Respetable Andrés Manuel:
Aunque me imagino que nunca leerás este mensaje, y si lo lees, seguramente te reirás burlonamente y lo tirarás al cesto, no importa, de cualquier modo lo hago pues necesito decir, aunque sea al aire, lo siguiente:
Por más que le hago no alcanzo a entender tu posición o tus intenciones. Predicas una cosa y haces lo contrario. Te abanderas con los pobres y los engañas. Hablas de amor y paz y provocas enfrentamientos. Dices que eres demócrata y cometes actos totalmente antidemocráticos y camorreros. No pierdes oportunidad para declararte Juarista y procedes totalmente al revés de lo que Juárez hubiera hecho: Juárez luchó por la unión de los mexicanos y tú luchas por desunirnos. Te empecinas en la lucha de clases, cuando está más que probado a través de la historia que es el peor de los daños que puede sufrir un pueblo.
Ahorita estás eufórico creyéndote un éxito, la soberbia te invade, pero a la larga vas a fracasar, como fracasaron Hitler, Stalin y Mussolini. Hago memoria de aquellos discursos que se aventaba el Führer allá por 1938 y son más o menos los que tú te avientas.
Yo ya estoy de salida de la vida, ya no seré testigo de tu vergonzoso ocaso, pero de que este llegará, llegará, de eso no tengas la menor duda. Lamentablemente, en esa caída arrastrarás contigo un alto costo para nuestra Patria, no sólo material, sino también moral. Ese será tu penitencia.
No puede dejar buena huella quien se entroniza haciendo sufrir a muchos, sufrimiento que por lógica provoca la desunión y la lucha de clases que tú pregonas.
Nunca es tarde para arrepentirse. Todos los humanos estamos expuestos a cometer errores, pero no es tan malo cometerlos como el no saberlos reconocer y tratar de enmendarlos. A veces pienso que actúas sin conocimiento de causa, a lo loco, al clásico ahí se va. Usa en bien la herramienta que nos dio Dios: el cerebro.
Te invito a que reflexiones y medites con uso de la razón y con sentido humano.
Aunque me imagino que nunca leerás este mensaje, y si lo lees, seguramente te reirás burlonamente y lo tirarás al cesto, no importa, de cualquier modo lo hago pues necesito decir, aunque sea al aire, lo siguiente:
Por más que le hago no alcanzo a entender tu posición o tus intenciones. Predicas una cosa y haces lo contrario. Te abanderas con los pobres y los engañas. Hablas de amor y paz y provocas enfrentamientos. Dices que eres demócrata y cometes actos totalmente antidemocráticos y camorreros. No pierdes oportunidad para declararte Juarista y procedes totalmente al revés de lo que Juárez hubiera hecho: Juárez luchó por la unión de los mexicanos y tú luchas por desunirnos. Te empecinas en la lucha de clases, cuando está más que probado a través de la historia que es el peor de los daños que puede sufrir un pueblo.
Ahorita estás eufórico creyéndote un éxito, la soberbia te invade, pero a la larga vas a fracasar, como fracasaron Hitler, Stalin y Mussolini. Hago memoria de aquellos discursos que se aventaba el Führer allá por 1938 y son más o menos los que tú te avientas.
Yo ya estoy de salida de la vida, ya no seré testigo de tu vergonzoso ocaso, pero de que este llegará, llegará, de eso no tengas la menor duda. Lamentablemente, en esa caída arrastrarás contigo un alto costo para nuestra Patria, no sólo material, sino también moral. Ese será tu penitencia.
No puede dejar buena huella quien se entroniza haciendo sufrir a muchos, sufrimiento que por lógica provoca la desunión y la lucha de clases que tú pregonas.
Nunca es tarde para arrepentirse. Todos los humanos estamos expuestos a cometer errores, pero no es tan malo cometerlos como el no saberlos reconocer y tratar de enmendarlos. A veces pienso que actúas sin conocimiento de causa, a lo loco, al clásico ahí se va. Usa en bien la herramienta que nos dio Dios: el cerebro.
Te invito a que reflexiones y medites con uso de la razón y con sentido humano.
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