Por: René Mondragón diciembre / 2009 Como el mismo Felipe Calderón lo dijo, si las iniciativas que acaba de presentar en cadena nacional, se aprueban, los mexicanos daremos un paso enorme en nuestro sinuoso transitar hacia la democracia. Sin embargo, después del paquete de planteamientos y reformas que el Presidente describió en su discurso, a mí me parece que la gran prueba de fuego la tienen ahora los legisladores. El balón está en su cancha. El guante blanco Aunque corra el riesgo de parecerme a Rubén Aguilar o al "Tata", les diré en mi opinión lo que el presidente quiso decir, dijo que no dijo, lo que realmente dijo y la mayoría entendimos que sí dijo. Por efectos de espacio, tratemos de sintetizar lo más que se pueda y hasta donde el sentido de las expresiones nos permita ser claros. Veamos. 1.- Calderón propone reducir el número de diputados y senadores. ¡Aplausos! Incorporar al sistema electoral el tema de las candidaturas independientes. No muchos aplausos míos, porque habrá que prever que no se cuelen ni "Juanitos", ni "Porfiritos", ni "Andresmanuelitos", ni "Fernandezitosnoroñitas". 2.- Propone una segunda vuelta en elecciones presidenciales. ¡Un montón de aplausos míos! Este país ya se lo merecía. Así se acabarían los "presidentes legítimos" y los sujetos que mandan al diablo a las instituciones; aunque no habría que extrañarnos si algún perredista pide una tercera vuelta, "vuelta por vuelta, casilla por casilla", con la idea de nunca acabar. En fin. 3.- Calderón puso el dedo en una llaga que nadie quería ver, ni oír, ni sentir: la representatividad. Cierto. Este servidor como un montón de ciudadanos de a pie que tenemos que corretear la chuleta nuestra de cada día, estamos "hasta el cepillo" de que los señores legisladores se pongan a debatir superficialidades, en vez de entrarle a fondo a los temas; y que, además, se bonifiquen una marcada improductividad legislativa. Igual que a usted, amable lector@, hasta el momento nuestros sedicentes representantes no nos han preguntado si estamos de acuerdo o no con lo que están haciendo. 4.- Me encantó la propuesta del Presidente, para que sea el pueblo el que premie o sancione el desempeño legislativo o edilicio. Coincido: "la idea es darle más poder al ciudadano". Por eso se justifican tres procesos fundamentales: la reelección de alcaldes y legisladores y la segunda vuelta electoral en los comicios presidenciales. De aquí, que bienvenida sea la inclusión del referendo y la facultad constitucional para que el presidente presente dos iniciativas preferentes al inicio de cada periodo ordinario de sesiones. El propósito me parece altamente saludable: que se analicen y dictaminen durante éste mismo. Claro está que se eliminarían las superficialidades lúdicas de mandar a la congeladora todo aquello que no sean las iniciativas de algún suspirante o de algún partido al que le caiga mal el Presidente. 5.- Súper aplauso, atronador, de pie y levantando el sombrero. Bajar a 400 el número de diputados en San Lázaro y de 128, a 96 en la casona de Xiconténcatl, aunque este servidor le hubiera bajado un poco más. 6.- Más aplausos de mi cosecha por promover que aumente de 2 a 4 por ciento de la votación para que un partido conserve su registro. Con ello evitaríamos los pleitos y los litigios vergonzosos entre los Capuleto y los Montesco –es decir, entre los Mercado y los Begné– por andar dándose de trompones mediáticos, para ver quién se queda con la marca y con la lana, como sucede con la familia del "niño verde". Y como me choca ponerle a mis textos, "Parte I", "Parte II", ¿quiere usted saber con más detalle en qué consistieron las 10 propuestas de Felipe Calderón?... No se pierda yoinfluyo, a esta misma hora y por este mismo canal. ¡Sale y vale!
«Por mi patria hablará la razón de la justicia» |
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