sábado, 4 de julio de 2009

Homenaje a las elecciones del 2009

Por: Massi Hosareh
Ya estamos en el mes de julio del 2009, el domingo 5 se efectuarán las elecciones para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, así mismo para renovar algunas legislaturas locales, gubernaturas y presidencias municipales.
Las diversas campañas estuvieron llenas de las estupideces clásicas de nosotros los mexicanos, ni a cual irle, ya ni el partido que otrora representaba la mesura, como era el PAN, ahora desbarró cayendo en el nivel que tanto combatía antes, se aparejó pues al nivel del PRI y PRD. De los otros partidos no hay de que hablar, pues siempre se pegan a alguno de los grandes, no tienen personalidad propia, sólo la sombra del partido al cual se pegan.
El partido de la Convergencia, que yo no sé a donde convergen, a no ser que al desastre, y el del Trabajo, que se unieron, integrando una amalgama sui generis con el Mesías, perdón Su Majestad Andrés Manuel López Obrador, sí aquel que “sólo sus chicharrones truenan”, bueno, eso dice él.
Por cierto que ahora aparecen en ese PT, grandes personajes como candidatos a diputados federales, como el eximio Ricardo Fernández Noroña, sí, aquel de los múltiples alborotos, que para eso se pinta solo. Ahora está en contra del partido que le cobijó tantas estupideces, sí el PRD, y se desvive por el PT, a ver hasta cuando le dura su nuevo romance.
Para la triste y lamentable similitud que tienen todas las elecciones en nuestra amada patria, ahora enriquecida por una serie de regulaciones y ataduras –pomposamente llamadas leyes— que sus serenísimas majestades miembros del atribulado Congreso de la Unión, después de exhaustivas jornadas de trabajo, se sacaron de la manga, por lo que no es raro que acabaran por echar a perder el proceso electoral. Bueno, pero que podía esperarse de la eximia brillantez de ese grupo de mexicanos. Dejarían de ser mexicanos si no lo hubieran hecho así, ¡viva la desunión, abajo la unidad!
En honor a esta histórica y gloriosa jornada, vale recordar una fábula de todos conocida que circulo hace tres años, viene a cuento pues:

FÁBULA DE LA TORTUGA-CALDERON Y LA LIEBRE-PEJE
(Versión mejorada........y actualizada).
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre-peje arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algúntiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha.
Pero pronto se durmió. La tortuga-calderón, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia no termina aquí:
La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido.
Entonces, desafiante acusó a los jueces de corruptos y declaró que la carrera había sido un fraude, por lo que, convenciendo a varios animales, convocó a una asamblea y se declaró vencedora y conminó a la tortuga-calderón que renunciara a su tramposo triunfo.
Moraleja: Los soberbios quieren siempre tratan de arrebatar el triunfo.
Pero la historia tampoco termina aquí:
Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad.
Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente.
La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río.
Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia tampoco termina aquí:
El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas.
Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.
En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos... y obtenemos mejores resultados.
(Autor anónimo)
SI ASÍ FUERAN NUESTROS CANDIDATOS, OTRO GALLO LE CANTARÍA A MÉXICO.

"QUE DIOS NOS BENDIGA EN LA MEDIDA QUE LO MEREZCAMOS"

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