El año 2009 termina como no se había visto el fin de algún otro año en nuestra historia contemporánea. Un gobierno eficiente, acuerdos políticos entre el Ejecutivo y el Legislativo, con la crisis económica superada y con una sociedad que mira hacia adelante, México se prepara para entrar al 2010 con los bríos para enfrentar cualquier adversidad. En principio, es destacable el apoyo del PRI y, para sorpresa de muchos, del PRD, especialmente de Andrés Manuel López Obrador, a la propuesta de reforma política promovida por el presidente Calderón. "Yo solía decirle 'espurio', pero con su inteligencia y visión de Estado demostró al pueblo quién es el verdadero presidente", dijo López Obrador. Manlio Fabio Beltrones, por su parte, destacó que, aunque el PRI ha tenido desencuentros con el presidente y su equipo, es necesario llegar a acuerdos por el bien de México y su población. Por esa razón, afirmó, su partido se empeñó en lograr la reforma política que, entre otras cosas, da la posibilidad a los políticos mexicanos de reelegirse en sus cargos públicos. Respecto a la sucesión presidencial de 2012, ninguno de los posibles candidatos de los diferentes partidos ha querido pronunciarse al respecto. Con sus acciones han demostrado que las prioridades son el bien común, antes que intereses personales o de partido. Enrique Peña Nieto dijo: "Lo único que me importa ahora es gobernar. Ni salir en las pantallas de Televisa ni casarme con Angélica (Rivera) ni algún otro tema es más importante que gobernar con honestidad, eficiencia y oportunidad a los mexiquenses". Marcelo Ebrard, mientras tanto, vetó la ley de los mal llamados "matrimonios homosexuales" arguyendo que esta situación, promovida por su partido, era antinatural y pidió disculpas a la población defeña, a nombre del PRD, por sus constantes equivocaciones en el gobierno y en sus legislaciones, que llamó "sectarias y poco coherentes". En el PAN anunciaron que no tienen ningún potencial candidato a la Presidencia porque, según dicen, sus funcionarios y gobernadores están muy ocupados en el servicio público como para pensar en lo que calificaron como "nimiedades". Cabe destacar que César Nava, ex presidente nacional de ese partido, renunció a su cargo porque, indicó, quiere forjar su "propio camino sin padrinazgos de nadie, comenzando por el del presidente". Así las cosas, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien ha mantenido una política hacendaria de Estado y no de gobierno, anunció que sorpresivamente nuestro país dejó de lado la caída del PIB del 7 por ciento, para ganar un 5 por ciento de crecimiento económico, cifra aún mayor que las registradas en el foxismo. Genaro García Luna, el otrora cuestionado secretario de Seguridad Pública, anunció la implementación de una política integral de seguridad para los próximos 20 años. Esta iniciativa incluye la persecución seria y frontal a los capos de la droga, a sus estructuras y a sus sistemas financieros. Además, la renovación de los planes de estudios para primaria y secundaria que, desde la SEP, buscan impulsar una nueva cultura antidroga. Se creó asimismo el Centro Nacional de Rehabilitación, dirigido a personas que han sufrido alguna adicción, desde las bebidas alcohólicas hasta metanfetaminas. Los movimientos ciudadanos también dan mucho de qué hablar en este fin de año. Muchas de estas acciones de gobierno fueron fruto de un gran acuerdo nacional, en el que la sociedad civil tuvo un papel preponderante. El auge de la participación ciudadana tuvo sus frutos. Ahora los gobernantes, el Estado y la sociedad, están coordinados de tal forma que uno no actúa sin estar bajo la mirada del otro. Tanto ha funcionado el nuevo sistema político en México que el aparato de justicia se ha tornado confiable. La impunidad dejó de ser la regla de oro y la moneda de cambio, de modo que se ha podido procesar a gran cantidad de servidores públicos, ex diputados, ex gobernadores e, incluso, ex presidentes involucrados con el narcotráfico, con las mafias de trata de blancas y con el desvío de fondos y recursos públicos. Las grandes empresas que alguna vez dejaron de pagar impuestos ahora cumplen con sus obligaciones fiscales. Televisa y Tv Azteca se abrieron a la competencia y aceptaron la existencia de una nueva cadena de televisión.. Diversos grupos de interés dejaron de presionar legisladores y gobernantes para comportarse de manera honesta en la consecución de sus objetivos. La selección nacional se perfila con mucho optimismo a conseguir campeonato mundial de futbol en Sudáfrica 2010. Andrés Guardado, Giovanni Dos Santos, Rafael Márquez y Nery Castillo. Los futbolistas del representativo mexicano dejaron de lado sus diferencias y ganas de destacar en lo particular y entendieron, por fin, que la escuadra nacional está por encima de ellos mismos. Como se expuso, México es otro. Termina el 2009 y nuestro país tiene ya otra cara. La transición política ha sido posible gracias al esfuerzo del Estado mexicano y de su población. El sistema político se renovó gracias a la voluntad de todos cuantos participaron en su rediseño. Así, no queda más que desear, amables lectores, un próspero 2010 y un feliz Día de los Inocentes. ************************* Sí, es cierto. Todo lo anterior puede resultar increíble. Sin ánimo de ser despectivos, el Día de los Inocentes, además de ser una oportunidad de bromear con aspectos de la vida pública nacional, también permite reflexionar en el México que queremos. 2009 termina y el 2010 será un año complicado por todos los vaivenes políticos y económicos que se vislumbran. Ante la incapacidad de los gobiernos de captar y satisfacer demandas y necesidades de la sociedad, no hay más remedio que organizarnos. El poder de las sociedades organizadas es insospechado y pocas veces dimensionado. México reclama nuestra acción y participación. El narcotráfico y la inseguridad, así como la crisis económica son problemas que pueden resolverse desde las entrañas de nuestra sociedad. El gran problema de los gobiernos ineficientes e insensibles a su población es también y sobre todo un pendiente que nos queda como sociedad. Si un día nos atrevemos a reclamar lo que es nuestro, a solicitar al gobierno lo que en justicia nos corresponde, ese día terminarán los abusos del poder, porque nos habremos atrevido a lo que creíamos imposible, impensable. Si queremos ver una revolución en 2010, que sea aquella en la que nuestra sociedad, nosotros mismos, nos involucremos en nuestro entorno y seamos agentes de cambio. Nuestro México sangrante nos lo reclama. Estemos a la altura de nuestras circunstancias.
«Por mi patria hablará la razón de la justicia» |
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