martes, 16 de octubre de 2007

Fox affaire

Enrique Galván-Duque Tamborrel

A veces es de risa lo que sucede en México alrededor de ciertos sucesos como el que actualmente es la comidilla del día, y me refiero a al asunto de Vicente Fox. No cabe duda de que cuando algún asunto se convierte en mediático se acabó el mundo, todos se convierten en acusadores y después en juzgadores. ¡Ah! Pero eso sí, nadie tiene y mucho menos aporta pruebas.
Por otra parte, Vicente juega y se divierte con ello, basta ver su actitud ante los entrevistadores, la goza y me atrevo a decir que se encuentra como pez en el agua.
Cuando le preguntaron sobre lo de la comisión especial que se acaba de integrar en la Cámara de Diputados, dice: “lo único que van a lograr es gastarse el dinero de los contribuyentes”, ¡y claro que tiene razón! Veamos: aparte de lo inútil que en México tienen las mentadas comisiones, suponiendo que encontraran algo, para comprobarlo les va a costar un ojo de la cara, cosa que obviamente no harán, sobre todo, si efectivamente Fox estuvo año con año declarando sus bienes, querrá decir que a alguien se le escapó algo, cosa que obviamente no lo querrá reconocerlo. Ahora bien, si es al contrario no le encuentran nada malo –que es lo más seguro, simplemente porque no lo hay--, entonces van a poner el grito en el cielo para acusar a la Comisión de mentir para protegerlo. Total que para nada sirve como dice Fox. Es como el juego del volado que jugaba mi compadre Pancracio: Si sale águila yo gano y si sale sol tu pierdes.
El peso de siete décadas de hegemonía partidista nos dejó como herencia una serie de vicios y malos hábitos. Uno de ellos, callar a los ex-presidentes de la República, lo cual es absolutamente antidemocrático, y ojalá Vicente siga actuando como hasta ahora para matar ese hipócrita tabú y abrir una vez más la brecha, como lo ha hecho en muchas otras cosas.
Lo dicho, Vicente Fox le cae ma a unos y a bien otros, esto es natural, y mientras no afecte a nadie que siga adelante que caray. De todos modos lo van a criticar, de eso estoy seguro, la envidia se punta sola y los envidiosos no necesitan vejigas para nadar.

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