viernes, 9 de noviembre de 2007

Mensaje para los medios televisivos

Fecha: 97-11-07

Respetables señores(as):

Tengo 78 años de edad, desde chico aprendí que los seres humanos somos un manojo de imperfecciones, y que los accidentes son generalmente producto de un error, pero que nadie, salvo los enfermos mentales y/o los terroristas, comete una acción con el afán de hacer daño a un congénere, mucho menos a muchos congéneres de un solo golpe.
Siempre se debe investigar un accidente para saber su causa para estar en condiciones de preverlo en el futuro, así se mejora la tecnología, así se han mejorado la fabricación de vehículos aéreos, terrestres y marítimos, que son por excelencia en donde se presentan el mayor número de accidentes. Pero nunca se investiga un accidente con el único afán de encontrar un culpable. Si como resultado de la investigación aparece un culpable, que puede ser involuntario (error humano en lo que todos estamos expuestos) o voluntario (terrorismo), entonces, pero solo entonces y con las pruebas en la mano se procede a acusar y castigar al culpable con base a la ley, no por arbitrio.
En un cataclismo, como los que sucedieron en Tabasco y Chiapas, es criminal empezar como lo que están ustedes haciendo: buscar culpables y acusar a priori. ¿Con qué base se avientan ustedes a decir que el gobierno es culpable? Señores(as), lo que están ustedes haciendo es continuar, en ambiente ya muy cargado de divisionismo, echarle leña al fuego. ¿Ustedes saben algo de hidráulica, de geología, de topografía o de fenómenos meteorológicos? ¿Ustedes saben algo de presas, cuales son los estudios previos para construirse, cómo se construyen, cuales son sus objetivos, cómo se operan? ¿Ustedes saben cual es su costo y cómo se estudia su viabilidad? Desde luego que la contestación lógica es que no saben, porque si supieran no estarían diciendo tantas sandeces. Pero lo peor es que su meta sea estar buscando culpables de una tragedia como la que estamos padeciendo, y digo estamos porque esto no llega a todos de una forma u otra porque somos (se supone) seres humanos. Si nos compungimos cuando sucede algo similar en otra parte del mundo, cuantimás si sucede a nuestros hermanos en nuestra patria. Son tiempos de solidaridad, de unión y de hermandad, no de estar buscando culpables, o acusando aquí y allá para ahondar el divisionismo.
A la madre naturaleza hay que tenerle respeto, nadie tiene la culpa de que una pleamar inesperada coincidiera con una lluvia extraordinaria que provocó así mismo avenidas extraordinarias en los rios, ni que un cerro se desgajara. En vez de querer fabricar culpables y acusar sin razón, mejor coadyuven a difundir hasta en la sopa (la televisión entra hasta el baño de las casas) la importancia que tiene que cuidemos nuestro planeta, que no depredemos nuestro país, y sobre todo fomentar la unidad de la que estamos total y endémicamente carentes los mexicanos, nuestra historia habla por si sola. Que faltan muchas cosas por hacer, ni hablar, y eso es aquí, en EE.UU. en China o en cualquier otro lado, el ser humano es totalmente impotente ante la fuerza de la naturaleza.
Ahorita lo único que debemos hacer es, CON UNIDAD: ayudar a nuestros hermanos con todas nuestras fuerzas y recursos. Por favor cambien de actitud, demuestren que son humanos. Deus estmortali mortales juvare «El mortal que ayuda a otro mortal debe ser tenido como un Dios»

Pero como sé que ustedes son tozudos y lo único que les importa es el rating, para lo cual el amarillismo es excelente, les voy a pasar un tip. Miren: con ganas de perjudicar a los gringos a través de los mexicanos, Osama organizó a los suyos para que, desde Cuba (cosa que los cubanos, dado el objetivo, ayudaron con gusto), lanzaran, con la aplicación de una sopladora gigante que creara una depresión cuyos vientos llegaran hasta el litoral de esa zona de nuestro país, un polvo que fue el que provocó una pleamar extraordinaria y que el cerro se desgajara. Imagínense la tela que tienen para cortar con este tip. Para que se regodeen: López Dóriga, Loret de Mola, Brozo, Denise, etc.etc.

Reciban mi cordial saludo. Dios los Bendiga. ¡ABUR!
Enrique Galván-Duque Tamborrel

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