miércoles, 21 de noviembre de 2007

AMLO exige invertir 36,000 mdd en Pemex

Enrique Galván-Duque Tamborrel

En su "primer informe", López Obrador reunió a unas 100,000 personas en el Zócalo.
El ex candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador exhortó al gobierno el domingo a invertir ''urgentemente'' 36,000 millones de dólares en exploración petrolera y en refinerías para combatir la disminución de las reservas y llamó a sus seguidores a llevar adelante una ''resistencia civil pacífica en todo el país para impedir cualquier intento de privatización del sector.
López Obrador habló ante unas 100,000 personas en la plaza del Zócalo de la capital mexicana, en uno de los actos menos concurridos desde que perdió por pocos votos las elecciones de julio de 2006, en las que triunfó el presidente Felipe Calderón.
Medio centenar de sus seguidores irrumpieron en la catedral más importante de la ciudad, situada en un costado de la plaza, donde volcaron reclinatorios y una baranda frente al altar.
El grupo dijo que les molestó el llamado a misa con las campanas durante el acto de López Obrador, pero sus seguidores suelen interrumpir los servicios en el recinto, gritando lemas contra funcionarios eclesiásticos, a quienes acusan de interferir en la vida política.
El monseñor Rubén Avila, quien participaba en la misa, dijo que la interrupción del servicio era ''es reprobable, condenable, lamentable, inadmisible''.
La principal demanda de López Obrador parece ser la reactivación de la industria petrolera del país, cuya producción ha caído y complicado la situación ante la falta de capacidad en las refinerías de la petrolera estatal Pemex, lo cual obliga al país a importar gasolina.
''Esto nos ha llevado a una gravísimo situación de dependencia'' en materia energética, dijo López Obrador, quien considera al petróleo como el motor de la economía mexicana. Indicó que el plante de inversiones de emergencia, que sería financiado en buena parte, dice, al eliminar salarios y prestaciones de funcionarios, debería ser empleado para incrementar las perforaciones y modernizar las plantas petroquímicas del país.
Asimismo, dijo a sus seguidores que convocaría a manifestaciones masivas y actos de resistencia si el gobierno de Calderón pretende entregar la industria petrolera a extranjeros, cosa que jamás ha dicho el Presidente de a de veras, lo que pasa es que Andrés Manuel tiene sueños de opio.
Leyendo esto, no me queda más que dar gracias a Dios de que no haya ganado Andrés Manuel. No hace falta más que leer este paquete de tonterías para entender lo mal enfocado que está, sobre todo que parece ser que su único objetivo es estorbar, al estilo Chávez: si no es él, nadie.
"No al gasolinazo, no a la reforma fiscal, al diablo con las instituciones, etc., etc." ¡Qué el dinero nos caiga del cielo ahora que está lloviendo tanto!
Solamente hay que medir el tamaño de la incongruencia de sus declaraciones: "Pemex necesita 36,000 mdd (también tiene una fórmula mágica para reunir este capital, sin necesidad de reforma fiscal, ni gasolinazo, ni necesidad de inversión extranjera, sólo con la reducción de salarios y prestaciones de la alta burocracia, ¡a fuerza!). ¡A fuerza! insisto, si el precio del barril no tarda en llegar a los $ 200 usd, parafraseando a su compadre Chávez. Felicidades, Andrés Manuel, por el primer aniversario de tu "Legítima Presidencia", espero que cumplas muchos más (y ojalá que como Chávez te eternices en el puesto), pero en la casa de la risa.
Independientemente de sus ideas, que tiene todo el derecho de expresarlas en cualquier foro, su tozudez de involucrar a muchos, principalmente a sus legisladores –como él les llama--, y llamar a alborotos y rebeldías que si dañan a terceros, causa daño a la nación. Y aquí uno se pregunta: ¿Esa es la forma de amar a la Patria?, amor que tanto pregona. ¡Amor y Paz! Era su muy socorrido lema, lo que no decía que entiende por esas dos palabras, porque tal parece que predica una cosa y hace lo contrario, al fin hijo de la revolución como el se dice, pero no dice a que revolución se refiere, a la de Madero, Vasconcelos, Garibaldi, Zapata y otros próceres que ofrendaron honestamente sus vidas por un ideal; o se refiere a la del mito que inventó el triunvirato infernal PNR-PRM-PRI que fue su cuna, ¿o no Andrés Manuel?
Que bueno es que en México haya pluralidad en las ideas, es una riqueza. Que triste es que en un país pensaran todos igual --cosa por demás imposible-, pero más triste es que tengan –a fuerza-- que pensar igual, como fue en la Alemania Nazi, la Unión Soviética, ahora en Cuba y próximamente en Venezuela, si se le cumplen a Huguito sus caprichos. Por su manera de proceder durante su mandato en el D.F., en su campaña política para la Presidencia de la República y después de las elecciones del 6 de julio de 2006, su enfoque es el mismo. Su lema debería de ser: “Aquí sólo mis chicharrones truenan” o, como el caso de Chávez: “…con dinero o sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley, no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey”...

La aportación de muchas ideas para que –después de debates de altura-- se amalgamen y emanen de ello leyes que se enfoquen al mejoramiento y beneficio de toda la ciudadanía; así como que apuntalen el quehacer político y administrativo del Presidente de la República, que como quiera que sea, por mandato constitucional es el responsable de guiar al país, sería a todas luces la ruta adecuada para llevarlo adelante con paso firme y sustentable, lo que a la vez nos permitiría resistir con firmeza los embates internacionales que siempre serán per saecula saeculorum.
A Andrés Manuel se le acabará la luz que lo alumbra, y paradójicamente tarde o temprano se la quitarán los que ahora lo apoyan y alaban, y si no al tiempo. Caso similar pasará con Hugo Chávez, a quien ahora empaté porque de veras que parecen gemelos. Al tiempo.

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