domingo, 13 de enero de 2008

Las grandes confusiones de los "gringos" y Latinos

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Siempre flota en el ambiente la incertidumbre del porqué en los Estados Unidos existe una especie de discriminación para los que se denominan “hispanic”.

Leí hace unos días, en el Diario La Opinión de Los Angeles, la consulta que hizo a Rodolfo Casparius, columnista del diario, una persona de la comunidad hispana de California, según él mismo dijo.

La consulta era más o menos así: --“I am hispanic. Yo nací aquí y a veces me molesto porque me dicen que no puedo ser americano porque soy hispanic”, Y terminaba: --“¿Usted que piensa de eso?”

Lo interesante de la respuesta a la no menos interesante pregunta, me lleva a transcribirla a continuación:

«Voy a ir por partes:

Estados Unidos es un país multiétnico. Quiere decir que muchos de sus ciudadanos tienen un origen racial y cultural diferente, pero unos son tan americanos como los otros.

Ser estadounidense no es ser de una raza, ni de una religión, ni de una sola cultura, ni de un color determinado, ni ser oriundo de un país especial; ser ciudadano de este país es ser parte de lo que se considera el sistema de vida estadounidense, regirse por sus leyes y participar en sus procesos políticos. Eso y más, pero es difícil de definir.

El que a usted le consideren "hispanic" es sólo una forma errónea de señalar que sus antepasados son de algún país de habla hispana de Latinoamérica o que su apellido es de origen español.

Es una clasificación que gira alrededor del idioma español o de un apellido y no tiene base racial alguna.

Pero tampoco hablar español es definitivo. Es curioso; si habla español, pero viene de España, es "spanish", pero no "hispanic". Ser "hispanic", aunque parezca absurdo, nada tiene que ver con España.

Ahora muchos nos han dado en llamar "latinos", lo que tampoco somos. Latinos son aquellos oriundos de países que, en algún tiempo, fueron parte del Imperio Romano y cuyo lenguaje tiene raíces latinas, como el italiano, el francés, el español y el portugués, pero a ninguno de ellos los llaman "latinos" aquí. Latinos somos los hispanics… ¡Úchale! ¿Qué le parece?

Así que son "hispanics" los que hablan o hablaron español, aunque ahora sólo hablen inglés y su país de origen esté en Hispanoamérica y hay "latinos" porque somos de Latinoamérica, y a muy pocos se les ocurre, por falta de conocimientos, que geográficamente es lo mismo.
Casualmente, así como no queriendo, le han quitado a nuestro origen la parte que dice "América", que se han reservado para Estados Unidos, cuando en realidad América es todo el continente y americanos somos todos, desde Canadá al norte, hasta la Tierra del Fuego en el sur.

No nos hagamos tontos, aquí las llamadas "etnias" son agrupamientos artificiales. Enmarcarnos a los "hispanics" en una de ellas es una forma de "separarnos", no de "incluirnos". Hacen notar con ello que no nos consideran iguales a ellos, quien quiera que sean "ellos", que tampoco son iguales entre sí, ni nosotros somos iguales entre nosotros. Y no nos consideran iguales porque, sin decirlo, nos consideran inferiores.

Según yo, todos somos seres humanos iguales y según "ellos", nosotros somos distintos. Y, para marcar esa diferencia, se nos agrupa y a ese agrupamiento se le da un nombre étnico especial, que no corresponde a nada, que a mí no me importa, pero que es usado con frecuencia en forma discriminatoria.

Le recomiendo que busque en la Internet el censo del año 2000. Hay una nota aclaratoria que dice: "Los ‘hispanics’ pueden ser de cualquier raza". Así que no somos más que un grupo lingüístico de cualquier raza. Lo que quiere decir que no saben quiénes y cómo somos.

Conozco personas cuyos antepasados vivían aquí desde la época del virreinato, que siguen siendo "hispanics" o latinos y siguen siendo señalados como si hubieran llegado ayer.

Pero usted ni se preocupe. Si usted nació aquí o adquirió la ciudadanía de este país, es tan americano, mejor dicho, tan estadounidense como el que más; no tiene porqué ser descendiente de inglés ni de europeo para serlo.

Ser "hispanic" lo cargamos a nuestras espaldas como resultado de la existente, aunque ahora mas disimulada discriminación, combinada con cierto temor absurdo porque somos muchos y "ellos" insisten en que somos diferentes.
Ser muchos, diferentes e inferiores, sí es para asustarse… especialmente si son ingenuos y se dejan asustar.

Ojalá que llegue el día en que ser "hipanic", de cualquier raza, sea timbre de orgullo. Claro, para eso hay que actuar con seguridad y autoestima que, por mi experiencia universitaria, puedo decir las nuevas generaciones latinas tienen.

Espero que ahora no esté más confundido que antes».

No cabe duda de que los “gringos” son muy inteligentes y creativos, pero en cuanto a los aspectos sociopolíticos, sobre todo en relación con el resto del continente del que forman parte. Lo escrito por Rodolfo Casparius es la pura verdad: americanos son ellos y nada más ellos.

Pero sin embargo debemos reconocer de que nosotros coadyuvamos, pues les llamamos aceptamos comúnmente que los americanos son ellos. Cuando vemos oímos o leemos en las noticias que alguien se destaca, ya sea en el medio deportivo, artístico o cualquier otro renglón, y tiene apellido español, inmediatamente lo consideramos nuestro, aunque sea estadounidense en cuarta o quinta generación. Así mismo, cuando oímos un apellido inglés, inmediatamente lo consideramos un ser superior. Como que tenemos complejo de inferioridad en todo lo que sea en torno a los “gringos”.

Me imagino el coraje que debe tener la persona que consultó a Rodolfo Casparius, pero de eso nosotros tenemos mucha culpa, digamos que un 50%, porque hemos, a través del tiempo, coadyuvado a ello.

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