sábado, 5 de enero de 2008

Pesadilla en una noche de otoño

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel


«El sueño está lleno de agonías.
Con el sueñode cada noche se agoniza cada noche»

Desde hace como diez días que estoy pasando malas noches por la cuestión de una gastritis que me produce unas agruras que no se las deseo ni a mi peor enemigo –bueno, es un decir porque creo no tener enemigos. Así las cosas, me he impuesto tomarme una copita de Gel-aluminio-magnesio, suspensión oral muy efectiva para paliar esas molestias. Una vez calmado el malestar me quedo dormido profundamente, pero no dejan de aparecer, de vez en cuando, una pesadillas que me hacen brincar en la cama, la cual, cuando despierto, aparece todo alborotada.

Hace unos días, en una noche aciaga, soñé que Andrés Manuel López Obrador era el Presidente Constitucional y que Felipe Calderón era “el legítimo”. El país andaba todo alborotado por una serie de reformas que el congreso a fuerza y bajo amenazas de disolución estaba apresurando aprobarlas. Los sistemas noticiosos emitían la información de que miles de mexicanos protestaban contra una serie de reformas constitucionales propuestas que permitirían al presidente López Obrador postularse indefinidamente a la reelección.

Las reformas, además, le darían a Andrés Manuel el poder para crear nuevos estados gobernados por funcionarios designados por la administración federal, o sea él.

Agitando banderas mexicanas tricolores, los opositores del gobierno colmaron una avenida del centro de la ciudad de México mientras sus líderes advertían que las enmiendas constitucionales aprobadas por la legislatura nacional —controlada por los sectores lopezobradoristas— podrían debilitar seriamente la democracia y transgredir las libertades civiles.

"Vamos a decir no a esta dictadura que pretenden imponer en nuestro país", expresó Felipe Calderón, presidente Legítimo, del partido opositor PAN. "Pelearemos por nuestra democracia y nuestra libertad".

Las enmiendas que le darían al gobierno un control total sobre el Banco Central, crean nuevas formas de propiedades cooperativas, permiten a las autoridades detener a los ciudadanos sin acusaciones, y censurar a la prensa a discreción. Eliminan, asimismo, los límites a los mandatos presidenciales, permitiéndole a Andrés Manuel postularse nuevamente en 2012.

Para entrar en vigencia, las reformas deben ser aprobadas por los votantes en un referéndum a que se convocará cuando AMLO quiera, pero aunque no las aprueben de todas maneras entrarán en vigencia, aunque de seguro se aprobaran porque para ello ya anda moviendo sus mañas Gerardo Fernández Noroña., que para eso se pinta solo.

¡Horror!, en ese momento me desperté, angustiado, con la boca totalmente seca, atravesado en la cama y enredado en la sabana, pero respiré.

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