viernes, 18 de enero de 2008

La liebre y la tortuga

Por: Mario Galván-Duque Toledo

Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:

-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.
Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.

Llegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.

Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito.

La Liebre-Calderón y la Tortuga-López Obrador

Hace mucho, mucho tiempo, existieron dos personalidades no tan diferentes, Calderón y López Obrador. Todo estaba en calma entre estos dos personajes, hasta que cierto día, llegado el momento de elegir un representante popular, estos dos individuos se pelearon por el puesto. Dado a que la competencia entre ellos quedo muy cerrada, decidieron entonces hacer una maratón para dictar al ganador. Calderón estaba muy confiado de ganarle a su contrincante, el era mucho más rápido y se ufanaba de su habilidad. Pero López Obrador muy confiado le dijo a Calderón que él sería el que se alzaría con la victoria en esta competencia: “Puedo ser lento, pero los últimos serán los primeros. Recuérdalo”.

Y el día de la competencia llegó, todo el mundo estaba al pendiente de los competidores. Ambos se acercaron al punto de salida, se dieron una mirada retadora y un tanto fulminante. Se colocaron en posición, se prepararon y al grito de “fuera” salieron como bólidos dejando a su paso una gran estela de polvo. Pero, como siempre, López Obrador se quedo muy atrás de su contrincante.

Cuando Calderón había completado la mitad de la trayectoria, decidió tomar un “break” para ver como andaba su contrincante. López Obrador parecía más lento que de costumbre. En este momento Calderón, al ver la abrumadora ventaja que le llevaba a su oponente, se echo a correr muchísimo más rápido y ganó la competencia.

Según Esopo, la tortuga habría ganado porque nunca se rindió siguió esmerándose y aprovecho un error de la liebre para conseguir la victoria. Seamos realistas, eso es una fábula, donde al final, todo sale bien, pero en la vida real es diferente.

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