viernes, 28 de septiembre de 2007

¡VIVA MÉXICO!

Fernando Sánchez Argomedo
Fuente: yoinfluyo.com


¡Viva México!, grito que muchas generaciones de mexicanos hemos escuchado cada vez que se acercan las fiestas patrias, pero ¿qué significado tienen para nosotros esas palabras?
Recordar nuestra independencia como nación es como recordar aquella vez que como personas sentimos que ya no dependíamos de nuestros padres. Para algunos fue tal vez un momento de mucha alegría y para otros tal vez de mucha tristeza.
Sin embargo el ser independientes conlleva una serie de realidades que no alcanzamos a comprender del todo. A partir de ese momento comenzamos a transitar por el mundo con una perspectiva muy diferente.
Esa nueva perspectiva tiene dos efectos muy claros: por un lado implica hacernos totalmente responsables de nuestros propios actos y por otro lado implica que las cosas que hagamos tendrán un color y una tonalidad muy particular lo cual es consecuencia de todo lo que hemos sido antes, de lo que nuestros padres, familiares, tutores y maestros nos enseñaron y que al final dejaron grabado en nuestra mente: sentimientos, experiencias, historia, información, etc.
En efecto, a pesar de ser independientes no podemos olvidar lo que somos porque lo llevamos mucho muy adentro y forma parte de nosotros mismos, y nos ayudará a enfrentar todo lo que vivamos en adelante.
De la misma forma que sucede con nosotros sucede con nuestra Patria, al final el concepto de Patria, nación, terruño, no tendría sentido, si el sentido no se lo diéramos las personas. Es por ello que este territorio tiene un gran significado para cada uno de nosotros. Nos lo debemos a nosotros mismos y a todos y cada uno de los que han pisado, nacido, vivido y dejado su huella imborrable en esta maravillosa tierra.
Por tanto no podemos ignorar nuestro pasado, al contrario debemos valorarlo y sacar el mejor provecho de aquello que nos ha forjado como nación. A la vez debemos desechar aquello que ha significado conflicto y desunión.
Hacemos lo que hacemos, porque somos lo que somos, diría el filósofo. Así es y también aplica a este nuestro gran país llamado México, nuestra fundación como nación, nuestra historia se remonta a cientos de años atrás y se ha ido forjando con el tiempo y con las experiencias vividas, momentos difíciles y momentos de alegría, todo eso nos ha creado un carácter, una forma de ser que aunque no lo queramos o menospreciemos parte de ella, va impresa en nuestras costumbres, tradiciones, arquitectura, arte, música y todas las manifestaciones culturales que tenemos.
Que gran sentido tiene para nosotros la expresión “amor a la mexicana”. También es aplicable al “sazón a la mexicana”, “alegría a la mexicana”, baile, trabajo, tesón, etc. todo ello “a la mexicana”.
Somos orgullosamente mexicanos y en septiembre celebramos nuestra independencia, independencia que no nos debe hacer olvidar de donde venimos y que nos debe ayudar para definir hacia donde queremos ir.
Desafortunadamente el rencor y la desunión, propia también de los seres humanos, nos ha llevado a ignorar parte de lo que somos y esconder parte de nuestra historia, todo lo que hemos vivido, bueno para unos y malo para otros. Todo ello forma parte de nosotros y no debemos ignorarlo. Por eso hemos planteado siempre en yoinfluyo.com que es importante reconciliarnos con la historia y aprender a reconocer y ver los hechos como son, sin manipulaciones ni sesgos de ningún tipo. Como en toda historia tendremos aspectos con los que estaremos de acuerdo y con otros que no, pero el ignorar los hechos y la realidad no nos hace bien como nación.
Al igual que como persona es importante conocer y saber que nuestro presente se debe a nuestro pasado y es la base de nuestro futuro, en México todos los mexicanos debemos reconocer que no podemos construir de cero a partir de hoy, somos el fruto de cientos de años, del encuentro de dos culturas, de la madurez causada por diversos sucesos, encuentros y desencuentros, guerra y paz, heroísmos y traiciones.
Por ello debemos celebrar que somos un Nación independiente y que gracias a ello podemos aportar al mundo algo especial, por lo que somos, por ese diferenciador picaresco, por esa alegría incomparable, por ese calor humano que arrebata a quien llega y convive con nosotros, por esa cultura llena de riqueza, de color, sabor y amor a la mexicana.
Así como queremos lo mejor para nosotros mismos, no podemos dejar de querer lo mejor para nuestra Patria y lo mejor no es algo externo ni etéreo, lo mejor para nuestra patria somos nosotros mismos, lo mejor de todos y cada uno nosotros.
Si queremos un México ganador como algunos han dicho, debemos ser ganadores; si queremos un México unido debemos tener una actitud de unidad para con todos.
Estos tiempos en los que las divisiones y las visiones individualistas y de grupo están a la orden del día el llamado es a la Unidad, la verdadera unidad que comienza en cada uno de nosotros. ¿Que significa esto?, el llamado a la unidad es un llamado a la justicia que va mas allá de la tolerancia. Como parte de la virtud de la justicia necesitamos en nuestra nación vivir una virtud que realmente nos pone en el camino de la unidad: la amistad.
Que este septiembre, mes de la patria, mes de nuestra independencia, hagamos el mayor esfuerzo en vivir la amistad, en buscar hacernos amigos hasta de nuestros “enemigos”, es la amistad el mejor camino para construir desde las entrañas de este país un México renovado, verdaderamente ganador y como lo hemos dicho un sinnúmero de veces en yoinfluyo.com, un México que tiene mucho que aportar al mundo, siendo y reconociendo lo que es.
No nos dejemos llevar por los mensajes de desunión y confrontación, antes hagamos un esfuerzo mayor para que con amistad y con bien demos testimonio entre nosotros y de cara al mundo, y cuando digamos Viva México no olvidemos que México somos todos.
¡Viva México!



jueves, 20 de septiembre de 2007

UN VILIPENDIO INJUSTO

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

“El esfuerzo por llevar una vida intachable y no dar que decir,
desata la calumnia en torno al virtuoso”
Querien Vangal

Hace un poco más de veinte años, si mal no me acuerdo fue por allá de 1981, conocí, en el hotel en que yo acostumbraba hospedarme durante mis continuos viajes a la Ciudad de Oaxaca, a un extranjero a quien le gustaba con cierta regularidad, según me dijo, viajar a nuestro país e invariablemente, cada vez que venía gustaba de estar la mayor parte del tiempo en Oaxaca. En realidad yo tenía alquilado permanentemente un cuarto en dicho Hotel, pues, por mi actividad profesional, mi estancias en esa ciudad eran, en promedio, de casi el 50% de mi tiempo, o sea alrededor de 15 días cada mes; así es que no era difícil que cada vez que él venía coincidiéramos, pues además él también invariablemente paraba en el mismo hotel.

Al cabo de muchos encuentros acabamos por hacer una buena amistad; como regularmente, como sucede en este tipo de relaciones, nos encontrábamos en el restaurante del hotel a la hora de la comida o de la cena, dando lugar a que tuviéramos largas pláticas de sobremesa, al calor obviamente de un sabroso café, acompañado no pocas veces de un brandy. El era (o es, la última vez que lo vi fue a mediados de 1989) originario de Holanda pero ya tenía como diez años de tener la nacionalidad estadounidense y era (o es) profesor de sociología en un colegio en Chicago. Konrad, como se llamaba o se llama, era un verdadero enamorado de Oaxaca y le fascinaba el estudio de las etnias del sureste mexicano, principalmente de las oaxaqueñas, y las estudiaba con verdadera pasión.

Un buen día lo encontré verdaderamente contrariado pero no quiso decirme el por qué ---finalmente nunca lo exteriorizó, cuando menos a mi---, pero eso no fue obstáculo para echar nuestra acostumbrada plática, lo que obviamente coadyuvó a tranquilizarlo. Ya entrados en la conversación, muy serio me dijo: “Una de las cosas que más admiro a los estadounidenses es que quien sea que llega a tener una posición económica holgada, no se diga de los ricos, siempre tienen la bolsa abierta para ayudar a crear instituciones de beneficencia social, asilos. Hospitales, escuelas, etc. De esto deriva que los grandes hospitales y universidades con sus centros de investigación estén subvencionados por las fundaciones creadas por los hombres de las grandes fortunas. El colegio donde yo imparto mi cátedra, que es muy importante, es un ejemplo de ello, yo mismo no podría viajar como lo hago para estudiar e investigar y así mejorar mis conocimientos que después trasmitirlos a mis alumnos, sino fuera por ese tipo de apoyo. Es por esto que me causa verdadera extrañeza, y porqué no decirlo, un verdadero dolor que aquí en México, cuando alguien quiere ayudar en ese aspecto, inmediatamente aparece la critica cruel que quiere destruirlo. Es por esto que aquí está mucho muy limitado ese tipo de acciones”.

No puedo menos que acordarme de esa plática con Konrad cuando leo actualmente, casi a diario, la serie de críticas llenas de falacias y diatribas, de que es objeto Marta Sahagún. Le adjudican toda clase de acciones malditas y, aunque sean falacias, los medios se encargan de hacerlas grandes verdades, para esto se pintan solos tanto los escritos como los electrónicos.

Sublimes en sus denuestos e inventivas son tanto los artículos de María Sherer Ibarra, Dense Dresser, José Gil Olmos, Judith Amador y otros en la revista Proceso, como en sus respectivos libros Olga Wormat, Guadalupe Loaeza y Sara Selchovich. Tal pareciera que no hay en nuestro ámbito nada más importante que buscarle algo, cualquier cosa, a Marta Sahagún.

¿Qué ha hecho de malo Marta?, perfecta no es desde luego, pero estoy seguro de que sus actos están regidos por una ética moral sincera y un alto espíritu de servicio hacia sus semejantes. Que aprovecha su situación de esposa del presidente para obtener fondos para su obra social, ¡claro que sí!, tonta sería si no lo hiciera, pero lo que obtiene no es para su goce y disfrute, es para ayudar a mucha gente que lo necesita: niños, mujeres, ancianos, estudiantes, en fin a cuanta gente puede. De una cosa estoy seguro, si fuera una señora común y corriente no conseguiría ni el saludo, bueno probablemente éste sí, pero hasta ahí. ¿Cuántas primeras damas de la nación han hecho la labor que ha hecho, y está haciendo, Marta? Pero, ¡claro!, es precisamente por esto que hay que tirarle a ultranza, así “semos” los mexicanos.

¿Qué venganza quisiste
ayer del envidioso
mayor que estar él triste
cuando tú estás gozoso?
¡Ah envidia, raíz de infinitos y carcoma de las virtudes! Todos los vicios, Sancho, traen un no sé qué de deleite consigo: que el de la envidia no trae sino disgustos, rencores y rabia.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Un triunfo para las instituciones

Enrique Galván-Duque Tamborrel

Con la resolución unánime por la que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aprobó el dictamen del cómputo final y la declaración de validez de la elección presidencial y la consecuente entrega de la constancia de Presidente electo a Felipe Calderón Hinojosa, se pone fin al proceso electoral 2006. Los mexicanos debemos festejar que las diferencias jurídico-electorales entre los contendientes se resolvieron por la vía de la legalidad y por los cauces institucionales.
Gracias a que hoy contamos con instituciones sólidas como el IFE y el Tribunal Electoral, que mostraron actuar con profesionalismo, imparcialidad y en estricto apego a la ley, podemos tener la certeza de que nuestros votos contaron, que las elecciones fueron válidas y que tendremos un Presidente legítimo para el período 2006-2012.
Aún quedan conflictos políticos por resolver, pero la legalidad de la elección ya no puede ponerse en duda. Así lo decidieron los propios partidos políticos cuando, al aprobar las leyes electorales que nos rigen, apostaron por la vía jurídica para resolver sus diferencias electorales y optaron porque existiera un Tribunal Electoral, ajeno a las exigencias de cualquier partido, para poner fin a los conflictos postelectorales.
Con base en criterios objetivos utilizados durante los diez años de experiencia del Tribunal, mismos que se han aplicado con independencia de favorecer o perjudicar a cualquier partido político o candidato, los Magistrados analizaron detalladamente cada uno de los hechos denunciados y las pruebas ofrecidas en las impugnaciones. Incluso, con una actitud garantista y antiformalista, se superó el rigorismo jurídico tradicional para atender todas las peticiones de la Coalición por el Bien de Todos.
Después de este análisis exhaustivo, la Sala Superior resolvió declarar la validez de la elección presidencial por haberse observado los principios constitucionales para que la elección sea considerada libre, auténtica y legítima. El Tribunal estimó que, en la gran mayoría de los casos, las irregularidades no quedaron demostradas ante la ausencia de pruebas suficientes. Tampoco quedó acreditado que las irregularidades fueran lo suficientemente graves y determinantes para afectar los resultados de la elección o que tuvieran un impacto en los electores que hubiera podido cambiar el sentido de su voto.
De esta forma, se procedió conforme a la ley a expedir la constancia de Presidente electo a favor de Felipe Calderón Hinojosa, por haber obtenido 233,831 votos más que Andrés Manuel López Obrador.
Como lo señalaron los Magistrados durante la sesión del pasado 5 de septiembre, en toda democracia la diferencia de un voto es suficiente para garantizar el triunfo y dar legitimidad al ganador. El Tribunal ha resuelto en distintos casos que un voto de diferencia cambia el resultado y esto ha beneficiado o perjudicado a todos los partidos por igual.
En el dictamen sobre el cómputo final y la declaración de validez de la elección presidencial, que aparece publicado en la página de Internet del Tribunal, en ánimo de garantizar absoluta transparencia, se explican detalladamente los argumentos jurídicos en virtud de los cuales se desestimaron los argumentos de la Coalición y se consideró que las irregularidades aducidas no fueron lo suficientemente graves como para afectar los resultados de la elección.
Por lo que respecta a la petición de la Coalición de volver a contar los votos en la totalidad de las casillas electorales, los Magistrados puntualizaron que el Tribunal solo puede resolver conforme a lo alegado en juicio por las partes, de lo contrario, incurre en responsabilidad por actuar fuera de la ley. Por lo tanto, en lugar de solo haberse inconformado por el 35% de las casillas, consintiendo los resultados en más de 80 mil, se tendrían que haber impugnado todos los distritos para que el Tribunal contara con elementos para tomar esta decisión.
Las resoluciones jurisdiccionales, independientemente de los resultados de las elecciones, deben adoptarse por criterios estrictamente jurídicos. La presión política, la percepción ciudadana o a cualquier interés particular, no pueden estar por encima de la aplicación de la ley.
El Tribunal calificó como irregularidades algunas conductas cometidas por los partidos, empresarios y funcionarios públicos en el proceso electoral; sin embargo, estimó que no fueron determinantes como para alterar los resultados de la votación. La determinancia no es un criterio subjetivo, el Tribunal en distintas resoluciones y criterios de jurisprudencia ha establecido elementos objetivos para resolver si una conducta puede afectar de manera sustancial la libertad del sufragio.
Por lo tanto, para que pueda anularse la voluntad ciudadana, el Tribunal ha considerado que las violaciones deben de ser graves y generalizadas, es decir, que se haya afectado sustancialmente alguno de los principios rectores del proceso, de modo tal, que de no haberse realizado estas conductas, el resultado de la votación habría sido distinto.
Además las irregularidades deben quedar debidamente probadas, de lo contrario, el criterio es preservar los votos que hayan expresado válidamente la mayoría de los electores, porque el derecho constitucional al sufragio no debe ser viciado por las irregularidades e imperfecciones menores que sean insuficientes para acarrear la máxima sanción de anular una elección.
Así por ejemplo, al resolver sobre el uso de la propaganda negra por parte de los partidos políticos, la Sala Superior estimó que este tipo de publicidad afecta las bases con las que se debe desarrollar un proceso electoral democrático, porque demerita la imagen de las opciones políticas y reduce la posibilidad de que los candidatos se den a conocer por sus propuestas; sin embargo, de las pruebas aportadas por la Coalición, no encontró elementos con los que se pudiera apreciar que la voluntad ciudadana fue afectada de forma determinante por la propaganda negra o que se modificó la predisposición de los electores para votar en un sentido distinto.
La Sala Superior también consideró que la publicidad propagandística no es el único factor que influye en la voluntad del ciudadano. En el caso del candidato de la Coalición, se estimó que pudo haber influido negativamente en su contra el no haber asistido al primer debate organizado por el IFE o haberse expresado de forma irrespetuosa contra las instituciones o contra el Presidente. Esto pudo acreditarse con las encuestas que mostraron la disminución de las preferencias electorales a raíz de estas conductas, lo que no ocurrió en el caso de la propaganda negra.
Además, el Tribunal señaló que un partido o candidato no puede quejarse de imputaciones difamatorias o calumniosas de sus adversarios, cuando él mismo las haya realizado. Si lo hace, no se vulnera el principio de equidad.
Otro ejemplo sobre la forma en que se valoró el criterio de la determinancia, se encuentra en las consideraciones sobre las declaraciones del Presidente Fox durante el proceso electoral.
La Sala Superior estimó que si bien es cierto que la realización de declaraciones en contra o a favor de un candidato o partido, por cualquier funcionario público, es reprochable en cualquier etapa del proceso, esto no significa que el solo hecho de hacerlas afecte de manera grave la libertad del sufragio.
De las notas de distintos periódicos aportadas como prueba por la Coalición, se desprende que el Ejecutivo hizo distintas declaraciones en un ambiente de confrontación personal con Andrés Manuel López Obrador, mucho antes de que iniciar el proceso electoral, lo que produjo un constante intercambio de críticas y roces. Esto no es solo propio de los procesos electorales sino de cualquier sistema democrático plural, donde es normal que la oposición ataque al Presidente y que éste responda para defenderse. Por lo tanto, se aprecia una corresponsabilidad de ambas partes, lo que debe tomarse en cuenta para evaluar su influencia sobre el proceso electoral.
Además, la mayoría de las declaraciones del Presidente se hicieron de forma indirecta y metafórica, su extensión es breve, se presentaron en forma circunstancial a las ceremonias a las cuales asistía, en meses previos a la jornada electoral y solamente se hicieron en ocasiones aisladas. Aunado a lo anterior, el impacto sobre los electores se vio disminuido porque el Ejecutivo cumplió con el Acuerdo sobre la tregua navideña y con el Acuerdo de Neutralidad por el que suspendió la difusión de obra pública 45 días antes de la elección y la propaganda institucional conforme a lo acordado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sin duda este proceso electoral nos deja grandes enseñanzas. Como lo señalaron los Magistrados del Tribunal en la sesión de calificación de los comicios, las elecciones adolecen de la falibilidad de la condición humana y por lo tanto, son perfectibles. El siguiente paso para seguir avanzando por el camino de la democracia, se encuentra en impulsar las reformas políticas y electorales que requiere nuestro sistema jurídico y cuya urgencia ha quedado en evidencia.
Corresponde primordialmente a los legisladores de todos los partidos el responder ante la ciudadanía que los ha elegido, asumiendo con responsabilidad esta tarea. La vía, una vez más, está en las instituciones. El Congreso de la Unión tendrá que presentar, analizar y aprobar las reformas necesarias. El mayor reto estará en la construcción de acuerdos para definir los términos de las modificaciones a la Constitución y a las leyes electorales; una vez promulgadas, estas serán las reglas del juego para los siguientes procesos electorales.
Los Magistrados del Tribunal Electoral fueron enfáticos al señalar que el orden constitucional y legal que regula la materia electoral es plenamente conocido por los partidos políticos, no sólo por contar con abogados y juristas especialistas en la materia, sino con legisladores que participaron en la elaboración de la ley. Con base en estas reglas los partidos estuvieron de acuerdo en competir en la pasada elección presidencial. En sus manos se encuentra ahora el aprobar las reformas que se requieren para generar mejores condiciones de competencia y demostrar su verdadero compromiso con México y con la democracia.
Los Magistrados del Tribunal Electoral fueron enfáticos al señalar que el orden constitucional y legal que regula la materia electoral es plenamente conocido por los partidos políticos, no sólo por contar con abogados y juristas especialistas en la materia, sino con legisladores que participaron en la elaboración de la ley. Con base en estas reglas los partidos estuvieron de acuerdo en competir en la pasada elección presidencial. En sus manos se encuentra ahora el aprobar las reformas que se requieren para generar mejores condiciones de competencia y demostrar su verdadero compromiso con México y con la democracia.

domingo, 16 de septiembre de 2007

El peso de la libertad


Querien Vangal

La libertad no es un don gratuito y objeto delujo y de juego:
se obtiene con una gran madurez de juicio, y se consolida
con una gran severidadde costumbres.

Es inútil hablar de civilización en donde no hay libertad. La civilización siempre dependerá de la libertad. La mordaza que los gobiernos suelen poner a la libre expresión del pensamiento, constituye el atentado máximo al adelanto espiritual de los pueblos. Cualquier mordaza a las libertades debe evitarse sin pérdida de tiempo pues sin libertad la vida no es vida.
Entre las fórmulas de expresión maravillosas que acuñó Cervantes, varias de ellas en verso, lo que aconsejaría revisar su estimación como poeta, cuento los que se comentaron en el libro «Cervantes clave española» y que son espléndidos en concisión: Y he de llevar mi libertad en peso / sobre los propios hombros de mi gusto.
Por lo visto, sentía que era menester llevar la libertad "en peso", lo que implica que pesa y puede causar alguna pesadumbre. La apelación al "gusto" no es menos interesante: sugiere cierta espontaneidad y a la vez una fruición. La libertad es algo que brota de uno mismo, complace, produce placer, y a la vez cuesta trabajo, exige esfuerzo, lleva consigo responsabilidad.
Si todo esto se tiene en cuenta y se practica, la libertad se consigue y perdura, puede salvarse de sus muchos riesgos; si se falta a lo que Cervantes proclamaba, puede enfermar, contaminarse, acaso perecer.
Si se me preguntara qué me parece más inquietante de la actual situación de México, diría que la frecuente infidelidad a lo que Cervantes prometía por su cuenta, al formular una exigencia perdurable del ejercicio de la libertad. Existen las condiciones para ello, el horizonte está abierto y no hace falta ningún heroísmo especial para tomar posesión de él. Otras veces no ha sido así, y la diferencia más profunda entre las personas reside en su disposición a no aceptar ese peso de la libertad, que puede ser considerable, aunque pocas veces abrumador.
Uno de los peligros mayores es la disminución o la extinción del gusto por la libertad; hay quienes sienten temor ante ella, y le tienen temor porque su exceso es malo en la mayor parte de las cosas.; otros, indiferencia, incluso falta de claridad: se dejan literalmente "empujar" por los que ejercen sobre ellos presión; no usan la libertad que tienen, y ni siquiera se dan cuenta de ello. Es lo que muestran las encuestas y sondeos que se multiplican, cuyos resultados son previsibles y que responde en su mayoría a una dejación de la libertad personal.
Pero hay otro fenómeno que a la larga resulta todavía más peligroso, y es la actitud de aquellas personas que tienen plena conciencia de lo que es libertad, que saben en qué consiste y la "ejercerían" si no reclamase ningún esfuerzo, si no tuviese peso. Saben lo que está bien y lo que está mal, lo que es decente y lo que no lo es, lo que tiene valor o carece de él --o tiene un valor negativo, como la falsedad--. Saben también lo que conviene o es dañoso, tal vez pernicioso. La libertad debe ser amplia; pero sujeta a un orden, y precisamente en esto radica la dificultad que muchos encuentran para ejercerla. Además, para ejercerla ampliamente se debe depender de los demás lo menos posible
Es posible que sientan un conato de ejercer su libertad, de seguir su "gusto" por ella; pero, llegado el momento de ponerla en práctica, renuncian a ella, desisten, aceptan la incoherencia. Regatean el esfuerzo requerido para sostener el peso de la libertad, aunque no sea excesivo. La mayoría de las veces no es gran cosa, no expone a fieros males, si se la mantiene alegremente en vilo no pasa nada. Ahora bien, se debe entender que la libertad consiste en hacer todo lo que nos plazca, pero sin perjudicar a nadie. Además, la única forma de salvar la libertad es aceptando que se administre. Vivir ampliamente… ¡y dejar vivir a los demás!
En la vida del ser humano existe una época muy corta, en la que se es libre relativamente; pero como le gusta vivir encadenado; poco a poco, día a día; hora por hora, va forjando las cadenas y grillos que lo han de aprisionar hasta el fin. Se puede vivir en una cárcel y ser libre, y se puede se libre y vivir como esclavo.
Tal vez se puede perder algún dinero, un puesto que se considera apetecible, una distinción, elogios, publicidad, el ingreso en un grupo que puede ser siniestro y peligroso, dentro del cual será difícil sentirse seguro. Poca cosa.
Esta tentación, tan difundida entre los que tienen responsabilidad y no podrían alegar ignorancia, engendra confusión. No se sabe dónde se está porque cuando se cree saberlo resulta que no es así, que aquel espacio ha sido ocupado por otros con los que no se contaba. "No se puede circular", decía Vasconcelos después de volver a México, tras nueve años de exilio, y durante muchos; efectivamente era así, y no circulaba apenas, se movía en limitadísimos círculos privados o bien ante el "público", los lectores o los oyentes que ejercían personalmente su libertad.
Esa coincidencia consigo mismo es lo que a veces falta. Lo que se piensa y se siente, lo que se inicia, lo que es la propia realidad, no se mantiene, es desmentido por los actos siguientes, es decir, el hombre se miente a sí mismo.
Cuando esto ocurre con demasiada frecuencia, resulta difícil respirar. Ha habido épocas y países en que esta situación ha sido tal, que la consecuencia era inevitablemente la asfixia. Normalmente no es así; para ejercer la libertad basta con quererlo, con no abandonarla, con no serle infiel.
Importa, más de lo que parece, salvar la coherencia propia, distinguir entre "las voces y los ecos", solidarizarse con lo que se estima y distanciarse --si es posible, cortésmente-- de lo que parece desdeñable o indeseable. Una de las mayores responsabilidades de los que tienen una figura pública y gozan de algún prestigio es no confundir a los demás, a la gran mayoría. No basta con mantener una apariencia decorosa; es menester no defraudar; y todavía más, no inducir a error, pecado gravísimo. Presentar como valioso lo que no lo es, denostar lo que está lleno de méritos o, por omisión, cubrirlo de silencio, es contribuir a la desorientación de los demás, de los que quizá no disponen de recursos para juzgar por sí mismos.
Cada persona "destiñe" --para bien o para mal-- sobre aquellas de que se rodea, con las que se asocia a los ojos de los demás. Esa influencia puede ser saludable y benéfica, si corresponde a las exigencias de la realidad. Si las desconoce y las pasa por alto, la consecuencia inevitable es la contaminación, el descenso de la calidad.
Es difícil ser inteligente en una sociedad que no lo es; si se mira la historia de los países habitualmente ilustres, se puede comprobar con todo rigor. No es fácil ser decente en un ambiente corrompido. En ambos casos se puede ser lo mejor, pero a costa de un gran esfuerzo que no todos están dispuestos a cumplir. Y hace falta además una dosis de clarividencia, una capacidad de distinguir, que no es universal.
Me preocupa tanto la decadencia que amenaza al mundo actual, y que todavía me atrevo a creer evitable, que miro con ansiedad sus síntomas, y siento alegría profunda cuando veo indicios de recuperación o defensa. Porque lo grave de las decadencias es que afectan a la misma realidad humana, y por eso es extremadamente difícil salir de ellas.
Haz llana tu vida cuando puedas. Rechaza compromisos superfluos, invitaciones, vanos pasatiempos, falsas distracciones. Así podrás ser más libre y estarás en condiciones de atender, sí, a los compromisos morales y sociales a que todo ser humano está obligado atender, pero siempre con libertad. No hay que olvidar que vivimos en comunidad y que el derecho de cada uno termina donde empieza el derecho del prójimo. Los que aman la libertad son siempre justos. Están con los oprimidos, los esclavizados, los desheredados, los virtuosos. Su principal característica es el poco aprecio que hacen de su vida e intereses, ¡siempre están dispuestos a dar de sí antes de pensar en sí!
La libertad significa responsabilidad; por eso le tienen tanto miedo la mayoría de los seres humanos. El único remedio eficaz es la apelación a la libertad de cada uno de nosotros, recordar el verso de Cervantes: tú mismo te has forjado tu ventura.
Y también del eterno Cervantes: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no puede igualarse los tesoros que encierra la tierra, ni el mal encubre; por la libertad, así como la honra, se puede y se debe aventurar la vida».


¡Libertad, libertad! No eres aquellavirgen,
de blanca túnica ceñida,
Que vi en mis sueños, pudibunda y bella.
(Núñez de Arce)

martes, 11 de septiembre de 2007

Encuesta en la ONU

Dentro del programa para la periódica evaluación de la alimentación mundial, la FAO, brazo especializado de la ONU, el pasado mes de junio llevó a cabo una encuesta sobre el tema y mandó a todos los países miembros una circular pidiéndoles contestaran la siguiente pregunta:

PREGUNTA UNICA

Por favor infórmenos con toda honestidad: ¿Qué opinan de la escasez de alimentos en todo el mundo?

El resultado fue el siguiente:

1. LOS EUROPEOS: No entendieron lo que significa “escasez”.
2. LOS AFRICANOS: En general, no saben lo que significa “alimentos”.
3. LOS ARGENTINOS: No entendieron lo que quiere decir “por favor”.
4. LOS ESTADOUNIDENSES: preguntaron con insistencia qué significa “resto del mundo”
5. LOS CUBANOS: Solicitaron que se les explique que significa “¿Qué opina?
6. LOS MEXICANOS: Después de un agarrón entre partidos, estos fijaron sus posturas: El PRI, primero pidió que se le aclarare lo que significa “honestidad”; EL PAN: Agotó su pedimento de unidad y pidió que fuera HOY, HOY, HOY.; EL PRD: Se salió del recinto y prefirió esperar a que Andrés Manuel López Obrador les diera línea; EL RESTO: Están de acuerdo con la postura del PRI y PRD.
7. LOS VENEZOLANOS: Dijeron que lo que Chávez diga, y este lo que su nieta diga en su programa dominical.
8. LOS BRASILEÑOS: OH Rey Pelé expresó que para qué querían alimentos en todo el mundo si tienen Futebol y salió bailando samba.

Total que para no hacerles el cuento más largo, el resto de los países dijeron que “No sólo de pan vive el hombre sino también de la milonga”, así es que todos se fueron a darle a la “salsa” y al “popurri”.

¿Somos pobres los mexicanos?

Enrique Galván-Duque Bellato

RICARDO GARCÍA, que radica en la Ciudad de México, le envió a su amigo JUAN HERNÁNDEZ, que radica en los EE.UU., un correo electrónico haciéndole notar, entre otras cosas, que los mexicanos somos pobres.En su respuesta, Juan le dice: “Mi querido amigo, cómo se ve que los árboles no te dejan ver el Bosque. Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un metro cúbico de agua más del doble de lo que pago yo. Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad y de teléfono un 60% más caras de lo que me cuestan a mí. Pagar comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito del triple de lo que aquí nos cuestan. O cuando por un carro que a mi me cuesta US $ 20,000 tú puedes pagar US $38,000 porque tú sí puedes darte el gusto de regalarle $ 18,000 dólares al gobierno y nosotros no;¡Ricardo, verdaderamente NO TE ENTIENDO! Pobres somos nosotros, los habitantes de la Florida, por eso el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (hay otro 4% que es Federal; total = 6%) Y no 15% como a ustedes los ricos que viven en México.Además, son ustedes los que tienen "Impuestos de Lujo" como: El IEPS (por gasolina y gas, alcohol, cigarros, puros, cerveza, vinos, etc.) que alcanza hasta el 120% del valor original, y los otros como: ISR (impuesto sobre las utilidades y sueldos), ISAN (impuesto sobre automóviles nuevos), RENAVE (registro nacional de vehículos), IMPUESTO AL ACTIVO (impuesto a los bienes de las empresas), IMPUESTO LOS INVENTARIOS (impuesto a las mercancías de las empresas), TENENCIAS y PLACAS (impuesto por uso de automóvil), 2% s/NOMINA (impuesto al valor de nómina de las empresas además el IMSS Y EL SAR), 2% s/HOSPEDAJE; (impuesto adicional por renta de habitación hotelera), y dichoso que todavía te das el lujo de pagar IVA por estos impuestos. Además de todos los tramites y pagos estatales y municipales. Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido tendría tener unos impuestos de ese calibre? ¿POBRES?, ¿de dónde? Caray amigo, realmente no sé de donde sacas ese argumento.Un país que es capaz de cobrar el ISR POR ADELANTADO como México, necesariamente tiene que nadar en la abundancia porque considera que los negocios de la nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de saqueos y asaltos, mordidas, huracanes, temblores e inundaciones y por supuesto de seguro que todos deben de ganar muchísimoLos pobres somos nosotros que NO pagamos Impuesto sobre la Renta si ganamos menos de US $3,000 al mes POR PERSONA (más o menos 35, 000.00 pesos mexicanos).Y allí pagan policía privada, mientras que nosotros nos conformamos con la pública. Allí hasta envían a los hijos a colegios privados y mira si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas te prestan los libros de estudio previendo que no tienes con qué comprarlos.A veces me asombra la riqueza de ustedes allá, que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar 38% anual de intereses, como mínimo. ¡¡¡ ESO ES SER RICO!!! No como aquí, que apenas llegamos al 8% (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.Supongo que, como todo rico, tienes un carro y que estás pagando un 8 o 10% anual de seguro; si te sirve de información, yo pago solo US$345 por año. Y como te sobra el dinero, tú si puedes efectuar pagos anuales de aproximadamente US$1,000 por concepto de eso que ustedes llaman TENENCIA, mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y cuando mucho pagamos US$15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto manejes, pero, claro, eso es para gente apretada de recursos que no puede erogar los enormes flujos que ustedes los mexicanos manejan.Saca la cuenta. ¿Quién es el rico, y quién el pobre?Por ultimo, más del 20% de la población económicamente activa en México NO TRABAJA. Aquí, en cambio, solo hay un 4% en la misma situación. ¿No te parece que el vivir sin trabajar es un lujo que sólo los ricos se pueden dar? No me explico cómo puede subsistir un país en donde esa cantidad de gente se le pase no sólo sin hacer nada, sino además perjudicando a terceros, ¡imagínate el costo!, y ¿de dónde sale eso? ¿De qué viven? ¿En qué ayudan? No, francamente no lo entiendo, sólo un país rico puede soportar eso y no obstante salir adelante.Vamos, mano; te quedaste en México porque eres RICO. Son los pobres como yo los que nos fuimos a probar suerte a otros lados y, porqué no decirlo, en busca de un entorno en donde la democracia y la libertad sean efectivas y no mitos como sucede, y lo digo con dolor, en nuestra querida Patria, porque eso si: yo me sigo sintiendo muy mexicano, lo que pasa es que ni modo hay que buscarle.Otra cosa, que no va con un país pobre, a los funcionarios federales, estatales y municipales, les paga el pueblo, además de lo que se roban, una lanota de sueldo. Y a los negociotes esos que montan los políticos llamados Partidos les regalan, ¿para qué?, unos buenos millonzotes de pesos. Qué envidia ¡¡ESO SÍ ES VIVIR EN LA RIQUEZA!!Por otra parte y antes concluir esta misiva, quiero referirme a un caso que aquí sonó relativamente pero que me he enterado por las noticias que en México ha provocado mucho revuelo --para variar entró en acción el primer poder que es la televisión que construye mitos y destruye realidades según haya marmaja-- y es el asunto de Elvira Arellano. Pero antes, quiero explicarte que todos los inmigrantes mexicanos en este país básicamente estamos divididos, la gran mayoría, en dos grandes grupos: los que llegamos con la ilusión de trabajar creativamente respetando las leyes, costumbres, tradiciones y cultura en general de este gran país que nos ha brindado oportunidades que no teníamos en nuestro país donde nacimos, y que a pesar de todo nunca olvidamos porque lo llevamos muy adentro; en este grupo me considero yo. El otro grupo, a el que lamentablemente pertenece está conformado por ma mayoría relativa, es el que no les importa respetar la ley, quieren que todo les caiga del cielo, nunca están conformes y son los que siempre andan borloteando. Este grupo es al que le temen los gringos, porque sienten que les quieren cambiar sus costumbres y cultura en general, cosa a la que cualquier país del mundo tiene derecho. A este grupo pertenece Elvira Arellano. Elvira vino a este país igual a como venimos todos, cuando menos la gran mayoría, sin documentos que nos permitiera trabajar aquí, pero mientras muchos nos preocupamos por investigar los requisitos y tratar a toda costa arreglar lo necesario con absoluto respeto a las leyes y a las formas; otros, como ya dije, lamentablemente se pitorrearon de este y se esconden, falsifican documentos, etc., procedimiento que equivocadamente siguió ella. Puede ser que en el fondo sea buena persona, pero en eso se equivocó rotundamente y se convirtió en delincuente, cosa que a los gringos les molesta, con toda razón, sobremanera. Después, cuando es descubierta, recibe un citatorio judicial y lo manda al caño y en vez de acudir responsablemente, se refugia en una iglesia y manipula a su hijo –un niño todavía-- y lo manda a México para que haga la llorona y pida ayuda a las autoridades mexicanas. Con esta acción involucra a un inocente que no tiene la culpa de los errores de su mamá lo convierte en tapadera. Finalmente las autoridades de acá, que podían haberla incluso encarcelado, la deportaron a México; pero después, según me enteré, fue a hacerle la llorona al Presidente Calderón para pedirle un cargo honorario de diplomática para así regresar, con inmunidad diplomática a vivir tranquilamente a este país, vaya desfachatez. Lo que no sabe ella es que para cumplir ese deseo, en el supuesto de que lo otorgaran, necesita el beneplácito del gobierno de acá, y eso está por verse.Mira Ricardo, acá no te digo que no subsista la discriminación y el racismo, los hay pero en condiciones mínimas, tolerables y manejables, si lo comparamos con los que había hace unos 50 años. Pero seamos francos, creo que esas dos grandes lacras existen en todos los países del mundo, no vayamos más lejos, en México las hay. Acá lo que pasa principalmente, como ya lo asenté antes, es que los gringos son muy celosos con salvaguardar sus costumbres y cultura, y esto, a mi leal saber y entender, es lo que los ha mantenido con el nivel de vida tan alto con relación a cualquier otro país del orbe y de ahí parte la idea generalizada en el mundo del “sueño americano”.Finalmente mi buen amigo, a pesar de los costos más altos a que te hice referencia al principio de la presente, nuestra vida es buena y no nos podemos quejar, al contrario; la lucha es ardua y se tiene que trabajar mucho, con un sentido de responsabilidad que francamente en México no se tiene, pero todo tiene una buena compensación. Mi esposa es también nacida allá, su situación migratoria es como la mía, pero vivimos tranquilamente y sin zozobras en espera de que nos otorguen la nacionalidad estadounidense. Ambos pensamos que una vez que obtengamos la naturalización nuestro comportamiento será –como de hecho ya lo es-- de amor y respeto a todo lo que significa este gran país que nos acogió, pero por toda la vida guardaremos en nuestra mente y corazón el cariño a México y a nuestras raíces. Nuestros tres hijos nacieron acá y claro que ellos se sienten totalmente estadounidenses, y es natural, pero aún así, hemos procurado enseñarles nuestro idioma nativo y es el que usamos en casa y sienten el amor al país de origen de sus padres que obviamente les transmite nuestra sangre mexicana.Bueno Ricardo, después de esta kilométrica carta –creo que mero te escribo un libro-- te mando un fuerte y afectuoso abrazo y ahí luego me platicas cómo les va con el nuevo presupuesto del año próximo, lo que sí es que, después de unos agarrones interpartidistas y negociaciones turbias entre los diputados, seguro que les endilgarán más impuestos. Pero, bueno, eso es lo de menos cuando se tiene lana con que pagarlos.
Tú pobre amigo emigrante.
JUAN HERNÁNDEZ

Hugo Chávez gobernaría hasta 2007 para terminar "su revolución"

Enrique Galván-Duque Tamborrel

Lo dicho: Chávez gobernaría hasta 2027 para terminar su “revolución”.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo hace unos días que estaría dispuesto a gobernar el país hasta 2027 con el objetivo de finalizar su “revolución” socialista, después de que propusiera en su proyecto de reforma constitucional, la reelección presidencial ilimitada. El mandatario, durante el programa dominical de televisión y radio Aló Presidente, señaló que desea ocupar el cargo de presidente por largos años para poder establecer el socialismo en Venezuela.
Es claro que no pretende más debido a la impresión que le causa el anciano Fidel Castro Ruz, y como por ahí se dice que “cuando veas a tu vecino rasurar pon tus barbas a remojar”, y aún cuando Fidel no se rasura ni en sueños ni Hugo usa barbas, por aquello de las dudas mejor no se arriesga a llegar a eso.
Ahora los venezolanos puedes jactarse de que ya tienen amo, ¿será que de veras ellos piensen y/o se sientan así? No creo que los venezolanos caigan en aquello que dijo el político francés Emmanuel Joseph Sieyès (1748-1836) cuando, después de la jornada del 18 de brumario –segundo mes del calendario republicano francés, cuyos días primero y último coincidían, respectivamente, con el 22 de octubre y el 20 de noviembre-- Napoleón sólo se ocuparía de los asuntos militares y que le dejaría a él los civiles. Pero vióse enormemente sorprendido cuando Napoleón demostró que tenía formadas sus opiniones sobre política y economía, sobre jurisprudencia y sobre todas las ramas de la administración; sostenía sus ideas con lógica prieta y no era tarea fácil convencerle. En presencia de Chazal, Talleyrand, Boulay, Roederer, Cabanis, entre otros, dijo: “Tenemos amo que lo sabe hacer todo y lo quiere hacer todo”, y aún añadió: “En la deplorable situación en que nos encontramos, es preferible someternos que provocar escisiones condenadas al fracaso”.
Parafraseando lo que escribió Adolphe Thiers (1797-1877), en su Histoire de Consultat et de l’Empire, refiriéndose a Napoleón “En esta gran figura en la que tanto pueden aprender los militares –ojalá Hugo lo haga--, los administrativos, los políticos, pueden también los ciudadanos, a su vez, aprender una cosa: que es preciso no entregar jamás la patria a un solo hombre, sea quien sea y cualquiera que sean las circunstancias”.

En esta tesitura, y recordando la forma de proceder de Andrés Manuel López Obrador, quien tanto se asemeja a Hugo Chávez aunque lo niegue, cuando pienso en la la lamentable situación sociopolítica en la que se encuentra México, valido la frase de mi querido amigo Querien Vangal: “Ah, ojalá pudiese haber dictaduras sin dictador!... Bueno fuera, pero sería tanto como pedirle peras al olmo o tunas al cafeto.



Tres falacias y tres verdades


Jorge Prieto

1ª LA IMPORTANCIA DE SER IMPORTANTE
En la Roma Imperial, los generales y sus tropas eran enviados a diferentes campañas militares como batir un pueblo rebelde o conquistar algún Estado. Cuando el comandante en jefe volvía victorioso a la gran ciudad, se le recibía en medio de un desfile militar, con vítores, aplausos, cantos y palmas. Al final del desfile llegaba frente al César y al Senado y se le honraba. Pero durante todo el trayecto del desfile, mientras el general era aclamado por las multitudes, un hombre debía acompañarlo en su mismo carro tirado por caballos, susurrándole al oído: “Acuérdate que la gloria es efímera…”.
Hay una infortunada tendencia en el ser humano a sentirse importante y de hecho busca ser importante, a veces ingresando incluso en los terrenos de la locura. Una de las características de la “cultura” que priva hoy día es el honrarnos, querernos y consentirnos a nosotros mismos desmedidamente. Las películas, la televisión, los anuncios y en general toda comunicación multitudinaria, día y noche nos bombardea con conceptos como: “Aprende a quererte, tú lo vales, tu cuerpo es lo más importante, tienes que ser VIP (Very Important Person)”. Es un “tú, tú, tú…” que en nuestros oídos se transforma en un “yo soy, yo valgo, yo merezco”. En una ocasión platicaban dos personas y una decía “es que tenemos que querernos a nosotros mismos” y la otra le respondía “¿para qué quiero quererme a mí mismo? Yo quiero querer a Dios”. “Es que no se puede querer a nadie si no nos queremos primero a nosotros mismos”, y el otro respondía “si no queremos a Dios no podemos querer a nadie, ni a nosotros mismos”.
Cada día es más difícil convencer a la gente de la importancia de la obediencia (porque todo incita a rebeldía), y convencerlos del valor del sacrificio (porque todo nos habla de dar culto al ego y al cuerpo). Cada vez hay mayor desobediencia en los hijos y por ende rebeldía a toda figura de autoridad, a los jefes en el trabajo, a la policía, a los maestros en la escuela, etc. Esto se transforma en mentiras, anarquía, intolerancia y desorden y, a su vez, se manifiesta en asesinatos, guerras, suicidios, soledad, divorcios, drogadicción, abuso infantil, abortos, etc., lo cual repercute tanto en las diferentes comunidades como en todo el planeta.
Aunque difícil de captar la relación, de aquí provienen el incremento de tsunamis, terremotos, pestes y otros fenómenos que denotan un rompimiento del equilibrio que Nuestro Señor dio originalmente a la naturaleza. Gran parte de todos los problemas que estamos viviendo en el mundo entero es por ello. Somos prontos para enojarnos y tardos para disculpar. A la gente no le interesa ya esforzarse, contenerse, ayudar ni compadecerse sino “sobresalir, ganar, triunfar, tener”. Esto es un gozo ficticio. Entre más busca el hombre la felicidad a través de dar culto al cuerpo o al ego, más se aleja de ella. El placer sensorial o el que nos admiren no tienen nada que ver con el verdadero gozo. La adoración a uno mismo o a nuestro cuerpo sólo conduce a la estupidez y a huir de la verdad. El que anda en mentiras sólo puede ir por la vida tropezando y al final cae al barranco y muere.
NO ES IMPORTANTE SER IMPORTANTE. La humildad no es darle tres vueltas al sombrero ni taparse la cara con el rebozo. Humildad es andar en verdad, conocerla y amarla. Estar conscientes de nuestra pequeñez y aceptarla. No pasa nada, y en cambio crecemos un poco. ¿Intuían los romanos nuestra tendencia a perder piso?, ¿sabían que la soberbia puede llevarnos al despeñadero?, ¿lo entendemos y aceptamos nosotros? Es como el cazador que va persiguiendo la liebre y en su carrera la liebre brinca al precipicio tratando de escapar y el cazador en su obsesión duda… pero se arroja también con el ímpetu de atraparla y con la esperanza ficticia de que lo logrará y de que nada le pasará. Necesariamente morirá el que se engaña. Se estrellará en el fondo del barranco por necio. Le sucede a algunos, puede sucederle al planeta entero.
¿Qué nos dice la Iglesia?: “Acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás…”. Cuando reflexionamos sobre la muerte, que necesariamente llegará, las dimensiones de “lo efímero” que tenían los romanos nos llega de golpe con claridad. ¿Cuánto puede vivir un ser humano, 20 años, 50 años, 100 años? Quizá con los adelantos modernos podamos llegar a vivir 700 años o más, pero ¿y después?, después viene la eternidad. Ya fuera del tiempo y el espacio quedamos suspendidos en una inclinación inamovible de la voluntad. Inclinados al Amor y La Verdad o alejados irremisiblemente de ellos, ya no va a haber posibilidad de dar marcha atrás ni de arrepentirse. Lo que decidamos en esta vida permanecerá en la otra, fuera del tiempo y del espacio, sin posibilidad de cambio. Antes de brincar tras la liebre detengámonos, pensémoslo, no nos engañemos ni permitamos que el que está muerto en el fondo del barranco nos engañe.

2ª EL ORDEN QUE DIOS DIO A LA NATURALEZA
Todos hemos visto fotos espectaculares que nos asombran y maravillan de atardeceres, amaneceres, árboles, lagos, mares, desiertos, montañas, animales, flores, bosques, picos nevados, etc. Por el Don de Ciencia podemos saber que esto no es más que un ligero resplandor del amor y la sabiduría de Dios. Siendo el Creador de todo y por Ser El que Es, nada ni nadie puede ser más sabio que Él. Si estos pequeños destellos de su grandeza nos intimidan y embelezan, no es difícil concluir que sólo Él, y nadie más, puede crear y sustentar bajo equilibrio perfecto todo cuanto existe. Incluso al margen de la Fe, puede uno percatarse de que la Creación no puede ser fortuita, como tampoco puede resultar, por sí mismo, un devenir superior de algo inferior.
Con igual perfección fue creado el hombre, la Tierra y el universo entero, sus partes, relaciones y componentes, porque somos irradiación de su Amor perfecto. Desde el fotón hasta las galaxias, desde el microbio hasta la ballena, todo en su perfección habla de Dios y de Su naturaleza. Algunos le quieren percibir, otros no. Si esto nos sucede al contemplar sus obras, ¿alguien puede imaginar lo que es estar frente a Él?, ¿verle “cara a cara”?
No podemos, con lógica, más que aceptar su Señorío, Magisterio y Amor. Lo único que tenemos de nuestro, porque Él nos lo ha dado, es nuestra libertad para amarlo, adorarlo, creerle, obedecerle y esperar en Él. Pero el mal uso de esta libertad sólo complica las cosas, rompe el equilibrio en nuestra voluntad, en la naturaleza (incluida la nuestra), en el universo entero… y finalmente en nuestra felicidad misma. Esto tiene sólo una palabra: rebeldía.
La falacia aquí es creer que somos tan listos que podemos mejorar o cambiar lo establecido. Si nos da miedo la muerte, por ejemplo, y quisiéramos evitarla, sólo hay que recordar que Nuestro Señor Jesucristo murió por amor a nosotros, sin necesidad ni culpa. Con este cuerpo no podemos presentarnos ante Dios. Es necesario que muera el cuerpo, (el alma nunca muere, en este sentido), y seamos resucitados para poder estar en su divina Presencia. Esto es en realidad el Cielo y la verdadera felicidad o gozo.
Como esto todo lo demás. La “ciencia” pretende hacernos creer que puede mejorar la naturaleza y nos vende la idea (junto con los productos y servicios necesarios para ello), de que al evitar enfermedades, males congénitos, proveernos de embarazos otrora imposibles, próximamente el diseño de hijos “perfectos”, muchos “adelantos” para hacer más cómoda la vida, etc., todo va a mejorar. La verdad es que no podemos mejorar el orden que Dios creó ni sus preceptos, ni debemos evitar sus correcciones al ejercicio equivocado de nuestra libertad. No debemos ser rebeldes sino obedientes, sumisos con el Señor.
Debemos desarrollar y utilizar la ciencia para curar nuestras dolencias y arreglar nuestros problemas en tanto no se haga a un lado el Amor. Todo parte de los primeros dos mandamientos. “Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo”. Al momento de tomar decisiones, el tener en mente y aceptar estos preceptos, nos dará la pauta para actuar u omitir correctamente. El Don de Sabiduría, que es el Espíritu Santo habitando en nosotros, nos guiará sobre lo que tenemos o no qué hacer o evitar. Dios sabe si concede hijos dentro de esos límites o no y porqué. De igual manera Él sabe porqué sufrimos, porqué nacen niños enfermos, porqué murieron estos o aquellos, Etc. Tratar de cambiar esto, por caminos equivocados, es pensar que se es superior a Él. La comodidad con frecuencia es en nuestra contra, al igual que la diversión y los “placeres”. Tampoco lo culpemos de las consecuencias del mal uso de nuestra libertad. Todo el desorden que estamos viviendo en nuestras sociedades y en el mundo es por nuestra culpa. En mayor o menor medida todos somos culpables por nuestra rebeldía. No brinquemos al vacío tras el espejismo engañándonos con que no nos va a pasar nada. Ni que tampoco nos engañe el que está muerto en vida al lado nuestro o el muerto mayor al fondo del barranco.

3ª EL RELATIVISMO
“No existe lo bueno y lo malo, porque lo que es bueno para unos es malo para otros…”, escuchamos cada día con mayor frecuencia, pretendiendo racionalizar lo injustificable. Tratándose de medicinas esto es cierto, pero tratándose de preceptos morales, resulta una falacia. De muchas maneras se pretenden eludir las normas que tienen su origen en la Revelación y la Tradición. El respeto a la vida, el orden que Dios dio a la naturaleza, Varón y Hembra, y todo lo que deviene de los dos mandamientos principales se ha concretado desde tiempos inmemoriales en leyes que los resumen. “No matarás, No robarás, No desearás… Etc.”, en los diferentes países a través de los tiempos nos dieron bases para la convivencia pacífica y armónica entre pueblos y sociedades.
Pero el mal avanza, en mayor o menor medida, por culpa de todos, y hoy día se pretende una “apertura” de la Iglesia Católica que es tan sólo una racionalización para encontrar justificantes que no existen. La defensa de la vida debe seguir incólume, no podemos disponer de nuestra vida ni de la ajena. El aborto, la eugenesia y la eutanasia seguirán siendo delitos hasta el juicio donde no se “arreglan” las cosas. El “matrimonio” entre desviados seguirá siendo contranatura mientras en la Biblia siga escrito “Dios los creó Varón y Hembra…”, y mientras continúe asentado que Cristo asistió a las Bodas de Canaán, validando con su presencia el matrimonio dentro del orden que Él dio a la naturaleza y no el que pretende darle el mentiroso, el “gran arquitecto del universo” ni sus hijos. Los clonados no serán seres humanos sino aberraciones y todo se reduce a algo muy simple: ¿Creo, adoro, amo y espero o no? Si en verdad creo, en congruencia acepto y obedezco. La racionalización o el condicionamiento a mis intereses, a mi arrogancia o a mi “inteligencia” simplemente equivalen a decir no. NO PUEDE HABER “INTERPRETACIONES” EN LO ASENTADO EXPRESAMENTE. No obedecer sólo puede traducirse en ir tropezando por el camino y al final caer al precipicio. Si pudiéramos entender a Dios y sus caminos y reglas, simplemente no sería Dios. Si Él cupiera en nuestra limitada inteligencia y comprendiéramos su naturaleza y sus decisiones, ¡qué pequeño Dios sería! Lógicamente sólo debemos aceptar lo que no entendamos y vencer nuestra propia arrogancia. Sobre todo al conocer que todo se basa en el Amor, se justifica lo que excede nuestra “inteligencia”.
Ya lo manifestó desde el principio de su pontificado Benedicto XVI. En tanto el sustento de la única Iglesia fundada por Cristo es Él mismo, de ninguna manera puede ésta desoír a La Piedra Angular. El rompimiento de cualesquiera de estas normas emanadas del decálogo y desarrolladas en el Catecismo de la Iglesia Católica (Juan Pablo II), sólo puede traer consecuencias funestas para el hombre y sus comunidades. No sólo en la Vida futura sino incluso en este mundo. Si el mundo entero está “patas arriba” es porque el hombre ha ido encontrando relativismo en donde sólo hay mandatos sabios, claros y definitivos.
¿Cada vez serán menos los católicos? Seguramente… pero esto no debe sorprendernos, está escrito hace dos mil años “y si esos tiempos no se acortaran (el fin del mundo), no quedaría ni un solo hijo de Dios…” (en palabras mías), pero la Iglesia Católica subsistirá hasta el fin. La puerta a la Vida es angosta y ancha la que conduce a las tinieblas. “Muchos serán los llamados y pocos los elegidos”.
¿Puede “adaptarse” la moral a los tiempos corrientes? De ninguna manera. La “adaptación” realizada por los rebeldes ya se ha ido dando en forma silenciosa, furtiva y constante, y por eso está el mundo como lo vemos hoy día. NO puede haber “interpretaciones” en lo que se ha ordenado expresamente. Una vez más es necesario someterse, obedecer para alcanzar la Felicidad. “No todo el que diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino aquel que haga la voluntad de mi Padre…”, y curiosamente el que lo acepta, encuentra que no sólo no era difícil, sino se le abrirá un nuevo mundo de Amor, Paz, Gozo y felicidad que no conocía, desde aquí en la tierra e infinitamente mayor en la otra vida.
berdejap@prodigy.net.mx

Mensaje a la Nación de Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

Domingo, 2 de Septiembre Especial
Ciudad de México, Palacio Nacional.


Estado de Derecho y Seguridad.
Economía Competitiva y Generadora de Empleos.
Igualdad de Oportunidades.
Desarrollo sustentable.
Democracia efectiva y Política exterior responsable.

Ciudadano Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Senador Santiago Creel Miranda, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Senadores.
Diputado Cristian Castaño Contreras, Vicepresidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados.
Ciudadano Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco México.
Ciudadano José Luis Soberanes Fernández, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Ciudadano Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral.
Señoras y señores gobernadores, señoras y señores legisladores, señoras y señores embajadores, secretarios de Estado, señoras y señores, mexicanas y mexicanos:
Ayer en cumplimiento de lo dispuesto por el Artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, asistí al Congreso de la Unión y en una ceremonia respetuosa y sobria, acorde a los nuevos tiempos de la República, presenté por escrito un informe del estado general que guarda la Administración Pública.
Hoy comparto con los mexicanos algunos de sus aspectos más relevantes.
Ha precedido este acto una discusión que no puedo ni debo eludir, junto con muchos mexicanos, he compartido la idea de que el formato del Informe debe cambiar.
Éste debe convertirse en un diálogo entre poderes, entre el Presidente de la República y los legisladores que constitucionalmente tienen la responsabilidad de representar a los ciudadanos. En la naturaleza misma de la actividad parlamentaria está el debate y como condición indispensable de la actividad gubernamental está el diálogo.
La democracia no se entiende sin el debate de las ideas, la democracia es diálogo respetuoso, discusión franca y directa de las diferencias, y honestidad política para reconocer las coincidencias.
Por eso, el día de ayer reiteré mi disposición a las señoras y señores legisladores para que en el marco de sus responsabilidades determinen de qué manera debe ser ese diálogo democrático.
Como Titular del Ejecutivo asumí el compromiso con la ciudadanía de buscar el desarrollo humano sustentable para las mexicanas y los mexicanos.
Se trata de promover el desarrollo integral de las personas en todos sus aspectos: en lo social, en lo económico, en lo político, en lo cultural, en lo humano, en lo ambiental y hacerlo de manera tal que no se cancelen las oportunidades de bienestar para las generaciones que vienen.
Por eso, me comprometí a guiar la acción del Gobierno en cinco ejes fundamentales: primero, Estado de Derecho y Seguridad Pública; segundo, Economía Competitiva y Generadora de Empleos; tercero, Igualdad de Oportunidades; cuarto, Desarrollo Sustentable; y quinto, Democracia Efectiva y Política Exterior Activa y Responsable.


Estado de Derecho y Seguridad.

"El objetivo fundamental de este esfuerzo ha sido garantizar el imperio de la Ley en todo el territorio nacional, no permitir que la delincuencia se apodere de lo nuestro, luchamos para que nuestras familias, nuestros hijos, las mujeres y en general todos los mexicanos transitemos sin temor por las calles, por los caminos, por los pueblos y ciudades de México".
"Del tamaño del desafío ha sido la respuesta de mi Gobierno, así, durante los primeros días desplegamos varios operativos, que además de la participación coordinada de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública, han contado con el apoyo decisivo y con la determinación de nuestras Fuerzas Armadas".
"Hago un reconocimiento muy especial a las Fuerzas Armadas del país, que con valor y patriotismo han dado grandes muestras de su lealtad y servicio a la Nación".
"Comparado con la situación prevaleciente al inicio de mi Gobierno, hay una paulatina recuperación de los territorios que estaban en manos de la delincuencia y con ello el reestablecimiento del orden, ello se refleja en una mayor confianza de la ciudadanía, en el ejercicio de la autoridad frente al poder del narcotráfico".
"Para el combate a la corrupción policiaca creamos el Centro Nacional de Evaluación y Control de Confianza con la finalidad de asegurar que toda persona que colabore en una institución policial sea confiable y cubra el perfil requerido con el nuevo modelo de policía".
"Por esa razón, también, presenté ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reformas constitucionales en la que se propone, entre otras cosas, fortalecer las labores de investigación policíaca, establecer las premisas para crear una policía nacional más fuerte y eficaz, dotar de mejores herramientas y recursos a las instituciones encargadas de la seguridad, así como establecer y ampliar los derechos de las víctimas en todos los procesos, porque siempre resultan la parte más desprotegida".

Cuando asumí la Presidencia encontré una delicada situación en materia de seguridad pública, por ello, durante el tiempo que comprende este Informe hemos emprendido una lucha frontal contra la violencia y el crimen organizado.
El objetivo fundamental de este esfuerzo ha sido garantizar el imperio de la Ley en todo el territorio nacional, no permitir que la delincuencia se apodere de lo nuestro, luchamos para que nuestras familias, nuestros hijos, las mujeres y en general todos los mexicanos transitemos sin temor por las calles, por los caminos, por los pueblos y ciudades de México.
El problema no era sólo la presencia del crimen organizado, sino también la beligerancia y la impunidad con la que varias organizaciones criminales habían tomado control territorial de diversas regiones del país.
La pretensión de la delincuencia, no la olvidemos, era y es secuestrar al futuro de México, si no hay más ley que la que emana del Congreso, el crimen organizado busca imponer su propia ley, si por definición el Estado tiene el monopolio del uso de la fuerza, estos grupos buscan imponer su propia fuerza, dominar a los ciudadanos y paralizar al Gobierno.
En pocas palabras, habían desafiado al Estado y pretendían suplantar la autoridad.
La situación había rebasado las capacidades de las autoridades locales y, en consecuencia, obligaba a la acción subsidiaria y solidaria de la Federación.
La gravedad del problema y el riesgo de que se siguiera propagando, no admitía ni indecisión ni demora, es por ello que decidimos actuar con toda la fuerza del Estado para restablecer el orden y la autoridad.
Del tamaño del desafío ha sido la respuesta de mi Gobierno, así, durante los primeros días desplegamos varios operativos, que además de la participación coordinada de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública, han contado con el apoyo decisivo y con la determinación de nuestras Fuerzas Armadas.
El objetivo primordial era y es recuperar para el Estado su poder indelegable e irrenunciable.
El inicio de estos operativos permitió al Gobierno retomar la iniciativa que los criminales habían arrebatado a la autoridad; la batalla contra el crimen organizado está aún lejos de concluir, sería irresponsable afirmar que esta lucha está ganada.
Es mi deber recordar a la población que ésta será una batalla larga y difícil, que tomará mucho tiempo, implicará enormes recursos económicos y, por desgracia, también costará vidas humanas.
Hago un reconocimiento muy especial a las Fuerzas Armadas del país, que con valor y patriotismo han dado grandes muestras de su lealtad y servicio a la Nación.
Especialmente rindo un homenaje a los soldados y marinos caídos en el cumplimiento de su deber; México honra su memoria y reconoce su sacrificio por el bien de la Patria.
Rindo también honores a la memoria de los policías federales, estatales y municipales que han ofrendado sus vidas en la guerra contra la delincuencia y en defensa de la seguridad de los mexicanos.
El sacrificio de estos patriotas no ha sido ni será en vano, el Ejército Mexicano, es un Ejército para la paz, precisamente la lucha contra el crimen organizado es un lucha por la paz, es una lucha por la seguridad y por la libertad de las familias mexicanas.
A fin de traducir ese reconocimiento pleno a las Fuerzas Armadas, no sólo en palabras, sino en hechos, se otorgó un incremento sustancial en los menguados salarios de soldados y marinos, incremento que había sido pospuesto durante años y que era de elemental justicia.
Los operativos realizados han permitido detener en los últimos nueve meses a casi 10 mil personas vinculadas al tráfico de drogas y han permitido también la captura de una veintena de los más importantes líderes del narcotráfico en el país, pertenecientes a diversas organizaciones criminales.
Se lograron cifras extraordinarias en cuanto a la erradicación de plantíos y decomisos de droga, así como el mayor decomiso de efectivo proveniente del crimen, no sólo en México sino en el mundo.
Además se extraditó a la mayoría de los líderes criminales más peligrosos que siguen operando la línea de mando de sus respectivas organizaciones aún desde prisión.
Los operativos puestos en marcha han obligado al crimen organizado a replegarse en algunos casos y en otros los ha forzado a cambiar de estrategia, eso ha contribuido a reducir la violencia vinculada al narcotráfico.
Comparado con la situación prevaleciente al inicio de mi Gobierno, hay una paulatina recuperación de los territorios que estaban en manos de la delincuencia y con ello el reestablecimiento del orden, ello se refleja en una mayor confianza de la ciudadanía, en el ejercicio de la autoridad frente al poder del narcotráfico.
Hace algunos meses, más del 50 por ciento de los mexicanos consideraban que la inseguridad era el principal problema del país, hoy ese porcentaje, siendo importante, se ha reducido al 30 por ciento.
En la lucha por la seguridad no podemos escatimar esfuerzos ni recursos, hoy la responsabilidad más urgente del Estado es recuperar el orden y garantizar la seguridad pública.
A la par que se desarrollan acciones policiacas y persecutorias, también estamos trabajando en una estrategia integral de prevención del delito y combate a la delincuencia.
Estamos construyendo un nuevo modelo de policía, a través del desarrollo de sistemas y procedimientos homologados con estándares internacionales para los tres niveles de Gobierno.
Para el combate a la corrupción policiaca creamos el Centro Nacional de Evaluación y Control de Confianza con la finalidad de asegurar que toda persona que colabore en una institución policial sea confiable y cubra el perfil requerido con el nuevo modelo de policía.
Además de policías honestos y capaces, hay que decir que también hacen falta ciudadanos, ciudadanos comprometidos que respalden esta acción y que permitan construir en México una nueva cultura de legalidad, una nueva cultura de no impunidad y de denuncia en el país, sólo así podremos limpiar a México de la violencia.
También hemos iniciado el Sistema Único de Información Criminalística mediante una red nacional de interconexión de voz, datos e imágenes, denominada Plataforma México. Esta plataforma permitirá generar inteligencia contra el crimen y en consecuencia, hará más eficaz la labor de investigación de nuestras policías.
Para enfatizar la parte preventiva de la estrategia pusimos en práctica Limpiemos México, Zona en Recuperación. Un programa que cuenta con cuatro componentes que son: rescate de espacios públicos que están en manos de la delincuencia, para pasarlos a los ciudadanos.
Escuela Segura, para garantizar que la droga y la violencia no llegue a nuestros hijos en los espacios escolares, prevención y tratamiento de adicciones y participación ciudadana para garantizar la seguridad.
En nuestra lucha frontal contra el crimen es inaplazable modernizar las leyes y las instituciones en la materia.
Por esa razón, también, presenté ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reformas constitucionales en la que se propone, entre otras cosas, fortalecer las labores de investigación policíaca, establecer las premisas para crear una policía nacional más fuerte y eficaz, dotar de mejores herramientas y recursos a las instituciones encargadas de la seguridad, así como establecer y ampliar los derechos de las víctimas en todos los procesos, porque siempre resultan la parte más desprotegida.
De aprobarse estas reformas, el Estado mexicano contará con mejores instrumentos para garantizar la seguridad de los mexicanos.
El narcotráfico y el crimen organizado siguen constituyendo la principal amenaza a la paz y a la seguridad.
El que se disminuya transitoriamente su notoriedad no cancela que continúen al acecho y que busquen constantemente mediante la corrupción o la amenaza, doblegar a la autoridad, atemorizar a la población y así someterla.
No podemos ni vamos a permitirlo, la lucha contra el crimen organizado sigue adelante, unámonos todos en torno a esa lucha común.

Economía Competitiva y Generadora de Empleos.

"Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global, inversión que detone el crecimiento y permita generar los empleos que tanto necesitamos".
"A principios del 2007; de este año, la expectativa del sector privado era que en todo el año, cuando mucho, se generarían 600 mil empleos, hoy puedo informar a los mexicanos que de acuerdo con los registros de trabajadores afiliados al Seguro Social, trabajadores nuevos, desde el 1 de enero pasado al día de ayer se han generado más de 618 mil nuevos empleos formales en nuestro México".
"Por ello, presenté a los mexicanos el Programa Nacional de Infraestructura, el cual tiene dos grandes propósitos: el primero es contribuir a nivelar las oportunidades de desarrollo de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen, llevándoles servicios tan básicos como el agua o el drenaje o la electricidad".
"También creamos PROMÉXICO, un organismo que servirá para promover nuestros productos en el extranjero y atraer más inversión al país".
"A principios del año el precio del maíz en el mercado internacional se duplicó, esto obviamente amenazó con impactar de manera terrible la economía de las familias mexicanas que tienen al maíz y a la tortilla como principal alimento, gracias a un acuerdo entre productores, distribuidores, comercializadores y consumidores, logramos estabilizar el precio de la tortilla y garantizar el abasto del maíz".
"Sé de la enorme dificultad que implica alcanzar tales reformas, pero también estoy convencido de que podemos ponernos de acuerdo. Ejemplo de ello es la Reforma a la Ley de ISSSTE, con la cual el Congreso resolvió un grave problema que ponía en riesgo la viabilidad financiera del país".

Gracias al esfuerzo de todos los mexicanos recibí un país con estabilidad económica, hemos mantenido y consolidado esta situación favorable con bajas tasas de inflación y de interés.
Lo hemos hecho porque no estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país.
Mi Administración ha dado señales claras de rumbo, de firmeza y de certidumbre a los inversionistas.
En parte por ello, la confianza internacional en México ha crecido notablemente.
El riesgo-país, por ejemplo, alcanzó su punto más bajo en nuestra historia en junio de este año.
Turbulencias recientes en los mercados financieros internacionales, han obligado a los bancos centrales de otros países a inyectar cientos de miles de millones de dólares a su sistema financiero para atender problemas de solvencia.
No ha sido el caso de la economía mexicana que ha demostrado solidez en su sistema financiero y monetario.
En otros tiempos, estas turbulencias hubieran generado una crisis económica.
Las reservas del Banco de México han registrado en los últimos años cifras sin precedente.
Hoy tenemos reservas por más de 71 mil millones de dólares, que incluso son superiores al saldo total de nuestra deuda externa.
La estabilidad económica es una condición necesaria, pero sé bien que no es condición suficiente para mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Para ello se requiere lograr un crecimiento alto, sostenido y bien distribuido de la economía que redunde en mayores niveles de bienestar e ingreso, en especial para los mexicanos más pobres.
Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global, inversión que detone el crecimiento y permita generar los empleos que tanto necesitamos.
Necesitamos que la gente invierta en México, que instale fábricas, talleres, invernaderos, hoteles, oficinas.
En materia de inversión vamos por el camino correcto, prueba de la confianza generada en nuestro país es que hemos recibido inversión productiva en cantidades también inéditas.
En el primer semestre del año hemos recibido nuevas inversiones por más de 13 mil 200 millones de dólares, la cifra más alta alcanzada por México en un primer semestre.
Precisamente gracias a la inversión, México ha logrado sostener importantes tasas de crecimiento del empleo a pesar del bajo crecimiento de la economía de Estados Unidos que ha limitado la expansión de nuestra propia economía.
A principios del 2007; de este año, la expectativa del sector privado era que en todo el año, cuando mucho, se generarían 600 mil empleos, hoy puedo informar a los mexicanos que de acuerdo con los registros de trabajadores afiliados al Seguro Social, trabajadores nuevos, desde el 1 de enero pasado al día de ayer se han generado más de 618 mil nuevos empleos formales en nuestro México.
Esto significa que tan sólo en ocho meses alcanzamos la cifra más optimista prevista para todo el año, hoy 618 mil nuevos trabajadores con nombre, apellido, se han sumado al trabajo formal.
También el número de trabajadores registrados en el IMSS llegó a una cifra récord.
Yo sé mexicanas y mexicanos que esto no es suficiente para abatir el enorme rezago acumulado durante décadas en materia de empleos, sin embargo, es una cifra positiva, tenemos que perseverar unas políticas que permitan acelerar la inversión, el crecimiento y la creación de empleos.
Nos queda muy claro que el crecimiento económico de México es insuficiente.
Qué requerimos para que nuestra economía tenga un crecimiento sólido y sostenido, necesitamos transformar de fondo la estructura productiva del país, convertir a México en uno de los mejores destinos de inversión en el mundo y elevar la competitividad de todos los sectores productivos.
Producir en México no debe ser más caro ni más difícil que producir en cualquiera de las economías con las que estamos compitiendo, un factor clave para el desarrollo económico con justicia es la inversión en infraestructura.
Por ello, presenté a los mexicanos el Programa Nacional de Infraestructura, el cual tiene dos grandes propósitos: el primero es contribuir a nivelar las oportunidades de desarrollo de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen, llevándoles servicios tan básicos como el agua o el drenaje o la electricidad.
El segundo, es construir la infraestructura necesaria para elevar la competitividad de la economía nacional, el programa incluye proyectos en materia de carretas, puertos, aeropuertos, corredores multimodales, que nos permitirían convertir a México en una plataforma logística, integrada a los mercados mundiales y economías más importantes del planeta.
En coordinación con el sector productivo, también estamos promoviendo una agenda de competitividad para reducir las barreras administrativas que enfrentan los emprendedores al abrir un negocio.
Reorganizamos y ampliamos los créditos y los apoyos a las pequeñas y medianas empresas a través de NAFINSA y el Fondo PyMES.
También creamos PROMÉXICO, un organismo que servirá para promover nuestros productos en el extranjero y atraer más inversión al país.
Dentro de esta agenda de competitividad es fundamental que abordemos con claridad las condiciones de competencia en el país y las circunstancias que la limitan, México requiere mercados plenamente competitivos en todos los sectores, donde sea la libertad de los consumidores lo que decida en función del precio y la calidad.
Uno de los nuevos sectores con mayor rezago es el campo, para elevar su competitividad y, sobre todo, para mejorar las condiciones de vida de quienes en él viven, mi Gobierno está invirtiendo este año más de 176 mil millones de pesos a través del Programa Especial Concurrente Para el Campo.
Es la cifra más alta que se ha destinado en la historia, hemos dado un apoyo especial a los productores de maíz, de fríjol, de caña de azúcar, de leche, para fortalecerlos ante la inminente apertura comercial de sus productos.
A principios del año el precio del maíz en el mercado internacional se duplicó, esto obviamente amenazó con impactar de manera terrible la economía de las familias mexicanas que tienen al maíz y a la tortilla como principal alimento, gracias a un acuerdo entre productores, distribuidores, comercializadores y consumidores, logramos estabilizar el precio de la tortilla y garantizar el abasto del maíz.
Más allá de estas medidas, para crecer con equidad, para crecer con justicia, necesitamos avanzar en las reformas que el país necesita.
Reformar al sistema tributario, para fortalecer la capacidad del Estado para invertir en educación, en salud, en infraestructura, en servicios básicos.
Reformar las relaciones laborales para hacerlas más productivas y benéficas, tanto a trabajadores como a productores, reformar el sector energético para contar con insumos productivos de calidad y a precios competitivos.
Reformar la educación para que nuestros niños y jóvenes adquieran el conocimiento y las habilidades que les permitan, no sólo competir, sino ganar en un mundo que les compite.
Reformas a las telecomunicaciones que nos permitan poner a México a la vanguardia tecnológica y hacer la tecnología más accesible a la gente más pobre.
Sé de la enorme dificultad que implica alcanzar tales reformas, pero también estoy convencido de que podemos ponernos de acuerdo.
Ejemplo de ello es la Reforma a la Ley de ISSSTE, con la cual el Congreso resolvió un grave problema que ponía en riesgo la viabilidad financiera del país.
Los trabajadores en activo y los jubilados corrían el riesgo de que no fuese posible pagarles sus pensiones en el futuro, por la situación de quiebra que enfrentaba la institución, era necesario tomar acciones inmediatas para cambiar esa situación y así lo hicimos, los trabajadores, los sindicatos responsables y, sobre todo el Congreso de la Unión actuaron con responsabilidad, con una gran visión de futuro; esto permitió salvar al ISSSTE de la insolvencia financiera con todas sus consecuencias y comenzar a revertir el deterioro de sus servicios.
Hoy las cosas están cambiando, en 90 días se realizaron decenas de miles de intervenciones quirúrgicas, de estudios, de consultas que estaban aplazadas por meses, en algunos casos por años, se abatió el rezago en lista de espera para las guarderías de los hijos de los beneficiarios y por primera vez, se dieron créditos hipotecarios a trabajadores jubilados.
La reforma nos permitirá invertir, en los próximos tres años, más de ocho mil millones de pesos en el mejoramiento de la institución, en suma, con esta reforma habrá un nuevo ISSSTE en beneficio de todos.
Esta Reforma dará viabilidad a las finanzas públicas en el largo plazo, sin embargo, en materia de finanzas públicas aún subsisten problemas serios y que es urgente resolver.


Igualdad de Oportunidades.

"Es urgente revertir las terribles condiciones de desigualdad que se viven en el país y cerrar la brecha entre los pobres y los ricos; a la luz de esta realidad queda claro que tenemos los mexicanos una enorme deuda con los más pobres, México no puede esperar más, llegó la hora de pagar la deuda social con los que menos tienen".
"Por eso he presentado al Congreso de la Unión una reforma hacendaria por los que menos tienen, porque México no puede seguir siendo un país tan desigual, porque es necesario que todos seamos solidarios, porque sólo con finanzas públicas fortalecidas podemos hacer frente al enorme desafío que representa terminar con la miseria, terminar con la miseria en la que viven millones de mexicanos".
"Igualar oportunidades nos obliga a una evaluación rigurosa de las políticas públicas, una evaluación para eliminar, con sinceridad, aquellas que no han cumplido su propósito social y reforzar las que verdaderamente contribuyan a mejorar la calidad de vida de la gente".
"En mi Gobierno, Oportunidades se ha consolidado como el programa de combate a la pobreza más importante del país, hoy atiende a más de cinco millones de familias, lo que significa que beneficia a uno de cada cuatro mexicanos. A los apoyos que reciben estos hogares, en educación, en salud, en nutrición, a partir de enero agregamos una nueva ayuda económica para respaldar el gasto que consumen en luz y en gas".
"Para avanzar más rápido en esa dirección, pusimos en marcha la estrategia Cien por Cien. Cien acciones dirigidas a los cien municipios más pobres de México. A la fecha le hemos comprometido cuatro mil 700 millones de pesos para introducir ahí servicios básicos, entre ellos agua potable, caminos de acceso, vivienda digna, piso firme, educación y atención médica".
"Igualdad de oportunidades significa también ampliar el acceso a la educación. Es por esta razón que estamos dando un sólido impulso a la cobertura en Educación Media Superior y Superior, que es donde tenemos la mayor demanda".
"El acceso a los bienes culturales también forma parte de la política social que crea Oportunidades, por ello, hemos realizado más de 200 mil actividades de fomento a la lectura para beneficio de dos millones 600 mil niños, jóvenes y adultos".
"Igualdad de oportunidades significa también garantizar el acceso a servicios de salud, a medicinas y a tratamientos, hoy el rezago en atención médica es un reflejo de la desigualdad y la miseria que tiene México".
"Como parte de ese gran esfuerzo, y gracias al Congreso, hemos fortalecido el Seguro Popular con un aumento en su presupuesto del 50 por ciento".
"Por otra parte, para igualar oportunidades también pusimos en marcha el programa 70 y Más. Un programa acordado por el Congreso en el cual los adultos mayores que viven la mayor marginación, es decir, quienes son marginados por su edad y quienes además son marginados por la lejanía de las comunidades en las que viven, recibieron un apoyo económico y a partir del 1 de enero son apoyados con 500 pesos mensuales por la Administración".
"Una gran preocupación de las jefas de familia es el cuidado y la atención de los hijos. También para igualar oportunidades para las mujeres, en especial para las mujeres que trabajan y sus hijos, pusimos en marcha el Programa de Estancias Infantiles para madres trabajadoras".
"Para igualar oportunidades también es necesario que la gente tenga un lugar digno donde vivir".


México no puede dejar de invertir en infraestructura y en desarrollo social; más del 40 por ciento de los mexicanos viven en la pobreza, de ellos, más de 14 millones en pobreza extrema, 10 millones todavía no tienen agua potable y muchos más todavía no tienen drenaje.
Es urgente revertir las terribles condiciones de desigualdad que se viven en el país y cerrar la brecha entre los pobres y los ricos; a la luz de esta realidad queda claro que tenemos los mexicanos una enorme deuda con los más pobres, México no puede esperar más, llegó la hora de pagar la deuda social con los que menos tienen.
Ello no será posible si el Estado no invierte más y mejor en servicios de salud y en educación de calidad; en agua potable y alcantarillado, en caminos, en infraestructura, en ciencia, en tecnología que posibilite el desarrollo de todos.
Todos sabemos que los recursos que tiene el Estado no alcanzan, son insuficientes para atender estas demandas; por eso es necesario que aportemos todos, cada quien en la medida de su capacidad, que aportemos todos y en especial quienes más han recibido.
Además en esta materia de finanzas públicas éstas están severamente amenazadas por un nuevo factor: la declinación de nuestra producción de petróleo.
Por décadas hemos disfrutado de esta riqueza, que hasta el año pasado representó más del 40 por ciento de los ingresos de todos los gobiernos, sin embargo, nuestras reservas de petróleo se han venido reduciendo constantemente, esto hay que decirlo.
Ahora tenemos reservas probadas, tan sólo para los próximos nueve años, más grave aún, en tan sólo dos años la producción diaria promedio de petróleo se ha reducido en más de 200 mil barriles, de continuar esta tendencia habrá un duro golpe a las finanzas públicas, es urgente que el gasto público reduzca la enorme dependencia que tiene de los ingresos petroleros.
Por eso he presentado al Congreso de la Unión una reforma hacendaria por los que menos tienen, porque México no puede seguir siendo un país tan desigual, porque es necesario que todos seamos solidarios, porque sólo con finanzas públicas fortalecidas podemos hacer frente al enorme desafío que representa terminar con la miseria, terminar con la miseria en la que viven millones de mexicanos.
El tiempo se agota, de aprobarse la reforma habremos dado un paso enorme para cumplir los más urgentes compromisos sociales del Estado mexicano.
Sé que reducir la desigualdad es el reto más importante de nuestra generación. Precisamente, con miras a cerrar esa desigualdad, mi Gobierno ha centrado su estrategia social en el objetivo de igualar oportunidades.
En esencia, lo que buscamos es que las oportunidades no sean diferentes para quien nace en la ciudad y para quien nace en el campo, que no sean diferentes para el indígena y el no indígena, que no sean diferentes para los hombres y para las mujeres.
Igualar oportunidades nos obliga a una evaluación rigurosa de las políticas públicas, una evaluación para eliminar, con sinceridad, aquellas que no han cumplido su propósito social y reforzar las que verdaderamente contribuyan a mejorar la calidad de vida de la gente.
Aún con sus limitaciones, los programas sociales establecidos hace más de una década, programas que están orientados a fortalecer educación y salud, por un lado; y por otro, a darle un ingreso directo a las familias más pobres, es decir, programas orientados a fortalecer la capacidad de las personas, como el Programa Oportunidades, estos han demostrado su eficacia.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el CONEVAL, la población en situación de pobreza alimentaria, es decir, la población en pobreza extrema se redujo de 34 millones y medio de mexicanos en 1996, a 14 millones y medio en el año 2006, 20 millones menos, incluyendo los incrementos en el tamaño de la población.
Sé que estas cifras generan controversia, pero más allá de su verificación, de corroborarse esta tendencia, significa que las políticas públicas han sido las correctas.
Por lo mismo, no sólo deben mantenerse, sino que deben fortalecerse, con ese criterio hemos actuado.
En mi Gobierno, Oportunidades se ha consolidado como el programa de combate a la pobreza más importante del país, hoy atiende a más de cinco millones de familias, lo que significa que beneficia a uno de cada cuatro mexicanos.
A los apoyos que reciben estos hogares, en educación, en salud, en nutrición, a partir de enero agregamos una nueva ayuda económica para respaldar el gasto que consumen en luz y en gas.
Este año, el apoyo para cada familia es ocho por ciento más que en el año pasado.
Estamos trabajando también intensamente para que la pobreza deje de ser el destino obligado de indígenas y de campesinos que viven en comunidades rurales alejadas.
Para avanzar más rápido en esa dirección, pusimos en marcha la estrategia Cien por Cien.
Cien acciones dirigidas a los cien municipios más pobres de México. A la fecha le hemos comprometido cuatro mil 700 millones de pesos para introducir ahí servicios básicos, entre ellos agua potable, caminos de acceso, vivienda digna, piso firme, educación y atención médica.
Hay que destacar que casi la totalidad de los cien municipios más pobres son municipios indígenas.
Igualdad de oportunidades significa también ampliar el acceso a la educación.
Es por esta razón que estamos dando un sólido impulso a la cobertura en Educación Media Superior y Superior, que es donde tenemos la mayor demanda.
En el ciclo escolar que comenzó hace unos días, mi Gobierno apoya con becas a un millón 85 mil estudiantes de Educación Media Superior.
De qué tamaño es el incremento que hemos dado de becas.
Significa que uno, uno de cada dos alumnos de Bachillerato en escuelas públicas hoy cuentan con una beca para continuar sus estudios.
A esto se suman 347 mil becas para estudios superiores, de las cuales 290 mil se otorgan a estudiantes en situación de desventaja económica.
A pesar de este esfuerzo, los retos que tiene el país en materia educativa siguen siendo abrumadores, hoy, por desgracia, tres de cada cuatro jóvenes en edad universitaria, tres de cada cuatro no tienen un espacio en el Sistema Educativo Nacional.
A la par de la cobertura, la calidad de la enseñanza representa un enorme desafío, en la evaluación educativa más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México quedó en los últimos lugares en materias fundamentales como lectura de comprensión y matemáticas.
La situación es muy preocupante ya que es en la educación donde México se juega la calidad de su futuro, nuestros jóvenes hoy tienen que estar más preparados que nunca para enfrentar la enorme competencia internacional y conseguir un trabajo bien pagado al terminar sus estudios.
Por otra parte, también hay que congratularnos de que jóvenes mexicanos a base de tesón, de esfuerzo y a pesar de la adversidad, destacan como los mejores del mundo, es el caso de quienes han ganado recientemente certámenes internacionales en geografía y en tecnología del agua.
Estoy consciente de que necesitamos una reforma educativa que impulse la calidad y la equidad en la enseñanza, sin dejar de velar por la modernización de la infraestructura escolar, el acceso a las tecnologías pedagógicas de vanguardia y, desde luego, a la capacitación adecuada y al reconocimiento social a los maestros.
El acceso a los bienes culturales también forma parte de la política social que crea Oportunidades, por ello, hemos realizado más de 200 mil actividades de fomento a la lectura para beneficio de dos millones 600 mil niños, jóvenes y adultos.
Queremos que la cultura llegue a todos los mexicanos, en estos meses se han realizado más de 33 mil diversas actividades de difusión cultural con la asistencia a ellas de 20 millones de personas.
Quiero destacar que tan sólo en la exposición Frida Kahlo 1907-2007 asistieron casi medio millón de personas, una cifra récord para una exposición que, además, fue todo un éxito.
Igualdad de oportunidades significa también garantizar el acceso a servicios de salud, a medicinas y a tratamientos, hoy el rezago en atención médica es un reflejo de la desigualdad y la miseria que tiene México.
Hay ofensivos contrastes, por ejemplo, en las tasas de mortalidad infantil; mientras que en San Pedro Garza García, Nuevo León o aquí en la Delegación Benito Juárez en la Ciudad de México, mueren tres niños de cada mil, antes de un año de edad; en Batopilas, Chihuahua, mueren 78 niños de cada mil.
Reducir esa enorme desigualdad y proveer mejores condiciones de atención médica para todos, especialmente para quienes integran grupos vulnerables: indígenas, mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad, es un compromiso de elemental justicia.
El 1 de diciembre me comprometí a garantizar que toda niña y que todo niño que naciera durante mi Administración, tendría acceso a servicios de salud y a un seguro médico eficaz para su vida.
Por eso pusimos en marcha el Seguro Médico para una Nueva Generación, a la fecha, 430 mil recién nacidos han sido afiliados. Este programa genera un efecto multiplicador ya que incorpora también a los papás y a los hermanos de los recién nacidos.
Por ello los beneficios se han extendido a más de un millón 400 mil mexicanos.
El Seguro Médico para una Nueva Generación es una apuesta social mayor de mi Gobierno para que nuestros hijos sean el día de mañana personas de provecho con la fuerza y capacidad para cumplir sus metas.
En este programa avanzamos también en un elemento clave del desarrollo humano sustentable, alcanzar, esperemos que pronto, la cobertura universal de salud.
Como parte de ese gran esfuerzo, y gracias al Congreso, hemos fortalecido el Seguro Popular con un aumento en su presupuesto del 50 por ciento.
Esto nos ha permitido afiliar a un millón 260 mil familias más en estos últimos nueve meses.
El Seguro Popular es la garantía social más clara de la igualdad de oportunidades en materia de salud. Y para quienes viven en las zonas más aisladas donde no hay clínicas ni hospitales, pusimos en marcha las Caravanas de la Salud. A través de las unidades móviles han sido atendidas 650 mil personas en coordinación con los gobiernos de 17 estados de la República.
Por otra parte, para igualar oportunidades también pusimos en marcha el programa 70 y Más. Un programa acordado por el Congreso en el cual los adultos mayores que viven la mayor marginación, es decir, quienes son marginados por su edad y quienes además son marginados por la lejanía de las comunidades en las que viven, recibieron un apoyo económico y a partir del 1 de enero son apoyados con 500 pesos mensuales por la Administración.
Una gran preocupación de las jefas de familia es el cuidado y la atención de los hijos. También para igualar oportunidades para las mujeres, en especial para las mujeres que trabajan y sus hijos, pusimos en marcha el Programa de Estancias Infantiles para madres trabajadoras.
Tan sólo en este año, de que arrancó el programa a la fecha, hemos abierto más de tres mil 500 nuevas estancias, en esos lugares atendemos a más de 63 mil niños, con lo que hemos rebasado en agosto la meta que habíamos previsto para todo el año.
Con este respaldo fortalecemos la capacidad de ingreso de las mujeres, en especial de las madres y muy especialmente de las madres solteras, porque ahora pueden trabajar con la seguridad de que sus hijos están bien cuidados.
Además, por otro lado, las estancias generan trabajo e ingreso a las mujeres que de otra manera difícilmente lo obtendrían.
Para igualar oportunidades también es necesario que la gente tenga un lugar digno donde vivir.
Al inicio del Gobierno encontré un programa de vivienda exitoso y en marcha, pero de difícil acceso para familias de bajos recursos, por eso hemos fortalecido y enfocado el esfuerzo del Gobierno en apoyar a los mexicanos que ganan menos de cuatro salarios mínimos, es decir, menos de 200 pesos al día, pagándoles el anticipo de su vivienda, y otorgándoles programas de crédito acordes a su nivel de ingreso.
En lo que va de la Administración, en la totalidad del Programa de Vivienda, se han otorgado casi medio millón de créditos hipotecarios, tanto por el sector público como por el privado.
El principio que guía la política del sector, es que quienes tienen los menores ingresos, son los que deben recibir los apoyos.
Para la igualdad de oportunidades falta un largo camino por recorrer, nuestra generación tiene la responsabilidad histórica de reducir sustancialmente las desigualdades, eliminar la pobreza extrema, la pobreza alimentaria y construir un país donde todos vivamos mejor.


Mensaje a la Nación del Presidente de Los Estados Unidos Mexicanos con motivo de su Primer Informe de Gobierno (Segunda Parte)
Domingo, 2 de Septiembre Especial


Desarrollo sustentable.

"La sustentabilidad ambiental es uno de los cinco ejes de mi Gobierno y para mí es una cuestión de seguridad nacional".
"Por eso hemos puesto en marcha programas como PROÁRBOL, un sistema novedoso de pago de servicios ambientales mediante el cual apoyamos a las comunidades que viven en bosques y selvas del país para que a la vez que cuidan nuestros recursos naturales, también tengan un ingreso digno".
"Por eso mi Gobierno presentó una estrategia nacional de cambio climático, la cual identifica posibilidades para reducir la emisión de gases de efecto invernadero e incluye planes de energía a partir de fuentes alternativas a los combustibles fósiles, como son la hidráulica, la eólica, la solar o la biomasa".
"Otro reto fundamental es la protección del agua. Las aguas residuales contaminan los mantos acuíferos, la mayoría de los acuíferos en zonas urbanas están sobreexplotados".
"En áreas naturales protegidas también hemos superado la meta. Hoy las áreas naturales que teníamos previstas para todo el año ya han sido decretadas y representan el 12 por ciento del territorio nacional".

La clave del desarrollo humano sustentable es que la ampliación de capacidades de quienes vivimos ahora no destruya las oportunidades de las generaciones futuras.
Por ello, toda política pública en mi Gobierno debe estar y está vinculada al desarrollo sustentable y a la preservación natural.
Por desgracia el medio ambiente y los recursos naturales se deterioran a una velocidad alarmante, al año perdemos más de 300 mil hectáreas forestales, principalmente por efecto de la acción del hombre, ahí hay que aumentar los daños causados por la naturaleza, tan sólo el huracán Dean, que tuvimos recientemente, afectó más de dos millones de hectáreas forestales.
Desde el inicio de mi Gobierno instruí al Gabinete a hacer de lado el concepto tradicional de considerar el tema ambiental como de mero trámite, casi de ornato.
Por eso hemos tomado acciones decididas, decisivas, para reparar el daño que infringimos a la naturaleza.
La sustentabilidad ambiental es uno de los cinco ejes de mi Gobierno y para mí es una cuestión de seguridad nacional.
Superar la pobreza y cuidar la naturaleza deben ir de la mano.
Una parte importante de la depredación de nuestros recursos, está asociada a la miseria.
Quienes más sufren el deterioro de la naturaleza, por ejemplo, o la escasez de agua, son también los mexicanos más pobres.
A la vez, la miseria obliga a quienes viven en ella a explotar de forma desesperada e ineficiente los recursos naturales.
Por eso hemos puesto en marcha programas como PROÁRBOL, un sistema novedoso de pago de servicios ambientales mediante el cual apoyamos a las comunidades que viven en bosques y selvas del país para que a la vez que cuidan nuestros recursos naturales, también tengan un ingreso digno.
Otro componente de PROÁRBOL es la reforestación. Este año con silvicultores, con ejidatarios, con comuneros, con pequeños propietarios, con los gobiernos locales, hemos comenzado a plantar 250 millones de árboles, la cuarta parte de la meta de las Naciones Unidas.
Este esfuerzo sin precedente ubica a México como el principal reforestador del planeta en la actualidad.
Uno de los desafíos globales más importantes que enfrenta la humanidad es el calentamiento global.
Por eso mi Gobierno presentó una estrategia nacional de cambio climático, la cual identifica posibilidades para reducir la emisión de gases de efecto invernadero e incluye planes de energía a partir de fuentes alternativas a los combustibles fósiles, como son la hidráulica, la eólica, la solar o la biomasa.
Hemos puesto en marcha importantes obras para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Inauguramos la primera planta de energía eólica en el Estado de Oaxaca, y para aprovechar el potencial hidráulico concluimos e inauguramos la Presa de El Cajón, y ya licitamos la construcción de la Presa de La Yesca, en Nayarit.
Otro reto fundamental es la protección del agua. Las aguas residuales contaminan los mantos acuíferos, la mayoría de los acuíferos en zonas urbanas están sobreexplotados.
Al inicio de mi Administración, la cobertura de tratamiento de agua era de 36 por ciento, en los primeros meses hemos puesto en marcha 49 plantas de tratamiento nuevas o que estaban sin funcionar.
La meta a alcanzar para el 2012 es una cobertura de tratamiento de aguas residuales de por lo menos el 60 por ciento y poder estar en condición de alcanzar para la próxima década una cobertura de tratamiento del 100 por ciento de aguas residuales.
En áreas naturales protegidas también hemos superado la meta. Hoy las áreas naturales que teníamos previstas para todo el año ya han sido decretadas y representan el 12 por ciento del territorio nacional.
También a nuestra generación le toca el reto de labrar su presente sin destruir el futuro de las generaciones que vienen.
Convoco a los mexicanos, pero muy especialmente a los jóvenes, para que impulsemos con decisión la defensa y la recuperación del medio ambiente.


Democracia efectiva.

"Durante este periodo, los poderes públicos han trabajado respetuosamente en el ámbito de sus competencias".
"La relación y el diálogo con los gobernadores de los estados ha sido una fuente permanente de corresponsabilidad, colaboración y entendimiento respetuoso del marco Federal".
"En materia de derechos humanos mi Gobierno ha mantenido una posición de total apertura, por ello hemos sostenido reuniones con el comisionado de derechos humanos, así como con organismos internacionales en los que mi Gobierno ha escuchado y atendido diversas observaciones, mi propósito es que se despeje cualquier sombra de duda respecto de nuestro pleno compromiso con los derechos humanos y que se sancione toda conducta de autoridad que atente contra éstos".
"Por eso considero imprescindible pasar del sufragio efectivo a la democracia efectiva, es decir, reducir la distancia que existe entre los ciudadanos y sus representantes, fomentando la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernabilidad".
"Hoy requerimos propuestas de diseño institucional que a la vez que preserven los logros democráticos alcanzados, permitan construir mecanismos institucionales que faciliten la gobernabilidad, que otorguen una democracia que le dé sentido a los ciudadanos".
"Por eso hemos desplegado en estos meses una intensa actividad internacional, que busca asumir de manera responsable y cabal el peso de nuestro México en el mundo".
"Impulsamos una política exterior, definida y activa, que trasciende del acuerdo comercial con Norteamérica y que pugna por abrir nuevos mercados a los productos mexicanos en todos los continentes y coloque a nuestro país como uno de los mejores destinos de inversión en el mundo".
"En los primeros meses hemos recompuesto y fortalecido nuestra relación con todos los países latinoamericanos sin excepción, México debe ejercer a plenitud la responsabilidad de liderazgo que le corresponde por historia, cultura, economía y posición geográfica en el Continente".
"En el caso de Norteamérica y con motivo de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, reiteré mi convicción de que como región no hemos desarrollado el enorme potencial que tenemos y que debemos evitar que la competitividad de otras regiones del mundo cancele nuestras oportunidades".
"Finalmente he dicho que México no termina en su frontera, que donde quiera que haya un mexicano, ahí está México, por eso la acción del Gobierno en favor de nuestros paisanos migrantes se guía por principios, por la defensa y protección de sus derechos, por la prevención para detectar medidas que puedan afectar a nuestra gente y por el profesionalismo que debemos brindar a nuestros connacionales".



Una democracia fuerte es condición indispensable para promover y alcanzar el desarrollo humano sustentable.
Por eso, durante mi Gobierno hemos puesto especial atención a fortalecer nuestra vida institucional y democrática.
Hemos querido darle a la política su verdadero significado, una herramienta que produce acuerdos, que respeta las diferencias y que genera bien común.
Durante este periodo, los poderes públicos han trabajado respetuosamente en el ámbito de sus competencias.
El Congreso de la Unión trabaja y ha aprobado importantes reformas como la del Artículo 6º de la Constitución que amplía los derechos políticos de los ciudadanos, puesto que asegura la rendición de cuentas y el acceso a la información, ya no sólo para el Gobierno Federal, sino para todos los órdenes de Gobierno.
Aprobó la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aprobó las reformas ya comentadas a la Ley del ISSSTE y discute con responsabilidad las reformas del Estado, electoral y en materia de seguridad y justicia, entre otras.
La comparecencia constitucional de secretarios de despacho y otros servidores públicos ha sido recurrente y como titular del Ejecutivo he sostenido reuniones frecuentes con grupos parlamentarios e integrantes de diversas comisiones de ambas cámaras legislativas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha fortalecido como tribunal constitucional y de legalidad y se ha ganado a pulso el respeto de los ciudadanos, el acatamiento de sus fallos por parte de los otros poderes contribuye a una formación de una verdadera visión de Estado.
La relación y el diálogo con los gobernadores de los estados ha sido una fuente permanente de corresponsabilidad, colaboración y entendimiento respetuoso del marco Federal.
En estos nueve meses de gestión las demandas sociales se han manifestado con absoluta libertad, las demandas laborales se procesan de manera pacífica y las partes llegan a acuerdos relevantes como es el caso de la industria azucarera que mediante el diálogo entre productores y trabajadores pudo reformarse el Contrato Ley que durante 71 años no había sido modificado; la excepción es el conflicto en el sector minero por desgracia.
Ante la falta de acuerdo el Estado seguirá promoviendo la conciliación y garantizará en todo caso la justicia mediante la estricta aplicación de la ley.
En materia de derechos humanos mi Gobierno ha mantenido una posición de total apertura, por ello hemos sostenido reuniones con el comisionado de derechos humanos, así como con organismos internacionales en los que mi Gobierno ha escuchado y atendido diversas observaciones, mi propósito es que se despeje cualquier sombra de duda respecto de nuestro pleno compromiso con los derechos humanos y que se sancione toda conducta de autoridad que atente contra éstos.
Mi Gobierno tiene una profunda preocupación por los atentados de personas o grupos que recurren a la violencia para pretender hacer valer sus ideas y convicciones.
Es vital para todos los que creemos en la democracia que reiteremos nuestro compromiso con ella y con sus instituciones siempre en el marco de la ley, que nadie imponga por la fuerza a los demás sus propias ideas.
Es evidente que nuestra democracia debe perfeccionarse, el diseño institucional debe adecuarse a los nuevos tiempos, pero sobre todo a los anhelos de los mexicanos.
Por eso considero imprescindible pasar del sufragio efectivo a la democracia efectiva, es decir, reducir la distancia que existe entre los ciudadanos y sus representantes, fomentando la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernabilidad.
Para lograr una democracia efectiva se requieren gobernantes responsables, se requieren actores políticos dispuestos a negociar, voluntad política para construir, funcionarios públicos de todos los niveles de Gobierno sujetos a controles de transparencia y de rendición de cuentas.
Medios de comunicación responsables e instituciones sólidas que fomenten la participación y regulen el proceso de toma de decisiones, pero, sobre todo, se requieren ciudadanos comprometidos y participativos.
En México hemos logrado con mucho esfuerzo construir una democracia electoral, la reforma electoral del 96 y la creación del Instituto Federal Electoral ciudadano contribuyó de manera decisiva a consolidar esta democracia.
Por diversas circunstancias personales, he sido testigo de esta transición pacífica a la democracia, por lo mismo, sé que los procesos electorales son perfectibles y que requieren de la solidez de los procedimientos acordados y de las instituciones que los regulan.
He sido y seré siempre respetuoso de las autoridades electorales, cualquier esfuerzo por mejorar la fortaleza y la credibilidad de los procesos requerirá guardar un sano equilibrio entre el grado de consenso respecto de los procesos y las autoridades, y el continuo fortalecimiento de la autonomía y la capacidad de acción de tales órganos.
Como Presidente he seguido con atención y respeto el diálogo en el Congreso de la Unión respecto de una eventual reforma electoral, soy partidario de que se fortalezcan las facultades de fiscalización de las autoridades, de que se regulen las precampañas, de que las campañas sean más cortas y menos costosas, de que se garantice la equidad entre los contendientes y que todos los actores sin excepción rindan cuentas.
Seré respetuoso de lo que los partidos resuelvan y de lo que el Congreso decida.
Como Presidente de la República actuaré siempre conforme a lo que la ley disponga y hago votos para que la imparcialidad exigida al Presidente y que asumo a plenitud, sea igualmente exigida y respetada por todas las autoridades en los diversos órdenes de Gobierno.
Hoy requerimos propuestas de diseño institucional que a la vez que preserven los logros democráticos alcanzados, permitan construir mecanismos institucionales que faciliten la gobernabilidad, que otorguen una democracia que le dé sentido a los ciudadanos.
Que les permita percibir en su vida cotidiana los beneficios de la democracia, para ello, es importante revisar el marco jurídico e institucional.
Debemos evitar que el equilibrio de poderes corra el riesgo de traducirse en parálisis y en bloqueo permanente entre los mismos, la división de poderes, más que la que cancelación que un poder realiza sobre las atribuciones de otro, implica colaboración, equilibrio, y sobre todo funcionalidad capaz de generar bienes públicos para los ciudadanos.
En otros momentos he dicho que el país no puede estar permanentemente en estado de transición y reforma política, por eso considero que ha llegado el momento de consolidar nuestra democracia y de hacerlo impulsando los aplazados cambios de fondo que necesita la organización y distribución del poder en México.
Hacerlo implicará darle cauce a la responsabilidad política y abrir las amplias avenidas del diálogo.
El Congreso de la Unión realiza un importante trabajo para reformar al Estado. Como Presidente estaré siempre a favor de aquellos acuerdos que permitan que los ciudadanos, más que los políticos, sean los verdaderos beneficiarios de la democracia, siempre impulsaré aquellas reformas que fortalezcan los mecanismos democráticos de rendición de cuentas.

Política exterior responsable

El mundo ha cambiado y lo que ocurre en él impacta a todos los mexicanos, de la manera en que nos adaptemos con éxito a esos cambios dependerá nuestra capacidad para conducir nuestro destino en el Siglo XXI.
Hoy, la información, las telecomunicaciones, el conocimiento, la cultura y la tecnología rebasan los límites de la frontera, influyen en todos los hogares y de nosotros depende que esa incidencia pueda orientarse a promover el desarrollo integral de las personas y el desarrollo humano sustentable del país.
Hoy nuestros jóvenes compiten con otros jóvenes de su edad, en otros países por los mismos puestos de trabajo debido a la enorme movilidad de la inversión y la competencia global.
En este mundo que nos compite he dicho y reitero, que los mexicanos debemos construir un México ganador, fuerte y seguro de sí mismo, el reto de México es ser capaz de fortalecer su posición internacional y ejercer una política exterior responsable y activa que nos permita traducir nuestra interacción global en beneficio de los mexicanos.
Por eso hemos desplegado en estos meses una intensa actividad internacional, que busca asumir de manera responsable y cabal el peso de nuestro México en el mundo.
He instruido al Servicio Exterior y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a ejercer la diplomacia bajo la premisa de tener más mundo en México y más México en el mundo.
Más mundo en México, porque requerimos aquí, inversión para generar empleos, más mundo en México que nos permita acceso a la vanguardia del conocimiento, de la medicina, de la tecnología, del arte, de la cultura, de las telecomunicaciones.
Y más México en el mundo, porque debemos reasumir el liderazgo que nos corresponde en los foros multilaterales y en todas las regiones, empezando por América Latina.
Impulsamos una política exterior, definida y activa, que trasciende del acuerdo comercial con Norteamérica y que pugna por abrir nuevos mercados a los productos mexicanos en todos los continentes y coloque a nuestro país como uno de los mejores destinos de inversión en el mundo.
Por ello llevé al Foro Económico Mundial y a los principales países europeos, la certeza de que México es una Nación moderna, dinámica, abierta al comercio, un destino seguro y sólido para invertir y a la vez una Nación comprometida con la democracia, los derechos humanos y el medio ambiente.
Impulsamos una política exterior activa, que permita que México sea un protagonista y no un mero espectador de lo que ocurre en el mundo.
Por eso hemos reforzado la postulación de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
México ha entrado a una nueva dinámica en estos meses en sus relaciones con las naciones hermanas de América Latina.
Más allá de nuestras diferencias, sabemos que lazos indestructibles unen a México con Latinoamérica.
En los primeros meses hemos recompuesto y fortalecido nuestra relación con todos los países latinoamericanos sin excepción, México debe ejercer a plenitud la responsabilidad de liderazgo que le corresponde por historia, cultura, economía y posición geográfica en el Continente.
En el fortalecimiento de nuestros lazos con todo el mundo hemos recibido aquí, en este Palacio Nacional, la visita de los jefes de Estado de España, Chile, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Nicaragua; además de los jefes de Estado asistentes a la toma de protesta constitucional.
También hemos recibido la visita en Campeche de los jefes de Estado de Centroamérica en el marco de la Cumbre Puebla-Panamá, con quienes hemos redoblado nuestro compromiso de cooperación en todos los órdenes.
En el caso de Norteamérica y con motivo de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, reiteré mi convicción de que como región no hemos desarrollado el enorme potencial que tenemos y que debemos evitar que la competitividad de otras regiones del mundo cancele nuestras oportunidades.
Entre México, Canadá y Estados Unidos tenemos que ser capaces de aprovechar nuestra ventajas regionales sin vulnerar la soberanía de capa país y resolviendo los temas de migración, crimen organizado e inversión.
Finalmente he dicho que México no termina en su frontera, que donde quiera que haya un mexicano, ahí está México, por eso la acción del Gobierno en favor de nuestros paisanos migrantes se guía por principios, por la defensa y protección de sus derechos, por la prevención para detectar medidas que puedan afectar a nuestra gente y por el profesionalismo que debemos brindar a nuestros connacionales.
Por esta razón ya estamos destinando la totalidad de los recursos captados en la red consular en beneficio de los mexicanos en el extranjero.
A nombre del Gobierno de México, nuevamente externo una enérgica protesta por las medidas unilaterales tomadas por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos que exacerba la persecución y el trato vejatorio en contra de los trabajadores mexicanos no documentados.
La insensibilidad mostrada hacia ellos que mucho aportan a la economía y a la sociedad estadounidense ha sido un aliciente para redoblar la lucha por el reconocimiento de su enorme aporte a la economía de ambas naciones y por la defensa de sus derechos.
Por eso, el Gobierno de México seguirá insistiendo firmemente ante la sociedad y el Gobierno de ambos países en la necesidad de una reforma migratoria integral y en el rechazo categórico a la construcción de un muro en nuestra frontera común.

Cierre del Mensaje

"Hoy los mexicanos enfrentamos una decisión fundamental, o cerramos los ojos a la realidad, y por temor o irresponsabilidad dejamos que la delincuencia siga imponiendo su ley en las calles de México, o nos decidimos a enfrentar y derrotar a la delincuencia con todos los riesgos y costos que ello implica".
"Es un trabajo cuyos resultados no se perciben de manera fácil, pero que es indispensable hacer. Estamos decididos a que futuras generaciones no tengan que cargar con las funestas consecuencias de nuestras omisiones y que les estallen a ellas en las manos los problemas ocultos que impiden el avance del país".
"El objetivo central de mi Gobierno es transformar a México, y a ello convoco a los mexicanos, transformar a México de ser un país con casi la mitad de su población en la pobreza, a ser un país próspero y donde hayamos erradicado totalmente la miseria".
"Hoy, nueve meses después de haber asumido el cargo de Presidente de la República tengo más arraigada que nunca la convicción de que es posible transformar a México".
"La superación de nuestros problemas no es sólo tarea del Ejecutivo Federal, es una labor que compromete al Congreso, al Poder Judicial, a los gobiernos estatales y municipales, a los partidos políticos, al sector privado, a la academia, a los sindicatos, a las organizaciones sociales y a todos los ciudadanos".
"Por eso invito a las fuerzas políticas del país a seguir un proceso de reformas que nos permita cambiar de fondo la estructura productiva y acelerar las políticas que corrijan la enorme desigualdad entre los mexicanos. Sí es posible transformar a México, pero esto no se puede hacer por decreto, requerimos de disposición al diálogo y de voluntad política".

Conclusión

Mexicanas y mexicanos:
México enfrenta muy diversos desafíos, algunos de ellos, los más graves son problemas estructurales, de raíces profundas y soluciones complejas, costosas y de largo plazo.
Frente a la tentación de evadirlos y, evitar los costos y los riesgos que implicaba el enfrentarlos, claramente decidimos, desde el primer día de Gobierno, hacerle frente a los problemas y a orientar la acción a generar soluciones de fondo.
Es el caso de la inseguridad pública y de la lucha contra el crimen organizado, no tiene solución inmediata, exige un trabajo continuo y una estrategia integral y perseverante de largo plazo y tiene costos difíciles para el país.
Hoy los mexicanos enfrentamos una decisión fundamental, o cerramos los ojos a la realidad, y por temor o irresponsabilidad dejamos que la delincuencia siga imponiendo su ley en las calles de México, o nos decidimos a enfrentar y derrotar a la delincuencia con todos los riesgos y costos que ello implica.
El Gobierno Federal ya tomó una decisión: vamos a enfrentar con todo a la delincuencia porque lo que está en juego es el futuro de los niños y los jóvenes de México; porque tenemos con qué hacerle frente a quienes envenenan el cuerpo y el alma de nuestros muchachos; porque México debe ser y será un país seguro y libre, por eso seguiremos actuando con toda la fuerza del Estado.
Convoco a los mexicanos a respaldar sin titubeos esta lucha, a no cerrar los ojos a la realidad y a vencer el temor que permite a la delincuencia seguir imponiendo su ley. Enfrentar los problemas y no evadirlos también implica hacerle frente a la crónica debilidad de las finanzas públicas.
Es cierto, hasta ahora podemos cumplir con las obligaciones del presente pero si no los corregimos será imposible hacerle frente a las obligaciones del mañana. La estrategia ha sido enfrentar de manera responsable los problemas de largo plazo y no sólo los de coyuntura; se trata en otras palabras, de construir los cimientos de ciertas partes del edificio nacional, pues de no hacerlo tarde o temprano terminarían por derruirse y los daños serían inmensos.
Es un trabajo cuyos resultados no se perciben de manera fácil, pero que es indispensable hacer. Estamos decididos a que futuras generaciones no tengan que cargar con las funestas consecuencias de nuestras omisiones y que les estallen a ellas en las manos los problemas ocultos que impiden el avance del país.
Por lo mismo, estamos trabajando por resolver el problema de fondo que es la insuficiencia estructural de la capacidad de recaudación del Estado. De aprobarse la reforma hacendaria podremos comenzar a pagar la deuda social con los que menos tienen, invertir en la infraestructura que el país necesita y al mismo tiempo reducir la enorme dependencia que tenemos de los ingresos del petróleo.
En pocas palabras, estamos enfrentando, y no eludiendo los problemas más graves del país y así lo seguiremos haciendo. Por eso enfrentamos el crimen organizado y la inseguridad, por eso enfrentamos y resolvimos el problema de las pensiones de los empleados públicos, por eso estamos enfrentando el problema tributario del país.
La estrategia tiene un segundo componente: el darle continuidad y profundizar las políticas que han mostrado su eficacia en la solución de problemas; continuar con la estabilidad macroeconómica si, pero al mismo tiempo buscar crecimiento sano, sostenido y distribuido.
Seguir con los programas de vivienda pero enfocarlos a los más pobres; seguir con el Seguro Popular pero empezar a generalizarlo con el Seguro Médico para una Nueva Generación.
Fortalecer los programas más eficaces contra la pobreza pero al mismo tiempo enfocarlos directamente a las comunidades más marginadas; mantener lo que está bien y cambiar e innovar lo que debemos cambiar.
Sé que particularmente en materia social tenemos que ir mucho más aprisa de lo que hemos ido hasta ahora.
El tercer elemento de la estrategia del Gobierno consiste en cambiar las condiciones económicas del país para procurar un crecimiento económico con mejor distribución de la riqueza.
Ello requiere reformas profundas como lo están siendo las de pensiones o la fiscal, requiere una agenda de competitividad para el aparato productivo, cambios regulatorios que eliminen privilegios y promuevan verdaderamente la competencia en los mercados, políticas generadoras de estímulos a la inversión productiva y generadoras de empleo.
Requiere ejecutar la infraestructura que tenemos programada para el desarrollo regional, de un sector energético más eficiente y competitivo, capaz de proporcionarle a los mexicanos consumidores o productores: luz, gas y otros energéticos a precios verdaderamente accesibles.
Se trata de generar más riqueza, y al mismo tiempo, de distribuirla mejor.
El objetivo central de mi Gobierno es transformar a México, y a ello convoco a los mexicanos, transformar a México de ser un país con casi la mitad de su población en la pobreza, a ser un país próspero y donde hayamos erradicado totalmente la miseria.
Transformar a México de un país incapaz de generar empleo para los suyos que llegan a la edad de trabajar, en un México con crecimiento económico alto, capaz de brindar a cada una y a cada uno de sus hijos la oportunidad de trabajar y de salir adelante, y sacar adelante a su familia con su propio esfuerzo.
Transformar a México de un país que pierde a lo mejor de su gente a través de la migración, en un México que es capaz de generar oportunidades de ingreso a los mexicanos aquí en su tierra.
De un México marcado por la irresponsabilidad en el manejo de sus recursos naturales, en un México limpio que recupere sus bosques, sus selvas, sus lagos y sus ríos.
De un México amenazado por la criminalidad y la violencia, a un México en paz, un México libre, un México donde nuestros hijos puedan caminar, jugar, estudiar, crecer y vivir en paz y con dignidad.
Pienso en ese México y me aferro firmemente a la idea de que es posible tenerlo.
Hoy, nueve meses después de haber asumido el cargo de Presidente de la República tengo más arraigada que nunca la convicción de que es posible transformar a México.
Es posible transformar a México porque su gente está inconforme con su situación, es posible transformarlo porque veo en sus jóvenes una mirada distinta y una actitud, y una decisión renovadora y vigorosa.
Es posible transformar a México porque tiene en sus raíces y en su historia una sólida identidad que lo fortalece en un mundo que impone paso a paso una cultura global.
Es posible transformar a México porque veo en sus mujeres una absoluta determinación de sacar adelante a sus hijos por encima de cualquier adversidad.
Sí es posible transformar a México, para lograrlo, hay que pasar de los acuerdos políticos probables, a los hechos comprobados; podemos y debemos dar cauce a nuestras diferencias, pero no tendremos el país que queremos para el futuro si no nos esforzamos para alcanzar los acuerdos que se requieren en el presente.
Por eso, convoco a todos los actores políticos del país sin excepción, a construir los acuerdos que nos permitan transformar a México.
La superación de nuestros problemas no es sólo tarea del Ejecutivo Federal, es una labor que compromete al Congreso, al Poder Judicial, a los gobiernos estatales y municipales, a los partidos políticos, al sector privado, a la academia, a los sindicatos, a las organizaciones sociales y a todos los ciudadanos.
La responsabilidad es compartida y nadie, absolutamente nadie puede eludir esa responsabilidad.
Hoy debemos preguntarnos: qué cuentas vamos a rendir a nuestros hijos acerca de lo que hicimos o dejamos de hacer por México en estos años que nos ha tocado vivir.
Es posible transformar a México, y aunque no es tarea de un día ni de un añoni de un Gobierno, estoy decidido a encabezar un Gobierno que asuma a cabalidad el reto que implica conducir a este gran país a un futuro distinto y mejor.
A pesar de los problemas, a pesar de errores e insuficiencias del Gobierno, cuya responsabilidad asumo plenamente, hoy México tiene rumbo claro y firme, está en marcha un proceso de cambio que no se debe detener hasta lograr el México que queremos.
Por eso invito a las fuerzas políticas del país a seguir un proceso de reformas que nos permita cambiar de fondo la estructura productiva y acelerar las políticas que corrijan la enorme desigualdad entre los mexicanos.
Sí es posible transformar a México, pero esto no se puede hacer por decreto, requerimos de disposición al diálogo y de voluntad política.
Nuestra generación está llamada a transformar a México con visión y con audacia, la meta es lograr un país seguro para todos, un país con una economía que crece y genera empleos, un México con oportunidades de desarrollo para su gente, un México limpio que protege y cuida sus recursos naturales, un México con democracia efectiva centrada en las necesidades de los ciudadanos, un México respetado en el mundo.
La democracia nos da hoy la oportunidad de construir una Nación donde todos vivamos mejor.
Construyamos juntos un México a la altura de nuestra historia, a la altura de nuestro tiempo, de nuestros desafíos, a la altura de nuestros sueños, un México a la altura de nuestra dignidad.
Sí es posible transformar a México, con la fuerza de lo mucho que nos une, con la fuerza de nuestras coincidencias, tomemos las riendas de nuestro destino y juntos conduzcamos a México al futuro.
¡Viva México!