martes, 19 de enero de 2010

Juegos de Poder

Por: Leo Zuckermann

18-Ene-2010

 

Confusión electoral

La disputa entre partidos en los países democráticos depende de múltiples variables. Sin embargo, en el fondo, la lucha por el poder tiene un componente ideológico: el enfrentamiento entre derecha e izquierda en dos dimensiones.

La primera dimensión es la económica. ¿Qué queremos: mayor libertad económica o mayor igualdad social? La derecha suele inclinarse por un Estado limitado, respetuoso de las libertades del mercado, aunque esto termine con una mayor desigualdad en la repartición de la riqueza. La izquierda, en cambio, quiere un Estado más intervencionista en la economía a fin de minimizar las diferencias en los ingresos de las personas.

La segunda dimensión ideológica es la moral en temas controvertidos como la interrupción voluntaria del embarazo, los matrimonios de homosexuales, la legalización de las drogas o la eutanasia. Aquí la derecha piensa que esos asuntos son pecados por lo que el Estado debe prohibirlos. En contraste, la izquierda propone que el individuo, de acuerdo a sus valores, decida si interrumpe un embarazo, se casa con alguien del mismo sexo, consume drogas o lo desconectan del respirador artificial.

En México, se dice que el PAN es de derecha, el PRD de izquierda y el PRI de centro. Me parece que esta clasificación no es tan diáfana. El PAN, por ejemplo, ha resultado bastante estatista en lo económico. Los panistas han sido muy tímidos en defender al mercado; han apoyado reformas estatistas y promovido el incremento de impuestos en lugar del recorte al gasto público. En la dimensión moral, si bien el PAN es un partido alineado a las posturas de la Iglesia católica, le cuesta mucho trabajo asumirlo públicamente.

El PRD tiene una agenda de mayor intervencionismo del Estado en lo económico, pero es el principal opositor cuando se trata de incrementar los impuestos. Quiere más gasto público con menos impuestos. En eso se parecen al Partido Republicano de EU. En lo moral, el PRD ha empujado las posturas liberales de izquierda en el DF, pero no ha sido consistente en otros estados que gobierna como Michoacán, Guerrero o Zacatecas.

El PRI es de izquierda en lo económico y de derecha en lo moral. A los priistas les encanta el estatismo en la economía: igual defienden a los monopolios del Estado que suben impuestos para que el gobierno gaste más. En lo moral se han convertido en la principal fuerza política para repudiar las medidas liberales de izquierda que ha implementado el Gobierno del DF. Ahí está, por ejemplo, su actuación para prohibir la interrupción voluntaria del embarazo en 18 estados del país.

Así comienza la confusión electoral: bien a bien, los votantes no tenemos claro quién es la derecha y quién la izquierda. Pero, para sazonar más el amasijo, viene el tema de las alianzas. En muchos estados se habla de una posible alianza del PAN con el PRD para enfrentar al PRI. ¿Qué lo justifica? Se dice que, en estas entidades, persiste un régimen autoritario priista y que la prioridad, para las oposiciones panista y perredista, es unirse, lograr la alternancia y democratizar estos estados. El argumento tiene méritos cuando uno observa la actuación de gobernadores como Ulises Ruiz de Oaxaca. En este sentido, la lucha por el poder se trata de una disputa entre demócratas y autoritarios. Sin embargo, visto desde el ángulo tradicional ideológico, una alianza PAN-PRD parece contranatural. La confusión electoral se complica más cuando se habla de que el candidato a gobernador de la posible coalición opositora en Oaxaca sería Gabino Cué. ¿Puede el PAN apoyar electoralmente a un político identificado con López Obrador quien se empeña en desconocer a Calderón como Presidente?

Veo que podría estarse cocinando otra alianza muy extraña en Zacatecas. El PT, uno de los partidos supuestamente más izquierdistas, reducto del lopezobradorismo, se aliaría al PRI para enfrentar al PRD. ¿Cómo es posible? Pero en otros estados, como Oaxaca o Veracruz, el PT está aliado con el PRD para tratar de ganarle al PRI.

Si toda esta historia suena confusa es porque efectivamente es confusa. Para empezar, en México todavía no existe una tradicional definición ideológica de los partidos entre derecha e izquierda. Luego aparecen coaliciones que parecen contranaturales. Y para complicar aún más el panorama, partidos que van unidos en un estado se van a dar hasta con la cubeta en otro.

El PT, uno de los partidos supuestamente más izquierdistas, reducto del lopezobradorismo, se aliaría al PRI para enfrentar al PRD. ¿Cómo es posible?

 

 
«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»

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