domingo, 13 de diciembre de 2009

A la mitad del camino

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos --aunque le pese a los imbéciles-- llegó a la mitad el camino. Ciertamente no ha sido fácil transitarlo por los factores que todos conocemos, pero puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que en cuanto a responsabilidad y empuje ha cumplido a cabalidad.
Llueven por doquier las críticas, obviamente pricipalmente de quienes por costumbre tienen intrigar e insidiar, y desde luego los que maldosamente se dicen despojados.
Están, además los eternos críticos a ultranza, que ven mal todo y de todo se quejan, pero que son incapaces de hacer algo por el país. Son los eternos parásitos que quieren las mesa puesta a su especial y exigente gusto, pero que no saben qué hacer si algo se les exige, más aún, se inconforman de y para todo.
El Presidente lanzó al aire un discurso analizando honestamente la situación. Lo hizo lleno de enjundia e hizo un llamado a todas las fuerzas de la sociedad mexicana a sumarse a la lucha que enfrenta el país para salir adelante y bien librados de todos los obstáculos que se interponen y factores que nos acechan del interior y exterior.




El Presidente Calderón es el guía de la nación por mandato del pueblo. Él tiene la responsabilidad de llevarlo por el camino adecuado atendiendo a una adecuada y honesta administracuión. Es nuestro deber como mexicanos apoyarlo y cumplir con nuestro deber de ciudadanos cabales. Los que se dedican a puro criticar y hacer labores subversivas, sin aportar otra cosa que no sea destrucción, son merecedores del escarnio como traidores, cometen el delito de "lesa patria". Esto lo dice un ciuadano del montón que ama a su patria.
Dejo al final, para destcarlo como un acto por demás obtuso y negativo, la ausencia de los representantes del PRD, entre los que destaca por obvias razones el senador Carlos Navarrete, actual presidente de la Cámara de Senadores. ¿Por qué?, pues simple y sencillamente porque está trepado en su mula y de ahí no lo bajan aunque lo tumbe. Pregunto: ¿es logicamente admisible que un representante popular de ese nivel y representación haga el papel de comparsa de un movimiento subversivo como es el que liderea Andrés Manuel López Obrador? Yo opino que no, además que no tiene la más mínima dignidad de ser senador de la República.

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