domingo, 3 de mayo de 2009

Sucedió un 2 de julio

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


Han transcurrido casi tres años de aquel álgido 2 de julio de 2006. Fecha histórica pues nunca antes se habían efectuado elecciones tan controvertidas pero en paz, se caldearon los ánimos pero en fin: ¡paz!
La parte rijosa le correspondió, como casi siempre sucede en los últimos años, al PRD y sus seguidores. El radicalismo que impera en las huestes de este partido son sistemáticas y sintomáticas. Su actitud la aprovecharon perfectamente los medios de comunicación masiva para llevar agua a su molino; mañosa y odiosamente si se quiere, pero finalmente cumplieron el papel que les corresponde en el seno de una sociedad inmadura en esta área.
Acusaron a Vicente Fox que, dentro de su alta investidura, llevó a cabo una campaña a favor del su partido. En esto hubo muchas y diferentes opiniones, yo me inclino a pensar que exageraron la cuestión, dado que es natural, y esto sucede en todos los países democráticos del orbe, que el partido en el poder, encabezado obviamente por el Presidente, trate de enfatizar las labores positivas de su gobierno --que no es otra cosa que su obligación--, cosa que en sociedades maduras ven como natural, en las sociedades inmaduras, como la nuestra, se tergiversa. Y si somos francos, la intensión del voto no le cambia el hecho de anunciar lo que se hace, como quizás si el ver lo que no se hace.
Y... llegaron las elecciones, que controvertidas o no, la realidad es que fue un ejemplo de civismo democrático, que quiérase o no, y a pesar de la propaganda en contra, fueron realmente derechas. Lo que pasa, y es lo que destaca principalmente, es que la ira del que perdió y que se sentía un iluminado y seguro ganador --cosa que en su mente obtuvo dimensiones inconmensurables-- lo llevó a despotricar a diestra y siniestra, embarrando a tirios y troyanos de traidores y complotistas, incluso a sus propios representantes. Lamentablemente, y para echarle leña a la hoguera, sus seguidores y paniguados se encargaron de atizar el fuego con sus actitudes a todas luces radicales.
En su eufórica paranoia AMLO se lanzó a despotricar, sin medir alcances, contra las instituciones mexicanas, denostando al IFE y al TRIFE. Después se lanzó a organizar marchas, mítines y bloqueos, rematando con el cierre absoluto del Paseo de la Reforma, una de las principales vialidades de la ciudad de México, sin importarle el daño que causaba irremediablemente, moral y material, a la ciudadanía.
Han pasado tres años, tiempo durante el cual ha habido la oportunidad de recapitular, de platicar con gente de diferentes estratos y tendencias. Entre los comentarios que destaco, por venir de quien vinieron, recuerdo la de varios que votaron por AMLO, dentro de los cuales algunos que fueron representantes de AMLO en casillas.
Muchos, puedo decir la mayoría, se manifestaron totalmente en desacuerdo con la posición post electoral asumida por AMLO. Hubo uno que me dijo que la posición de AMLO demostraba lo que muchos de sus partidarios decían aparentemente en broma: "quiere ganar como el señor de los volados, si sale sol ti pierdes y si sale águila yo gano".
Los que de plano se sintieron no sólo traicionados, sino vilmente vilipendiados fueron los representantes de AMLO en las casillas. En este aspecto respaldan lo que trata el video que a continuación se incluye.


Final y felizmente Felipe Calderón Hinojosa es el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Su actuación durante estos tres años ha sido bastante satisfactoria, y esto lo digo sin ambages y pésele a quien le pese. Las encuestas recientes lo colocan en un muy buen nivel, dado que tiene el 65% de aceptación, lo que en el ámbito mexicano así se puede interpretar.
Por el otro lado, el rimbombante y ridículo autonomembriento dé "Presidente Legítimo" ¿de dónde? lo dice todo.
Pero creo que mayor ridículo que hicieron los perredistas, sobre todo por la postura que asumieron después de las elecciones del 2 de julio de 2006, así como las acusaciones y despotrique a discreción que hicieron, fueron las elecciones internas para elegir presidente del partido que llevaron a cabo el año pasado. Ahí enseñaron --ante los hechos sobran argumentos-- de lo que son capaces, sus mugres y su falta absoluta de auto-respeto.

Es tan notoria la falta de racionalidad --y otras cosas que facilmente se detectan-- que demuestran los radicalistas que integran las huetes de paniaguados lopez-obradoristas, que bien vale la pena, aunque se lastimen los oídos, video-escuchar el siguiente:

1 comentario:

Quevir Roquedal dijo...

Soy integrante de una numerosa familia (somos 10 miembros, incluyendo a mis dos padres que a Dios gracias nos viven). Toda la familia éramos simpatizantes, yo diría demasiado, casi tirando al fanatismo) de Andrés Manuel. Creíamos a pie juntillas toda su sarta de promesas demagógicas (como ahora lo vemos). Dos hermanos mayores y yo participamos activamente en trabajos pro su candidatura: reuniones, mítines, marchas, bloqueos, etc. Además mis dos hermanos fueron sus representantes en casillas electorales.
Pero ¿cual fue nuestra amarga sorpresa?, que concluida la jornada electoral y que los números empezaron arrojar un resultado que no le favorecía, empezó a desbarrar, a decir tontería y media y a acusar a diestra y siniestra a quien se le venía en mente. En esas condiciones incluso acusó, sin ningún fundamento, de traidores y vendidos a sus propios representantes, quienes incluso estaban compartiendo con él la amargura de sentir que los números no le favorecían.
Entonces afloró el Andrés Manuel, al que ciegamente no queríamos ver: paranoico iracundo, esquizofrénico, soberbio, qué se yo cuantas cosas más.
Obviamente que sus partidarios, los que razonamos no los radicales irracionales, los que creíamos sinceramente en su proyecto no los paniaguados que van detrás de un hueso, nos dimos cuenta de la verdad y abortamos, pero lo hicimos con argumentos desapasionados y pensando realmente en nuestra Patria, a la que supusimos amaba realmente Andrés Manuel.
Pasó lo del bloqueo al Paseo de la Reforma, acción en la que todavía participaron mis dos hermanos. Acción bochornosa y por demás dañina, no sólo a la ciudad de México, sino al país entero, así lo comprendieron mis hermanos junto con otros y llegó su total desilusión
Concluyo con mi aseveración de que en las elecciones del 2 de julio de 2006, por más cerradas y controvertidas que hayan sido, el triunfador fue Felipe Calderón, y qué bueno que así fue, francamente no alcanzo a comprender que estaría haciendo André Manuel, aparte de estar fregando a México, en la Presidencia de la República.
Por otra parte, estoy convencido de que los medios de comunicación masiva jugaron un papel hartamente negativo en todo ese sainete, tal parece que les encanta meterlo leña al fuego y atizarlo. Ojalá que se den cuenta que cumplen una labor no sólo importante, sino indispensable como es informar, y que aún no encuentran el camino correcto, más bien parece que buscan el incorrecto.
Un cordial saludo.