domingo, 25 de mayo de 2008

¿Qué tenemos, legisladores o jurifantos?

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Federico Müggenburg


La LIX legislatura pasó a la historia nacional, entre otras notas distintivas, por la de haber sido sometida por cooptación al proyecto de los poderosos y plenipotenciarios operadores de las dos principales empresas televisivas del país (Televisa y TV Azteca). La nueva “Ley Federal de Radio y Televisión”, que se hizo famosa con el sobrenombre de “ley televisa”, fue preparada y redactada en las propias oficinas de la mayor televisora del país. El proyecto estableció un régimen especial para que los dos grandes emporios televisivos del país, pudieran prestar, también, servicios de telecomunicaciones, ampliando así su control sobre un sector estratégico, auto otorgándose además, derechos sobre el espectro radioeléctrico, de forma gratuita. Con esas reformas incrementarían su monopolio (duopolio, se dijo) ingresando en campos como la telefonía celular y el Internet, sin mayor trámite, impidiendo, de paso, la entrada de nuevos competidores en ese mercado.
Esto sería el “establecimiento legal” del “cuarto poder”, subordinante de la Nación.
En diciembre de 2005, la cámara de diputados aprobó el proyecto de ley por unanimidad de los 325 asistentes a la sesión de votación, que duró sólo 7 minutos, en un abanico que abarcó a todos los partidos –se debe recordar que su presidente entonces, era el priísta Enrique Jackson, y de ahí subió a la cámara de senadores–. El 14 de diciembre se pospuso el dictamen. Se aprobó hasta el jueves 30 de marzo de 2006, después de treinta controvertidas intervenciones, por 81 votos a favor, 40 en contra y 4 abstenciones. Además, se incluyó una novedosísima serie de artículos llamados “acuerdos paralelos”, sorpresivamente incorporados en la “Gaceta Parlamentaria”. Con un manejo inspirado en los más perversos ángulos de “El Tartufo” de Moliere (simulaciones, presiones, mentiras, extorsiones, y chantajes), en los agitados tiempos político-electorales, de campañas acicateadas por encuestas, entrevistas, noticieros, programas ad-hoc –vale recordar la famosa y sesgada parodia El Privilegio de Mandar, siempre a favor del personaje que encarnaba al “Peje”–, para obtener finalmente los propósitos anhelados. Merecen ser recordados los argumentos a favor de los senadores Héctor Osuna, Diego Fernández, Emilio Gamboa, Genaro Borrego, Héctor Larios y César Camacho; y en contra, los de Felipe Vicencio, Javier Corral, Raymundo Cárdenas, Dulce María Sauri y Manuel Bartlett, entre otros, en momentos de “crispación y polarización”, como los llamaría después, en mayo de 2007, ya siendo senador, el incomprensible o inexplicable, Santiago Creel.
La “hazaña de la ley televisa” se consumó, mediática y parlamentariamente hablando, a pesar de la oposición definida, enérgica y vigorosa, de diversas instituciones sociales, académicas, de especialistas en comunicación y columnistas, no siempre coincidentes en su expresión y motivación, con la presentación de la “acción de inconstitucionalidad” de un grupo de senadores de diversos partidos. El martes 5 de junio de 2007, la Suprema Corte anuló el “corazón de la ley televisa”. Invalidó los artículos 28 y 28-A, que permitían a los concesionarios ofrecer servicios adicionales, como telefonía e Internet, sin participar en licitación pública y sin tener que pagar algo al Estado. Además, fue declarada “inconstitucional” una parte del artículo 17-G y del 16, que establecían la subasta pública como medio para otorgar nuevas concesiones de radiodifusión y les fijaba vigencia de 20 años. El tribunal evidenció que la “subasta” sólo favorecía a los grupos con gran poder económico, marginando al resto. El ministro presidente de la Suprema Corte, Guillermo I. Ortíz Mayagoitia, señaló: “El máximo tribunal no hace política. Pero incide en ella de manera apartidista e imparcial”.
Instalada la LX legislatura, se pudo advertir un evidentísimo “enroque de liderazgos partidistas” entre senadores y diputados de la LIX legislatura. Muy pronto surgió la propuesta de la llamada “Ley de Reforma del Estado” o “Ley Manlio”, que diferenciada en 5 partes, desarrolló a toda velocidad la 1ª parte, referida a la “Nueva Ley Electoral”, aprobada el 11 de diciembre de 2007 (351 votos a favor, 86 en contra y 4 abstenciones, entre críticas y cuestionamiento de los partidos chicos), que evidentemente incidió en la reforma del COFIPE (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales), asentando nuevas reglas para las elecciones de 2009 y 2012. Cosas buenas aportó, sin duda, en cuanto a reducción de tiempos y presupuestos de las campañas, aunque dejó fuera otras propuestas valiosas solicitadas por reconocidas instituciones sociales, como la reelección de diputados y presidentes municipales, y peor aún, dejó caprichosa y anticonstitucionalmente en el “limbo” no sólo a la directiva del Instituto Federal Electoral (IFE), sino también su prestigio, valor y calidad, reconocidos y ponderados incluso a nivel internacional.
Además, los legisladores dieron un “pendulazo” de 180°, al parecer para “cobrarse el desdoro y desprestigio” causado por el rechazo social, y más aún, la rectificación de la Suprema Corte a la “ley televisa”, inventándose ahora una argumentación que confunde la “propaganda y/o publicidad política” con el “derecho a la libertad de expresión” de los ciudadanos. Esta es la razón de los “amparos” presentados por diversas agrupaciones ciudadanas en las últimas semanas. Por eso, vale peguntarse si todos los candidatos presentados por los distintos partidos, para ser votados como genuinos legisladores (viene de légere, que es, leer en la realidad, para luego plasmarla en los textos constitucionales), reúnen los requisitos para esa categoría, responsabilidad y dignidad, o son simplemente “jurifantos”, es decir, los que sólo hacen fantasías con la jurisprudencia.


"¡Este trabajo es el que a mi me toca!"

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Fernando Sánchez Argomedo


La realidad internacional y en particular la nacional, retan constantemente nuestra inteligencia y nos invitan cada día más a una necesaria reflexión. Los acontecimientos que estamos presenciando tienen un contexto y una razón de ser, aunque muchas veces parezca irracional.
Como hemos reflexionado en pasadas ocasiones, en México nos encontramos en un proceso de transición que hasta el momento nos esta llevando por la vía de la democracia a transformar el sistema político y social del país.
Vale la pena reflexionar el porqué de los acontecimientos que actualmente vivimos, y el cómo este proceso nos presenta actores y hechos que van configurando ese destino que al final no está definido, ya que depende de los mismos el resultado del proceso.
El elemento esencial de este nuevo modelo de estado se centra en el grado de democratización del país. En otras palabras, si el resultado al que llegaremos culminará en lo que algunos hemos llamado democracia participativa, democracia plena, o Estado Solidario.
Una de las políticas clave de esta transformación ha sido la transparencia, y junto con ello la desmitificación de la figura presidencial. Es evidente que en donde hemos visto las mayores transformaciones ha sido en el poder Ejecutivo, pues de los tres poderes, ha sido el que más se ha abierto al escrutinio y a la transparencia en el país.
Esto ha provocado que el centro de poder ya no sea el presidencial, porque éste se ha distribuido entre diversos actores hoy claves: los legisladores (las dos cámaras), los gobernadores, los partidos, y la sociedad civil.
No pretendo dejar a un lado el poder de los medios, ya que es real. Por el momento dejémoslo como un actor de gran influencia que engloba de alguna forma a todos los demás poderes.
Desafortunadamente, esa transparencia y apertura no ha evolucionado de la misma forma entre todos los actores políticos. Por una parte tenemos a los legisladores que son los que concentran a través del proceso legislativo el mayor poder, por la simple y sencilla razón de que para que el país se transforme, requiere que las instituciones se actualicen y se adecuen a las realidades del entorno global en el que estamos inmersos. Esa actualización pasa irremediablemente por el poder legislativo, y eso lo aprendieron y lo saben muy bien los legisladores.
Es por esto que el poder de muchas decisiones se centra en lo que suceda en las cámaras. Ahí mismo vemos representados muchos grupos políticos y sus intereses. Por eso, pensar en que el legislativo cumpla con su verdadero papel y mas allá se adecue a la nueva realidad, aún está muy lejos. No sólo eso: las iniciativas de ley y las reformas necesarias se han convertido en moneda de cambio de los diferentes grupos para acumular poder o estructurar proyectos políticos.
Los gobernadores también se han convertido cada día más en un poder real en el contexto nacional, pero con sus propias realidades y avances democráticos en cada uno de sus estados.
La CONAGO es un factor importante con una visión mas cercana al Ejecutivo Federal, que al mismo tiempo cuenta con espacios en el Legislativo; sin embargo, aún en muchos Estados el proceso de transparencia, democracia participativa, es muy incipiente. El poder sigue estando en el Ejecutivo local; tal es el caso más evidente del Distrito Federal, Veracruz, Estado de México, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, etc.
Los partidos políticos están viviendo una profunda crisis, tanto de credibilidad como de posicionamiento frente a las decisiones nacionales. Aunque el PAN es el partido más avanzado, no alcanza a definir bien la distancia ni su relación con el Ejecutivo. Esto ha provocado que muchos de sus mismos militantes y funcionarios no tengan clara si su misión es hacer crecer al partido y llevarlo a otro nivel en cuanto a desarrollo e involucramiento con la sociedad, o procurar una mejor relación con el ejecutivo para “buscar o tener” oportunidades y formar parte del presupuesto.
El PRI es un partido completamente desdibujado cuya Presidenta brilla por su ausencia; el poder se encuentra distribuido en diferentes nodos, estando los más importantes en el congreso y luego en los estados. Peña Nieto es la punta de lanza, y se perfila como el candidato más fuerte a la presidencia en el 2012, por su gran manejo mediático y atinadas políticas.
Las preguntas son: ¿dónde quedó la sociedad?, y, ¿realmente Peña Nieto contará con el apoyo de los otros actores? Por lo pronto, en el congreso los priístas son los legisladores con mayor poder, al haberse convertido en los fieles de la balanza.
Del PRD sólo se puede decir que el relativismo ético y sus misma cultura política se ha convertido en su propio enemigo. El relativismo es una filosofía que se destruye a sí misma, ya que si todo es relativo, hasta el mismo planteamiento del que surge tal aseveración lo es.
Aplicándolo al partido, si para ellos todo era “compló”, el mismo argumento se aplicó a su vida interna. Hoy, como siempre, no hay partido, pero tampoco qué repartir. Un PRD que está en banca rota y que ya no tiene posibilidades de llegar al poder por la vía democrática, ya que ni ellos mismos la viven. La pregunta es: ¿a qué le tiran viviendo al margen de la democracia?
Por último, y no por ellos menos importante, está la solución a esta gran urdimbre nacional: la sociedad civil, es decir, todos y cada uno de nosotros. Una sociedad civil preocupada que ve que el tono y la intensidad suben cada día y que requiere de un equilibrio y una exigencia. Ese equilibrio y exigencia debe venir de lo que Don Manuel Arango llamó la “mayoría silenciosa”.
La verdadera transformación de la sociedad se va a dar en la medida en que esa mayoría silenciosa se manifieste con mayor energía e intensidad. No es necesario salir a las calles, pero si poner, con su propia exigencia y su propio ejemplo, los cimientos de este México que todos queremos.
Seguiré con esta reflexión en posteriores intervenciones. Por lo pronto, dejo en la mesa esa gran necesidad de que cada uno de los ciudadanos mexicanos demos un paso adelante y digamos “este trabajo es el que a mi me toca”.

Contradiscciones grotescas: ¡incongruentes!

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Luís Pazos

Los moderados del PRD han dejado solos a los radicales de ese partido por sus conductas contradictorias e intransigentes. Conductas que cada día les restan más simpatizantes. No sólo a ese partido, también a Convergencia y al PT que se aliaron incondicionalmente a los extremistas perredistas.
La primera contradicción de los dogmáticos del PRD es hablar de una resistencia pacífica, a la vez que toman violentamente la tribuna del congreso, atropellan e insultan no sólo a sus opositores, también a miembros de su propio partido.
Dicen buscar el diálogo y clausuran los lugares donde en una democracia se debe dar: el Congreso de la Unión.
Para los radicales perredistas, cerrar calles, insultar al Presidente llamándolo “pelele”, gritarle en sus eventos, empujar a sus colaboradores y difamarlos, es libertad de expresión. Pero cuando alguien osa comparar a su líder con Hitler o Chávez, ponen el grito en el cielo, los acusan de antidemócratas y se hacen las víctimas.
A pesar de esas posiciones contradictorias, violentas e intolerantes de los radicales del PRD, que le quitan toda autoridad moral al partido, tienen el descaro de presentarse como los defensores del petróleo y, lo más triste, todavía hay quienes les creen.
Otra de sus incongruencias es que por cualquier campaña que critica sus actuaciones, exigen a sus autores que digan de dónde sacaron el dinero, mientras que ellos en ningún momento dicen ni transparentan de dónde obtienen los millones que gastan en movilizaciones, acarreos, publicidad y en mantener viva una campaña permanente de los radicales. Éstos viajan y organizan costosos mítines por toda la república y transmiten anuncios en radio y televisión.
El grupo radical no puede hablar de fraude en las pasadas elecciones presidenciales cuando los comete en su propia casa. No se puede hablar de pacifismo, cuando ejerce violencia contra quienes no están de acuerdo. No se pueden pedir cuentas a los opositores, cuando no dan cuentas de sus propias actuaciones.

jueves, 15 de mayo de 2008

Se retira PRD de las tribunas... ¿Qué ganatom?

Fuente: Yoinfluyo
Autor: Lic. Manuel Díaz Cid

Paradójicamente, los perredistas retiraron las mantas con señales de júbilo y con un mensaje a la sociedad diciendo “ganamos”; y la sociedad, que desgraciadamente carece de información adecuada, y con una percepción distorsionada de los acontecimientos, respondió: “Es cierto, ganaron”.
Valdría cuestionar si realmente salió triunfador el PRD de esta situación, y si las diferentes fuerzas políticas salieron bien libradas.
La prensa informó que en medio del choque verbal que escenificaron AMLO y el coordinador de los senadores perredistas, Navarrete, el ex candidato presidencial advirtió a los coordinadores parlamentarios del PRD, PT y Convergencia, que integran el Frente Amplio Progresista (FAP), que el movimiento “soy yo”.
Es decir, nos enteramos de repente que AMLO está por encima de los diputados y senadores que la sociedad eligió como representantes. ¿Cómo pueden estos diputados y senadores ser tan cínicos y reconocer que alguien que no fue designado por la sociedad les indica lo que tienen que hacer?
No son las diferencias entre partidos lo que provoca los problemas, sino AMLO que de manera ilegítima asume un papel que no le corresponde, y hace que los diputados y senadores se sometan a su dirección. La acción rebota tanto al partido en el poder como al PRI, porque evidentemente todos deben tener claro lo que sucede y actuar en consecuencia.
La capacidad de negociación en el mundo de la política es una virtud, pero no todo es negociable. Si se llegara a la conclusión de que el único camino para resolver un problema como el planteado
es el de la negociación, se tendría que aclarar a la sociedad los roles de quienes ocupan la Tribuna, quien (es) les da órdenes desde afuera, y quienes están negociando de parte de la Autoridad; de lo contrario, se prestaría a confusiones en el ánimo popular que es incapaz de seguir los subterfugios que en el orden práctico implementan personajes como AMLO.
Luego de anunciar que el PRD contemplaba la posibilidad de retirarse de las tribunas, se originaron discusiones sobre las consecuencias sobre el hecho. Para algunos es sólo una anécdota más, como lo fue la entrada a caballo de uno de los dirigentes del Barzón, o la ruptura de los vidrios de la Cámara por el “Barrio Gómez”, porque son detalles que ya olvidó la mayoría: el mexicano padece de amnesia compulsiva, y por eso, no tiene capacidad de asombro ni de memoria. Simplemente todo se queda como un hecho insignificante.
Resulta que AMLO se ha indignado por la comparación con Hitler y Mussolini, cuando en realidad, el spot hace referencia a que tanto Hitler, Mussolini como Victoriano Huerta, dieron un golpe de Estado que coincidió con la clausura de la Cámara de Diputados. Eso no quiere decir que se haya mencionado “AMLO es como Hitler, o como Victoriano Huerta”; sencillamente se hizo referencia a cosas que habían pasado.
Pareciera que en México nada tiene importancia, todas las cosas se vuelven relativas y circunstanciales –como el hecho de que la presidenta de la India se fuera con la pésima impresión de que en México no hay autoridad para convocar un pleno en la Cámara y hacer una recepción como estaba ofrecida–.
Se puede pensar que esta es una postura exagerada y que en los días del debate cabe la posibilidad de introducir la propuesta de AMLO; y mientras Estados Unidos perfora en el lecho del mar, aquí lo único que se consigue con el “debate” que pide el PRD es proteger a los que dice odiar –a los consorcios petroleros internacionales, particularmente a los norteamericanos–. Ellos ganarán y nosotros saldremos perdiendo, pero eso sí, defendiendo nuestros recursos y los derechos del pueblo. Se culpa de sembrar el odio contra AMLO, pero yo no le odio ni pido a la sociedad que le odie. Sólo expreso que está equivocado en su propuesta sobre la reforma de la extracción del petróleo y los recursos energéticos estratégicos de nuestro país, y allí todos tenemos derecho a opinar y debatir las ideas porque eso enaltece la política.
¿Quién ha sembrado el odio?, ¿quién califica si alguien es o no un traidor a la patria por estar en desacuerdo con AMLO? Nadie más que AMLO. Ahora cambia su discurso en la última reunión en el Zócalo, señalando que “el amor debe hacerlo todo”. Sin embargo, su discurso no concuerda con la nota que declara que una mujer amenazó de muerte a Ruth Zavaleta, por traidora. Si eso no es sembrar el odio, ¿a qué se refieren los perredistas?
Se podría ahorrar tiempo si todos aceptáramos que AMLO fuera el dictador de México, porque al parecer, él sabe cómo resolver lo que sucede, las mejores alternativas, ¡y no acepta que lo contradigan!, como le indicó a Carlos Navarrete. Guardando las distancias, es Luís XIV diciendo a sus ministros: “el Estado soy yo y nadie más podrá modificarlo”. Es la visión de AMLO la que pone en jaque a la democracia en nuestro país.
Una percepción negativa de la sociedad referente a AMLO y a su partido golpeará los equilibrios de la representatividad en nuestro país, y el año próximo se pueden presentar elecciones en las Cámaras con cambios trascendentales. Por lo pronto, aunque se hayan retirado los ocupantes de las Tribunas, parece que el PRD no cambia su postura: obedecen aún a AMLO que dice “NO” a la reforma energética, como la entiende un buen número de mexicanos en este país.


Los "Progresistas" y sus dos varas

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Un polémico anuncio en la televisión mexicana, que compara al líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador con los dictadores Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Augusto Pinochet, encendió más el debate sobre un proyecto de reforma energética clave para el Gobierno.
Como parte de varias protestas dirigidas por López Obrador, legisladores de izquierda llevan diez días con las tribunas del Congreso tomadas en demanda de un extenso debate sobre la iniciativa que envió el presidente Felipe Calderón.
La toma de tribunas ha forzado a las otras bancadas a sesionar fuera de sus recintos habituales, algo que no ocurría hace casi dos décadas, cuando fue destruido por el fuego el recinto parlamentario.
En el anuncio, que se transmitió por primera vez en la cadena Televisa, se afirma que los izquierdistas -encabezados por el Partido de la Revolución Democrática (PRD)- clausuraron en México el Congreso, al igual que lo hicieron Hitler en Alemania, Pinochet en Chile o Benito Mussolini en Italia.
En el aviso, de 30 segundos y que ya levantó protestas de la izquierda, aparecen imágenes de Pinochet cruzado de brazos y de Hitler y Mussolini pronunciando discursos, seguidas de otra donde López Obrador habla ante seguidores.
"Esto no ayuda en nada a la discusión de la reforma energética," dijo el diputado del PRD, Cuauhtémoc Sandoval, uno de los parlamentarios que tomó la tribuna de la cámara baja el 10 de abril. "Tiene la carga de la guerra sucia de la campaña electoral del 2006," agregó.
El diputado hizo referencia a una publicidad del derechista Partido Acción Nacional (PAN), de Calderón, durante la campaña rumbo a las elecciones presidenciales del 2006, en la que aseguraba que López Obrador, entonces candidato izquierdista, era un "peligro para México."
En esto me permito anotar, haciendo alusión al dicho: “ante los hechos salen sobrando los argumentos”, quien haya sido que inventó dicho spot dijo una gran verdad.

Sandoval dijo que su partido pidió al Instituto Federal Electoral que retire el aviso porque viola una reforma electoral que prohíbe a particulares comprar tiempo en medios de comunicación para denigrar a partidos o a políticos.
El anuncio -que en su parte final asegura: "nuestra democracia esta en peligro, nuestra paz está en riesgo, México no merece esto"- está patrocinado por la asociación Mejor Sociedad Mejor Gobierno, que preside, de acuerdo a medios locales, el empresario Guillermo Velasco.
Velasco dijo el sábado en declaraciones publicadas por el diario El Universal que mantendrá al aire el aviso mientras tenga dinero para seguir pagándolo. Analistas dicen que Velasco es muy cercano al ex presidente Vicente Fox, también del PAN.
Aunque diputados oficialistas criticaron el anuncio y pidieron su retiro del aire, Sandoval responsabilizó a esa fuerza política de ser la responsable de su difusión.
Lo contradictorio de este asunto, y en el cual se ve que los “progresistas” tratan a toda costa de imponer su criterio a ultranza, es que ellos difunden abiertamente la propaganda de que AMLO es el presidente legítimo y hacen mofa del Gobierno e Instituciones legales y ni quien les diga nada, lo cual está bien dada la libertad de expresión que es una de las virtudes de la democracia.
Sin embargo, en cambio protestan –y lo peor es que el IFE le dio la razón-- por un video que deja al video-escucha la libre interpretación, la cual claro está que --dadas las circunstancias actuales-- lleva a este a establecer la vinculación con AMLO.
En todo esto se denota una cosa más clara que el agua purificada, que los “progresistas” tienen dos varas para medir, la que mide sus actos y la que mide los actos del otro. Situación que resulta como el volado de mi compadre Liborio: “Si sale águila tu pierdes y si sale sol yo gano”.
El proyecto del Gobierno incluye dar mayor autonomía al monopolio petrolero estatal Pemex -que sufre una franca caída en su producción- para que pueda reinvertir excedentes.
La izquierda afirma que lo que en realidad busca la reforma es privatizar Pemex, al que muchos ven en México como ícono de soberanía nacional tras la expropiación petrolera de 1938, y alrededor de la cual existen muchos mitos.
La diferencia entre una y otra postura es que el Gobierno presenta su propuesta perfecta y razonadamente analizada, y la somete a que se debata en el Congreso; y los “progresistas” quieren a toda costa que se haga la voluntad de López Obrador.
Actualmente, no creo que haya un mexicano con uso de razón –excepto los paniaguados de AMLO cuya capacidad de razonar está en duda-- que apoye al Peje en sus deseos de destruir a México.
Usted ¿qué opina?

domingo, 4 de mayo de 2008

¡Más respeto a las Adelitas!

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Fernando González Mora

Sin duda y sin discusión, el brutal descontón que el 9 de abril le propinaron los amarillos a las cámaras ha sido criticado severamente por la mayoría de la sociedad. Lo mismo el que las hordas femeninas, con atuendos nuevos, arreadas para protestar, vociferar, amenazar y cercar los recintos legislativos, se denominen “adelitas”.
También ha sido criticada la falsa asamblea informativa que presidiera el caudillo AMLO en el Zócalo el domingo 13 de abril, y la ridícula huelga de hambre, de un día, que hicieron 17 senadores y 29 diputados amarillos en el Senado y que, según ellos, cumplió su objetivo: defender los intereses de la nación y de la sociedad... ¡“ ‘Pa’ su mecha” dijo el choco!
Millones de mexicanos están en permanente huelga de hambre y nadie los reconoce como defensores de la patria. Ante tamaños escándalos y desorden, inútiles resultan los esfuerzos de los amarillos por explicar lo inexplicable y justificar lo injustificable, como es haber clausurado las funciones legislativas en su recinto, violado el respeto a las instituciones, negado el derecho a pensar diferente y alterar el orden de la metrópoli. Una agresión mortal y grosera a la democracia. ¿Cuánto le ha costado y costará, en dinero, este circo a la nación? ¡Eso sí, un vidrio no se ha roto!
Nada de lo hecho por AMLO y sus pandillas, por la defensa del petróleo –crónica adelantada– tiene razón ni sustento, porque no hay por parte del gobierno la intención de privatizar la industria petrolera, y mucho menos venderla a intereses extranjeros. Nunca nadie lo ha dicho privadamente, ni declarado públicamente, ni existe en la propuesta del Ejecutivo ni en texto alguno.
El asunto es de interés nacional, aunque en la realidad ni Pemex, ni el petróleo, ni sus utilidades sean de los mexicanos; el tema se discute en las banquetas, hogares, cafés, cantinas y abundantemente en los medios. Todos hablan. Lo mismo fanáticos del no, que expertos en la materia.
Pero sustantivamente el debate debe darse en las cámaras, pues son los senadores y diputados quienes tienen el deber y responsabilidad de elaborar los compromisos, obligaciones, leyes y facultades, bajo las cuales se desempeñará Pemex.
Pero nunca la violencia, alteración del orden y clausura, como de la que hicieron víctima a la Cámara de Senadores y de Diputados. Nunca, de ninguna forma, ya sea cobijándose en la historia, recurriendo al nacionalismo ramplón, o a todas las fantasías que sean capaces de crearse, podrá justificarse la barbarie.
AMLO y sus secuaces pretextan y exigen un debate nacional que está en todos lados... Es la función de las cámaras, casa del pueblo, ahí están representados todos los ciudadanos mexicanos y todas las entidades que forman la república.
La oposición, que existe, tiene cabida y es parte de todo régimen democrático. Tiene el derecho de proponer, opinar y disentir, pero no de imponer ni de descalificar. Menos de amenazar y peor de agredir, como los amarillos lo han hecho, con tamaña bestialidad e impunidad, que hasta quienes se deformaron política y socialmente en un régimen vertical, como los líderes camarales, Beltrones y Gamboa, se asombraron, casi espantados.
Las Adelitas significan y son un suceso único e irrepetible que obedeció a diferentes factores, como opresión, pobreza, desigualdad, necesidad de libertad de expresión y voto libre, justicia, educación, posesión de la tierra, etcétera.
En 1910 estalló la revolución, y conforme pasaba el tiempo crecía la bola, como llamaron popularmente al movimiento armado. Pronto las mujeres siguieron a los hombres: madres, esposas, hijas, hermanas, y también solteras, respondiendo a su naturaleza y a su cariño, lealtad y solidaridad con sus hombres.
Silenciosas y decididas, discretas y valientes, desempeñaron por su propia voluntad diversas tareas que fueron de simple acompañante, a cocinera, remendona de ropa, cargadora de armas y municiones, mensajera, espía, telegrafista, enfermera, maestra, concubina, etcétera.
Nadie las convocó, ni reunió, ni acarreó, ni les pagó suma alguna. No fueron ni manipuladas ni engañadas. Caminaron, marcharon y corrieron junto a sus hombres o atrás de ellos, a pie, a lomo de mula o en ferrocarril, para morir, matar o salvar la vida, sin gritar, ni insultar ni amenazar.
Estas ejemplares y heroicas mujeres que de un motivo hicieron su verdad, son ejemplo de valor, heroísmo y de patriotismo, por lo que debe respetárseles y no usurpar su nombre y menos ponerlo al servicio de intereses de grupo o de ambiciones personales.
Estas Adelitas que hoy son caricaturizadas, también fueron conocidas como Valentinas, y al constitucionalizarse el Ejército, como juanas y guachas, a mucha honra. Famoso y popular corrido dice: “Y si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra, si por tierra en un tren militar...”. ¿Qué corrido podría escribirse sobre las gritonas brigadistas –que no harán historia– que ensordecen el ambiente desde el 9 de abril y que amenazan con hacer el desorden más gordo y caótico?
Ojo: en el Zócalo, el caudillo bananero propuso para el debate invitar a expertos extranjeros y del Ejército Mexicano, para que éstos, además, opinen si la seguridad nacional se pone en riesgo al abrirse el sector.
De paso, acusó de deshonestos a los ministros de la SCJN por encubrir a políticos corruptos y a delincuentes de cuello blanco; como siempre, sin nombres ni pruebas. El 11 de abril, Ricardo Alemán, en su Itinerario Político, escribió:
“Todos sabemos que el responsable del discurso que disparó la ‘resistencia civil’, fue el senador Ricardo Monreal. Sí, el mismo que en 1997, en calidad de priísta, se negó a reconocer la mayoría de la oposición en la Cámara de Diputados, con lo que se desbancó la hegemonía del PRI en el congreso. ¿No es de risa que Monreal ahora se presente como adalid del diálogo y la democracia?”.
En todo este rollo de hacer la guerra contra la reforma energética y contra la democracia, ¿se puede hablar de moral, ética y verdad? ¿Se puede ignorar que la mayoría de los ciudadanos está a favor de la reforma y de que la apruebe el Senado? No tiene la menor importancia. En la vorágine de la política, ¿qué papel juegan los supremos intereses de la nación y del pueblo? Ninguno.
Mientras la nación se agita por la reforma energética, en San Juan Copala, Oaxaca, pueblo de la comunidad Triqui, Felicitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, de 22 y 24 años, fueron asesinadas, supuestamente, por caciques de la región, molestos por la labor social radio-informativa, que realizaban.
Pero, son indias, de una comunidad de indios. Los valles, la sierra y la montaña de Oaxaca son de una belleza impresionante y de una riqueza diversa y abundante y sus moradores son pobres, marginados, olvidados…


Hay que llamarlos po su nombre: ¡golpistas!

Fuente: Yoinfloyo.com
Autor: José J. Castellanos

Las acciones golpistas que protagonizan el PRD y sus aliados del FAP en el Congreso y en su seno, revelan, una vez más, la naturaleza antidemocrática de ese partido, y lo ubican con claridad entre los denominados “partidos antisistema”, cuya lógica de actuación consiste en aprovecharse de los beneficios de un sistema democrático que les da cabida, para acabar con dicho sistema. No es el primero ni será el último que aparezca en la historia.
Por ello, el calificativo de “fascistas” que se les ha endilgado en distintos medios –prensa escrita, radio y televisión– y de diversos modos –artículos, entrevistas, desplegados y videos pagados en la TV–, se ajusta a una realidad sociopolítica que, por certera, permea en la sociedad mexicana.
Hoy se puede calificar a ese partido –mientras no se libere de la influencia nefasta de quien lo conduce al precipicio– el calificativo que se aplicara a su candidato durante el proceso electoral de 2006: es un peligro para México.
Ubicado dentro de un extremismo maximalista en donde sólo sus chicharrones truenan, el grupo que tomó la tribuna del Senado y la Cámara de Diputados, con las “adelitas” que como fuerza de choque bloquean estas instituciones fundamentales del Estado Mexicano, ponen a sus respectivos partidos en riesgo.
La legislación vigente obliga a que los partidos se comprometan a respetar las instituciones del país y el juego democrático. Con sus conductas, no cumplen ni lo uno ni lo otro. Ellos han violado la Ley y quienes debieran actuar para aplicarles las sanciones correspondientes, no hacen nada.
En cambio, el Instituto Federal Electoral ya ha adoptado dos medidas cautelares para limitar la libertad de expresión, base de las libertades políticas. Ordenó la suspensión de la transmisión donde Mejor Sociedad y Mejor Gobierno A.C., comparaba el golpismo del FAP con golpes fascistas y autoritarios, interpretando el artículo 41 de la Constitución, que dice:
“Ninguna otra persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra de partidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular”.
Si de por sí esta disposición contradice lo señalado por el artículo 6º Constitucional en relación a la libertad de expresión, se había pensado que era aplicable en el curso de los procesos electorales. Pero no, ahora resulta que ningún mexicano, dizque por aquello de la equidad política, puede pagar un anuncio en los medios electrónicos en contra de los partidos políticos, aunque éstos violen la ley, pues se le califica como propaganda política.
Estas disposiciones hablan de equidad, cuando los partidos políticos reciben millones de pesos para su vida y su propaganda con tiempos gratuitos del Estado Mexicano, y los particulares difícilmente podrían reunir una cantidad semejante al subsidio más bajo de un partido. ¿Esto es equidad? ¿Se justifica por ello cancelar o disminuir la libertad de expresión de los mexicanos?
En la práctica, esta reforma constitucional introducida dentro de la llamada reforma electoral, es una regresión que pasa sobre una garantía individual que es, precisamente, base de las libertades políticas de los mexicanos, que son anteriores a los partidos políticos, por más que se denominen “de interés público”. Estamos ante el primer efecto de una libertad afectada como consecuencia de la partidocracia que ha prevalecido en este tipo de decisiones.
Pero no sólo los particulares somos afectados en esta materia. Hasta los partidos políticos que votaron dicha reforma, ahora sufren las consecuencias, pues el mensaje elaborado por el PAN para criticar la toma del Congreso por los miembros del FAP, también fue retirado por el IFE, aplicando un enunciado más del artículo 41 de la Constitución:
“En la propaganda política o electoral que difundan los partidos, deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas”.
Informar sobre lo que ilegalmente hacen otros partidos ha sido interpretado como una propaganda política que denigra a los partidos que violan la Ley. Denigrar, dice el diccionario, es “deslustrar, ofender la opinión o fama de una persona, o injuriar, agraviar o ultrajar”. ¿Acaso no son los actos mismos de los golpistas del Congreso los que crean su mala fama? Con este tipo de acciones, ¿acaso se puede tener una buena opinión sobre los golpistas? Los hechos son los hechos.
En fin, el golpismo perredista está tan arraigado, que hasta Jesús Ortega lo ha denunciado hacia el interior de su partido.
A los corruptos, dice cierta campaña de valores, hay que llamarlos por su nombre. A los golpistas fascistas, también.

De los "bejaranos" y "los chuchos" ... ¡a los !emos"!

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: José Manuel Ortiz

Hace algunas semanas, cuando la principal noticia nacional estaba relacionada con el cochinero (aún inconcluso) de las elecciones en el PRD, los medios difundieron la nota de otro enfrentamiento entre tribus, sólo que éstas diferentes a las confederadas alrededor de los “bejaranos” y los “chuchos”.
Los miembros de esas llamadas tribus urbanas, son reflejo de una sociedad en la que los jóvenes se reúnen con el objetivo de lograr la identificación con un grupo.
Más allá del impacto que puede tener en los medios la presentación de un grupo de jóvenes que lucen de manera peculiar, este tipo de grupos reflejan la importancia de la aceptación en ciertas etapas de la vida.
Los movimientos urbanos se expresan a través de indumentaria, música, literatura o alguna otra expresión cultural o pseudocultural, como pudiera ser el grafiti.
Más allá de las diversas clasificaciones y tipos de tribus urbanas, la gran mayoría de estos grupos coinciden en que son adaptaciones de movimientos urbanos de países desarrollados. Crisis políticas, económicas, o incluso culturales, en algunas naciones dan origen a modos de expresión de grupos de jóvenes que reaccionan a las condiciones imperantes en su sociedad.
Los movimientos urbanos no son nuevos. Por ejemplo, los pachucos, a mediados de los veinte, se conformaron por jóvenes de origen mexicano en Estados Unidos, los cuales, al no asimilarse a la cultura estadounidense, no sólo adoptaron una forma de vestir particular, sino que empezaron a expresarse en sus propios términos, mezclando vocablos en español e inglés, creando el “spanglish”. Esa expresión social tuvo su auge en México en los cuarenta, y eventualmente dio pie a los “cholos”, que se ven principalmente en las ciudades fronterizas del norte del país.
Años más tarde, nuestro país, lugar de residencia por algún tiempo de uno de los fundadores de la generación “beat”, tuvo su propia generación de jóvenes bohemios que vestían de negro, utilizaban boina y descifraban al mundo en pláticas de café.
Los “beatniks”, con sus ideas de “liberación” y el rechazo a la guerra y al consumismo en Estados Unidos, dieron origen al movimiento hippie en los setenta. En nuestro país no nos quedamos atrás, y con algún tiempo de diferencia tuvimos nuestra propia versión en los grupos de “jipitecas”, que pretendían abrazar la moda y el modo de vida de esos grupos.
Más adelante, durante los setenta, como consecuencia de la falta de oportunidades en algunas sociedades como la británica, surgieron grupos de jóvenes que, con una visión pesimista, desesperada, destructiva, autodestructiva y agresiva hacia la sociedad, dieron origen a grupos de punks (basura). Esos grupos fueron asimilados por algunos grupos de jóvenes en nuestro país, dando origen a nuestros “punketos”.
En la Francia de la posguerra, algunos obreros empezaron a vestir de negro y a pintarse de negro para dar a entender que estaban muertos por el sistema. Esa visión depresiva y sarcástica dio origen a la integración de grupos de jóvenes en Europa y Estados Unidos, identificados como grupos oscuros (dark), los cuales fueron inspiración para otra tribu urbana involucrada, los “darketos”, que se pueden identificar por sus indumentarias negras.
A finales de la década de los noventa, con el crecimiento económico de la clase media en países como Estados Unidos, un creciente grupo de jóvenes se encontró con una expectativa de vida casi resuelta, lo que generó que algunos de ellos buscaran alguna forma de expresión propia que se dio a través de la manifestación de sus emociones y de la búsqueda de elementos para sentirse emocionalmente deprimidos. Ese grupo de jóvenes es identificado por su “emotional hardcore”, y son conocidos como “emos”. Nuestro país, como consecuencia de los medios de comunicación, adoptó también su propia generación de “emos”.
Finalmente, otra característica que comparten esas tribus urbanas en nuestro país, es la adopción superficial de la manera de ser de esos grupos, toda vez que en muchas ocasiones todo se reduce a vestirse de acuerdo a ciertos estereotipos o escuchar algún grupo musical que toque ese tipo de música.
De esta manera, lo más preocupante no son las discusiones que pudieran tener entre ellos o su apariencia, toda vez que simplemente vestirse de cierta forma para sentirse parte de algo nos habla de la necesidad, en ocasiones no satisfecha, de sentirse aceptados e integrados a un grupo. Y es que, como decía G.K. Chesterton: “A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro”.


Como colaborar para erradicar la pobreza

Por: Antero Duks


Pobreza, ¿qué es la pobreza? Indiscutiblemente hay dos tipos de pobreza: espiritual y material. Nos referiremos a la segunda, que consiste en carecer de los recursos indispensables para satisfacer las necesidades básicas para subsistir con dignidad.
Al tratar este tema, conviene recordar que los bienes de la tierra tienen un destino universal, están para ser disfrutados por todos. Por eso, quienes tienen el legítimo poder de gobernar un territorio han de procurar la justa distribución de los recursos entre los habitantes de la circunscripción a su cargo. Y, los miembros de la sociedad han de conservar los recursos con sentido de responsabilidad y han de estar atentos para no acumular aquellos que les resulta un excedente y provocarían carencias en otros.
Entonces, el combate a la pobreza no es sólo a nivel político sino también a nivel social. .
Aquí trataremos del papel y las distintas actitudes correspondientes a la mayoría: a los ciudadanos.
Es evidente la variedad de causas de la pobreza, unas provienen de la estructura social, otras del agotamiento natural de los recursos, pero, también es necesario reconocer la culpabilidad personal por no poner los medios a nuestro alcance para mejorar las condiciones de vida, con una visión amplia, comunitaria.
Respecto a la estructura social, hemos de afrontar la necesidad de hacer cumplir las promesas del gobierno. Por un lado, preocupados por fomentar el protagonismo de la opinión pública para hacer cumplir las propuestas. Pero, por otro lado, cabe revisar el modo de alivianar la carga de esas promesas, comprometiéndose para colaborar. Muchas veces, puede ser mediante un trabajo desde la propia especialidad para reducir costos de operación; otras veces, conservando los servicios que se han puesto en marcha, para evitar el despilfarro e incrementar el rendimiento. Es frecuente encontrar actitudes inmaduras en donde los ciudadanos carecen de reciprocidad con el esfuerzo de los gobiernos, y lo poco o mucho que reciben, se deteriora, y las instituciones que se montan son maltratadas o saqueadas, o en el mejor de los casos, abandonadas por falta de mantenimiento.
Es necesario plantearse, a nivel horizontal, entre los ciudadanos, una manera espontánea de ayuda mutua en donde cada uno vele por la buena marcha de las instituciones y de las conductas, descubra corruptelas e impida que se hagan costumbre. Todo ello, sin esperar a que entren en funciones los sistemas políticos de supervisión.
En este rubro, también cabe, a quienes tienen recursos personales y materiales, crear fuentes de trabajo que ayuden a elevar las condiciones de vida de muchas personas que solas no podrían sostenerse. De los empleados se espera compromiso para conservar la institución mediante un trabajo honesto y, compromiso para mejorar dicha institución gracias a las sugerencias que planteen desde el nivel laboral correspondiente. Desgraciadamente, hay personas envenenadas por resentidos sociales que en vez de tener una actitud positiva y colaboradora, tratan de hundir a sus empleadores sin darse cuenta de que los más afectados son los empleados, por destruir oportunidades.
Respecto al agotamiento natural de los recursos, todos hemos de afrontar la necesidad del buen uso y el cuidado de los recursos no renovables como el agua, los energéticos, etcétera. Algunos profesionales han de investigar para encontrar nuevos productos y sustituir a los que desaparecen.
Cuando se utilizan productos renovables, es necesario cuidar de no destruir las especies por una explotación irracional y planear el modo de mejorar la reproducción. En este aspecto hace falta una campaña educativa para impedir la desordenada tala en los bosques y cuidar la reforestación, cuando se trata de la vegetación. Con los animales sucede algo semejante, conviene respetar los tiempos de veda para detener en esas épocas la caza y la pesca.
También se debe impedir la irrestricta contaminación debido al arrojo de desechos en ríos, mares o atmósfera. Si las personas cuidáramos el uso de los productos habría menos producción de basura y, como necesariamente la hay, conviene acostumbrarse a separarla para darle el uso adecuado. Muchas veces el procesamiento de la basura es una fuente de ingresos. Por ejemplo, la basura de productos perecederos puede aprovecharse como abono. Hay desechos reciclables: el papel, el cartón, algunas láminas. Los envases de vidrio sometido a procesos de limpieza pueden recuperar su función original.
La culpabilidad personal es un asunto difícil de reconocer, pero tiene relación con la pobreza. Hay quienes, por diversos motivos, han experimentado la ayuda de los demás cuando estuvieron en circunstancias críticas, esto es, si por enfermedad perdieron el empleo y encontraron quien les tendiera la mano, provoca una actitud conformista que instala a algunos en eternos dependientes y, aunque hayan recuperado la salud encuentran pretextos para no incorporarse al sistema laboral. Tal gravosa actitud necesariamente produce empobrecimiento.
Cuando verdaderamente alguien quiere salir de la pobreza busca empleo en donde lo hay aun cuando suponga esfuerzo para adquirir las habilidades y, vencimiento personal para superar el natural disgusto por no encontrar la actividad para la que se tiene aptitudes y preparación. En este caso, un bien pensado plan de ahorro puede forjar con el tiempo, un capital con el que se pueda iniciar un trabajo más ad-hoc.
Y, precisamente, la falta de previsión y ahorro, lleva a muchas personas a pasar de una situación regularmente desahogada a sufrir de graves penurias por un endeudamiento poco planeado que repercute en todos los miembros de la familia.
Aunque es cierto que hay personas que sufren las injusticias sociales y por ello la pobreza les resulta un callejón sin salida, hay bastantes más que la sufren culpablemente. En este último caso, la receta es laboriosidad, responsabilidad y flexibilidad para estar dispuesto a desempeñar cualquier cargo u oficio.
Estas ideas aparentemente sencillas están al alcance de cada uno y, precisamente porque nos competen, pueden evadirse si adoptamos el mecanismo de defensa de culpar a otros de ponernos obstáculos para llevarlas a cabo.
Asumamos nuestros compromisos y ayudémonos a sostener los propósitos personales y sociales en este tema inagotable. Estudiemos cada aspecto y concretémoslo según nuestras posibilidades, desde nuestra familia y nuestra posición en el entramado de la sociedad.



Ante juglares golpistas y maquiavelos ególatras

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Federico Müggenburg

En la Edad Media no existían la gran variedad de medios de entretenimiento que hoy existen. La vida era muy distinta y estaba más centrada en los procesos y los fenómenos naturales.
Difícilmente podemos imaginarnos que sólo eventualmente llegaran a los centros de población los “juglares”, que pueden considerarse un antecedente y/o componente de lo que después se llamó circo y se consolidó como uno de los entretenimientos de mayor calidad.
Los “juglares” divertían a la gente con sus cantos, sus versos, sus melodías, sus juegos de palabras y sus magias, sus piruetas y acrobacias. Para ellos todo era broma y diversión, nada era serio… y los espectadores así lo entendían. Se trataba de momentos de entretenimiento, diversión y descanso.
Han pasado varios siglos, las costumbres han cambiado, mas los “juglares” siguen apareciendo por aquí y por allá, sólo que en este tiempo se caracterizan más por ser “juglares de las ideas”, que causan dudas, confusión y desconcierto entre los que los escuchan.
El grupo más claramente identificado, es el que circunda al “juglar mayor de Macuspana”, Andrés López Obrador. Algunos de sus asistentes son creadores de libretos –Manuel Camacho, Porfirio Muñoz Ledo, Juan Ramón de la Fuente–, otros son simples bufones y arlequines, desde irónicos hasta violentos –Fernández Noroña, Víctor Hugo Círigo, René Bejarano, Hugo Jarquín–, y las más recientes variedades de “adelitas”, como –Alejandra Barrales, Clara Sheinbaum, Dolores Padierna, y Jesusa Rodríguez–, algunas hasta habilidosas “tuberas”.
Eso sí, todos enredados en una invención juglaresca sobre la imaginaria “privatización” de PEMEX que, por ahora, ¡nadie ha planteado! Estos “juglares perredistas” se inventaron la “privatización”, y así directo, se lanzaron contra ella, organizando manifestaciones, concentraciones y declaraciones, con la aparente pretensión de sabotear el proyecto de la ley de “Reforma Energética”, pero realmente, para tratar de ocultar o tapar todo el “cochinero electoral” y la “fractura total” del partido del antiguo “sol azteca”, que ahora pasó a ser del “sol menguante”.
El otro vector de la lucha contra la ley de la “Reforma Energética”, es el de los “maquiavelos ególatras”, encabezados por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, que por tanto navegar con la bandera de “fieles de la balanza”, entre el PRD y el PAN, chantajeando a favor de “su causa, su proyecto y su gente” –les resultó con la “ley electoral” y la menguada “ley fiscal”–, ahora empiezan a pagar los platos rotos con la burla que desde distintos medios, pero principalmente desde la revista Proceso, que han identificado a Manlio Fabio como el “Padrino Don Beltrone”.
El exceso violento de los “juglares” y sus huestes, el pasado 10 de abril, con el asalto al Palacio Legislativo de San Lázaro, provocaron una reacción e indignación que quizá no esperaban. El día 15, Federico Reyes-Heroles publicó su habitual artículo, titulado “GOLPISTAS”, siendo muy bien rubricado con la frase final: “el ‘líder moral’ de la izquierda es un golpista y sus seguidores, cómplices”.
El 16 de abril, un grupo de pensadores (intelectuales, dicen otros), publicó una inserción en los medios escritos, señalando que “el golpe de fuerza cometido el 10 de abril por los legisladores del Frente Amplio Progresista, violenta el orden democrático”.
Luego intervendría el 17 de abril, el ingeniero e historiador Enrique Krauze, señalando: “La resistencia civil no tiene nada de pacífica; tanto así, que si Gandhi volviera a nacer y viera lo que están haciendo los miembros del Frente Amplio Progresista, se volvía a morir”.
El día 17, Claudio X. González, líder del “Consejo Mexicano de Hombres de Negocios”, aseguró que “atentar contra las instituciones del país es ‘golpismo’, el cual lleva al autoritarismo y a consecuencias negativas”.
El día 18, se publicó una inserción en todos los medios escritos de la ciudad de México, firmada por el “Consejo Coordinador Empresarial A.C.”, señalando: “El sector empresarial condena enérgicamente las manifestaciones de intransigencia y cerrazón que atentan contra las instituciones… Es incongruente que una minoría exija debate al mismo tiempo que sitia el Congreso”.
Ese mismo día en la noche empezó a exhibirse, en tiempos estelares de la televisión nacional, un “spot” titulado “¿Quiénes clausuran el Congreso?”, elaborado y difundido por Guillermo Velasco, Presidente de “Mejor Sociedad, Mejor Gobierno”, en el que se compara a López Obrador con Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Victoriano Huerta… por ¡GOLPISTAS!… ( ver en: http://www.msmg.org.mx).
La reacción de los afectados por la secuencia de la contundente argumentación, que va desde Federico Reyes-Heroles, hasta Guillermo Velasco, pasando por toda la gama de instituciones, comentaristas de los medios, y ciudadanos normales indignados, se ha concretado en exclamaciones de lloricones y plañideras, como: “Demandarán al IFE retirar promocional de la televisión. Reclaman ilegalidad de spots antiAMLO”.
“El espot contra AMLO, ‘orgía de venganza pueril’ ”, señaló Carlos Monsivais (alguna vez Octavio Paz le dijo: “Usted en lugar de ideas tiene ocurrencias”). Falta aún el efecto de la anunciada “queja” que presentará el PAN ante el IFE, por las violaciones de los opositores golpistas al Código Electoral, por la toma de las tribunas del Palacio Legislativo, lo que implicará sanciones para el PRD.
La lluvia de acusaciones mediáticas en contra de los calificados de “ultras”, estuvo perfectamente identificada desde 1977 por Augusto del Noce en su libro “Italia y el Eurocomunismo. Una estrategia para Occidente”.
“Hay que reducir a los adversarios al silencio, acusándolos de fascistas, pero no en el sentido histórico que este término sugiere, sino en el significado que Gramsci le da, identificando fascismo con ‘represión’, entendida de forma que englobe todos los valores afirmados por la tradición, incluidos los diez mandamientos”. (sic)

El petróleo y sus mitos

Fuente: Yoinfluyo
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Estamos a setenta años de la sobada expropiación petrolera que tantos dimes y diretes ha provocado. Saldrán a la palestra los eternos panegiristas del general Lázaro Cárdenas del Río, otro personaje de nuestra historia que han convertido en un mito. El hombre, que fue presidente de la República de 1934 a 1940, como todo ser humano tuvo sus virtudes y sus grandes defectos, pero claro, fue de los presidentes emanados del Partido Nacional Revolucionario –del que también fue presidente-- y con eso está dicho todo.
A “Tata” Lázaro lo convirtieron –los componedores de nuestra historia oficial-- en un gran héroe, intocable, casi en un Dios, y es objeto de grandes alabanzas precisamente en lo que quizás menos mérito tiene –y quizás sea al revés--, la expropiación petrolera y el la cuestión agraria.
Los viejos trabajadores petroleros mexicanos --conocí a varios durante mi estancia en la huasteca veracruzana allá por los años 1968-72-- tenían bien sabido que la expropiación se hizo porque los estadounidenses la apadrinaron. Por esas fechas (1938), en que el peligro de guerra estaba latente, a los estadounidenses les convenía, es más lo querían, echar fuera de México a los capitales europeos, entre los que destacaban principalmente ingleses, y en menor cuantía holandeses y alemanes. Entonces, con la habilidad que caracteriza a nuestros vecinos del norte en estos menesteres, alebrestaron a los trabajadores, sirviéndose hábilmente para ello de un connotado líder como fue Vicente Lombardo Toledano, brillante abogado y poseedor de una gran inteligencia. Claro que a los gringos les costó también perder sus inversiones que en el petróleo tenían en México, pero aplicaron perfectamente bien el dicho mexicano: “no dieron paso sin guarache”, y si, perdieron sus inversiones, pero ganaron: echar a los europeos y quedarse amos y señores de toda la tecnología para la explotación y refinación del petróleo mexicano, como quien dice todo, situación que duró por muchos años.
En una foto histórica, en la que aparece el Gral. Cárdenas leyendo el Decreto de Expropiación, a su diestra está el embajador estadounidense Josephus Daniels, apadrinando o atestiguando –llámele como quiera que para el caso es lo mismo-- el acto. Inglaterra rompió relaciones con México, que no reanudó sino hasta 1942, cuando México declaró la guerra al Eje y se alineó con los aliados
Por cierto que en la penetración del capital extranjero para apoderarse del petróleo mexicano, tuvieron que ver factores netamente de mexicanos, como fueron primero el miedo de los capitalistas para invertir en la exploración, y segundo la corrupción a ultranza de jueces y notarios en la adjudicación de terrenos. Esto nos lleva a considerar que ver lo malo sólo para un lado es irracional.
Contaban también los viejos trabajadores petroleros que hasta el General Cárdenas fue guardia blanca de las empresas petroleras extranjeras en esa región, hasta eso.
Por otra parte, con la expropiación, y en la forma que se fraguó, dio lugar al nacimiento de un monstruo, como es Sindicato Único de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SUTPRM), que desde entonces es el real dueño de PEMEX, no nos hagamos tarugos. En todo su funcionamiento interno, PEMEX es un foco de corrupción en grado superlativo, sindicalizados o no, pero todos participan del festín para la repartición del pastel. Todas las “ordeñas” que a lo largo de los años a sufrido PEMEX, y que le han costado millones de dólares, son hechas o apadrinadas por su propio personal; como botón de muestra, baste recordar al Ing. Merino.
El que rompa a ese monstruo de mil cabezas le hará un bien inconmensurable a México. Fox se fijó esa meta, pero no pudo, se topó con el monstruo y no pudo, amenazas, miedo o impotencia, qué se yo, el caso es que tuvo que recular.
Entonces, hablar de privatización es una tontería más del Peje, pues no se puede privatizar lo que de hecho ya es privado, que no se haga tonto el tabasqueño. Lo que pasa es que de ahí se agarra para engatusar a ingenuos, pero se le olvida que el que engaña a tontos se engaña más a sí mismo.
De ese monstruoso engendro surgió la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) –sector obrero del poderoso PNR, cambiado ya a PRM--, y con ello el nacimiento de la poderosa mafia de líderes corruptos, casiquiles y sempiternos, que tanto daño le han hecho a los trabajadores mexicanos y, por ende, al país. Hace relativamente poco tiempo se partió la poderosa central, para dar lugar a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que resultó más de lo mismo. Total, los trabajadores mexicanos nunca la han visto como debería ser. --Paciencia señores trabajadores, ahí viene Su Majestad Andrés Manuel López Obrador parta que les siga dando atole con el dedo--.
Otra de las gracias de Tata Lázaro fue la pulverización del campo, a partir de esa “brillante” decisión el campo mexicano dejó de ser realmente productivo. Esta es una verdad insoslayable, que no se quiera reconocer es otra cosa. En México siempre nos matará el temor a reconocer las grandes verdades. Se creo entonces la Confederación Nacional Campesina (CNC) –sector campesino del PRM--, para jugar con el campesinado el mismo juego que la CTM con los obreros. Con ambas lanzas lograba el PRM (gobierno) controlar a las masas obreras y campesinas del país.
Como apunté al principio, el General Lázaro Cárdenas del Río, como todo ser humano, tuvo sus defectos y virtudes, lamentablemente sus dizque “admiradores” y, desde luego la sucia política mexicana conducida por la Trina Infernal (PNR-PRM-PRI) que todo ha tergiversado, crearon un mito alrededor de su figura. Lástima que, por la obsesión de endiosar a quien cobijaba sus tropelías, sus paniaguados ignoraron algunas virtudes que quizás hubieren dado una mejor imagen humana al “Tata”.
Finalmente, no quiero pasar por alto la acción que tanto han alabado alguno y criticado otros –cada quien habla de la feria como le va en ella--, y me refiero al acto del Gral. Cárdenas de exiliar al Gral. Plutarco Elías Calles, el otrora Jefe Máximo de la Revolución, así como su jefe y padre político. Sin embargo ahí la dejo porque eso siempre me ha olido a enjuague netamente político, pero con agua de la más sucia y podrida. Finalmente lo que trasciende es, como siempre, lo más malo, y en este caso fue una piedra más de los cimientos de nuestra vida política que creció torcida y a ver quien es el guapo que la endereza. Yo insisto que los obligados somos todos los mexicanos, pero…

sábado, 3 de mayo de 2008

¿Será el Presidente el único responsable de la creación de empleos?

Por: Antero Duks

Durante casi todo el siglo pasado, aunque la Constitución consignaba la división de poderes y se hablaba de Estados soberanos y municipios libres, los mexicanos con uso de razón sabían que el Presidente decidía quienes iban a ser diputados, senadores y gobernadores. Hasta en el más lejano y pobre municipio, una recomendación presidencial era suficiente para que una persona ocupara la alcaldía.
En aquel México, de un presidencialismo absoluto, todo lo bueno, lo malo, los aciertos o fracasos, eran responsabilidad del Presidente de la República. Crecimiento, empleo, inflación y devaluación eran atribuibles a las decisiones del Presidente en turno. A partir del Gobierno del Presidente Fox se empieza a practicar en la realidad la división de poderes, que antes era letra muerta.
Ya no existe una lista de candidatos a diputados, senadores y gobernadores del partido en el poder que palomea el Presidente. Las decisiones presidenciales están acotadas por los miembros del legislativo, del poder judicial y de los gobernadores. En otras palabras, Fox lideró un cambio notable en ese aspecto de la política mexicana, indiscutiblemente un cambio importantísimo. FINALMENTE FUNCIONAN AUTÓNOMAMENTE LOS TRES PODERES DE LA UNIÓN.
Esa realidad política implica que ya no podemos, como en el siglo pasado, únicamente aplaudir al Presidente cuando hay un avance económico, tampoco considerarlo el único responsable cuando hay fracasos. El que se logre un mayor crecimiento ya no depende exclusivamente de las acciones del poder ejecutivo, también de las leyes que se aprueban o rechazan en el poder legislativo.
La aprobación de un presupuesto inflacionario o desequilibrado es definitiva en los aumentos de precios y tasas de interés. Las decisiones del Poder Judicial, las leyes emanadas del poder legislativo y las políticas implementadas en los diversos Estados de la República son ahora de suma importancia para el rumbo del país.
El futuro de México ya no está sólo en manos del Presidente Felipe Calderón, también en las de los legisladores que aprueban o desechan reformas y de los gobernadores que apoyan u obstaculizan cambios que nos permitan ser más competitivos a nivel internacional y lograr un mayor crecimiento y empleo.



Políticos empresarios y empresarios políticos

Por: Antero Duks

El día 21 de septiembre del año pasado, el presidente Calderón se reunió con los 300 líderes más influyentes de México y les espetó la pregunta siguiente: “¿Cuántas fortunas se han construido sobre la sangre y sobre el dolor de esa mitad de mexicanos?”. Detrás de esta pregunta, cabe otra: ¿Quién lo sabe?, estoy seguro de que nadie lo sabe, incluido el presidente. ¿Cuántas fortunas son el resultado de la explotación?, y lo pregunto en dichos términos porque supongo que así, como explotación, hay que entender lo de “sobre la sangre y sobre el dolor de esa mitad de mexicanos” que son, dicho sea de paso, los que siguen sobreviviendo en la pobreza.

Para comenzar, conviene dividir la pregunta y cuestionar:

1. ¿Cuántas fortunas de empresarios se han construido sobre la sangre y sobre el dolor de esa mitad de mexicanos?
2. ¿Cuántas fortunas de políticos se han construido de la misma manera: sobre la sangre y el dolor de muchos mexicanos?
3. ¿Quién lleva la delantera? ¿Los empresarios explotadores? ¿Los políticos abusivos?

Para continuar, debemos preguntarnos cuántas fortunas de empresarios, se han construido, no sobre la sangre y sobre el dolor de esa mitad de mexicanos, sino a partir del algún privilegio otorgado por el gobierno, prerrogativa que puede ser alguna protección, algún subsidio, alguna concesión monopólica, lo cual da como resultado la eliminación o limitación de la competencia en el mercado, todo ello en contra del bolsillo de los consumidores, quienes, por obra y gracia de ese privilegio, son explotados por productores, distribuidores y comerciantes. ¿Explotados? Sí, claro que sí.

En seguida hay que preguntarnos lo siguiente: de las fortunas mal habidas por empresarios, ¿qué porcentaje es producto de la sangre y dolor de los mexicanos más pobres, y qué porcentaje corresponde a la explotación del consumidor por parte de algún empresario privilegiado con alguna protección, subsidio o concesión monopólica?

Y más allá de empresarios explotadores y de políticos abusivos, ¿el gobierno, aún suponiendo su total y absoluta honestidad y eficiencia, no hace lo que hace (sobre todo en su calidad de hada madrina, encargada de proporcionarnos todos los bienes), abusando de la propiedad y la libertad de los gobernados? Al cobrar impuestos con fines redistributivos, quitándole a unos y dándole a otros, ¿no abusa de la propiedad de los gobernados? Y dado que la propiedad es la condición de posibilidad de la libertad, al abusar de la primera ¿no termina abusando de la segunda? ¿No será que Calderón vio la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio?

Hoy, aunque la mayoría de la gente no se dé cuenta (y para que comiencen a dársela escribo estos Pesos y Contrapesos), es el gobierno la principal amenaza contra la propiedad privada y la libertad individual, y a las pruebas me remito: bastó que el Ejecutivo propusiera cobrar impuestos, y que el Legislativo lo aprobara, para que termináramos pagando más impuestos, ya por obra y gracia de la IETU, ya por medio del nuevo impuesto a las gasolinas, ya vaya a ser por cualquiera de los otros: el impuesto a los depósitos en efectivo o el impuesto especial sobre producción y servicios a juegos y sorteos. Muchos dicen que Calderón está viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Yo no lo creo así Es por ello que le hago la siguiente pregunta: ¿cuántos impuestos, cuántas leyes, cuántos reglamentos, se han cobrado, promulgado y aplicado en contra de la propiedad privada y la libertad individual?



¿Qué es la objeción de conciencia y de quien se espera?

Fuente: Yo Influyo
Autor: Ana Tere López de Llergo



Últimamente, con mucha frecuencia, se habla de la objeción de conciencia. ¿Y sabemos de qué se trata y de quién se espera?
Cuando se pone de moda alguna expresión puede suceder que tenemos una vaga idea del asunto, pero, por el contexto, sacamos una conclusión aproximada de su significado, aunque, precisamente por eso, nada exacta y proclive a la confusión. Otras veces, el uso desgasta el contenido y frases que al principio tienen mucha fuerza, poco a poco la van perdiendo.
Respecto a la objeción de conciencia es necesario saber bien su contenido para evitar caer en cualquiera de los dos casos mencionados pues se trata de un deber imprescindible en la recta toma de decisiones.
El diccionario define a la objeción como el inconveniente a un plan o idea. Esto advierte que, en cualquier propuesta, siempre cabe una limitación y ésta provoca una carencia más o menos grave. Sin embargo, la objeción no es una actitud visceral, contestataria o antitética por sistema. Manifiesta la gravedad del inconveniente que imposibilita la rectitud de cualquier actividad vinculada.
La palabra conciencia proviene de dos vocablos latinos: conscire y conscientia, el primero significa con conocimiento, el segundo tener ciencia. Dos aspectos de la inclinación natural de toda persona a investigar y a captar la composición y la aplicación de las cosas. Expresa el poder de conocer y de reflexionar. La conciencia implica una relación entre el sujeto cognoscente y el objeto por conocer. Aquí aparece una conveniencia o inconveniencia en la oportunidad de la relación o en la moralidad del modo de aplicar el conocimiento.
Conciencia psicológica y conciencia moral.- Se puede hablar de la conciencia psicológica y de la conciencia moral. La primera hace referencia a la capacidad de darse cuenta de lo percibido, y no se trata de la función de un simple espejo o pantalla donde se imprimen una serie de imágenes, sino de una operación propia del ser humano en donde lo experimentado se reexperimenta, es algo así como revivir lo vivido con la intención de evaluarlo, disfrutarlo, analizarlo, compararlo, etcétera. Por tanto, es una operación de la mente sobre un hecho vivido. La conciencia es el espacio interior donde se realiza la reflexión. La conciencia se podría asemejar al rincón donde el niño guarda sus tesoros y se esconde allí, en solitario, para disfrutarlos sin que un extraño los profane con una apreciación superficial.
La conciencia moral incorpora a la conciencia psicológica un juicio práctico para evaluar la moralidad de las acciones. Por ella se juzga la cercanía o lejanía con el bien, es la norma subjetiva de la moralidad, allí la interiorización de la norma objetiva alcanza su plena eficacia. Esto explica la natural tendencia a buscar lo bueno y a calificar las acciones. El ser humano tiene la dimensión moral integrada a lo más íntimo de su existencia. Ese juicio práctico es el resultado de la calificación dada a un suceso a partir de los principios universales que todos tenemos grabados. Por ejemplo: busca el bien, evita el mal.
El problema se presenta cuando alguien distorsiona el bien, esto sucede si una persona magnifica su propio bien e impide el bien de los demás. El auténtico bien ha de ser para uno y para todos.
También se puede desfigurar el bien a causa de la ofuscación provocada por los hábitos malos y así se pierde la claridad para reflexionar adecuadamente, se impone el juicio propio, se rompe la capacidad de dialogar con los primeros principios, y se justifican las acciones de manera visceral.
Por lo tanto, la conciencia tiene valor normativo cuando hay certeza y verdad. La certeza es incompatible con la duda, en la certeza la persona tiene seguridad de lo que va a hacer porque hay nitidez para descubrir el bien. La verdad consiste en la conformidad del juicio práctico interno con la norma moral objetiva expuesta en el Decálogo. La conciencia cierta y verdadera se cultiva con el ejercicio de las virtudes. Cuanto más prevalezca la conciencia recta, mejores serán las personas y los grupos sociales.
Los sabios explican que la ley moral inscrita en el corazón de cada persona es uno de los argumentos para afirmar su dignidad. Esta ley, custodiada en la conciencia, hace a la misma conciencia el núcleo central donde cada uno puede escuchar, a solas, la voz de Dios
Este preámbulo facilita comprender la objeción de conciencia. Por ella se entiende la resistencia que presenta la conciencia, por fidelidad a sus convicciones morales, a la ley u orden injusta que la autoridad pública impone. Las formas de objeción de conciencia son tan variadas como abusos pueden darse por la autoridad.
La objeción de conciencia responde a la afirmación del deber de obedecer a Dios y no a los hombres desorientados. Y, en la conciencia cierta y verdadera, se escucha la voz de Dios. El mayor inconveniente en cualquier objeción está precisamente en la discrepancia entre la voz de los hombres con la de Dios.
El respeto a la conciencia se espera, sobre todo, de quienes tienen la responsabilidad del orden social y de aquellas personas cuya profesión esté vinculada directamente con la vida humana. En el primer caso, se trata de los gobernantes de los países o de las provincias, de los directivos de cualquier institución, de los legisladores. En el caso de los profesionistas, están los maestros que alimentan la vida interior de sus educandos, los sociólogos, los economistas y otros encargados del bienestar de los grupos sociales.
Merecen mención especial los médicos, cuyo día es el 23 de octubre. Tienen la gran responsabilidad de juzgar los adelantos científicos en beneficio de la salud, del respeto y la conservación de toda vida humana. De ellos se espera la capacidad de descubrir los inconvenientes encubiertos en cualquier investigación errada. Su objeción de conciencia es la armadura que hace fuertes a sus pacientes.

Hecho ignominioso

Fuente: Yoinfluyo
Autor: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Pepito y Manolín, dos buenos amigos identificados por aquellas cosas raras que suceden y que pueden explicarse; el primero era vivaz, activo y hablantín, y el segundo era todo lo contrario; eso si traviesos al cual más. Cierto día en que estaban platicando y planeando sus travesuras, Pepito le dice a Manolín: --“Oye fíjate que me he dado cuenta de que es fácil adivinar hechos futuros”. Manolín se quedó absorto, y después de un rato contesta: --“No sé por qué dices eso”. Pepito, inmediatamente revira: --“mira, por ejemplo, yo te aseguro que esta tarde me pega mi mamá un regaño fuerte, con sus nalgadas de por medio”. Manolín, se queda como pasmado, y lento en su reaccionar, le contesta: --“A poco de veras eso sucederá”. Entonces Pepito, rápido en su accionar y sin decir más, toma una piedra del suelo y la arroja a la ventana de su casa, produciendo un estruendo. La mamá de Pepito no estaba en casa en ese momento; cuando llega al mediodía, ve de inmediato el daño, inmediatamente entra en averiguaciones y como resultado llama a Pepito y le pega un sonoro regaño acompañado de una fuerte nalgueada. Por su parte Manolín, observando todo aquello, se dice a si mismo: “De veras, Pepito adivinó”.
El domingo 14 de abril de 2008, siguiente a la toma del Congreso por las huestes pejistas, se celebró un mitin del Frente Amplio Progresista (FAP) --de progresista tiene lo que yo de marciano--, AMLO, al inicio de su perorata, con una sonrisa de soberbia y burlona, dijo, palabras menos palabras más: “Ya lo dije aquí antes, lo dijimos antes de la acción –refiriéndose desde luego a la toma del Congreso--, que todos se nos iban a echar encima, que nos iban a tundir de palabras altisonantes”. ¡Caramba qué visionario es el Peje!, entonces me acordé del cuento de Pepito y Manolín.
Pero pasando de lo chusco a lo serio, que es como realmente se debe ver este increíble y lamentable asunto. Y digo increíble porque así resulta, ya que a estas alturas, cuando pensábamos que, aunque a tropezones y a traspiés, ahí íbamos caminando para consolidar una verdadera democracia, nunca era de esperarse, a pesar del loco, que sucediera un hecho de estas dimensiones. Lo de lamentable, porque no creo que haya alguien, con un poco de cordura, que festine el hecho --salvo desde luego los paniaguados del Peje que lo llevaron a cabo y lo siguen sosteniendo (escribo esto siendo las 13 horas del 24 de abril de 2008)--, al contrario lo deplora.
Hoy me desayuné con la noticia de que el IFE ordenó a la televisión que suspendiera la transmisión del video patrocinado por una sociedad civil. ¡Que, qué! ¡Acabáramos!, vamos bien, la democracia viento en popa. Cabe la pregunta: ¿por qué el IFE interviene si no estamos en tiempos de campañas electorales? Además AMLO no es candidato de nada, es un ciudadano más, loco, revoltoso y peligroso, pero ciudadano al fin. Por otra parte, si en cambio, están coartando el derecho ciudadano de libertad de expresión. Si estoy equivocado agradecería que alguien me lo explicaran, pero por lo pronto así lo interpreto. Cuantas veces el señor López Obrador ha insultado al Presidente de la República y a las Instituciones de la República y ni quien le diga nada, en cambio una organización civil, que no ofende a nadie, solamente establece una similitud razonada, la callan. ¿Es esto democracia?
El señor López Obrador es un dictador en ciernes, su voluntad tiene que acatarse como acto de fe, como diría mi compadre Cayetano, al más puro lenguaje coloquial: “aquí sólo mis chicharrones truenan”. Sus paniaguados, incondicionales a ultranza, lo son por conveniencia, “andan en la bola a ver que sacan de ella”. Son como el grupo de los “científicos” –guardando la debida proporción-- de la época de Porfirio Díaz. Durante aproximadamente los últimos doce años de dicho régimen, los “científicos” se pegaron como lapa al dictador por puro interés mezquino. Lo alababan en grado superlativo, le besaban los pies –por no decir otra cosa-- hasta hacerlo que se sintiera Dios, el “imprescindible”, y así, cobijados bajo su sombra, cometer un sinnúmero de pillajes y atrocidades. Así son estos paniaguados del Peje; malaya sea la hora en que aparecieron en escena, pero no durarán mucho, acabarán tarde o temprano --espero que por el bien de mi patria sea más temprano que tarde-- como ha pasado en casos similares y en otras latitudes.
Confieso que al escribir esto, siento que se me retuercen las entrañas, por el gran pesar que siento al ver a mi Patria sometida a este tipo de agresiones. Además, agresión perpetrada por supuestos mexicanos, que yo los marcaría como traidores ya que están cometiendo un crimen de “lesa patria”.
El complemento de la ignominia
Para completar el cuadro de un hecho ignominioso, los “brillantes” legisladores golpistas de la FAP –al PRD ya lo quebró AMLO-- todavía hicieron gala de un cinismo “sublime” y con gran desfachatez declararon que: “defender a la patria no era hacer el ridículo”, como los calificó el Presidente Calderón. En ese momento se oyó un gran estruendo, la tierra mexicana retumbó, y se oyó una voz que, como viniendo de ultratumba, diciendo: “No me ayuden compadres, si quieren ayudarme trabajen con ahínco, responsabilidad y honestidad”.
Manolín va a casa de Pepito y se lo encuentra guardando en una mochila: su itacate, un juego de ajedrez, un fajo de revistas de historietas cómicas y un sarape. Azorado Manolín le dice: --“¡Órale!, ¿pues dónde vas?”. Pepito le contesta: --“Voy a defender a la patria a la Cámara de Diputados”. Manolín lo único que alcanzó a decir fue: ¡zopas!
Para finalizar, dejo en el aire dos preguntas:
1.- Andrés Manuel López Obrador ha dicho una y mil veces que es demócrata, juarista y que ama a su patria. ¿Realmente reúne esos atributos, cuando actúa precisamente a la inversa?
2,- El Frente Amplio Progresista (FAP) ¿realmente es progresista cuando hace lo que está haciendo: provocando retroceso?
Lo peor: ellos creen que le están haciendo un bien al país. Que son los “soccorritori della patria”, como alguna vez gritaran en Italia Mussolini y sus huestes.

105 millones de mexicanos... ¿sujetos a lo que él diga?

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Lic. Manuel Díaz Cid

El escenario político nacional continúa crispado con tensiones que son la muestra inequívoca de que no hay, hasta el momento, una posibilidad de entendimiento, un acercamiento entre las fuerzas, y el propósito de todos de encontrar una solución al conflicto.
Al estudiar el planteamiento actual de la Teoría de los Conflictos, se descubre que en el pasado existían recomendaciones para crear bloques capaces de imponerse al adversario y derrotarlo, aunque no necesariamente tuviera la razón. Actualmente, se crean organismos enfocados en enseñar a negociar tomando en cuenta que a partir de ello se encuentra un principio de entendimiento.
Los grupos negociadores tienen claro que cuando hay un conflicto lo relevante es resolverlo sin importar el triunfador, porque son dos cosas distintas. AMLO no quiere resolver el tema de la reforma energética; su único interés es bloquear iniciativas, particularmente esta que tiene una vena populista que utiliza a diestra y siniestra para sembrar la duda, el odio y la descalificación contra aquellos que tienen una propuesta que puede o no tener puntos correctos y sometidos a modificación.
AMLO busca, en cambio, una movilización nacional porque él lo dice –no como dice la Constitución, sino porque él lo dice–, y exige que se consulte a todos con la certeza de escuchar la respuesta que ha venido induciendo sin que alguien se atreviera a manifestar su desacuerdo.
Los detractores de AMLO tampoco tienen la idea de crear el debate sobre lo que pueda modificarse para llegar a un acuerdo. Para otros, la importancia es acabar con el señor López, pero en ambos casos, el problema es que se pierde de vista el tema central de la discusión.
En la medida en la que se personalizan los temas, se sacan de su verdadero contexto, se maneja la derrota del contrincante y el aplastamiento de determinada figura, antes que el tema a resolver. El escenario se torna imposible de controlar.
Existe un debate académico en el que se discute si lo que está haciendo AMLO y los seguidores del PRD es o no un Golpe de Estado. El término “Golpe de Estado” en la teoría política tiene su propia definición y características.
De fijarnos en ellos no se puede hablar de un Golpe de Estado; sin embargo, el que la sociedad perciba que AMLO quiere borrar del mapa político la figura del presidente y que el único que manda en México es él, empata en cierta forma con los requisitos del golpe.
El referéndum tiene que cubrirse en 4 meses porque se trata de terminar el día anterior al Informe presidencial, para tener así toda la fuerza y que el rechazo popular impida la presencia del presidente Calderón en la Cámara de Diputados.
Quienes critican la percepción del movimiento golpista de AMLO señalan que el Congreso puede funcionar; sin embargo, valdría la pena recordarles que sólo funcionan las Comisiones pero no se ha podido reunir el pleno, que es un requisito para el debate de los temas de fondo. Precisamente por eso está capturada la Tribuna.
A como están las cosas, tampoco el presidente podría presentar su informe, no sólo porque están capturadas las Tribunas, sino por la falta de disposición del PRD a dejar hablar y escuchar al presidente. Cuando alguno de los actores de la política rompe con las reglas del sistema democrático, se pueden hablar de un espíritu golpista, de repúblicas filibusteras y de elementos que ayudan a definir una visión de la política que no pasa por la aceptación de las reglas democráticas. Sin exageración se puede decir que sí se está obstaculizando la legitimidad y autonomía del Congreso, y por lo tanto, que AMLO ha dado un golpe contra el poder Legislativo.
Quizá no sea un golpe definitivo o mortal, pero los hechos demuestran que es Golpista, y secuestró el tema de la elección interna mientras se debatía la clausura de la Tribuna.
Es muy aventurado decir que la fractura del PRD se orienta a partes iguales. Hay un grupo entregado a la visión filibustera de AMLO y no van a cambiar; otros se dan cuenta que el PRD está cayendo y de nada sirve hacer algo para evitarlo, y aunque buscan una alternativa, no se atreven a enfrentar a AMLO.
Todos deberíamos preguntarnos, entonces, lo que plantea Federico Reyes Heroles con tanta honestidad: ¿105 millones de mexicanos vamos a quedar sujetos a lo que él diga?
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2 de julio de 2006, México hacia el 3er. milenio

Fuente: Yoinfluyo.com
Autora: Luz del Carmen Abascal

Angustia, ánimos caldeados, división, polarización de la sociedad, incertidumbre. Estábamos a punto de decidir el futuro de nuestro país. Para muchos, era la amenaza de un nuevo Chávez; para otros, era la oportunidad de un México “diferente”, palabra ambigua que no necesariamente implicaba un México “mejor”… sólo distinto.

Ese 2 de julio, el 60% de las personas inscritas en el padrón, se volcó en las urnas, alcanzando una de las cifras de participación ciudadana más altas en la historia de México. Observadores nacionales e internacionales siguieron todo el proceso para garantizar la transparencia de las elecciones.

Todo un día de espera, un tema que no dejaba de girar en las mentes de los mexicanos, una esperanza y un temor latentes. ¿Cómo vamos?, ¿se sabe algo?, ¿ya empezó el conteo?... Parece que van muy parejos, pues yo escuché que AMLO va arriba… no es verdad, Calderón va ganando por unos cuantos puntos…

¡Por fin! ¡El mensaje del Presidente Consejero del IFE, Luis Carlos Ugalde! ¡Van a anunciar al ganador, a nuestro presidente electo! ¿AMLO o Calderón?... ¿Calderón o AMLO?... ¡Ninguno de los dos! ¡No hay presidente electo! La estrecha diferencia obtenida en la votación, entre los candidatos Felipe Calderón y Andrés Manuel López, hacía necesario esperar al cómputo de 300 consejos distritales electorales.

De nuevo la incertidumbre, la inquietud, un ambiente en el que bullía por instantes algo muy parecido a la revuelta. Algunos denunciaban ya un supuesto “compló” de las autoridades para “quitarle” a AMLO la victoria o, lo que es lo mismo, un fraude de aquellos, cuando ni siquiera se tenían los resultados definidos.

Todos recordamos al presidente del IFE presumiendo unas elecciones impecables, limpias y confiables, y solicitando a los partidos y a los candidatos que nadie se proclamara ganador hasta no saber los resultados definitivos.

Todos recordamos también, a un Vicente Fox ecuánime e imparcial, respaldando absolutamente al Instituto Federal Electoral (IFE) y exhortando a los actores políticos y a los ciudadanos a apegarse a la legalidad… y a esperar.

Pero los tan llevados y traídos “actores políticos” no respondieron satisfactoriamente a esta actitud del máximo dirigente nacional. Mientras que AMLO retaba al IFE y se pasaba por el arco del triunfo los resultados del PREP al declararse ganador y exigir que se respetara su “victoria”, Calderón hacía lo propio para no quedarse atrás del tabasqueño. Si uno hacía escándalo, el otro no podía quedarse callado. El panista se dedicó a presentar los datos del PREP para dar a entender que la victoria era suya, pero llamó a sus simpatizantes a confiar en los resultados del IFE.


Lo que siguió fue un larguísimo periodo de estira y afloja y seguramente lo recuerdas tan bien como yo, estimado lector. Conteo detallado de votos. La ciudadanía incómoda y molesta. Acusaciones hechas al vapor.

Finalmente, la proclamación de presidente electo. Felipe Calderón había ganado las elecciones, por un estrecho margen, pero suficiente para ser declarado triunfador… Un llamado a la concordia y a la unidad, un mensaje conciliador por parte del recientemente nombrado “presidente electo”… Y un plantón impulsado por el “perdedor electo” que habría de causar daños en la sociedad, en la imagen de México frente al mundo y que generaría pérdidas diarias de alrededor de 16 millones de dólares, atentando contra empresarios y trabajadores, contra pobres y ricos. Y lo más indignante: todo esto fue permitido y auspiciado por las autoridades citadinas.

¡Cuántos recuerdos, cuántos sentimientos encontrados, cuántos temores! Un año después de aquel memorable 2 de julio… ¿Hemos dejado de lado esos temores, esos sentimientos encontrados? ¿Hemos sido capaces de seguir adelante? ¿Salimos fortalecidos como nación o nos debilitamos?

¿Y HOY?

En el 2006, Andrés López era un semi-dios. Un Hércules que se atrevía a desafiar a los Titanes democráticos: el Legislativo y el Ejecutivo. Un Menelao que luchaba por su perdida Helena del Poder… Pero demostró ser un Aquiles. Su ambición fue su ruina; su soberbia, su tumba política. En la desesperación del vencido, dio sus últimas “patadas de ahogado”… Lástima que no se fue al fondo él solo. Consigo se llevó la estabilidad social, la unidad de los mexicanos, la armonía y la paz…

La pregunta es… ¿y hoy? Hoy, AMLO ha perdido presencia en medios. Hoy, cada Poder de la Unión está trabajando por México, cada quien está haciendo lo que le toca en la construcción de esta gran nación. La sociedad se ha vuelto cada vez más participativa, más cohesionada. Sí, ciudadano, tu voto puede hacer la diferencia... ¡Tu voto hizo la diferencia!

Hoy, tenemos un presidente que, si bien no es perfecto, es legítimo. Elegido por los mexicanos y reconocido por las instituciones, Felipe Calderón se ocupa, con derecho, de los diversos temas de la agenda nacional.

Hoy, las autoridades se están ocupando de los problemas que asfixian a nuestra sociedad. Y mejor aún, hoy, la propia sociedad se está involucrando en la resolución de esos conflictos. Es decir, representantes y representados están trabajando conjuntamente. Hoy, la democracia está un pasito más cerca de la plenitud.

SALIMOS FORTALECIDOS

Bien dicen que de todo mal sale algún bien. En otras palabras, lo que no te mata, te fortalece. El 2 de julio de 2006 no nos mató, nos hizo más fuertes. Nos hizo conscientes como sociedad, de la importancia de nuestra participación, nos abrió los ojos ante nuestra diversidad y la riqueza que ella implica. Si, hoy tú y yo podemos ser parte de la solución.

Las enseñanzas de entonces son nuestra fortaleza de hoy: nuestras instituciones son transparentes, la democracia se ejerció entonces y se sigue ejerciendo hoy, el “dedazo” quedó en la prehistoria de los fósiles priístas. Hoy, la única voluntad que se respeta es la de los electores. Cueste lo que cueste, no importan los chantajes o las presiones que se ejerzan sobre las instituciones, estas hicieron y harán respetar la libre voluntad de los ciudadanos.

Los defectos de muchas normas jurídicas quedaron evidenciados por la complejidad de la realidad, lo cual nos permite crear nuevas normas, modernas y justas, que respondan a las necesidades actuales.

¿Costo social? Claro que sí, lo hubo. Estuvimos cerca de una lucha fratricida. Afortunadamente, aquello que nos une fue más fuerte que lo que nos desune, y es lo que hoy nos hace más sólidos pues salimos victoriosos de una tremenda prueba.

También las instituciones salieron bien paradas de aquel memorable 2 de julio. Los resultados de la encuesta Ipsos-Bimsa/EL UNIVERSAL, realizada el 14 de junio de este año, muestran que la mayoría de los mexicanos tiene una imagen positiva de instituciones y organismos autónomos. La lista la encabeza la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con 61% de opiniones favorables. Le siguen el Instituto Federal Electoral (IFE) con 60%, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) con 55%, y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) con 53%.

La misma encuesta muestra que siete de cada 10 mexicanos (67%) tiene una opinión positiva del Ejército.

Por otra parte, a finales de enero de este año, la encuesta nacional Ipsos-BIM-SA/EL UNIVERSAL indicaba que la aprobación del presidente Felipe Calderón estaba en un 58%. Una encuesta realizada a finales de abril de este año, mostraba un porcentaje de aprobación del presidente Felipe Calderón de 68%, lo cual indica que la imagen del presidente de la República mejoró en 10 puntos porcentuales.

La imagen presidencial salió fortalecida, no así la institución presidencial. Hoy ya no vivimos en el presidencialismo priísta. Hoy, el Poder Legislativo y el Poder Judicial son, realmente, el contrapeso del Poder Ejecutivo. El Congreso ha pasado de ser un títere del partido en el poder, a constituir un poder constitucional real.

“El ÉXITO de nuestro nuevo proceso electoral fue: ciudadanizar las elecciones, hacer a la autoridad electoral autónoma -que no dependa de nadie- y quitarle facultades discrecionales a la autoridad”, Lic. Antonio Prida.

UN SEXENIO QUE COMIENZA

El tiempo ha seguido su marcha y hoy, a un año de las elecciones presidenciales, tenemos otro entorno con una problemática distinta.

Todos recordaremos siempre, el sexenio de Fox, un Presidente diferente, incomprendido por muchos, que supo entender su papel, el papel que le corresponde a un Jefe de Estado que pasa de una “dictadura perfecta”, como lo diría Mario Vargas Llosa a una democracia real.

Fox pasara a la historia más que como el Presidente que sacó al PRI de los Pinos, como un Presidente cercano a la gente, humano y bonachón. Una forma de ser que lo metió en múltiple aprietos, pero que lo dejó con la mayor popularidad que ha tenido un presidente al final de su sexenio, a pesar de haber sido “acusado” de formar parte del “compló”.

Por otra Parte Calderón parece ser un Presidente con mano firme, discreto, negociador que ha tenido que remar contra la corriente derivada del tan cerrado proceso electoral en el que fue elegido, sereno que no responde a las provocaciones que mantiene a su gabinete alineado y al Ejército de su lado.

El entorno económico parece muy favorable y con muchas expectativas, a pasar de los nubarrones negros que de repente aparecen con las noticias sobre la economía de nuestro vecino país del norte del cual aun dependemos, entorno que sin duda se debe a la atinada política económica de la administración pasada.

“El Presidente del empleo”, no debe olvidar, la gran promesa de campaña. Sin duda la seguridad es un tema prioritario, que cada día se volverá más como una especie de “lo mínimo necesario” para que un país que está inmerso en una dinámica global sobreviva. Pero no se debe de olvidar que el empleo es la clave para qué este país inicie un proceso de reconstrucción, justicia y paz.

El poder legislativo está viviendo también una nueva experiencia, con un Presidente con la experiencia del Congreso, el cabildeo y la negociación, los legisladores están comenzando a entender su verdadera vocación y relación con el ejecutivo. Aun les falta mucho, sobre todo en lo referente a entender que se deben a la sociedad y no a su partido.

El Poder Judicial de la Federación ha asumido un papel cada vez más importante en la vida de nuestro país y poco a poco se está tomando el papel que le corresponde en la solución de los problemas más importantes del país.

La ola de violencia desatada en diversos puntos del país ha generado una alta participación del Ejército en la vida pública del país y si bien es cierto que ha representado una amenaza para la sociedad, las instituciones del país se han portado a la altura del reto y nos hace pensar que el país saldrá fortalecido.

LA PARTICIPACIÓN SOCIAL

No debemos olvidar que de nada habrá servido este gran esfuerzo, si no tenemos claro todos los mexicanos que estamos en el proceso de consolidar y terminar de construir un nuevo sistema, que tiene como eje central a cada uno de nosotros, es decir, a los ciudadanos.

Hay grandes avances en la conciencia social. La participación social ya no es un tópico de estudio académico, es una nueva realidad latente e irremediablemente creciente, que implica que cada uno de nosotros salgamos de nuestra zona de confort, que nos dejemos de conformar con sólo leer las noticas, muchas de ellas deformadas, que hagamos consciente y racional la necesidad de dar un paso más.

Este paso más tiene solo una dinámica, la dinámica del bien común, la de ver no solo por mí. Una dinámica que debe comenzar por la CONFIANZA ganada y otorgada, la cual requiere un apego a la realidad, la UNIDAD en el esfuerzo conjunto de mirar todos, la visión de un México de primer mundo, pero sobre todo la SOLIDARIDAD, que no es otra cosa que hacer parte de nuestra forma de ser el hábito operativo de sumar con los demás.

LA VISIÓN

No olvidemos que en el concierto global, la ventaja competitiva estará justamente en las diferencias -como en cualquier competencia-, en lo que cada nación puede aportar. La clave no está en ser como China ni como la India. La cave está en ser como somos, dadas nuestras raíces.

Un México de valores y principios de creatividad y alegría.

Si la diferencia está en lo que somos, y eso que somos nos hace aportar algo diferente y valioso al mundo, construyamos con esos cimientos y fortalezas la visión del México del Tercer Milenio.