jueves, 2 de julio de 2009

No la raspes, ¿cómo que el voto en blanco?


Por: Antero Duks

"‘El Instituto Federal Electoral (IFE) ya hizo su trabajo’, expresó el consejero presidente, Leonardo Valdés. Ante la campaña promovida por organizaciones y grupos de ciudadanos para dejar en blanco la boleta, advirtió que tal actitud sería ‘desperdiciar su voto’. Dicha propuesta ha tomado fuerza y redundaría en un alto nivel de sufragios nulos, la preocupación del IFE es que los ciudadanos sepan claramente lo que significa optar por la boleta en blanco. El voto en tales condiciones no incidirá en la elección de diputados, ni siquiera en los de representación proporcional; tampoco influirá en la pérdida de registro de los partidos y no tendrá consecuencias sobre el financiamiento".
El artículo 35, fracción I de la Constitución Federal, dispone que es prerrogativa del ciudadano: "Votar en las elecciones populares". El siguiente ordinal 36, fracción III, prevé que es obligación del ciudadano de la República: "Votar en las elecciones populares en los términos que señale la ley".
A su vez, el segundo párrafo de la fracción I, del artículo 41, de la misma Constitución, prevé que los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, "mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo".
El diccionario por "prerrogativa" entiende: "privilegio, gracia o exención que se concede a alguien para que goce de ello"; y por "obligación": "imposición o exigencia moral que debe regir la voluntad libre"; y "vínculo que sujeta a hacer o abstenerse de hacer algo, establecido por precepto de ley, por voluntario otorgamiento o por derivación recta de ciertos actos".
En síntesis, votar (o sufragar) es un derecho y una obligación del ciudadano. Es decir, el ciudadano no sólo puede votar, sino que debe hacerlo. En este sentido, lo afirmado por Leonardo Valdés, Presidente del IFE, es una verdad del tamaño de una casa. Votar "en blanco" equivale a no votar.
Votar en blanco es desperdiciar el voto, es anularlo, no incide ni afecta la elección de diputados; no influye en la pérdida de registro de los partidos, y no tiene consecuencias sobre su financiamiento (el dinero que se les asigna periódicamente). Votar "en blanco", pues, sirve para dos cosas: para nada, solamente para hacerse tonto.
Lo triste del caso es que detrás de esta anti campaña está un grupo de personas supuestamente inteligentes. Sería ingenuo sostener que por "generación espontánea", una mañana, un puñado, una veintena o un centenar de mexicanos en distintos rincones de la República, se levantaron pensando: "voy a orquestar una campaña para que la gente no salga a votar el próximo 5 de julio y le voy a llamar ‘voto blanco’ ".
Y, como ocurre en la investigación policiaca, debe buscarse en primer lugar a quién se beneficia. En la especie, ¿a quién favorece esta estrategia? Dos datos:
El partido con la mayor infraestructura a nivel nacional y mayor "voto duro" es el PRI. ) "Pero no en todos lados el mismo partido es quien tiene mayor voto duro y, por eso, la pregunta de quién se beneficia del ‘no voto’ no acepta una sola respuesta. Podemos partir de que las estructuras partidarias son más fuertes ahí donde se es gobierno, ejemplos: el PRD en el DF, el PAN en Jalisco y Guanajuato, el PRI en Puebla y Tamaulipas. A nivel nacional, se puede suponer que el PRI tiene todavía mayor voto duro y mejores estructuras electorales.
"En las elecciones intermedias siempre hay una mayor abstención que en el voto de las presidenciales, y nos hemos habituado a ver el hecho como normal, no como una anomalía del sistema político. Esta vez la abstención será mayor (en abril algunas encuestas la hacía llegar hasta 70 por ciento), y en 30 por ciento de los potenciales votantes ganaban aun los indecisos"; nota suscrita por José Blanco, publicada el 9 de junio de 2009 en La Jornada, bajo el título "Voto nulo y el PRI esencial".
- Entre menos ciudadanos acudan a emitir libremente su voto, las posibilidades de triunfo del PRI aumentan considerablemente. "En las elecciones intermedias siempre hay una mayor abstención que en el voto de las presidenciales, y nos hemos habituado a ver el hecho como normal, no como una anomalía del sistema político”. Tal parece que en esta vez la abstención será mayor. Los que quieren que el PRI refrende su hegemonía están de plácemes.
De hecho, es una connotada priísta, ex gobernadora, ex presidenta de su partido, ex Senadora y ex Gobernadora, Dulce María Sauri, la que de manera pública, ha sostenido esta "anticampaña".









Hay que reconocer que realmente es una hábil jugada. Por eso, no se deje engañar. Salga a votar. Vote por quien le dé a usted la gana, pero vote, no anule su voto.

¿Quiere cumplir con su deber cívico? ¿Quiere ganarse el derecho de quejarse contra quienes nos gobiernan? Pues salga y vote. ¡No la raspe! No le hagas el juego al PRI, ¿quieres al PRI? No votes; ¿quieres fuera al PRI? Vota.

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