sábado, 4 de julio de 2009

Triste papel el de Germán

Por: Antero Duks

Del muy triste y lamentable papel que asumieron los dirigentes de los partidos políticos durante la campaña, sin tener ni a cualquier irle. Afloraron la demagogia, los ataques y el sobajamiento al opositor. Pero el que se llevó las palmas en cuanto a esto último fue sin duda Germán Martínez, ¡qué daño lo hizo al PAN! Partido el cual uno de sus sellos era la mesura y el razonamiento, virtudes que lo llevaron a soportar con estoicismo el ser durante muchos años –seis largas décadas-- el único partido de la oposición, valores que mandó al olvido don Germán, ¡lástima! Yo pienso que esos altos valores desperdiciados indebidamente, el PAN debe, y tiene con qué recuperarlos, retomar la imagen que fue tan suya y que le hizo llegar a ocupar un papel preponderante en la política mexicana. Ojalá así sea.
El señor Secretario de Gobernación, exitoso abogado postulante metido a funcionario público, Fernando Gómez Mont Urueta, sacó el sábado pasado de su ronco pecho, muy amplio por cierto, como de tenor, una serie de conceptos que hace tiempo no le escuchaba a funcionario alguno, sobre todo porque no se a quien se dirigía. A lo mejor es que estaba en uno de esos momentos que todos tenemos en que nos da por filosofar y dar cátedra a quien nos quiera oír. Lo que inmediatamente me llamó la atención fue aquello de que la Federación ha trabajado en coordinación con los distintos niveles de gobierno en materia de seguridad, para garantizar la tranquilidad de todos los mexicanos. No se si se habrá enterado que la mayor parte de los mexicanos nos levantamos y nos acostamos con el Jesús en la boca, y que en consecuencia no estamos lo tranquilitos que el piensa.
Por lo que corresponde a eso de que se trabaja en coordinación con los distintos niveles de gobierno en materia de seguridad, tampoco lo creo. No es que esté yo en una etapa de incredulidad permanente, sino que después del caso Michoacán lo único que pienso es que esa coordinación de la que habla no es más que una cita discursiva. En la práctica lo que hemos visto es que el Gobierno Federal no confía en los gobiernos de los estados porque nunca les avisa nada de lo que va a hacer. Claro está que las investigaciones se tienen que realizar de forma sigilosa, pero de eso a ningunear a los gobernadores tiene lo suyo. Mejor que le diga a Genaro García Luna que ya suelte la lana que se ha guardado, y que corresponde a los apoyos que tienen que recibir los estados.
Estoy de acuerdo en eso de que México vive una situación difícil, en medio de una crisis internacional, pero no en eso de que estamos en un momento de transición institucional, porque habría que decir que una transición es la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar, a otro muy distinto del anterior. Representa un cambio de un estado a otro. Que yo sepa, hasta ahora no hay una transición institucional porque las cosas siguen igual que antes, o séase que es la misma gata pero revolcada como dicen por ahí.
Si se refiere a la transición a la democracia, le voy a poner un ejemplo: si colocamos dos círculos entrelazados uno con el otro, el efecto de ambos al estar unidos es la creación de una elipse. Si cada círculo lo representamos uno con el autoritarismo, y el otro con la democracia, esa elipse formada por los dos es el lapso del tiempo que los especialistas llaman la “transición a la democracia”, o séase el momento en que se realizan los cambios. No es que le quiera dar yo clases de ciencia política, pero utilizar el término implica conocimiento del mismo, y la forma en que lo utilizó no satisface mi entendimiento. Pero mejor ahí la dejo y le sigo con lo demás.
Me parece correctísimo que el señor Secretario de Gobernación le haya mandado ese mensaje al presidente de su partido, o séase a don Germán Martínez Cázares. La confrontación verbal que ha utilizado para intentar otorgarle una identidad a la campaña de su partido solamente le ha generado animadversión en todas las demás fuerzas políticas, y eso no es bueno, porque a la hora de decir de quien serán los chicharrones que han de tronar allá por los rumbos de San Lázaro, quien perderá con toda seguridad es el gobierno del Presidente Calderón. Lo digo porque no hay, hasta ahora, ningún asomo de que el blanquiazul pueda ganar la mayoría de las curules como para mandar y hacer lo que quieran en materia legislativa.
No creo que sea necesario intensificar una campaña que solamente nos siga dividiendo como la ha instrumentado el señor Germán, pero por si quiere continuar con los consejos de no se quien diablos que lo esté asesorando, pues allá el y su mala cabeza. Dicen que en boca cerrada no entran moscas, y eso es lo que le ha mandado decir el señor Gómez Mont, así que al buen entendedor pocas palabras como dicen que dice el dicho. Si queremos tener un proyecto viable en el que quepamos todos, hay que comenzar desde ahora a buscar los consensos necesarios para que una vez pasada la elección podamos sentarnos todos en la misma mesa, con los mismos temas y con la misma disposición de resolver las cosas que le afectan a la gente.
Mis felicitaciones al señor Secretario de Gobernación por esa reconvención al señor Martínez. Ya chole con tanto desmadre y tantos pleitos. Ya se parecía al señor López Obrador en sus mejores tiempos, porque ahora está en uno de sus peores ya que no sabe ni pa donde jalar ni a que candidatos apoyar porque de tantos que tiene se le entrambulica el cerebro. Lo único que espero es que el señor de los pleitos, honroso título que Germán arrebató al señor López, haga caso de lo que le dicen sus mayores.
Pienso que el que no ha de estar muy que digamo tranquilo con la actuación de su pupilo Germán, es el Presidente Calderón, me imagino que ha de estar con la inquietud de decirle: ¡no me ayudes tanto compadre! En fin, espero que por el bien de México el PAN ontenga mayoría, en estos menesteres de repente hay uno que otro milagrito. Dios quiera que así sea.

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