miércoles, 13 de junio de 2012

CURRICULUM VITAE AMLO


RECORDEMOS A UN HOMBRE QUE QUISO Y VUELVE A QUERER SER PRESEIDEMYE DE LA REPÚBLICA



http://www.youtube.com/watch?v=cjIfUQyDfJo&feature=youtube_gdata_player





lunes, 4 de junio de 2012

Desconfianza y polarización


Pablo Hiriart

El domingo en Oaxaca López Obrador se comprometió a sacar de la pobreza a 15 millones de personas y durante su campaña ha ofrecido crear siete millones de empleos.

Sería fantástico y contaría con mi voto si fuera verdad, pero no lo es. No lo es porque:

—Para crear empleos se necesita inversión. Y para que haya inversión se requiere un clima de confianza para los inversionistas. ¿O no?

—Durante seis años acusó a los banqueros (que financian las inversiones) de ladrones y prometió hacer justicia. Sería creíble (y hasta digno de apoyo) si explicara en qué consiste la justicia que va a hacer, pero en la Convención Bancaria de Acapulco, donde tuvo a todos los banqueros enfrente, no habló una palabra de Fobaproa.

¿Se le olvidó? ¿Le faltó valor? ¿Estrategia? Lo mustio no genera confianza.

—La falta de reformas estructurales frena crecimiento e inversión. Él no cree en ellas. Ante la posibilidad de abrir parte de Pemex, dijo el 2 de febrero de 2007: “Le mando decir al pelele, a ese empleadillo, que no va a poder privatizar el petróleo; la patria no se vende, se defiende”.

¿Así va a atraer inversión para generar empleos?

—Cuando gobernó el DF, entre 2000 y 2005, el empleo permanente registrado en el IMSS aumentó en 30 mil 055 plazas. El DF, por supuesto, fue la entidad con mayor desempleo en el país, y eso que aporta el 20 por ciento del PIB nacional.

¿Él va a crear siete millones de empleos, cuando sólo aumentó 30 mil puestos de trabajo como gobernante del DF?

—En su gobierno el número de empresas registradas en el DF descendió en cuatro mil 839.

¿Así va a sacar de la pobreza a 15 millones de personas, desapareciendo empresas?

—La confianza es básica, y él promueve la desconfianza con su doble lenguaje. Por un lado habla de amor y por otro su equipo promueve provocaciones y agresiones a los mítines de su rival en la candidatura presidencial (como en la Venezuela de Chávez).

—Dice que no busca influir en el movimiento estudiantil, cuando sus medios aliados promueven su agenda entre los estudiantes. Ya lograron poner entre las demandas estudiantiles el reclamo del PRD ante el TRIFE: que no haya conteo rápido de parte del IFE el día de la elección.

—Carece de capacidad profesional: tardó 14 años en terminar la carrera, reprobó dos veces Estadística, dos veces Ciencia Política, Economía Política, Gobierno Comparado más otras tantas optativas. Se fue a 14 extraordinarios, quedó a deber siete materias y obtuvo un promedio final de 7.5.

Crea desconfianza y polariza: esa es la mejor receta para no crecer y empobrecer (por cierto, en el primer trimestre se fugaron 14 mil 300 millones de dólares y entraron a las reservas del BM siete mil millones).



Declaración de Andrés Manuel López Obrador a los Ejecutivos de Finanzas


Claudia Galván-Duque Villanueva

Junio / 2012

Lo que declaró Andrés Manuel López Obrador el jueves pasado, ante el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, más que sorprenderme me confirma la visión que desde hace diez años tengo acerca de él. Su pronunciamiento contra las reformas estructurales (y López dijo “reformas estructurales” con un tonito de ironía y desprecio), se encuentra dentro de su lógica retrógrada y aislacionista que en el fondo busca regresarnos a las épocas del nacionalismo revolucionario y, de algún modo, trata de convertir a México en una isla separada de las tendencias globales, un poco a la manera de lo que era Albania en los años setenta del siglo pasado o de lo que hoy es Corea del Norte: Naciones desconectadas, ajenas a la integración global.

Si algo urge en este país —y sobre ello existe un cada vez mayor consenso— es precisamente la instrumentación de las reformas estructurales.

No hay otro modo de dejar atrás veinte años de inmovilismo y estancamiento. Lopez predica que el país llegará al progreso con el simple expediente de la austeridad y el combate a la corrupción, a mi modo de ver una absoluta falacia carente de toda lógica, como casi todas sus aseveraciones y promesas.

Sé que sus incondicionales tribus, obnubilados ayatolas de "izquierda", aplaudirán su postura “firme y decidida ante los malditos empresarios que quieren apoderarse del país”, etcétera, pero México no puede permitir que un grupúsculo de tribus lo conviertan en una Bolivia o una Venezuela, en lugar de seguir el camino de naciones iberoamericanas como Chile y Brasil. El reto es modernizarnos, no regresar a los tiempos de Luis Echeverría y José López Portillo (cuando Lopez un feliz priista), ni a economías estatales de macro pobreza como Venezuela o Cuba .

Esta es la irrealidad casi maniática de López. Sigue perorando en su mundo mesiánico y de ahí nadie lo saca. Quiere crear su propia realidad, ajena a la realidad mexicana (su lema de campaña debería ser: “Si la realidad no se ajusta a lo que yo digo, peor para la realidad”), y continúa con el mismo discurso de hace años, dulzado ahora con frasecitas publicitarias engañabobos, como la de su república amorosa, sus 6 millones de empleos, su limpieza de corruptos, sus reducciones de sueldos y su honestidad valiente(sin mencionar las tajadas obtenidas de contratos multimillonarios ni las extorsiones a empresarios para conceder permisos en el DF)