Por: Cynthia Castañeda
01/abril/2009
Hace un mes todo parecía indicar que las cosas ya estaban dichas y que el próximo 5 de julio el PRI arrasaría en los comicios electorales.
Nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a decir que las cosas serían de otra manera. Sin embargo, el día de hoy parece ser que nada está escrito y que el nombre del partido que predominará en nuestra Cámara de Diputados aún está por definirse.
Anteriormente, la diferencia de intención de voto entre el primer partido y el segundo, es decir, entre el PRI y el PAN, era de 15 puntos. No obstante, al día de hoy son únicamente tres los que los separan.
¿A qué se debe este cambio tan radical? En los últimos días el Partido Acción Nacional, específicamente su director Germán Martínez, ha emitido algunas acusaciones que involucran directamente al tricolor y a su mal funcionamiento en el gobierno.
Ante estas provocaciones, y muy a pesar del deseo de Beatriz Paredes por mantener al partido al margen de la situación, a los priístas les ha sido imposible guardar la compostura.
El líder de sus senadores, Manlio Fabio Beltrones, emitió varias declaraciones desafortunadas, en las que instó al Presidente “a fajarse los pantalones”.
Aunado a todos estos desvaríos, llegó en un muy buen momento el realce al impulso de Calderón por combatir el crimen organizado. Y con éste, la aprobación unánime, el reconocimiento de muchos, e incluso, el inédito apoyo de Estados Unidos.
Probablemente esto ha tenido mucho que ver. La diferencia ahora es mínima y las posibilidades de que los blanquiazules no se dejen vencer, están más latentes que nunca.
Por otro lado, también en estas últimas horas, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se ha visto atrapado en dificultades con el IFE.
El Consejo Electoral decidió sancionar por más de nueve millones de pesos al partido por haber transmitido 206 veces un spot televisivo en el que, aludiendo al crimen del secuestro, promocionan su propuesta para practicar la pena de muerte.
Sin embargo, el motivo de la sanción no es precisamente lo absurda e incongruente que su propuesta pueda resultar; la razón de este castigo apela al hecho de que algunos senadores del partido corrieron con los gastos de dicha publicidad, faltando así al artículo 41 en que la Constitución especifica que el financiamiento de los partidos debe ser público y regulado por el IFE, nunca privado.
Esta vez, las televisoras salieron ilesas del problema. Ellas simplemente cumplieron con su deber. La contratación de spots para difundir informes de servidores públicos está permitida. Sin embargo, la culpa alude directamente a los verdes, quienes usaron el logo del partido y además la imagen de los senadores para la difusión de su mensaje.
Como vemos, todo puede pasar. La guerra electoral ya dio inicio y el campo de batalla no parece ser nada afable. Lo bueno apenas está por comenzar…
01/abril/2009
Hace un mes todo parecía indicar que las cosas ya estaban dichas y que el próximo 5 de julio el PRI arrasaría en los comicios electorales.
Nadie, absolutamente nadie, se hubiera atrevido a decir que las cosas serían de otra manera. Sin embargo, el día de hoy parece ser que nada está escrito y que el nombre del partido que predominará en nuestra Cámara de Diputados aún está por definirse.
Anteriormente, la diferencia de intención de voto entre el primer partido y el segundo, es decir, entre el PRI y el PAN, era de 15 puntos. No obstante, al día de hoy son únicamente tres los que los separan.
¿A qué se debe este cambio tan radical? En los últimos días el Partido Acción Nacional, específicamente su director Germán Martínez, ha emitido algunas acusaciones que involucran directamente al tricolor y a su mal funcionamiento en el gobierno.
Ante estas provocaciones, y muy a pesar del deseo de Beatriz Paredes por mantener al partido al margen de la situación, a los priístas les ha sido imposible guardar la compostura.
El líder de sus senadores, Manlio Fabio Beltrones, emitió varias declaraciones desafortunadas, en las que instó al Presidente “a fajarse los pantalones”.
Aunado a todos estos desvaríos, llegó en un muy buen momento el realce al impulso de Calderón por combatir el crimen organizado. Y con éste, la aprobación unánime, el reconocimiento de muchos, e incluso, el inédito apoyo de Estados Unidos.
Probablemente esto ha tenido mucho que ver. La diferencia ahora es mínima y las posibilidades de que los blanquiazules no se dejen vencer, están más latentes que nunca.
Por otro lado, también en estas últimas horas, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se ha visto atrapado en dificultades con el IFE.
El Consejo Electoral decidió sancionar por más de nueve millones de pesos al partido por haber transmitido 206 veces un spot televisivo en el que, aludiendo al crimen del secuestro, promocionan su propuesta para practicar la pena de muerte.
Sin embargo, el motivo de la sanción no es precisamente lo absurda e incongruente que su propuesta pueda resultar; la razón de este castigo apela al hecho de que algunos senadores del partido corrieron con los gastos de dicha publicidad, faltando así al artículo 41 en que la Constitución especifica que el financiamiento de los partidos debe ser público y regulado por el IFE, nunca privado.
Esta vez, las televisoras salieron ilesas del problema. Ellas simplemente cumplieron con su deber. La contratación de spots para difundir informes de servidores públicos está permitida. Sin embargo, la culpa alude directamente a los verdes, quienes usaron el logo del partido y además la imagen de los senadores para la difusión de su mensaje.
Como vemos, todo puede pasar. La guerra electoral ya dio inicio y el campo de batalla no parece ser nada afable. Lo bueno apenas está por comenzar…
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