domingo, 4 de mayo de 2008

Ante juglares golpistas y maquiavelos ególatras

Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Federico Müggenburg

En la Edad Media no existían la gran variedad de medios de entretenimiento que hoy existen. La vida era muy distinta y estaba más centrada en los procesos y los fenómenos naturales.
Difícilmente podemos imaginarnos que sólo eventualmente llegaran a los centros de población los “juglares”, que pueden considerarse un antecedente y/o componente de lo que después se llamó circo y se consolidó como uno de los entretenimientos de mayor calidad.
Los “juglares” divertían a la gente con sus cantos, sus versos, sus melodías, sus juegos de palabras y sus magias, sus piruetas y acrobacias. Para ellos todo era broma y diversión, nada era serio… y los espectadores así lo entendían. Se trataba de momentos de entretenimiento, diversión y descanso.
Han pasado varios siglos, las costumbres han cambiado, mas los “juglares” siguen apareciendo por aquí y por allá, sólo que en este tiempo se caracterizan más por ser “juglares de las ideas”, que causan dudas, confusión y desconcierto entre los que los escuchan.
El grupo más claramente identificado, es el que circunda al “juglar mayor de Macuspana”, Andrés López Obrador. Algunos de sus asistentes son creadores de libretos –Manuel Camacho, Porfirio Muñoz Ledo, Juan Ramón de la Fuente–, otros son simples bufones y arlequines, desde irónicos hasta violentos –Fernández Noroña, Víctor Hugo Círigo, René Bejarano, Hugo Jarquín–, y las más recientes variedades de “adelitas”, como –Alejandra Barrales, Clara Sheinbaum, Dolores Padierna, y Jesusa Rodríguez–, algunas hasta habilidosas “tuberas”.
Eso sí, todos enredados en una invención juglaresca sobre la imaginaria “privatización” de PEMEX que, por ahora, ¡nadie ha planteado! Estos “juglares perredistas” se inventaron la “privatización”, y así directo, se lanzaron contra ella, organizando manifestaciones, concentraciones y declaraciones, con la aparente pretensión de sabotear el proyecto de la ley de “Reforma Energética”, pero realmente, para tratar de ocultar o tapar todo el “cochinero electoral” y la “fractura total” del partido del antiguo “sol azteca”, que ahora pasó a ser del “sol menguante”.
El otro vector de la lucha contra la ley de la “Reforma Energética”, es el de los “maquiavelos ególatras”, encabezados por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, que por tanto navegar con la bandera de “fieles de la balanza”, entre el PRD y el PAN, chantajeando a favor de “su causa, su proyecto y su gente” –les resultó con la “ley electoral” y la menguada “ley fiscal”–, ahora empiezan a pagar los platos rotos con la burla que desde distintos medios, pero principalmente desde la revista Proceso, que han identificado a Manlio Fabio como el “Padrino Don Beltrone”.
El exceso violento de los “juglares” y sus huestes, el pasado 10 de abril, con el asalto al Palacio Legislativo de San Lázaro, provocaron una reacción e indignación que quizá no esperaban. El día 15, Federico Reyes-Heroles publicó su habitual artículo, titulado “GOLPISTAS”, siendo muy bien rubricado con la frase final: “el ‘líder moral’ de la izquierda es un golpista y sus seguidores, cómplices”.
El 16 de abril, un grupo de pensadores (intelectuales, dicen otros), publicó una inserción en los medios escritos, señalando que “el golpe de fuerza cometido el 10 de abril por los legisladores del Frente Amplio Progresista, violenta el orden democrático”.
Luego intervendría el 17 de abril, el ingeniero e historiador Enrique Krauze, señalando: “La resistencia civil no tiene nada de pacífica; tanto así, que si Gandhi volviera a nacer y viera lo que están haciendo los miembros del Frente Amplio Progresista, se volvía a morir”.
El día 17, Claudio X. González, líder del “Consejo Mexicano de Hombres de Negocios”, aseguró que “atentar contra las instituciones del país es ‘golpismo’, el cual lleva al autoritarismo y a consecuencias negativas”.
El día 18, se publicó una inserción en todos los medios escritos de la ciudad de México, firmada por el “Consejo Coordinador Empresarial A.C.”, señalando: “El sector empresarial condena enérgicamente las manifestaciones de intransigencia y cerrazón que atentan contra las instituciones… Es incongruente que una minoría exija debate al mismo tiempo que sitia el Congreso”.
Ese mismo día en la noche empezó a exhibirse, en tiempos estelares de la televisión nacional, un “spot” titulado “¿Quiénes clausuran el Congreso?”, elaborado y difundido por Guillermo Velasco, Presidente de “Mejor Sociedad, Mejor Gobierno”, en el que se compara a López Obrador con Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Victoriano Huerta… por ¡GOLPISTAS!… ( ver en: http://www.msmg.org.mx).
La reacción de los afectados por la secuencia de la contundente argumentación, que va desde Federico Reyes-Heroles, hasta Guillermo Velasco, pasando por toda la gama de instituciones, comentaristas de los medios, y ciudadanos normales indignados, se ha concretado en exclamaciones de lloricones y plañideras, como: “Demandarán al IFE retirar promocional de la televisión. Reclaman ilegalidad de spots antiAMLO”.
“El espot contra AMLO, ‘orgía de venganza pueril’ ”, señaló Carlos Monsivais (alguna vez Octavio Paz le dijo: “Usted en lugar de ideas tiene ocurrencias”). Falta aún el efecto de la anunciada “queja” que presentará el PAN ante el IFE, por las violaciones de los opositores golpistas al Código Electoral, por la toma de las tribunas del Palacio Legislativo, lo que implicará sanciones para el PRD.
La lluvia de acusaciones mediáticas en contra de los calificados de “ultras”, estuvo perfectamente identificada desde 1977 por Augusto del Noce en su libro “Italia y el Eurocomunismo. Una estrategia para Occidente”.
“Hay que reducir a los adversarios al silencio, acusándolos de fascistas, pero no en el sentido histórico que este término sugiere, sino en el significado que Gramsci le da, identificando fascismo con ‘represión’, entendida de forma que englobe todos los valores afirmados por la tradición, incluidos los diez mandamientos”. (sic)

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