miércoles, 27 de enero de 2010

El último mensaje

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

 

 
Le pedí a Dios que me quitara el dolor.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "No me corresponde a mi quitártelo, sino a ti renunciar a el".

 

 

Le pedí a Dios que mi hijo, deficiente físico, fuese perfecto.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "Su espíritu es perfecto y su cuerpo es apenas provisorio".

 

 

Le pedí a Dios que me diera paciencia.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "La paciencia deriva de las tribulaciones, y no es dada, sino conquistada".

 

 

Le pedí a Dios que me diera felicidad.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "Yo te doy bendiciones, la felicidad depende de ti".

 

 

Le pedí a Dios que me protegiera del dolor.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "El sufrimiento te separa del mundo y te trae mas cerca de mi".

 

 

Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espíritu.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "Tienes que crecer sólo, más yo te podaré para que des fruto".

 

 

Le pedí a Dios todas las cosas para poder disfrutar de la vida.

 

Dios me dijo que no, y agregó:

-- "Yo te doy vida para que puedas disfrutar de todas las cosas".

 

 

Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros, tanto como yo me amo".

 

Dios me dijo:

-- "¡Ah, finalmente comprendiste la idea".

 

Ama a tu prójimo como a ti mismo.


«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»

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