sábado, 12 de septiembre de 2009

¡Hay Sonora tus hijos lloran...!

Por: Antero Duks
agosto de 2009

Luego de la anunciada derrota del PRI de Bours, los priistas, entre desconcertados, desolados o hasta huérfanos, emprendieron una intensa campaña para desacreditar el proceso del que salió electo el futuro gobernador Guillermo Padrés Elías. El discurso de los derrotados, de los perdedores es definitivamente cínico pues tanto el derrotado aspirante Alfonso Elías Serrano como el del propio Eduardo Bours Castelo señalan un gigantesco fraude del PAN para arrebatarle el triunfo al tricolor, parece olvidárseles que fueron ellos, Bours y su gobierno los que tuvieron el control del proceso de principio a fin. El candidato perdedor alega que en el proceso hubo inequidad y es cierto pues, al Vaquero se le olvida TELEMAX o el noticiero ENTRE TODOS de la empresa MEGACABLE y todas y cada una de las estaciones de radio que sin condiciones se pintaron de rojo; la inequidad si se dio aunque en sentido contrario, los reclamos esgrimidos por los perdedores, pues como en pocas entidades del país en Sonora, el gobierno estatal ejerce un férreo control de los medios masivos de comunicación, control que hoy, luego de los comicios se utiliza para desacreditar una victoria que fue contundente. No se trata de decir que el triunfo de Padrés es la solución para todos los males simplemente, se trata de apuntar que el poder de Bours se acabó, le falló la estrategia, se equivocó de candidato, lo cegó la soberbia. Hoy cuando el proceso electoral llega a su fin, las huestes de Bours se lanzan de lleno para tratar de desacreditar el proceso utilizando como fundamento la inequidad sin embargo, a pesar de las trabas impuestas por el Consejo Estatal Electoral, hasta el lunes 13, Padrés mantenía una ventaja de 10 mil votos luego de recontarse 4 distritos electorales. Después de los comicios, todo cambió para Bours, políticamente está muerto y deja tras de sí una de las tragedias más terribles del país: la muerte de 48 niños. Soberbio, altivo y arrogante, el jefe del clan Bours tenía en realidad pocas probabilidades de alcanzar la victoria con un candidato sin carisma, sin talento político y sin capacidad para convertirse en gobernante. Podrán utilizarse muchos recursos, se puede recurrir a las argucias pero, seguirá prevaleciendo una verdad que gracias al manoseo mediático desorienta a la ciudadanía pretendiendo proyectar un panorama totalmente distinto a la realidad con la mezquina intención de restarle credibilidad a quien se convertirá en el primer gobernador de extracción panista, empero, la contundencia de los números no se puede ocultar. En sus delirios, el llamado Vaquero habla de un gigantesco fraude, sin embargo, todo indica que se trata de una estrategia para no perder totalmente la confianza de los priistas es decir, la inconformidad no es más que una patada de ahogado para rescatar algo del desastre y preparar el camino para futuras elecciones. Es cierto, en el proceso se dieron muchas irregularidades pero, a los priistas se les pasa un pequeño detalle, el control lo ejerció y lo sigue ejerciendo el gobierno local, en cualquier otra parte, lo que sucedió durante los comicios ya hubiera terminado, aquí en Sonora, pasa lo que en otras regiones del país es un vago recuerdo aquí, todavía se niega a morir. Desde hace tiempo, habíamos establecido en este mismo espacio que la llamada alternancia era un hecho inevitable y lo reiteramos, no podemos asegurar que Guillermo Padrés Elías sea la solución para los problemas de la entidad, el virtual gobernador generó muchas expectativas, sembró muchas esperanzas y allí está el riesgo en esta transición, que no alternancia, habrán muy pocos resultados para empezar, el futuro mandatario estatal llegará acotado por los acuerdos, durante al menos tres años, el nuevo gobierno habrá de navegar sobre aguas tormentosas. Lo único cierto, es que seremos testigos de los delirios vaqueros y veremos la caída de quien dijo que llevaría a Sonora a las grandes ligas, veremos poco a poco, el borrón de 80 años de historia, el final de una quimera o el desplome de Bours.
A CONTRALUZ
El virtual futuro alcalde de Álamos, el doctor Joaquín Navarro Quijada luego de su impresionante victoria enfrentará el gran reto de reconstruir una comunidad que fue considerada como la fortaleza del PRI en el sur de Sonora. En la llamada Ciudad de los Portales, existe una polarización que reconocida por Navarro Quijada como el factor que ha inhibido el desarrollo y que es la causa fundamental por la que el municipio ocupe el segundo lugar en marginación. Ante este panorama, el panista sabe que el camino es cuesta arriba y que la única forma de gobernar será llamando a la reconciliación. En la Ciudad Colonial, persisten los odios, dicen que generados por la saliente alcaldesa, Ruth Concepción Acuña Razcón pero, las diferencias, son de antes y eso es otra historia, lo cierto es que el reto para el futuro presidente municipal es enorme pues la tarea no es fácil; las condiciones en las que se encuentra el gobierno municipal son como para desalentar a cualquiera sin embargo, si Navarro Quijada tuvo el talento para aglutinar a su alrededor a los diferentes actores políticos para conseguir la victoria, es seguro que tiene los meritos suficientes para lograr un gran acuerdo que permita, primero gobernabilidad y segundo, alcanzar metas. Es difícil en una región como Álamos el establecer puentes entre quienes definitivamente tienen la etiqueta de adversarios pero, en política todo se vale, y si bien es cierto que el establecer alianzas que permitan concretar el proyecto de Navarro Quijada generará opiniones encontradas, la verdad es que es el único camino para cimentar al nuevo gobierno. De acuerdo al discurso repetido por el virtual alcalde, esta es la hora para la reconciliación y la vía es la concertación, es cierto, al principio se desatarán las críticas, se escucharán los reclamos pero, en estos tiempos de la modernidad, el que no pacta, quien no acuerda, simplemente no llega, se tambalea o se cae. Seguramente, el talento probado por el reconocido Doctor Joaquín se impondrá, será por el bien de Álamos.
PERSPECTIVA
No hay que descartar a Jesús Baldomero Corral Valenzuela quien sin duda representa la alternativa para reconstruir al priismo alamense; el también medico, representa a ese PRI asesinado el 23 marzo de 1994 en Tijuana es decir, el ex candidato a la presidencia municipal y también ex alcalde, tiene la capacidad para imprimirle un nuevo ritmo al partido. Como pocos, Corral Valenzuela aceptó sin rencores la derrota y eso prueba su estatura como político. Para el tricolor en Sonora, se anuncian días de intensa reflexión pues luego del desplome, habrá muy pocos que se atrevan a reconocer errores y serán seguramente muchos los que se vayan obligando a la intervención de otras voces, ya no esas del poder absoluto sino la de quienes sin ataduras, reconocen fortalezas y debilidades, sobre ese escenario, personajes como Corral Valenzuela habrán de ser los protagonistas de la reconstrucción que permita adecuar a ese instituto político en la modernidad, donde no siempre se gana y que obliga a tener la entereza para reconocer las derrotas.
¡Ah, pero es que el PRI…!

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