distrital, el IFE está facultado para abrir únicamente aquellos sobres que contienen las boletas en los casos en que el acta del PREP no coincida con el acta del expediente de casilla; cuando se detecten alteraciones evidentes en las actas; cuando no exista el acta en el expediente de la casilla; cuando el Presidente del Consejo Distrital no tenga en su poder dicha acta; y cuando existan errores evidentes en el llenado de las actas. En caso de que los sobres que contienen las boletas se abran sin una justificación legal, podría propiciarse la anulación de la votación en la casilla. Los cómputos distritales de la elección presidencial que iniciaron el 5 de julio se llevaron a cabo ininterrumpidamente en sesiones públicas en las que se abrieron 2,873 paquetes electorales y los sobres con las boletas en presencia de los consejeros distritales, los representantes de los partidos políticos y los observadores electorales. En conjunto, este ejercicio dio como resultado que a todos los partidos políticos o coaliciones se les restaran votos (un total de 64,026) lo que ajustó a la alza los porcentajes del PAN (con un .025 por ciento), de la Coalición por el Bien de Todos (con un .020 por ciento) y de Alternativa Socialdemócrata y Campesina (con un .002 por ciento).

QUINTA FALACIA.- El IFE abrió paquetes electorales de manera ilegal después de que concluyeron los cómputos distritales.
Comentario. Como ha ocurrido en los procesos electorales anteriores, después de que concluyen las sesiones de los cómputos distritales, los consejos distritales deben obtener de los paquetes electorales los documentos necesarios para integrar los expedientes que, por ley, se tienen que presentar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), y se dejan intactos los sobres sellados con los votos. Entre los documentos que requiere el Tribunal Electoral están las hojas de incidentes, los escritos de protesta y las actas de casilla.

SEXTA FALACIA.- El IFE evadió su responsabilidad y le transfirió el conflicto al TEPJF.
Comentario. El IFE se apega a lo que establece la ley para la declaración de validez de las elecciones del 2 de julio. Como parte del proceso electoral, los partidos tienen el derecho de presentar impugnaciones, y el TEPJF es la instancia responsable de resolverlas. En esta etapa, al IFE le corresponde proporcionar al tribunal la información que requiera para emitir los fallos correspondientes. La tarea del IFE no ha terminado. Conforme a lo establecido en la ley, una vez resueltos los juicios de inconformidad, diferentes instancias son las encargadas de declarar la validez para cada elección: la declaración de validez de la elección presidencial le corresponderá al TEPJF; los Consejos Distritales declararán la validez de la elección de diputados por mayoría relativa; los Consejos Locales declararán la validez de la elección de senadores por mayoría relativa; y al Consejo General le corresponderá la asignación de diputados y senadores elegidos por el principio de representación proporcional.
Como se ve, cualquier persona mínimamente razonable entiende que esas seis falacias, esgrimidas por López Obrador y sus paniaguados, son invenciones desesperadas por querer ganar una elección en la mesa y no en las urnas. El Peje no cede porque quiere ganar a toda costa, o sea quiere arrebatar lo que creía suyo y no quiere entender que no lo es. Quiere seguir el procedimiento que siguieron el fascismo de Mussolini en Italia, el nazismo de Hitler en Alemania y el comunismo de Stalin en la Unión Soviética: lavarle la mente a la gente atraída por el influjo de las demagógicas ofertas que, como letanía, ha dicho desde que era candidato para el Gobierno del Distrito Federal. Dentro de su paranoia él se cree el ungido y no acepta la realidad. Ha llegado al grado de ostentarse ya como presidente.

El Gabrichitos

Enrique Galván-Duque Tamborrel

Hablamos de los caprichos de la fortuna para disculparnos y son en realidad los caprichos de nuestro humor los que nos gobiernan, has dado en hacerme esclavo con los hierros de tu gusto. (Lope de Vega)

Realmente México es un país sui generis y los mexicanos estamos llenos de incongruencias. Entre tantos vicios que padecemos uno de los sobresalientes es la impunidad, contra de ella oímos a diestra y siniestra lamentaciones sin fin, principalmente de la que gozan los altos funcionarios y encumbrados políticos. Pues bien, los mismos que cotidianamente se desgarran las vestiduras para quejarse de ese lacre ahora defienden al que quiere gozar precisamente de ello, con el argumento de que es ataque político para eliminarlo. Con este argumento, además de descarar su incongruencia, establecen la condición de que cualquier político encumbrado y/o alto funcionario asegura su impunidad por el sólo hecho de que ante cualquier demanda en su contra puede argüir que es un ataque político y que se le quiere eliminar arteramente.
A la Procuraduría General de la República le corresponde, como obligación ineludible, procurar que la justicia se cumpla; si Andrés Manuel López Obrador desacató una orden judicial, la Procuraduría General de la República tiene un caso de Oficio y debe iniciar una averiguación previa y para ello, tratándose de un funcionario con fuero, primero debe solicitar su desafuero, no hay de otra, y en esto no hay aquello de ataque político artero. La ley debe ser para todos ¿o no?, ya basta de impunidad, y esta sólo se combate con hechos no desgarrándose la vestidura hipócritamente.
La actitud asumida por Andrés Manuel, me hizo recordar a un amigo de mi etapa púber, allá por 1942-45 –ya llovió y… mucho. Su nombre era –o es—Gabriel, y era caprichudo y necio a cual más, a tal grado que si se le metía que algo blanco era negro, negro tenía que ser, de ahí no lo sacábamos, y si no le dábamos la razón hacía su berrinche y nos tildaba –a la palomilla-- de ignorantes e imbéciles. Claro, entonces venia el agarrón y los consabidos “cates”, y al conjuro del alboroto que se armaba salía su mamá, pero ¿saben a que?, aunque no lo crean, ¡a defenderlo y darle razón!, acabáramos. A Gabriel le pusimos el apodo de “El Gabrichitos”.
Pues bien, a Andrés Manuel “El Gabrichitos López Obrador se le metió en la cabeza que los que descubrieron los fraudes de sus hombres de confianza le estaban armando un complot pera minar su popularidad. Después, por ganarse legalmente un proceso por desafuero, dice que es una conjura maldita del Gobierno Federal para eliminarlo de la contienda política. O sea, que ve moros con tranchete por todos lados y ya se le metió en la cabeza, y al que no esté de acuerdo con él lo tilda de ignorante e imbécil. ¡Ah!, y entonces sale su familia –léase: perredistas, analistas, politólogos y demás yerbas— a darle la razón y a defenderlo a ultranza. ¿Cómo la ven? ¡Dios nos agarre confesados!

domingo, 29 de julio de 2007

El relativismo y la libertad


El relativismo es una postura de la mente que aparece cuando alguien tiene pensamiento débil. Y, por pensamiento débil entenderemos el de quien admite cualquier postura con tal de evitar confrontaciones o acepta todo tipo de afirmaciones aunque se contradigan pues la persona carece de principios sólidos, bien asimilados y tampoco confía en alguien a quien pueda reconocer como una legítima autoridad.
En este caso el problema es doble, por un lado aparece un afán desmedido de inclusión social, y por otro, una miseria intelectual que impide razonar con un mínimo de congruencia. El pensamiento es débil porque es incapaz de asumir y mucho menos de defender alguna postura.
El relativismo se ha convertido así en un problema central disfrazado de apertura a todo tipo de posturas, incluyente pues todas las afirmaciones se colocan en el mismo plano y sin cortapisas pues no existe el compromiso de defender ningún planteamiento. No se admite una verdad válida para todos sino múltiples verdades subjetivas donde las afirmaciones de unas y otras no tienen nada que ver entre sí y generalmente se contradicen. Pero como se evita la polémica, el relativismo se alaba como una postura positiva vinculada a conceptos muy bien vistos en la actualidad como son la tolerancia, la construcción del conocimiento en el intercambio de opiniones y la defensa de la libertad absoluta, sin ningún tipo de restricción.
Sin embargo, la pseudo fuerza de la tolerancia así como la de la construcción del conocimiento a partir de las opiniones, proviene de un auténtico desfase en la comprensión de la libertad. Este desajuste sucede cuando a la libertad se la separa de la responsabilidad y se la impregna de una racionalidad desvinculada de la capacidad de amar.
La libertad rectamente entendida consiste en la personal decisión de alcanzar el bien debido. Pero tal decisión para que sea correcta, ha de encontrarse regulada por la verdad. Esto circunscribe a la libertad dentro de un marco, sin embargo, este acotamiento de ningún modo es un perjuicio, sino al contrario, es la garantía de todo tipo de elección. Sin embargo, aunque el vínculo libertad verdad es indispensable, aún hay algo más, es imprescindible amar la decisión, amar la verdad y, sobre todo amar el bien por alcanzar. Sin el amor el recto ejercicio de la libertad acabaría siendo un acto fríamente racionalista y tarde o temprano, una actuación así podría llegar a romper a la persona.
Sólo en este contexto, la tolerancia puede asumirse sin conducir a equívocos pues, por encima de ella se toma en cuenta la verdad y el bien objetivos, y en estas condiciones, se impone el respeto a toda persona aunque se tengan claros los errores en los que se encuentre sumergida. También, en este contexto, se escuchan con comprensión los puntos de vista de los demás, sus opiniones y el modo de aplicarlas para la toma de decisiones. Pero, aunada a esta actitud, existe la capacidad de jerarquizar y de dar a los distintos enfoques un lugar más o menos cercano a la verdad y al bien. Por eso mismo, se evita la ambigüedad, no todo tiene la misma fuerza ni la misma bondad.
Cuando al relativismo se le da la categoría de fundamento aparecen las contradicciones aceptadas como sistema de progreso. Por ejemplo, con esta postura, la democracia negaría la posibilidad de alcanzar la verdad, y admitiría el hecho de que cualquier camino es igualmente válido, sólo se tomaría en cuenta la vibración y el esfuerzo, excluyendo los contenidos y su cercanía y aceptación de la realidad. Una sociedad liberal sería, pues, una sociedad relativista; sólo con esta condición podría permanecer libre y abierta al futuro.
En el campo de la política, no existe una única opinión correcta porque hay variados modos de resolver los problemas de la comunidad. Ningún planteamiento se debe adoptar como absoluto, pero, sí se ha de buscar lo más oportuno según las demandas. Precisamente como la meta es resolver problemas, el ciclo cambia y habrá que adoptar nuevos modos para eliminar las nuevas carencias que antes no habían aparecido. Cuando el terreno político se relativiza, lo importante se hace efímero, lo absoluto se desconoce, lo intrascendente se impone.
El Cardenal Ratzinger, al tratar este tema decía: con el relativismo total, tampoco se puede conseguir todo en el terreno político, hay injusticias que nunca se convertirán en algo justo (como, por ejemplo, matar a un inocente, negar a un individuo o a un grupo el derecho a su dignidad o a la vida correspondiente a esa dignidad); y al contrario, hay cosas justas que nunca pueden ser injustas. Por eso, aunque no se ha de negar cierto derecho al relativismo en el campo socio-político, terreno en el que prevalece lo opinable, el problema se plantea a la hora de establecer sus límites.
Quien practica la libertad y defiende la de sus semejantes ya está tomando una postura definida muy contraria a la del escéptico a quien todo le da lo mismo. Por eso, prácticamente el relativismo es insostenible aunque teóricamente alguien lo defienda, de manera que, el relativismo tiene la contradicción en sus entrañas y tarde o temprano sus postuladores acaban en el vacío de la incongruencia.
Abandonar el relativismo lleva a redimirse de la superficialidad, del conformismo, de la confusión, de la pasividad y un largo etcétera. Pero, el ancla que asegura contra las dudas o los vaivenes de las novedades es, no lo olvidemos, la recta comprensión de la libertad y su recta aplicación para forjarse en el bien y diseñar unas relaciones humanas que afiancen el bien común y pongan límites al mal.

El Presidente cayó en la trampa


Raymundo Riva Palacio
22 de julio de 2007

Maestro en la propaganda y la contra-información, Ye Ning, el abogado en Estados Unidos del empresario mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon, jugó con el colectivo imaginario mexicano. Durante semanas administró las expectativas sobre presuntas revelaciones que harían temblar al gobierno mexicano, montándose en el morbo de la prensa y la inagotable inteligencia emocional de los mexicanos que el miércoles pasado, cuando esperaban llegar a la cumbre del escándalo, se toparon con nada. La decepción por lo que no fue ha sido profunda. Charlatán, le empiezan a decir a Ye Ning, timó a la nación. Tienen razón. El abogado los engañó a todos, pero a su cliente le entregó lo que puede ser su salvoconducto en Estados Unidos.

Ye Ning manipuló a los medios, particularmente a los electrónicos, y a la clase política opositora al presidente Felipe Calderón, que colectivamente le ayudaron en su cometido: provocar al gobierno y construir un caso legal en EU para pedir el asilo político de quien, en México, es acusado de narcotráfico. El abogado, que tiene entre sus especializaciones el litigio mediático para apoyar sus batallas en las cortes para lograr que inmigrantes chinos sean aceptados en Estados Unidos como refugiados políticos, se apuntó un rotundo éxito.

El primero que cayó en la provocación fue el secretario de Trabajo, Javier Lozano, quien se sintió herido en lo personal cuando lo señaló Ye Gon de haber sido quien le dio más de 207 millones de dólares para la campaña presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) el año pasado y lo amenazó de muerte. Su exacerbado comportamiento para limpiar su imagen pública provocó preocupación en Los Pinos, pero lo avaló para que se quitara el traje de funcionario y se pusiera el de ciudadano para ir a Nueva York a iniciar una demanda por difamación contra Ye Gon y su abogado. Algo en el último minuto lo detuvo y Lozano decidió no demandarlo y exigir sólo una rectificación pública.

La actitud de Lozano Alarcón no ayudó suficientemente al caso de Ye Gon, pero el presidente Calderón se encargó de repararlo. El lunes pasado, durante una conferencia de prensa, Calderón declaró contundentemente: "Este señor estará en la cárcel". Ye Ning no necesita mucho más para alegar en las cortes estadounidenses que su cliente no podrá recibir un juicio imparcial en los tribunales mexicanos, y documentar que el sistema judicial en México está contaminado por la política, en especial por el poder presidencial. Los ejemplos de chivos expiatorios de cada sexenio para permitir al presidente entrante deslindarse de su antecesor, han sido ampliamente tratados por la prensa impresa. Al perder el temple, Calderón cayó en la trampa de Ye Ning.
Parece mentira la pedestre manera como el gobierno administró la crisis. Ye Ning les colocó minas de profundidad y cayeron en todas. En Los Pinos sabían los antecedentes del abogado estadounidense y tenían información que ha sido defensor de miembros de las triadas chinas que buscan asilo político en EU. Pero también tenían otras claves que debieron haberlos conducido a otro tipo de análisis y desarrollar escenarios que penetraran la cortina de humo de las acusaciones públicas iniciales sobre el dinero para la campaña presidencial y la imputación a su secretario de Trabajo. Esas claves están directamente relacionadas con el papel que han venido jugando las agencias judiciales y de inteligencia estadounidenses en la protección de Ye Gon.

Ye Ning no parece estar nada lejano de ese proyecto. A lo largo de su historia ha sido un denostador profesional del régimen de Pekín, mediante la diseminación de propaganda y de acusaciones sistemáticas sobre violación de derechos humanos en China. Adicionalmente, es abogado de la secta Falun Gong, que se ha convertido en una dolorosa piedra en el zapato del gobierno chino por su oposición escenográfica al régimen, que ha llevado a algunos de sus militantes a inmolarse en las calles ante las cámaras de la televisión occidental.

Aunque no se ha documentado algún vínculo orgánico, Falun Gong sirve perfectamente a los intereses de la CIA que, en el caso de Ye Gon, había informado al gobierno mexicano que Washington sospechaba que la filial de su empresa en Hong Kong era un frente del gobierno chino.

La actuación de los servicios de inteligencia estadounidense en el caso de Ye Gon es otra de las claves que debían haber puesto en alerta a Los Pinos sobre las intenciones reales de Ye Ning. Si en efecto piensan en Washington de la relación de funcionarios chinos con el narcotráfico de seudoefedrina para fabricar drogas sintéticas de Ye Gon, el empresario es un activo muy valioso para el gobierno estadounidense al ser posible que les diga, a cambio del asilo político, quiénes y en qué niveles hay funcionarios de Pekín metidos en el negocio ilegal de las drogas.

Esta información, dentro del juego geoestratégico mundial, sería altamente valorada. Pero la CIA se ha estado deslindando repetidamente del caso de Ye Gon, y en sus conversaciones al más alto nivel del gobierno mexicano, el jefe de Estación de la compañía en México aseguró, de acuerdo con funcionarios mexicanos, que a Ye Gon lo está protegiendo la DEA —con quien mantiene un eterno conflicto presupuestal— y que por tratarse de un asunto doméstico ellos no pueden intervenir.

La DEA, en efecto, ha estado muy reticente a colaborar con el gobierno mexicano. Hizo caso omiso a las peticiones de ubicación de Ye Gon, y luego soslayó una solicitud verbal del procurador Eduardo Medina Mora a sus contrapartes en Washington, cuando les informó que el prófugo de la justicia mexicana estaba viviendo en San Francisco. Ni la DEA ni el FBI, que también participa en el caso de Ye Gon, hicieron nada. El sinomexicano reapareció en Nueva York en una entrevista a modo con la agencia AP, y se movió a Vancouver. El gobierno mexicano no sabe dónde está actualmente, porque Washington tampoco le dijo el origen de la llamada telefónica de tres horas consecutivas de Ye Gon para participar en la conferencia de prensa el miércoles. Tampoco ha hecho nada la DEA para acelerar la extradición de Ye Gon, alegando deficiencias en los trámites del pedido.

El gobierno mexicano está metido en un embrollo profundo y real, en el que se metió por no leer correctamente la estrategia de Ye Ning. Ahora, al caer en las trampas chinas, se abrió la posibilidad de que Ye Gon acceda al asilo político y que la DEA, al alegar que el tip que permitió a la PGR decomisar un cargamento de 19 toneladas de seudoefedrina en diciembre, los hace merecedores de una parte de los 206 millones de dólares encontrados en la casa del empresario. Los errores en diagnóstico y escenarios pueden hacer que México se quede sin Ye Gon y sin una parte de su dinero. Es decir, si el presidente Calderón pensaba que ya le estaban dando la vuelta a este episodio, en realidad apenas comienza, aunque digan lo contrario.

Con este affaire se comprueba una vez más que los medios de información, especialmente los televisivos, son el primer poder en México. Ha sido claro que manipulan al gobierno a su antojo.

La legislatura de la vergüenza


Enrique Krauze

Pete Hamill, admirable escritor y periodista estadounidense -neoyorquino, mejor dicho-, tiene devoción por México. Estudió aquí a mediados de los años cincuenta y desde entonces se volvió mexicano por adopción: ha mantenido su contacto con este país, conoce sus entrañas, fue editor de The News, ha escrito un libro sobre Diego Rivera y hoy pasa la mitad de tiempo en una ciudad de provincia. Yo creo que su pasión mexicana debe mucho a su origen irlandés, ese sufrido, apasionado y católico pueblo, tan parecido al nuestro, que ahora -a diferencia de nosotros- ha decidido dejar atrás las querellas del pasado y modernizarse al grado de que hoy la economía irlandesa es más pujante que la alemana. El 30 de noviembre, Pete me escribió estas líneas por correo electrónico: “Todavía estoy penando por mi querido México, dos días después de la desagradable trifulca en la Cámara de Diputados. ¡Vaya caricatura de la democracia! ¡Qué insulto a la gente pensante que trabajó tan duro por este país a lo largo de los años! Imagínate a Juárez luchando en el piso contra un político regordete. Varias cosas quedaron claras en los noticiarios de televisión de esa noche. La primera: ninguno de esos "hombres" es bueno para los golpes. En la tierra del Toluco López y el Ratón Macías [...] se veían como mariquitas sin calzones; como personajes de un cuadro de Botero, cuajados de grasa. Mi hermana los hubiera podido noquear. Y cuando se acabó el pleito y los ánimos se calmaron, ¿qué hicieron? ¡Se pusieron a comer! Llegaron las pizzas, los tamales, las tortas. ¡Viva la Revolución! No les importó un carajo lo que estaban mostrándole a México y al mundo. ¿Cómo le van a hacer ahora estos [...] para explicarle a los jóvenes de las calles la necesidad de dialogar sin pelearse? Si está bien que los diputados se agarren a golpes, entonces está bien que también lo hagan los chavos banda. Es la Doctrina Bush a pequeña escala: ante la duda, la fuerza física. Al mismo tiempo, las pantallas de todo el mundo mostraron a México como cualquier república bananera. Yo sé que no lo es, tú sabes que no lo es, pero esas imágenes exhibieron un país distinto, lleno de "latinos de sangre caliente". Nadie se preocupó por los estereotipos que están reproduciendo. ¿Qué carajos tienen que ver estos peleoneros idiotas con Octavio Paz, Lázaro Cárdenas, Rufino Tamayo o con esos mil otros que han mejorado al país y el mundo simplemente por estar en él? Hoy vamos a ver el siguiente acto del melodrama; yo voy a estar en casa, frente a la tele. Espero no terminar en lágrimas.” Las indignadas líneas de mi amigo Hamill, que me he permitido transcribir, me hicieron recordar el infinito desprecio con que, a lo largo de nuestra historia y con la excepción de la época liberal, el mexicano ha visto a sus diputados. Hace unos meses, en este mismo espacio, aludí a la culpa imperdonable de los diputados en 1847. Indiferentes al desembarco de los estadounidenses en Veracruz, liberales puros y moderados se hacían garras en el Congreso. Un testigo y protagonista central de la época, el ministro de Relaciones José Fernando Ramírez, lamentó la "espantosa división" que reinaba en el Congreso y escribió su epitafio: se trata -dijo- de "un Congreso sin prestigio, sin poder, sin capacidad, y lo que es peor aún, hondamente minado y destrozado por los odios de partido que nada dejan ver con claridad, excepto los flancos y ocasiones que se le presentan para herir a sus enemigos". La reflexión es aplicable a la situación actual, sin quitarle una coma. En el Ómnibus de poesía mexicana de Gabriel Zaid (Siglo XXI) aparecen cuando menos dos sonetos donde la ignominia del Congreso tenía un signo diferente, no la anteposición del odio de partido al interés de la nación, sino el servilismo ante el poder ejecutivo. Transcribo "Un diputado de provincia": "Ancho como un tonel, muy colorado, / maneras toscas, y el andar muy lento, / casaquín rabilargo y polvoriento, / por costumbre el sombrero espeluznado. / Se sienta en la curul cuasi atrojado; / hecho un patán, blasona de talento / y sin nada entender, aquel jumento / a cada discusión dice: aprobado. / Su distrito reniega del cazurro / que aprueba y desaprueba simplemente / porque aquel animal, porque aquel burro, / si diputado no es, tampoco es gente. / Tipos como el actual veo con exceso /ocupar los asientos del Congreso." De aquel Congreso y de éste. Entre los diputados porfiristas y los posrevolucionarios no había mayor diferencia. Por eso Daniel Cosío Villegas se refiere a ellos con inmenso desdén. La cita siguiente proviene de "La crisis de México" (ensayo publicado en 1946, que le gusta citar a López Obrador pero cuya esencia liberal y democrática desmiente a cada paso): "El juicio [sobre el Congreso en la etapa posrevolucionaria] no puede ser otro que el de la condenación más vehemente y absoluta: en las legislaturas revolucionarias jamás ha habido un solo debate que merezca ser recordado como lo merecen aquellos de las legislaturas del 56 al 76 del siglo pasado [...] A los ojos de la opinión nacional, sin miramientos de grupos o de clases, nada hay tan despreciable como un diputado o senador; han llegado a ser la medida de la miseria humana." Ayer, mientras presenciaba desde la galería el bochornoso espectáculo de los diputados (sobre todo, por supuesto, el de sus principales instigadores, los diputados del "Frente Amplio Progresista", que bloqueaban los ingresos al recinto y ostentaban su insolente bravuconería), pensé que su envilecimiento es más profundo que el de los diputados porfiristas y revolucionarios por varias razones. En primer lugar, aquéllos actuaban en el marco de regímenes dictatoriales mientras que éstos trabajan (llamémosle así) en una democracia. Por otro lado, el daño que éstos han hecho no proviene de la obsecuente pasividad, sino de la irresponsabilidad, como la Legislatura de 1847. Por sus "odios de partido", aquellos diputados perdieron la guerra contra Estados Unidos. Por sus "odios de partido", éstos (sobre todo, insisto, los del F.A.P.) han manchado el nombre de México con el estigma de la violencia y la incivilidad, y han hecho al país más vulnerable para afrontar las atroces guerras de nuestro siglo XXI: el narcotráfico, la criminalidad, la pobreza. Los diputados de la LX Legislatura deberían suprimir los ridículos promocionales que, anunciando con voz meliflua su "voto por México", aparecen en la radio y la televisión. En cuanto a los representantes del F.A.P. que coreaban el servil estribillo "Es un honor/ estar con Obrador", mi opinión franca es ésta: han vuelto a ser "la medida de la miseria humana".
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Se consuma la fiesta de la Guelaguetza en Oaxaca

Enrique Galván-Duque Tamborrel

24 de julio de 2007

A pesar de AMLO y sus seguidores del PRD, y después de amenazar durante meses con boicotear la Guelaguetza, la principal fiesta popular en el estado, profesores y militantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) dieron un vuelco a su política de confrontación y se conformaron con marchar al Zócalo y torturar a dos soldados del Ejército mexicano.
Durante dos kilómetros, Guillermo López y Jorge Hernández, quienes se identificaron como elementos de la 28 zona militar, fueron obligados a caminar descalzos sobre el asfalto caliente por el sol intenso que elevaba la temperatura a 30 grados. Parecían penitentes en Semana Santa.
"No somos militares espías, somos militares albañiles", intentaba defenderse Guillermo López quien junto con Jorge Hernández fueron despojados de sus zapatos entre empujones, torceduras, golpes en la cabeza y pronunciamientos a favor del linchamiento.
"Venimos a una ferretería a hacer un presupuesto para reparaciones del cuartel", balbuceaba Hernández.
Un grupo de muchachos, de unos 20 años en promedio, que se encargaba de la seguridad, capturaron a los militares que se encontraban cerca del lugar en que fue secuestrado Manuel Coronel, activista del movimiento.
Coronel intentaba organizar el tráfico para que pasara la vanguardia de la marcha cuando fue "levantado" por un grupo de desconocidos que viajaba a bordo de una camioneta blanca, sin placas.
"Esto es una abierta provocación", vociferaba por el equipo de sonido Cástulo López, vocero de la APPO. "Pero no pierdan la calma, compañeros, quieren que nos exhibamos como un movimiento violento, pero no lo somos".
Los ánimos estaban caldeados, pues al iniciar la marcha el mismo Cástulo, había acusado al gobernador de la entidad, Ulises Ruiz, de ordenar la desaparición de tres profesores oaxaqueños y un michoacano luego de que por la madrugada un retén de policías confiscó el auto en el que viajaban.
Estos "agravios" se aunaron a los 47 detenidos y 20 lesionados —uno de ellos hospitalizado en estado de coma— por los enfrentamientos entre appistas y policías que se suscitaron la semana pasada.
De modo que los manifestantes vieron en los soldados una vía para descargar sus frustraciones.
Debilitados por el encarcelamiento de sus principales líderes, no pudieron impedir la realización de la Guelaguetza, tampoco han logrado la renuncia de Ulises Ruiz ni homologar sus raquíticos salarios que oscilan entre los 500 y 600 dólares mensuales.
Consideraron intercambiar a los soldados por algunos de los más de 50 presos que se encuentran en los diversos penales del país, detenidos en diversos enfrentamientos durante un año de conflicto.
"Un hombre de lucha por dos perros de Ulises", coreaban en la marcha encaminada al centro de la ciudad.
"Agacha la cabeza, cab...", gritó y manoteó uno de los jóvenes de seguridad al soldado López. Después, lo obligó a levantar la mano y a entonar todas las consignas de la APPO y el magisterio, como un ventrílocuo: "Si Ulises no se va, la paz no llegará", "Ulises, asesino, entiende tu destino".
Justo en ese instante, pero más al norte de la ciudad, en el cerro de El Fortín, el gobernador atendía otro designio: inaugurar la Guelaguetza 2007 entre cientos de policías, el Ejército y más de 10 mil asistentes que gritaban: "Sí se pudo, sí se pudo".El año pasado, la APPO impidió su realización por considerar que se ha convertido en un evento capitalista. "La tradición, las costumbres y la cultura de Oaxaca se ha estado vendiendo. Es un negocio para el estado, el gobierno y los empresarios", argumentó.La Guelaguetza tiene su origen en la época colonial, en honor a un templo que las monjas carmelitas construyeron en las faldas de El Fortín. Se realiza anualmente los dos lunes siguientes después del 16 de julio.Es una ofrenda de bailes folklóricos que hacen grupos representativos de las siete regiones del estado: Valles Centrales, Sierra Juárez, la Cañada, Tuxtepec, Mixteca, Costa y el Istmo de Tehuantepec.En las últimas décadas se ha convertido en uno de los principales atractivos de turismo nacional e internacional, así como una fuente de empleos, sin embargo, a raíz del conflicto, el número de visitantes ha caído en un 80%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo estatal."La gente y los visitantes no vienen porque saben que hay un estado de sitio, que la capital oaxaqueña es un cuartel donde no puede haber espacio para celebrar una fiesta", arengó el dirigente magisterial, Ezequiel Rosales, durante el discurso que puso punto final a las movilizaciones de ayer."Eso quiere decir que después de todo la boicoteamos y la gente que asistió fue porque el gobernador le pagó", añadió.La APPO pretende movilizaciones "más contundentes" para el 28, 29 y 30 de julio próximos, cuando se lleve a cabo la segunda parte de la Guelaguetza 2007. En tanto, continuará con el plantón permanente que se instaló en el centro de Oaxaca desde hace cinco semanas.Algunos militantes han comenzado a cansarse. Edgar Martínez, un profesor de primaria en la comunidad zapoteca de San Matías Zoquiapam, se dijo inconforme de que su crecimiento profesional esté condicionado a la vida de marchas y plantones."Vengo porque así se hacen méritos con el sindicato y eso es necesario para que te cambien de plaza, te incrementen el salario y hasta para conservar el empleo", destacó Martínez, de 32 años."Pero no creo que sea el camino correcto. Es irreal, ¿sabe que nuestro himno de lucha dice que el futuro es el socialismo?", agregó en voz baja, para no ser escuchado por sus compañeros.Pero nadie le puso atención. Cástulo López, seguía pegado al megáfono de la APPO.Informó que entregaron a la Cruz Roja a los dos presuntos militares detenidos durante la marcha, que tenían noticias de que su compañero Manuel Coronel había sido liberado.

Explosiones...

¿relacionadas con problemas del PRD en Oaxaca?

Manuel Díaz Cid

Los titulares de la prensa destacan la información de el EPR se adjudica las explosiones ocurridas en Guanajuato y Querétaro en los oleoductos. Los orígenes del EPR son confusos, se hace referencia al 1 de mayo de 1994 como fecha de formación y que obedecía a la larga trayectoria de otros grupos de los cuales, se desprendieron los fundadores del EPR incluso, desde 1972 se vincularon los personajes que se identifican con el EPR con las organizaciones que operaron bajo el mando de Lucio Cabañas, en Guerrero.
En teoría, el Sargento segundo del batallón de fusileros paracaidistas, Emiliano Estévez Mondragón, fundó el EPR a los 35 años de edad, luego de leer el “Manifiesto de Aguas Blancas”, firmado el 28 de junio de 1996 por el Comando Francisco Villa, el Comando Morelos, la Brigada Genaro Vázquez, la Brigada 18 de mayo, las células comunistas, la Brigada de los Trabajadores, la Brigada Campesina de Ajusticiamiento y la Organización Armada del Pueblo (ORAP).
El “Manifiesto de Aguas Blancas” se repitió el 9 de agosto de 1996 con el título de “Manifiesto de la Sierra Madre Oriental”, documento en el que se exhortó a crear movimientos armados capaces de aglutinar a la izquierda, en la búsqueda de su propósito revolucionario.
Seguir las teorías de los grupos de la izquierda radical significaría caer en la tentación al mito del eterno retorno, a iniciar un camino para terminarlo allí donde se comenzó es decir, para no ir adelante sino estancarse en un círculo vicioso. Es la historia de un grupo como el EPR, que no cree en la democracia, descalifica a las instituciones y a los ciudadanos porque considera, que ellos tienen el derecho de establecer una dictadura para obligar a la sociedad cumplir sus planteamientos, tal como lo está haciendo Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Fidel Castro en Cuba.
El EPR aparece y desaparece sorprendentemente. Entrar en el juego de suposiciones y valores entendidos, donde se permite a una persona hacer una gira en el país arengando contra las autoridades y refrendando su declaración de guerra al Estado mexicano, como se hizo el 1 de enero de 1994, hace inconcebible la tolerancia de los gobiernos, porque dan paso a juegos en los que se desconoce si las explosiones fueron ocasionadas por una bomba, por negligencia o por robo.
El EPR tiene garantizada la nota cuando se adjudican un atentado porque, los medios no se detienen a analizar la fidelidad de los datos porque de ser así, las medias que el gobierno tendría que tomar en este caso, serían distintas.
El EPR se atribuyó acciones en Morelos, contra instituciones bancarias, acompañadas de declaraciones que amenazan la destrucción del capitalismo imperialista y sus ramificaciones sin embargo, a diferencia de una guerrilla, el EPR desaparece luego de cometer sus tropelías. La guerrilla (FARP, Sendero Luminoso, Tupamaros, Los Montoneros, por ejemplo) y las organizaciones que fundó Genaro Vázquez, Carmelo Pérez, Lucio Cabañas tenían una secuencia de actividades es decir, estaban permanentemente en acción, siguiendo la regla de la “Guerra de la Pulga”, conscientes de que sus atentados sólo los convierte en motivo de noticias.
El campo de operación de las Guerrillas es el de las columnas de los medios de comunicación; sólo así tienen una repercusión delante de la comunidad. De nada serviría seguir la clave del terrorismo de “matar a uno y aterrorizar a mil” si no hay medio de comunicación que difunda sus acciones.
El factor tiempo es para los guerrilleros una ventaja; el financiamiento en cambio, es un punto vulnerable. Es mentira que una guerrilla la integren los pobres por eso basta con calcular el costo de una bala de un fusil AK-47 y concluir la necesidad de financiamientos importantes desde fuera o bien, recurrir a secuestros y asaltos para comprar los mecanismos de subsistencia.
Existe una relación entre Oaxaca y Guerrero con el EPR. Como una casualidad, el EPR aparece para calentar los ánimos, exacerbar a la opinión pública y dar al PRD delante de la sociedad la solución de “No queremos una izquierda revolucionaria, sino una democrática”.
Si el PRD en verdad busca una izquierda democrática, tendrá que actuar en el orden práctico de tal manera que, la declaración de AMLO de mandar al diablo las instituciones no se interprete, específicamente en este escenario, como la legitimación de la violencia que el EPR pretende representar, con los atentados que “presume” haber realizado.

El libro que rasuró Andrés Manuel López Obrador

Raymundo Riva Palacio

01 de julio de 2007

Desde este martes, discretamente comenzó a ser repartido en las librerías del centro de la Ciudad de México el esperado libro de Andrés Manuel López Obrador. Originalmente llevaba el título de Apuntes de campaña, que finalmente se convirtió en La mafia nos robó la Presidencia, que entregó hace dos fines de semana para que la editorial se apresurara a sacarlo en vísperas del primer aniversario de su derrota en la elección presidencial. El nuevo título no es lo único que cambió. Por razones no explicadas, López Obrador decidió rasurar la única parte novedosa de una obra, que sin ella, es una mera repetición de denuncias pasadas.
En efecto, lo más interesante del libro de López Obrador fue eliminado entre el último borrador y las galeras de la editorial. En el borrador final, de acuerdo con sus cercanos que lo leyeron, hacía un análisis de los spots no facturados que dio a conocer recientemente el Instituto Federal Electoral (IFE) y argumentaba que en Guanajuato, Jalisco y Yucatán se maquinó el fraude que le arrebató la Presidencia, con la colusión total de Elba Esther Gordillo y el sindicato de maestros. López Obrador revelaba que el operador de la maestra fue su yerno, Fernando González, actual subsecretario de Educación.
Pero esto no aparece. López Obrador le quitó la carne más suculenta a su libro al eliminar también la descripción de cómo en Guanajuato, Jalisco y Yucatán se movió el magisterio con el Partido Acción Nacional (PAN) para hacerle un fraude a la antigüita, y que el día de la elección remplazaron a los funcionarios de casilla del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con maestros suplantando hasta en un 30% de los representantes del PRD en Guanajuato y Yucatán, y en un 25% en Jalisco. López Obrador optó por simplemente acusar "una manipulación orquestada" por funcionarios electorales en más de 100 distritos que afectaron el 8% del listado de la coalición que lo llevó de candidato, en el norte y centro-occidente del país. O sea, una acusación mermada.
La argumentación que López Obrador excluyó del libro se apoyaba en un paquete de pruebas que iba a aparecer como anexo, que a la vez de que eran el fuerte de su alegato político, también lo era de su debilidad. Esas partes sustanciales habían sido preparadas por sus lugartenientes, Octavio Romero Oropeza, responsable de la operación, y sus subalternos, también de la plena confianza de López Obrador desde hace dos décadas, Alberto Pérez Miranda, que supervisó la promoción del voto, y Francisco Yee, quien se encargó de la estructura de representantes de casilla. El primero preparó el tema de los spots que denunció el IFE, y los otros dos la parte de los representantes de casilla, al final eliminadas.
De alguna manera se pueden encontrar las razones, si no por boca de López Obrador, sí por la dinámica de confrontación que existe hoy en el PRD. Oropeza, Pérez Miranda y Yee integraron en la campaña una estructura electoral al margen de los operadores electorales del PRD, provocando no sólo una dualidad de poder, sino resentimiento del aparato del partido al que López Obrador le quitó la responsabilidad estratégica de la operación. Los tres, que hicieron su carrera política de la mano de protector desde Tabasco, propiciaron el Waterloo de su amigo.
La creación de una operación electoral naufragó de principio a fin, al grado de que al terminar la contienda se habían quedado con 300 millones de pesos que nunca pudieron aplicar adecuadamente durante la campaña. Les sobraron recursos, pero les faltaron cuadros. En el Distrito Federal, el bastión del PRD, tuvieron una cobertura inferior a la del PAN y el PRI al no reclutar adecuadamente a los funcionarios de casilla, o porque, como sucedió en algunos distritos el mismo 2 de julio, abandonaron sus puestos al no recibir la paga prometida. Su trabajo fue tan pobre que cuando buscaron las actas de cómputo para documentar la impugnación de fraude, sólo tenían el 25%. Pudieron completar el 75% tras suplicar a varios partidos que les facilitaran sus copias.
Durante la campaña, Pérez Miranda y Yee, depositarios de las principales críticas por sus malos manejos electorales, eran intocables. Nunca logró nadie persuadir a López Obrador que revisara la información que le daban, que no cuadraba con el resto de la información que tenía el partido. El coordinador de la campaña, Jesús Ortega, llevaba un mapa muy detallado de los avances de la operación electoral, y Pérez Miranda y Yee jamás pudieron documentar tener más de 40% de los representantes de casilla. Aunque siempre se sospechó que no estuvieran informando a Ortega, la conclusión después de ver los resultados y la precariedad documental, fue que su trabajo hacía sido un rotundo fracaso.
Intentos para pedirles explicaciones tras la jornada electoral, como parte de un proceso de evaluación autocrítica, fueron rechazados por López Obrador con el argumento que ello daría armas a sus enemigos. Esa confianza ciega de López Obrador en sus operadores se mantiene hoy en día, donde vuelve a asegurar en su libro que tenían el 95% de los representantes de casilla, sin aportar nada fuera de su dicho. Sin embargo, hay un dato tan subliminal como significativo que responde a la pregunta del porqué dejó fuera del libro tan explosivo material. ¿Acaso fue para evitar el escrutinio que podría no resistir las pruebas de ácido? Pérez Miranda y Yee lo iban a llevar nuevamente al despeñadero.
Es posible. De haber incluido esos anexos, mucho tendría que haber explicado y, quizás, López Obrador hubiera sido derrotado con sus propias armas documentales. Por ejemplo, el haber tenido que explicar la inconsistencia de que si los maestros actuaron a favor de Calderón, cómo fue que López Obrador ganó en 3 circunscripciones electorales y su adversario en 2. O sobre el papel electoral real de los maestros, dado que su partido, Nueva Alianza, tuvo tantas dificultades para completar a sus representantes de casilla, que el 2 de julio apenas llegó a cubrir 70% del total. Es cierto que González pactó con el operador del entonces candidato Felipe Calderón y actual subsecretario de Gobernación, Florencio Salazar que les prestaran maestros en los estados donde tenía el PAN déficit de representantes, pero no fue en Guanajuato, Jalisco o Yucatán, sino en entidades como San Luis Potosí. Dentro del PRD hay quienes piensan que Pérez Miranda y Yee trataban de justificar sus errores de operación electoral, y aunque López Obrador cree otra cosa, al final, deliberadamente o no, hizo un control de daños preventivo. Existía un alto riesgo, por los antecedentes de sus operadores electorales, que el alegato de fraude que iba a exponer López Obrador se convirtiera inopinadamente en un fraude para todos, incluido a él mismo, que podría terminar de empujarlo al barranco por la fe ciega que depositó en los tres tabasqueños que algún día pagarán por ser uno de los factores centrales de su derrota presidencial. Si al final una duda razonable se le metió en la cabeza, la exclusión de esos capítulos es una medida inteligente, aunque el libro deje de tener verdaderas revelaciones.

Vana ilusión

PEJESUS
NUESTRO SEÑOR DE LA MACUSPANA




HIJOS MIOS, YO SERÉ SU PRESIDENTE HASTA LA CONSUMACIÓN DE LOS SIGLOS


Hace un año que yo tuve una ilusión,
hace un año y hoy se cumple en este día,
Aún recuerdo que en tu silla me dormía
y yo inocente y confiado me entregué a la ilusión.
Este tiempo tan feliz no volverá,
mi cariño lo pagaron con complóes,
hoy me quedan sólo crueles decepciones
pero anda Trife, como pagas otro así te pagará.

Julio 2 de 2007

jueves, 26 de julio de 2007

Garantiza Calderón seguridad a empresarios

El presidente de México responde inquietudes sobre la CETU

Servicios de La Opinión
16 de julio de 2007

El presidente Felipe Calderón aclaró que la Contribución Empresarial a Tasa Única (CETU) no afectará a los empresarios que cumplan actualmente con el Impuesto Sobre la Renta (ISR), por lo que aclaró que no hay por qué preocuparse al respecto.
Luego de que una veintena de empresarios españoles que invierten actualmente en el país expresaran su desconcierto por la aplicación de la CETU, incluida en la propuesta de la Reforma Fiscal presentada por el Ejecutivo mexicano, Calderón Hinojosa defendió su iniciativa.
"Ninguna empresa que esté correctamente pagando o todo lo que ya existe en términos de impuestos sobre la renta tiene que verse afectada por la CETU, que es un impuesto precisamente de control", externó.
Esa contribución se aplicaría "si y sólo si los niveles de tributación no corresponden al diseño original del ISR, dependiendo del caso".
En la reunión encabezada por Felipe Calderón Hinojosa y el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente mexicano también garantizó a los empresarios hispanos seguridad para los inversionistas nacionales y extranjeros.
En el segundo día del presidente español en México, Felipe Calderón anunció que el miércoles presentará un proyecto de infraestructura de largo plazo "muy ambicioso.
Ese plan "incluirá el proyecto del nuevo aeropuerto en la Riviera Maya e infraestructura carretera", abundó.
Sin embargo, advirtió que ese proyecto solicitado en el encuentro por hoteleros y empresarios, descansa en las posibilidades de inversión del gobierno que están relacionadas con la disponibilidad de recursos públicos.
Para eso también está la reforma hacendaria, subrayó, y desde luego para el estímulo al desarrollo de inversión privada en infraestructura.
Asimismo, se dijo convencido de que se aplique el estado de derecho y de que México debe ser un país de leyes: "Yo soy alguien que cree en la legalidad, no sólo por formación profesional, sino por convicción personalísima".
De hecho, aseguró que su gobierno ha empeñado toda la fuerza del Estado desde el primer día de su administración a fin de restablecer el orden y la autoridad pública, así como recuperar la autoridad en zonas controladas o en riesgo de serlo por el crimen organizado.
"Hemos avanzado sustancialmente en ese tema, les aseguro que no bajaremos la guardia, y este es un gobierno absolutamente comprometido con la legalidad, con el orden público y con el respeto a los derechos de cada quien", recalcó.
El presidente de México comentó que la certidumbre jurídica es la premisa del crecimiento y del desarrollo y por esa razón, "estoy empeñado también en el tema de certidumbre de tenencia de la tierra, y mi ideal, incluso, es llegar a construir un solo registro de propiedad en todo el país".
Esa declaración fue emitida después de que los empresarios, en voz del presidente del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, Javier Gómez-Navarro, expresaran su preocupación por el conflicto con el tema de las propiedades, que luego no se sabe a quién pertenecen.
Gómez-Navarro manifestó la preocupación que se presenta "con cierta frecuencia por el tema de las propiedades de la tierra, la dificultad a veces de saber de quién son las tierras, con quién hay que negociar y los problemas que se generan en esa índole".
No cabe duda de que el presidente Calderón está actuando con firmeza, y contra viento y marea --significada estos por la oposición necia y a ultranza de AMLO y sus paniaguados-- para lograr el avance que todos --los que razonamos-- queremos para nuestra patria. Desgraciadamente cunde más el mal que el bien.

Buscan boicotear la Guelaguetza

Simpatizantes de APPO y maestros, todos azuzados por el PRD, participaron ayer en una marcha silenciosa en Oaxaca
23 de julio de 2007
Unos tres mil maestros, activistas y familiares de detenidos marcharon ayer en la ciudad de Oaxaca, al sur de México, para exigir la libertad de los presos y la salida del Ejército en un ambiente de tensión por la fiesta de la Guelaguetza. El espíritu de AMLO presente.
La marcha partió de un crucero en las orillas de la ciudad e ingresó al centro por una de las principales avenidas para llegar a la plaza central de Oaxaca, donde mantienen su plantón los profesores y los militantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Los manifestantes, algunos vestidos de negro y con cubre bocas, en señal de que fue una marcha silenciosa, llevaban pancartas con letreros que exigen la libertad de los presos, detenidos el pasado 16 de julio.
El lunes pasado, la policía y opositores al gobierno de Ulises Ruiz se enfrentaron, con saldo de 40 detenidos y más de 20 lesionados, cinco de ellos aún hospitalizados, uno de ellos, Emeterio Merino, el más grave, continúa en estado de coma.
"Queremos que el Ejército regrese a sus cuarteles porque no tiene nada que hacer en las calles, ni en las salidas de nuestra ciudad y tampoco en las comunidades indígenas", dijo el portavoz de la APPO, Florentino López, en el mitin.
Añadió que "queremos decirle a los comerciantes que no somos nosotros quienes ahuyentamos el turismo, sino los gases lacrimógenos".
Explicó que hoy "se hará una marcha, que será altamente pacífica, mientras el tirano (Ulises Ruiz) hará su Guelaguetza de la vergüenza allá arriba", refiriéndose al auditorio, al que intentaron ingresar el lunes pasado.
Los maestros y los miembros de la APPO amenazaron con boicotear la fiesta, mientras que el gobierno aseguró que no permitirá alteraciones al orden, lo que ha generado un ambiente de tensión ante un eventual enfrentamiento violento.
Expresó que "aquí abajo [en la plaza central] y a la izquierda, estamos los pueblos indígenas, los que no tenemos salud, los que no tenemos techo, los que queremos la libertad de nuestros compañeros y justicia para los muertos".
Por su parte, el líder de los profesores, Ezequiel Rosales, explicó que el objetivo de la marcha de ayer y la manifestación de hoy lunes "es claro, exigimos la libertad inmediata e incondicional de nuestros compañeros presos, así como la cancelación de las órdenes de aprehensión".
Precisó que otro objetivo de sus manifestaciones es exigir "un alto al acoso policiaco y manifestar la unidad de las organizaciones al interior de la APPO", así como pedir que cese el "estado de sitio que vive nuestra ciudad" y que se quiten los retenes.
Afirmó que en las próximas horas se definirán las acciones para hoy lunes, pues "siguen en sesión permanente" y no descartó la posibilidad de ingresar al auditorio del cerro del Fortín, donde se realizará la Guelaguetza.
Por otra parte, la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) denunció que anoche fueron "detenidas y torturadas" por espacio de tres horas, cinco personas, dos profesores, dos militantes de la APPO y una persona que pasaba por las calles del centro.
Las personas detenidas, torturadas y posteriormente liberadas son: Judith Méndez Ramírez, Juan Velásquez Cruz, Antonio Hernández Castro, Rodé Adoran Vásquez y Fidel Faustino Alvarado.
Al respecto la presidenta de la Limeddh, Yesica Sánchez, dijo que "fueron detenidas por personas vestidas de civil, que en ningún momento presentaron orden de aprehensión".
Además de que "fueron sometidos a tratos inhumanos y degradantes, fueron amenazadas de muerte, de violación, los sometieron a vejámenes y ha acoso social".

¡Mexicanos!

Raymundo Riva Palacio
17 de junio de 2007
Hay repúblicas que son llamadas bananeras porque su principal producción agrícola se centra en los plátanos. Pero hay repúblicas que son llamadas bananeras por la forma como se comportan sus ciudadanos, que son fácilmente describibles porque presumen mucho de lo que no tienen. Los mexicanos, en este sentido, somos inconfundibles. Pensamos ser el centro del mundo y cuando nos sugieren formas que en otros lados han allanado el camino al desarrollo, respondemos que "los mexicanos somos diferentes". Cómo somos de un código genético distinto y una raza cósmica que jamás hubiera imaginado Darwin no está claro, pero sí somos distintos. Puede ser.
Por ejemplo, cuando viajamos. Reconocemos a las mexicanas en lugares lejanos y exóticos por la forma como se maquillan: fuertes capas de maquillaje y oscuras sombras, con el azul permanente incorporado en lo sombrío de los ojos, sobre los párpados. Nos detestan en más de un aeropuerto. Hace unos días en París, a escasos cinco minutos de abordar el avión a México, una señora y su hija jugaban carreras de relevos sobre qué productos comprar y cuáles dejar porque no se ajustaba al último dinero que traían en la bolsa, lo cual no sería en absoluto memorable salvo que toda esa operación la hacían en el cajero, sin importarles la cola que iba aumentando con cada carrera a los estantes.
Nos ven en muchos lugares como personas folclóricas, o mejor dicho quizás, antropológicamente raras, porque hay legiones de mexicanos viajeros que llevan sus porciones de chile verde para acompañar cualquier tipo de comida, con un irrespeto inconciente absoluto sobre los sabores, el néctar de la cultura culinaria. Vamos dejando huellas por todos lados. Hace algún tiempo, en una buena tienda de recuerdos en la carretera que lleva a la reservación del Serengueti en el norte de Tanzania, al ver el pasaporte mexicano del comprador le comentó rápidamente que por ahí pasan cada año varios hombres muy ricos de Monterrey, que van a las zonas secretas de ese país donde se permite la caza de animales (25 mil dólares cuestan, por ejemplo, por cada cabeza de búfalo). Para él, eso no era lo peor. Unos cinco años atrás pasó por ahí un tipo que cuando no le alcanzó el dinero para todas las compras, presumió que era pariente de un presidente y con su labia logró un crédito de cinco mil dólares que, huelga decir, jamás pagó.
Por lustros nuestra figura más emblemática en América Latina fue Chespirito, mientras Rosa Salvaje cautivaba a Rusia y China. En los 80 en Cuba llegaban a suspenderse reuniones locales de los comités del Partido Comunista para que pudieran ver, como muchísimos cubanos, la telenovela Gotitas de sangre. Las cosas fueron cambiando, y los artistas, sin pasar a un segundo término, empezaron a tener competencia por la atención global. Hace poco más de 10 años, un agente de migración en el aeropuerto de Kigali, la capital de Ruanda, un país donde la violencia durante la guerra civil alcanzaba tales niveles patológicos que cuando le cortaban la cabeza a sus enemigos los niños jugaban con ella futbol en las calles, comentó cuando vio el pasaporte mexicano del visitante, sin levantar la mirada: "Ahí sólo hay narcotraficantes". Hoy, el combate al narcotráfico, "Los Zetas" y la violencia en México, es de lo que más se habla en el mundo, salvo cuando, como en Corea del Sur, lo que más les interesa (y casi lo único que se difunde regularmente en los medios, sean las hazañas de Lorena Ochoa).
Nos gusta decir que somos un pueblo portentoso que no tiene parangón, sin hacer mucho para convertirlo en realidad. En los 60 México tenía indicadores económicos que superaban a España y hoy estamos muy lejos de sus niveles de desarrollo. Los brasileños, de quienes sólo pensamos que tienen un futbol mágico y mujeres curvilíneas que lo único que hacen es asolearse en Copacabana, no tienen petróleo, pero tienen plataformas petroleras trabajando en el golfo de México, y una empresa que fabrica aviones que ya es jugadora en la industria internacional. Somos grandilocuentes sobre lo que no hacemos, "porque somos diferentes".
Cierto. Sólo en un país como México (y casi se puede lanzar el reto de encontrar un ejemplo similar) podría suceder lo que está pasando en el primer cuadro de la Ciudad de México, donde maestros disidentes del sindicato molestos por la reforma al ISSSTE, manifestaron su molestia construyendo pequeños cubos de ladrillo y madera, simulando viviendas de interés social, sobre la avenida, sin que la policía los desalojara. "No voy a reprimir, aunque me lo pidan; voy a negociar", afirmó el jefe de gobierno del Distrito Federal, confundiendo que no se trata de represión, sino de hacer respetar, aunque sea lo mínimo posible, la ley. Pero no es sólo un problema de autoridad. La mexicana es una de las cínicas culturas que han socializado delitos. Sería un pleonasmo ilustrar con el caso de las violaciones viales, pero no así aspectos que como son parte del paisaje cotidiano están asimiladas perfectamente en nuestra mecánica de la mente ilegal, como la piratería, que sin entrar al detalle de su dinámica económica y contribución al tejido social, está tan por debajo de la epidermis mexicana que inclusive conviven diariamente con la policía sin que (salvo en las ocasiones cuando se mezcla con el crimen organizado) sean molestados ni con el pétalo de una llamada de atención.
Pero si existe laxitud en las leyes, también hay normas y regulaciones totalmente absurdas. Por ejemplo, la norma sobre la calidad de la tortilla. Está reglamentado que por cada tortilla se permite, sin sanción, un pelo de rata. También se acepta por cada tortilla un pedazo de insecto, aclarando que no puede darse el caso de un insecto completo porque se imponen multas, pero tampoco especifican si ese pedazo pueden ser cuatro patas y la cabeza, pero sin el tronco invertebrado, o qué tipo de combinación se puede dar para evitar la multa. Existen también los casos de violencia intrafamiliar, donde una mujer puede ser totalmente abusada por su pareja pero si no llega sangrando o con evidentes muestras físicas del abuso cuando va a presentar la denuncia, la regresan a su casa, frustrada e impotente, porque su dicho no comprueba nada.
Somos campeones de la sinvergüenza y de etnocentrismo superlativo, pero no queremos darnos cuenta. Somos sibilinos. Tenemos lenguajes bien codificados, decimos cosas que en realidad no pensamos ni sentimos, y quien lo escucha, sabe que ni lo pensamos ni lo sentimos, pero nos sigue la corriente. ¿O alguien no le ha dicho a una persona que no ve en años lo mucho que le da gusto verla y que le hablará para tomar un café, sabiendo ambos que no es cierto? Nos regodeamos nosotros mismos retroalimentando la fantasía. Al fin y al cabo, somos diferentes. Sí lo somos, ni duda, pero no por las buenas razones. Podemos seguir pensando igual, al fin que lo único que perderemos sea el futuro.

Cuando desnudarse se convierte en virtud

Jorge Espinosa

Cómo símbolo de arte contemporáneo, como reflejo de la derrota de viejos tabús, como signo de incorporación de la sociedad mexicana a sociedades de vanguardia, como una forma de manifestar que somos una sociedad libre y con mil tintes más de orden pseudos-filosófico la mayoría, casi la totalidad de los comunicadores de México se dedicaron a alabar con un entusiasmo desbordante tan magno acontecimiento, y casi toda la sociedad nos hemos visto obligados a apoyar este hecho o cuando menos a ser muy tímidos al manifestar nuestros comentarios.

Esto para no ser aplastados por la enorme aplanadora publicitaria del hecho, a riesgo de parecer que tenemos muchos complejos y que estamos fuera de época con una moral trasnochada.

Parece ser que en estos tiempos en todo el mundo, pero especialmente en México hay una embestida contra todos los principios cristianos, familiares y sociales en los que hemos sido educados tradicionalmente como si fueran contrarios a la dignidad y libertad del hombre, y con banderas desplegadas lo que antes se decía en quedito ahora se proclama con una fuerza total. Por el contrario, los millones que viven y aman los principios tradicionales tal parece que tienen que esconderse.

Verdadera pena causaba oír los testimonios de los participantes y mayor pena aún los comentarios de los comunicadores que hacían del hecho de desnudarse en masa una actitud casi heroica y digna de admiración, cómo si hacer algo que va contra la dignidad de la persona, al hacerse en masa cambiara su esencia y se transformara de algo vergonzoso en algo virtuoso. Claro después de haber aceptado el aborto que es un hecho mucho más grave, ya este tipo de espectáculos es cosa menor. Lo grave del asunto más que el hecho en sí es el mensaje que se da a la juventud en cuanto a un concepto de la vida que se está generalizando en la sociedad acerca de una libertad egoísta y desmedida acompañada de un relativismo de valores donde el gran ausente es desde luego Dios.

Ya decía San Pablo, que una vez hecho Dios a un lado de nuestra vida, nos llegaríamos a enorgullecer de lo que deberíamos avergonzarnos, el profeta Jeremías, recibe de Dios este mensaje:

“Dos pecados ha cometido mi pueblo; Me ha abandonado a Mí, que soy fuente de agua viva, y se ha ido a excavar cisternas, cisternas rotas que no pueden retener el agua” (Jeremías II, 13).

Reitero que lo más grave del asunto es como se desvirtúan ante los jóvenes los verdaderos valores por los que deben luchar, y se les proponen a cambio otros falsos, como la rebeldía egoísta, el placer sin responsabilidad o exhibicionismo puro.

Ojalá los jóvenes en lugar de escuchar tantos testimonios que rayan en lo cursi y en lo ridículo, recibieran mensajes como uno que les dejó en Lic. Anacleto Gonzalez Flores sobre algo que nunca pasará de moda., el ideal.(Hago un resumen sobre este mensaje).

Antes de marchar

“La pasión por el ideal ha muerto, se le ha dejado desfallecer primero, se le ha abandonado después y ha acabado por morirse:

Esto explica el desdén con que por todas partes se ve lo grande y lo noble y el encogimiento de hombros con que todos saludan programas y banderas: Pero lo más grave es que nuestra juventud carece de ideal desde hace mucho tiempo; no ha habido quien la arroje en la hoguera donde se encienden las altas y recias pasiones…Nuestra juventud no ha tenido, no tiene desde hace mucho tiempo ni maestros ni abanderados.

Se alzó y sigue alzándose delante de la vida como barca sin timón y sin brújula…cuando mucho se le ha enseñado a que arrebate del torbellino del tiempo el pan para el cuerpo: pero nadie le ha dicho que no empiece la jornada hasta no ir bien provista de pan para el espíritu…Y es necesario empezar por echar en la mano de cada joven que parte o que ya se ha incorporado a la caravana de los que marchan, el pan con que se nutre, se fortalece y realimenta la vida del espíritu; ideal, ensueño, ilusión alta y noble, gallardía, generosidad, arrojo, audacia, osadía ante los fuertes, para que sigan adelante sin desfallecimientos y sin titubeos”.

Ojalá demos a nuestros jóvenes auténticos mensajes de verdadera superación, y no piensen que con acciones como la del zócalo van a crecer como seres humanos y van a llevar a México a un plano de verdadero progreso y modernidad.

No Marchen por favor

Raymundo Riva Palacio
24 de julio de 2007

Cada año hay 2,500 manifestaciones en la Ciudad de México, que equivalen a 6.8 marchas por día, o lo que es lo mismo, una casi cada cuatro horas. Esto significa que decenas de miles de personas puedan protestar por un tema que convoca a múltiples segmentos de la sociedad —la marcha de repudio a la inseguridad ciudadana o la protesta contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, por citar las más grandes que han existido—, o pequeños grupos de 15 personas decidan cerrar el imperial Paseo de la Reforma por las razones que se quieran. En los casos multitudinarios, la población capitalina asimila perfectamente el proceso, pero con las pequeñas, sin importar cuán legítimas pudiera ser sus motivaciones, la molestia está creciendo y los niveles de tolerancia se están agotando.
Hay razones objetivas para que un ciudadano común y corriente se esté agotando por las protestas.
Grupúsculos bloqueando calles han provocado casos donde una persona en su automóvil a cinco calles de llegar a su casa, haya enfrentado tantos cierres que ha demorado hasta cinco horas en alcanzar su destino, y que los tiempos mexicanos sean como los musulmanes, donde el reloj de la hora no significa nada. La vida cotidiana llena de incertidumbres se ha vuelto impredecible, pues la estrangulación de una arteria importante, genera un caos vial multiplicador. Hay marchas de todo y para todos. Políticas y económicas, sociales y particulares. Hay de niños y niñas, con machetes y pañuelos blancos, de policías contra delincuentes y de delincuentes contra el gobierno.
Hay de pirruris y de marginados, de campesinos y burócratas, de obreros y encuerados, diurnas y nocturnas. De todo y para todos.
Las crecientes molestias ciudadanas contra las marchas han ido creciendo, en esta ocasión acompañadas por un acalorado debate entre el secretario del Trabajo, Javier Lozano, y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Desde Los Pinos, acusa el secretario capitalino de Seguridad Pública, Joel Ortega, diciendo a los medios de que va a renunciar, molestos porque se ha resistido a los numerosos llamados para utilizar la fuerza pública para desalojar a los maestros disidentes frente al ISSSTE, que decidieron tomarse ocho carriles de una avenida, por casi cien metros para montar un camping de rebelión contra la reforma. Ortega declaró que si llegara a renunciar no sería por "reprimir" una protesta, recordando que durante el gobierno de Ernesto Zedillo, un antecesor suyo, David Garay, fue despedido sumariamente porque intervino con la fuerza pública para desalojar otra protesta de los maestros disidentes.
Lozano y Ebrard se han trenzado en la polémica entre reprimir y no reprimir, con el primero argumentando acertadamente la utilización de la ley, mientras que el segundo refuta la ley con razonamientos políticos.
Lozano se ha montado en el clamor popular que suplica que tundan a quien sea necesario para liberar las calles, pues al ya complicado tráfico capitalino se le han añadido factores adicionales de incomodidad y frustración al colocar a cualquier ciudadano en el limbo del tiempo. Ebrard pide que se establezcan los términos en los cuales puedan manifestarse los inconformes para dar cauce político positivo a sus insatisfacciones, con la expectativa de que los problemas lleguen a ser resueltos. Los dos tienen razón, pero nunca van a encontrar el entendimiento porque el fondo del problema está intocado.
Ortega ha deslizado lo que es el punto nodal que explica tanto la posición del gobierno capitalino, como las puertas de salida a este embrollo, cuando asegura que no va a usar la fuerza pública contra los manifestantes porque no pagará los costos políticos de problemas que no fueron originados por la administración defeña. En este punto se encuentra el marco del diagnóstico. Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo en el programa Código 2007, coproducido por El Universal Televisión y Proyecto 40, que en los últimos cinco años se han movilizado en la Ciudad de México 10 millones de personas (5,479 personas por día; 228 por cada hora) en manifestaciones que tienen su origen en problemas no resueltos por el gobierno federal o por gobiernos ajenos al Distrito Federal, contra menos de 400 mil personas (219 por día; 9 por hora) cuyos problemas sí tienen un origen en la autoridad local. Visto desde la perspectiva de Ortega, al gobierno del Distrito Federal le piden pagar un alto costo político al reprimir, cuando son responsables de un 4% de los problemas por los cuales millones de manifestantes han tenido en jaque a la Ciudad de México en el último lustro.
No se trata de que los gobiernos federal y capitalino "jueguen ping-pong" en la responsabilidad sobre las marchas, como caracteriza Álvarez Icaza, sino exactamente lo contrario. Que ambos gobiernos, y todos los demás que no son actores vivos en este debate, actúen con responsabilidad. Si hay marchas exasperantes en la Ciudad de México es porque no se ha resuelto un problema o existen suficientes condiciones de conflicto para generar la protesta. Si el destino final de cada protesta que se respete es la Ciudad de México, es porque el poder político centralizado hace de la capital el área más sensible para la confrontación, donde juegan a las vencidas todos los actores políticos ad infinitum, lo que es una perversión del sistema político mexicano, que es donde se encuentra el cáncer.
Hay 2,500 protestas al año porque el sistema no está procesando los problemas, menos aún resolviéndolos. Las leyes, en este caso, sí ayudarían a disolver la protesta, pero con un sistema político incapaz de satisfacer las demandas, sería una locura reprimir porque el efecto sería el de aplastar una
gelatina: se desparrama el conflicto. La estructura sistémica de la política está totalmente rebasada, y en ello habría que enfocar la mira para buscar la cura al cáncer. Los gobiernos, en todos sus niveles, deberían de tener la capacidad para procesar y resolver los problemas en sus instancias adecuadas, y no lavarse las manos y rebotarlos hacia la ciudad de México en espera que una autoridad superior, asediada por la presión de la protesta, los resuelva por ellos.
De gobernantes incompetentes está repleto el país, pero no tiene que ser un determinismo. Sobre de ellos habrían que enfocar la opinión pública y la política sus baterías, y no sobre los Ebrard, los Ortegas y los Lozano, que no sólo están tratando de hacer lo menos rasposo su trabajo, sino en resolver por encima de sus responsabilidades, aunque reducidamente a través del ping-pong, los problemas de muchos. A los inconformes no se les puede pedir que ya no marchen. Pero a los políticos, esa petición debe ser una exigencia, antes de que al congestionamiento vial en las calles de la Ciudad de México se le sume la sangre de una violencia emanada por la impotencia y frustración de una sociedad de agravios acumulados y tolerancia en rendimiento decreciente.