jueves, 23 de abril de 2009

Porros de Chávez Vs Trabajadores

Fuente: yoinfluyo.com
Autor: René Mondragón
14/abril/2009

¿Se acuerda usted de Mao Tsé Tung? El líder comunista chino que sí se creyó el tema del comunismo. Pues yo creía que esos fundamentalismos retrógrados y oscurantistas habían sido superados. Pero me equivoqué.
La verdad es que no quisiera que se interpretara que me cae mal Hugo Chávez; lo que sucede es que el señor –como dicen en mi pueblo– siempre se pone “de pechito”, y a veces es irresistible la tentación de escribir algo para mi “Mondragonario Político”, obra todavía inédita que pretende comprar George Lucas para llevarla a Hollywood, aunque me resisto todavía, porque no acabo de imaginarme a Kurt Russell en el papel de Evo Morales, o a Liam Neeson como el cachorro bolivariano.
¿A qué venía esto?
Precisamente, a que el mandatario venezolano ya se compró su equipo de “porros”. Para nuestros lectores en el viejo continente, se les dice “porros” a los pseudo-estudiantes con vocación de mercenarios que se dedican a golpear gente a cambio de un sueldo, una curul, o una delegación en el DF.
Pues nada, que don Hugo ya tiene los propios y sus fedayines han puesto en jaque a la empresa Toyota, con ayuda de las autoridades del trabajo en aquel país.
Parcialidad en los tribunales laborales
Los directivos de Toyota informaron a la opinión pública que la Inspectoría del Trabajo –así se llama allá– ordenó el cierre de la “mesa de diálogo entre la empresa y los trabajadores, porque la “mesa divertida” del sindicato, hizo nuevas peticiones.
Este hecho, en el español de Ortega y Gasset, significa que la productividad, el sostenimiento y protección de las fuentes de empleo, y la misma economía venezolana que depende del sector automotriz, se la puede llevar la “santa muerte”.(1)
¿Cuál es el problema?
1.- Ya paralizaron la planta ensambladora de Toyota, desde comienzos del mes de marzo; lo que también pone hoy, en condiciones de alto riesgo, la supervivencia de la empresa.
2.- Ya se tenía un acuerdo sobre las demandas laborales, y a pesar de todo se bloqueó el acceso a la planta. Los acuerdos giraron sobre temas como comedor, seguro y venta de vehículos a empleados.
3.- Al punto de poner fin al conflicto –nada más faltaba la firma del acta que contenía los acuerdos–, el sindicato le pidió a la empresa los salarios caídos desde el bloqueo a la planta. La gente de Toyota dijo que eso no estaba en los acuerdos consensados. Adicionalmente, agregaron más puntos al “pliego petitorio”.
4.- Desde luego, como el señor Chávez está en contra del capitalismo y del imperialismo, se ha complicado la situación de la empresa ensambladora porque le han retrasado la entrega de divisas y de licencias para importar partes y piezas automotrices, junto con el tortuguismo y la tramitología infinita para otorgar los permisos de importación de los vehículos ensamblados.
No importa que los trabajadores se queden sin empleo o que sus familias pasen a engrosar las listas de asistencia social del “gobierno revolucionario”. Siendo claros, el gobierno de Chávez sí está en contra de la gente que hoy, por la crisis mundial, más necesita el empleo. Sin embargo, yo creo que el cachorro puede dormir con eso.


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