sábado, 12 de septiembre de 2009

¿Quien les entiende?

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
Agosto de 2009

Cuando a Juan Camilo Mouriño lo nombraron Secretario de Gobernación, entre los comentaristas y analistas abundaron las opiniones contrarias y las criticas duras. Muchos lo juzgaron de incompetente, de favorecido, y de qué se yo de cuantas cosas más, negativas desde luego. Muy pocos alabaron su nombramiento y reconocieron su valía.

Esos mismos comentaristas y analistas, cuando el avión Learjet 45 en el que viajaban el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el ex subprocurador de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos, cayó a tierra, se soltaron el pelo y cambiaron su manera de pensar, según se desprende de varias notas periodísticas, de las cuales me permito entresacar y apuntar algunas opiniones que se vertieron entonces.

“En ese mismo momento el gobierno de Felipe Calderón también se fue en picada, perdiendo el rumbo, de por si incierto, en apenas dos años de vida. De muchas maneras Felipe Calderón perdió la Presidencia de la República ese mismo día del trágico accidente, pues más allá de la pérdida de su amigo y principal operador político.

“El Presidente mostró la fragilidad con la que se ha mantenido desde que llegó, a trompicones y con un enorme descrédito, a Los Pinos. Ante las cámaras de televisión, horas después de que se confirmara la muerte de Mouriño a bordo del avión, Felipe Calderón mostró su enorme debilidad, pues en lugar de salir al paso con una actitud de jefe de Estado, abonó las sospechas que aún hoy se mantienen, no obstante la teoría del error humano que Luis Téllez, el secretario de Comunicaciones, ha defendido con base en un dictamen parcial, incompleto y manipulado de la información contenida en la caja negra.”

“La actitud derrotista de Calderón durante las exequias de Mouriño, la atención exagerada que se dio al secretario de Gobernación sobre Vasconcelos, los demás pasajeros del avión, así como el desdén que se le dio inicialmente a los ciudadanos de a pie que murieron en el accidente, fueron errores que la opinión pública y la ciudadanía detectaron de inmediato (sic).”

“Esta actitud de menosprecio, que posteriormente el gobierno trató de rectificar con declaraciones, quedará registrada en la memoria colectiva y no sería aventurado decir que estos son factores que influyen en el ánimo electoral. Las dificultades evidentes que Calderón expuso al elegir al sustituto de Mouriño en la Secretaría de Gobernación y la decisión de que fuera el abogado de mala fama (sic) Fernando Gómez Mont, fue un nuevo indicador de las dificultades que tiene para sostener un equipo que sólo ha mostrado su inexperiencia y su incapacidad. Tuvo que buscar fuera de su gobierno y de su partido y echar a mano de sus viejas ligas con Diego Fernández de Cevallos, del que es socio Gómez Mont, para elegir al nuevo responsable de la política interna. Esa decisión tiene un claro mensaje: Calderón se ha quedado solo al frente del gobierno.”

¡Y claro, no perdieron la oportunidad de intrigar sobre el PAN y Vicente Fox –a quien los medios no le perdonan ni que se siente a desayunar--!:

“Otro hecho que destapó la debilidad y fragilidad del gobierno de Calderón fue la posición desafiante de Vicente Fox y Manuel Espino, quienes no se ocuparon de atender el luto y no asistieron a la ceremonia luctuosa que se efectuó en el Campo Marte. El grupo panista ultraconservador siguió con sus reuniones de la Internacional Demócrata de Centro en el Centro Fox, como si nada pasara.”

“La reacción de Calderón no se hizo esperar y públicamente mostró su ira cuando asistió al homenaje que le hiciera el PAN a Mouriño, durante el cual dijo: ‘Debemos dejar atrás la mohína, la pereza, la ambición, las envidias que tanto sufrió él (Mouriño) y seguir luchando contra los enemigos de México por la convicción y determinación con la que él lo hizo, con más fuerza aún, y de presentar siempre, siempre, siempre, invariablemente las mejores opciones a los ciudadanos’.

Por ahí otro escribió: “Al día siguiente. El declive del gobierno calderonista, sin embargo, no está únicamente en las divisiones internas ni en la inexperiencia de su equipo, sino también en la calidad de algunos de sus principales funcionarios, como Juan Camilo Mouriño y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, a quien desde hace tiempo se le venía cuestionando por su presunta vinculación con algunos jefes del crimen organizado.” A lo que yo agrego: también tiene vínculos con Peter Pan, Cri-Cri y Chespirito, lo cual digo y aseguro, con los mismos fundamentos que aquellos tienen para decirlo que dicen.

La reportera Anabel Hernández revela en su reciente libro, Los cómplices del presidente, que Mouriño se hizo rico utilizando sus influencias políticas, las cuales se reflejaron en la reciente reforma energética, pero sobre todo se corre el velo sobre las relaciones de García Luna y miembros de su equipo con bandas de secuestradores y el cártel de Sinaloa. Las revelaciones de la periodista ponen sobre la mesa cuestiones graves como el hecho de que fuera Mouriño a quien un grupo de generales le dijo que García Luna tenía amistades oscuras, antes de que tomara posesión de la Secretaría de Seguridad Pública. Calderón supo desde la etapa de transición quién era este personaje y a pesar de ello lo designó como el responsable de combatir al crimen organizado. Así, en medio del luto, Calderón tendrá que enfrentar no sólo las acusaciones de que el crimen organizado está infiltrado en los niveles más altos de su gobierno, sino resolver, además, el enorme problema económico que se avecina y del cual no tiene la menor idea, pues está rebasado desde el principio, ya que lo consideró como un "resfrío" lo cual es proveniente de Estados Unidos que poco o nada le haría al país.” Aquí se avienta doña Anabel hasta la cocina, pues Calderón nunca dijo lo que dice que dijo. Tampoco nada dice ella acerca de sus ciertas turbias relaciones que ella mantuvo (o mantiene) con gente del Güero Palma.

Total, que así están las cosas en los medios.

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