lunes, 31 de agosto de 2009
En uno de sus más recientes artículos, titulado Los locos también matan, el prestigioso escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner, hace la vigorosa denuncia del proyecto de Chávez, para la instalación de 20 bases militares venezolanas en Bolivia. Montaner, nacido en Cuba en 1943, fue apresado en La Habana en 1961 a los 17 años y condenado a 20 años de cárcel. Escapó y desde 1970 vive en Madrid. Sus artículos semanales son reproducidos en diarios de EU y varios países de Europa y América Latina.
Se han calculado en 6 millones los lectores de sus artículos semanales. Ha escrito más de 25 libros, destacando entre los más recientes, Manual del perfecto idiota latinoamericano, Fabricantes de Miseria y El regreso del idiota, en colaboración con Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa.
En el artículo de referencia, denuncia con información obtenida por los múltiples contactos personales que tiene en América Latina, la operación en marcha de la instalación de 20 bases venezolanas en Bolivia, con un costo de 30 mil millones de dólares. Cito textualmente de su artículo las frases más contundentes: "Las bases estarán situadas en las cinco fronteras de que dispone el país, Chile, Perú, Paraguay, Argentina y Brasil. Esas instalaciones quedarán bajo control de militares venezolanos y cubanos en complicidad con soldados bolivianos. Seguramente los cubanos tendrán pasaporte e identidad de Venezuela. No es fácil distinguirlos. Son parecidos hasta en sus virtudes y defectos".
"El costo de los nuevos armamentos venezolanos ascenderá a 30 mil millones de dólares. Venezuela se ha convertido en el primer comprador de armas y equipos militares. El plan recoge un viejo sueño y una antigua convicción de Fidel Castro y el Che Guevara: Convertir a Bolivia, situada en el corazón de América Latina, en el bastión subversivo de Sudamérica. Esa convicción le costó la vida al Che en 1967. Es un país desde el que se puede desestabilizar toda la región andina alentando conflictos étnicos. Es un país, pronto con bases adecuadas, desde donde se podrán operar los nuevos aviones de combate adquiridos por Chávez en Rusia.
"Supongo que los chilenos, primer blanco de la mirilla del militar venezolano dispuesto a ‘bañarse en el mar boliviano’ habrán tomado nota del enorme peligro que a mediano plazo se cierne sobre ellos. Y Chávez, de acuerdo con Evo Morales, se propone seducir y reclutar a los bolivianos para su aventura revolucionaria, mediante un gigantesco plan asistencialista que incluye tratamientos médicos, alfabetización y abundante comida. Está seguro de que esa ayuda masiva demolerá cualquier suspicacia nacionalista. Ya es una figura apreciada por las masas bolivianas y lo será más aún en el futuro. Bolivia es el país más pobre del continente.
"Varios cientos de millones de dólares convenientemente repartidos, calcula Chávez, pueden lograr el milagro de desatar la adhesión entusiasta de los más necesitados y la complicidad de los grupos radicales a la causa de la conquista redentora de América Latina para el socialismo del siglo XXI. Lo que estamos contemplando es la consecuencia de una cierta visión delirante de la historia y de la realidad política planetaria. Hace meses, en diciembre pasado, lo explicó en Caracas el canciller cubano Felipe Pérez Roque y el mundo cometió la imbecilidad de no prestarle atención".
Frases clarísimas, que además adelantan la probable recomposición política de la región, con los próximos procesos electorales en Chile y Argentina. Lo más probable es que lleguen al poder presidentes no afines con el proyecto chavista de revolución socialista, así se llame del siglo XXI, y tampoco continúe el deslumbrante proyecto socialdemócrata "lulista", plagado de corrupción en Brasil.
Chávez, atenido en todo a la estrategia comunista, aplica la "guerra de la propaganda" haciendo escándalo con las siete bases estadounidenses en Colombia, tratando de que el grupo de países que conforman el "Unasur", denuncien la intromisión agresiva de EU en Colombia, pero no dice una sola palabra de su proyecto de 20 bases en Bolivia. Denunciada suficientemente su acción para subordinar a las FARC en sus planes, ahora va por el rescate del viejo sueño castro-guevarista desde Bolivia.
Muchos de los países de América Latina no adictos al chavismo temen denunciar, afrontar y rechazar este enorme peligro, ignorando o desconociendo que mientras los petrodólares venezolanos (40 por ciento de sus ventas a EU) sigan fluyendo, habrán recursos abundantes para la causa de "los locos que también matan", como dice Montaner.
El eco de los "idiotas útiles" de los que habló Lenin, está resonando por todas partes cuando se desprecia la causa de la libertad evidenciada en las instituciones hondureñas que han prevenido, hasta ahora con acierto, la unción de un país más a la causa revolucionaria socialista bajo la apariencia del "bolivarismo", cuando en realidad no es más que un "castrismo tardío", incomprensible en pleno siglo XXI.
¡Quién hubiera previsto en el año 2000!, que la acción de Hugo Chávez, llegaría a incorporar a su proyecto a Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y se frustraría en Honduras. Además, la retórica de los gobernantes argentinos Kirchner y del mismo Lula, tan adheridos a las supuestas "neutralidades" en estas materias, no hacen más que evidenciar la ceguera o la complicidad al estilo "kerensky", que tan malos resultados tuvo en Rusia a principios del siglo XX. ¡Sirva el caso hondureño como testimonio y ejemplo para muchos remisos!
Se han calculado en 6 millones los lectores de sus artículos semanales. Ha escrito más de 25 libros, destacando entre los más recientes, Manual del perfecto idiota latinoamericano, Fabricantes de Miseria y El regreso del idiota, en colaboración con Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa.
En el artículo de referencia, denuncia con información obtenida por los múltiples contactos personales que tiene en América Latina, la operación en marcha de la instalación de 20 bases venezolanas en Bolivia, con un costo de 30 mil millones de dólares. Cito textualmente de su artículo las frases más contundentes: "Las bases estarán situadas en las cinco fronteras de que dispone el país, Chile, Perú, Paraguay, Argentina y Brasil. Esas instalaciones quedarán bajo control de militares venezolanos y cubanos en complicidad con soldados bolivianos. Seguramente los cubanos tendrán pasaporte e identidad de Venezuela. No es fácil distinguirlos. Son parecidos hasta en sus virtudes y defectos".
"El costo de los nuevos armamentos venezolanos ascenderá a 30 mil millones de dólares. Venezuela se ha convertido en el primer comprador de armas y equipos militares. El plan recoge un viejo sueño y una antigua convicción de Fidel Castro y el Che Guevara: Convertir a Bolivia, situada en el corazón de América Latina, en el bastión subversivo de Sudamérica. Esa convicción le costó la vida al Che en 1967. Es un país desde el que se puede desestabilizar toda la región andina alentando conflictos étnicos. Es un país, pronto con bases adecuadas, desde donde se podrán operar los nuevos aviones de combate adquiridos por Chávez en Rusia.
"Supongo que los chilenos, primer blanco de la mirilla del militar venezolano dispuesto a ‘bañarse en el mar boliviano’ habrán tomado nota del enorme peligro que a mediano plazo se cierne sobre ellos. Y Chávez, de acuerdo con Evo Morales, se propone seducir y reclutar a los bolivianos para su aventura revolucionaria, mediante un gigantesco plan asistencialista que incluye tratamientos médicos, alfabetización y abundante comida. Está seguro de que esa ayuda masiva demolerá cualquier suspicacia nacionalista. Ya es una figura apreciada por las masas bolivianas y lo será más aún en el futuro. Bolivia es el país más pobre del continente.
"Varios cientos de millones de dólares convenientemente repartidos, calcula Chávez, pueden lograr el milagro de desatar la adhesión entusiasta de los más necesitados y la complicidad de los grupos radicales a la causa de la conquista redentora de América Latina para el socialismo del siglo XXI. Lo que estamos contemplando es la consecuencia de una cierta visión delirante de la historia y de la realidad política planetaria. Hace meses, en diciembre pasado, lo explicó en Caracas el canciller cubano Felipe Pérez Roque y el mundo cometió la imbecilidad de no prestarle atención".
Frases clarísimas, que además adelantan la probable recomposición política de la región, con los próximos procesos electorales en Chile y Argentina. Lo más probable es que lleguen al poder presidentes no afines con el proyecto chavista de revolución socialista, así se llame del siglo XXI, y tampoco continúe el deslumbrante proyecto socialdemócrata "lulista", plagado de corrupción en Brasil.
Chávez, atenido en todo a la estrategia comunista, aplica la "guerra de la propaganda" haciendo escándalo con las siete bases estadounidenses en Colombia, tratando de que el grupo de países que conforman el "Unasur", denuncien la intromisión agresiva de EU en Colombia, pero no dice una sola palabra de su proyecto de 20 bases en Bolivia. Denunciada suficientemente su acción para subordinar a las FARC en sus planes, ahora va por el rescate del viejo sueño castro-guevarista desde Bolivia.
Muchos de los países de América Latina no adictos al chavismo temen denunciar, afrontar y rechazar este enorme peligro, ignorando o desconociendo que mientras los petrodólares venezolanos (40 por ciento de sus ventas a EU) sigan fluyendo, habrán recursos abundantes para la causa de "los locos que también matan", como dice Montaner.
El eco de los "idiotas útiles" de los que habló Lenin, está resonando por todas partes cuando se desprecia la causa de la libertad evidenciada en las instituciones hondureñas que han prevenido, hasta ahora con acierto, la unción de un país más a la causa revolucionaria socialista bajo la apariencia del "bolivarismo", cuando en realidad no es más que un "castrismo tardío", incomprensible en pleno siglo XXI.
¡Quién hubiera previsto en el año 2000!, que la acción de Hugo Chávez, llegaría a incorporar a su proyecto a Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y se frustraría en Honduras. Además, la retórica de los gobernantes argentinos Kirchner y del mismo Lula, tan adheridos a las supuestas "neutralidades" en estas materias, no hacen más que evidenciar la ceguera o la complicidad al estilo "kerensky", que tan malos resultados tuvo en Rusia a principios del siglo XX. ¡Sirva el caso hondureño como testimonio y ejemplo para muchos remisos!
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