martes, 19 de enero de 2010

La reforma política es la propuesta de la sociedad

 

Por: Federico Müggenburg

enero / 2010

 

La reciente propuesta de "reforma política" hecha por el presidente Felipe Calderón, que se convirtió en iniciativa enviada al Congreso de la Unión en diciembre pasado, es casi en su totalidad una propuesta que han venido realizando distintas instituciones y personas de la sociedad civil.

Esto resulta muy satisfactorio para los esfuerzos de la participación social y es una muestra de que sí se escucha lo que la sociedad propone. Además, sirve para evidenciar que no todo lo que ocurre en el país es producto del gobierno en cualquiera de sus expresiones, sea el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Significa también, que la transición de la vieja cultura política autoritaria –arraigada aún en distintos nichos de poder, entre los cuales se destaca la vigente partidocracia– avanza hacia una nueva cultura política participativa, a pesar de todo.

El mandato de cambio evidenciado en julio de 2000, implica muchas adecuaciones culturales, educativas, políticas, sociales, jurídicas y económicas. Es un proceso largo y complicado, del que se han explicado sus ingredientes aquí, en otras reflexiones y en detallada descripción. De cómo un proceso de transición política del autoritarismo a la democracia implica: identificar actores, vías de acceso, etapas, escenarios, objetivos, retos y riesgos. Siempre entendido esto como un proceso de libertad humana, que lo mismo puede avanzar hacia su consolidación, que ir a una indeseable e inconveniente regresión.

Ya hubo otros intentos frustrados de impulsar una "reforma política" que contribuyera a consolidar la transición del sistema político. La primera fue "acaparada y monopolizada" por Porfirio Muñoz Ledo, quien quiso presentarse como el "experto" conocedor de este complejo proceso.

El presidente Fox lo nombró responsable de una comisión, que terminó por publicar en un denso volumen las diferentes ponencias presentadas en las mesas de trabajo que convocó, sin darles el aterrizaje político en cuanto a iniciativas legales se refiere, para adecuar el marco jurídico a la nueva era democrática iniciada.

La segunda fue la iniciativa del entonces diputado del PRD, Víctor M. Camacho Solís, en septiembre de 2004, que también terminó en libro, para los "interesados" en esas teorías.

La tercera fue lanzada con bombo y platillo por el actual y poderoso senador priísta Manlio Fabio Beltrones, (que le valió una ruda ironía del experto y prestigiado italiano Giovanni Sartori) con la propuesta de la CENCA (Comisión Ejecutiva para la Negociación y Construcción de Acuerdos) que se gastó más de 95 millones de pesos en un año y terminó con golpes entre priístas y perredistas, éstos se llevaron las computadoras y las camionetas. La publicación de ese proyecto no se puede encontrar ni en el Senado, ni en la UNAM, ni el CIDE.

Dicha propuesta pretendía "desdoblar" en dos la figura del Ejecutivo, en un Jefe de Estado "simbólico" y un Jefe de Gobierno "sometido" al Poder Legislativo. El proyecto de ley está guardado en las "gavetas de congelamiento" del Legislativo para cuando sea oportuna su presentación. Como los priístas creen que volverán… entonces no conviene descongelarla.

Ahora, y en una secuencia que vincula su Mensaje a la Nación, del 2 de septiembre pasado, con esta Iniciativa, el Presidente Calderón propone 10 puntos:

1. Elección consecutiva de legisladores hasta por 12 años.

2. Elección consecutiva de presidentes municipales hasta por 12 años.

3. Reducción del número de integrantes del Congreso de la Unión.

4. Aumentar, del 2 al 4 por ciento los votos emitidos para mantener el registro de partidos.

5. Envío de iniciativas ciudadanas ante el Congreso de la Unión.

6. Candidatos independientes a cargos de elección.

7. Segunda vuelta para elección del Presidente, en la misma fecha que las legislativas federales.

8. Atribuciones a la Suprema Corte para proponer iniciativas en su ámbito de competencia.

9. Dos iniciativas preferenciales del Ejecutivo a resolverse pronto, si no, entran en vigor.

10. Facultar al Ejecutivo a hacer observaciones parciales o totales a proyectos de ley, aprobados en el legislativo.

Las primeras reacciones son significativas. Positivas: por parte del IFE, líderes empresariales, instituciones sociales (que se ven reflejadas en la propuesta y consideran que ayudará a consolidar la transición) y algunos dirigentes del PAN. Negativas: de priístas, perredistas y sus respectivos propagandistas en prensa, radio y sobre todo televisión, que anhelan la regresión al viejo sistema autoritario, intervencionista y corrupto.

El diputado del PT, Muñoz Ledo la rechaza, ¡ya que no es propuesta suya! Uno de los que se sintieron más afectados y se pronunció en contra es Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, quien se encontraba en Roma, en el Vaticano precisamente para ganar más imagen de "guapo, 'romanticón' y buenote", en su prematura y costosísima campaña por la candidatura presidencial, anunciándole nada menos que al Papa Benedicto XVI, que "se casará por la iglesia con su novia, en 2010".

Ya se han escuchado los extrañamientos por la "acolitada" que le dieron todos los obispos invitados del Estado de México, con la honrosa excepción del de Toluca, que no se prestó al juego.

Las instituciones sociales y las personas que han participado con entusiasmo en diversas propuestas desde hace más de 15 años, ahora ven con satisfacción su reflejo en la iniciativa presidencial; deberán hacer un renovado y eficiente cabildeo con los legisladores para avanzar en los nobles propósitos de configurar ya, los elementos importantes del nuevo sistema político, presentes en dicha iniciativa.

Lo anterior es de vital importancia, ya que se dejaron pasar oportunidades muy importantes desde la toma de posesión de Vicente Fox, hasta nuestros días. El propósito es consolidar un avance sustantivo en la necesaria consolidación del nuevo sistema político.

 

 

 «La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»

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