lunes, 30 de marzo de 2009

Un ejemplo de buena gestión administrativa

Por: Fuente: Yoinfluyo.com
Autor: Ariel Luis Sánchez
05/marzo/2009

En los últimos días, la red de pensantes en internet ha estado muy activa. Hemos recibido infinidad de archivos y artículos, algunos bien documentados, que nos invitan a reflexionar de una manera amena, sencilla y accesible para todo mundo. Ya no hay otro camino más que entrarle y vivir plenamente esta nueva experiencia cibernética.
Llaman la atención los que afirman, con datos estadísticos fidedignos, que el mejor gobierno desde el punto de vista de los números de la realidad económica de México, en los últimos 40 años, ha sido el del ex presidente Vicente Fox Quesada; aún cuando muchos, por razones de bajas pasiones y debilidades humanas, no tienen más argumentos que tratar de ridiculizarlo o criticarlo por sus botas o su vida personal.
Pero, entre otros datos interesantes se encuentran que mantuvo el índice de inflación más bajo desde Echeverría hasta Zedillo, en el orden del cuatro por ciento. Asimismo, la paridad del peso respecto del dólar se mantuvo sin variaciones significativas.
Los mexicanos debemos aprender a identificar a los que trabajan bien y compararlos con los que no lo hacen; saber analizar objetivamente para reconocer quiénes son mexicanos ejemplares que trabajan por el bien común, y quiénes sólo buscan manifestaciones manipuladoras y chantajistas, que sin tener los elementos técnicos adecuados, prometen aquello que no aconsejan los expertos en materia económica y, por lo tanto, jamás cumplirán.
Gastar sin generar un ingreso que lo respalde es como dejarles una herencia a los hijos, quienes por no saber lo que significa generar riqueza, ni sudaron para ganarla, la desaparecen en menos tiempo que lo que tardaron en obtenerla.
Debemos reconocer que al ex presidente Fox le podrán decir todo lo que quieran, pero lo que no podemos cuestionar, sin mentir en el propósito, es que ganó la elección presidencial moviendo a muchos mexicanos que ya no creían ni en el bendito.
También debemos reconocer los logros económicos durante los años de su gestión. Basta recordarlos. Un ejemplo es el costo por el envío de remesas de EU a México, el cual bajó gracias a la gestión de su gobierno; además, pagó la deuda al Fondo Monetario Internacional y mantuvo las más altas reservas monetarias, como nunca en la historia de México, entre otras cosas.
Y también debemos recordar que lo hacía con gusto, tanto, que parecía que estaba jugando a gobernar. Imagínense ¿cómo se hubiera desenvuelto si hubiera actuado en serio, como pretenden ridiculizarlo sus enemigos, que también lo son de México?
Comparando los datos estadísticos fue un buen presidente, a pesar de que todos fuimos testigos de que gestionó contracorriente. Sólo nos queda imaginar qué hubiera logrado si los mexicanos lo hubiéramos apoyado más. Los resultados serían más impactantes. Debemos pensar en todo lo que hizo, reconocerle su valor histórico y desearle lo mejor en su vida privada. Aunque ojalá y volviera, por lo menos, a aconsejar cómo se gobierna bien en México.
Lo que necesitamos, hoy por hoy, es sumar esfuerzos para multiplicar resultados. Si todo lo que no apoyamos al presidente Fox lo canalizáramos apoyando al Presidente Calderón en su lucha con el ejército contra los enemigos de México, tendríamos otro país en pocos años.
Revertir la pobreza por la riqueza es el verdadero reto, y no lo es seguir obstruyendo o menospreciando los esfuerzos de los soldados mexicanos, que son ejemplares, en particular cuando nos defienden aún a costa de perder su propia vida.
¿A cuántos soldados felicitamos por el día del soldado? ¿Empezando por el Presidente Calderón? Todavía es tiempo de hacerlo con nuestro quehacer diario en bien de México. Ahora, que si le enviamos un correo electrónico, estaría mucho mejor. Tú decides.

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