sábado, 21 de junio de 2008

¡Peces gordos involucrados!

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Federico Müggenburg

La XX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, del Grupo de Río de Janeiro, celebrada en Santo Domingo, capital de República Dominicana, el fin de semana del 7, 8 y 9 de marzo, resultó una verdadera competencia y comedia de “tartufos”, es decir, de hipócritas, a ganarse el premio para el mejor actor, entre Hugo Chávez, de Venezuela; Daniel Ortega, de Nicaragua; y Rafael Correa, de Ecuador. El acontecimiento impactante que precedió la Cumbre, fue el ataque de las fuerzas armadas de Colombia, contra un campamento de guerrilleros de las FARC, refugiados en un “santuario guerrillero” sobre territorio ecuatoriano, a escasos dos kilómetros de la frontera entre ambos países. El ataque costó la vida a Raúl Reyes, el segundo hombre en jerarquía del grupo rebelde colombiano, quien había sido localizado por la intercepción de una llamada de teléfono celular, con el Comandante Hugo Chávez, mandatario de Venezuela.

El miércoles 5, en Washington, Camilo Ospina, de Colombia, había logrado en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), evitar una condena a Colombia, por haberse defendido exitosamente, en sólo catorce horas, de la denuncia y argumentación de Efrén Cocíos, novato e inexperto embajador de Ecuador, lo que tenía muy “ardido” al presidente Rafael Correa.
Las cosas parecían haber tomado inicialmente un rumbo bilateral, sólo entre Colombia y Ecuador, cuando la “necesidad obsesiva” de Hugo Chávez por salvaguardar y ampliar su influencia en la zona, lo llevó a ofrecer todo su apoyo político y militar a Rafael Correa, a lo que después se agregó el sarcasmo sandinista de Daniel Ortega, quien amenazó y después cumplió, romper relaciones con Colombia, para reanudarlas en menos de veinticuatro horas.
Todo podía haber quedado entre tres países, y con Colombia, cuatro, cuando se anunció que entre los 24 muertos en la selva de Ecuador, habían 10 universitarios mexicanos, quienes supuestamente realizaban “investigaciones académicas”, cosa que nadie puede creer, después de ver el tipo de ropa que utilizaban, las instalaciones en las que pernoctaban, los cuadernos de notas, los textos y apuntes que utilizaban, y ver los videos con las arengas de Raúl Reyes.
Esto involucró también al gobierno de México. El presidente Felipe Calderón tuvo que señalar que ¡exigía una investigación a fondo!, lo que puso en dificultades al gobierno de Ecuador, que había dicho que la superviviente mexicana, Lucía Morett Álvarez, será puesta en libertad en cuanto sane de las heridas.
Muy pronto llovieron informaciones que van integrando el “rompecabezas”: en España se había producido el contacto entre las FARC y el narco mexicano: “Monzer Al Kassar, detenido el año pasado en España, entabló negociaciones con la guerrilla colombiana para intercambiar armamento por droga que sería colocada en México”. Después, la PGR de México declaró: “Las FARC tienen ligas con todos los cárteles”; y finalmente la DEA dijo: “Las FARC usan al Distrito Federal de base financiera”.
Hoy todavía no se puede calcular qué resultado dará la anunciada investigación, pero ya desde hace buen tiempo “han flotado en el ambiente informativo”, los datos que confirman la injerencia de los integrantes de los “círculos bolivarianos chavistas”, la “selección” de jóvenes radicales mexicanos reclutados y entrenados en Damasco por el “Hizb-ut-Tahrir”, y las sutiles pero ya conocidas relaciones con los grupos radicales en México como el EPR, el ERPI y las APP’S.
Una persona que tiene suficiente “autoridad” para hablar de este problema, es el ex canciller, Jorge Castañeda Gutman, quien en su juventud militó en el partido comunista, participó en la revuelta francesa del 68, espió a su propio padre, el Canciller, para los intereses castristas, con los que luego chocó y rompió.
Hace unos días declaró en una entrevista para un diario mexicano: “¿Qué diablos andaban haciendo 10, 15, 20 estudiantes mexicanos en un campamento, en un santuario guerrillero de las FARC? ¿Qué demonios estaban haciendo allí? Todos tenemos que lamentar su trágica muerte, sobre todo por tratarse de jóvenes, pero insisto: si tú vas a los campamentos de Al Qaeda a entrenarte, pues es muy probable que te maten, ¿eh?”. Además, “es una situación incómoda para el gobierno del presidente Calderón porque implica definiciones, y a este gobierno las definiciones le dan urticaria. Por un lado, Calderón sí tiene una afinidad importante con Álvaro Uribe, y dudo que le tenga la más mínima simpatía a las FARC; pero por el otro lado quiere seguir quedando bien con Chávez, quiere seguir quedando bien con Correa, quiere seguir quedando bien con La Habana, y pues todas esas cosas son cada día más incompatibles.
La solución de Calderón parece ser un paso hacia la izquierda y un paso hacia la derecha...Yo creo que el tema central es si México quiere tomar partido claramente en esta lucha que ya es de ‘fuera máscaras’, porque ya no tienes simulaciones: varios gobiernos –el de Cuba, el de Venezuela, el de Ecuador, el de Nicaragua, el de Bolivia y, en menor medida, el de Argentina– luchan por extender su influencia en todo el continente combinando todas las vías posibles: la vía armada, la vía electoral, los dineros, las armas, etc. ¿Eso se vale, sí o no? ¿Se acepta, sí o no? Se va a combatir eso con las ideas o no se va a combatir. Hay una lucha frontal de tesis en América Latina y ahí hay que tomar ya partido: estás con los gobiernos democráticos o no...”.
Veremos si prospera la investigación y qué nos dan a conocer. ¡Hay peces gordos involucrados!

No hay comentarios: