Todo por servir se acaba

Por: Adrián Rueda

Octubre / 2009

Ya salió el peine de por qué el PRD y varios funcionarios del Gobierno del DF quieren que se revierta la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza: están en la nómina del sindicato.

 

El gobierno federal tiene pruebas de que funcionarios ligados a Martí Batres, secretario de Desarrollo Social, y militantes del PRD cercanos a Andrés Manuel López Obrador y a René Bejarano ordeñan al SME.

 

Incluso algunos responsables de inteligencia de la Procuraduría de Justicia del DF recibían entre ocho mil y 20 mil pesos mensuales por colaborar en algunos movimientos del sindicato encabezado por Martín Esparza.

 

Las pruebas de los ilícitos de Esparza con funcionarios del GDF, sobre todo de los que hacen equipo con René Cervera, responsable de la oficina de Marcelo Ebrard, están en poder del gobierno federal.

 

Muchos de los funcionarios están nerviosos e incluso algunos ya pusieron pies en polvorosa, pues saben que en las investigaciones hechas al líder del SME salieron a relucir sus nombres y pueden acabar mal.

 

Dentro del equipo que armó el expediente se cree que ni Ebrard ni su secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, están implicados, aunque sí áreas muy sensibles del GDF.

 

Algunas de las tarjetas informativas de inteligencia indican que por cada marcha "normal" de El Peje, el SME desembolsaba hasta 1.5 millones de pesos; para llenarle El Zócalo aportaban hasta 6 millones pesos.

 

Por eso la liquidación de Luz y Fuerza representan un duro golpe a López Obrador, que ya sin el dinero que se robaba de 400 mil viejitos "fantasma" del DF y sin "limosnas" de los constructores capitalinos, empezaba a hacer agua.

 

Sin los millonarios recursos del SME el tabasqueño y sus parias tendrán que trabajar si quieren seguir con la vida de reyes en hoteles VIP y comilonas con alcohol como las que se dan en sus giras.

 

Las pruebas de los fraudes de Esparza –que debe estar maldiciendo a El Peje y a Alejandro Encinas por negarle una diputación— están listas para lo que se ofrezca; en el Altiplano lo recibirían gustosos.

Claro que López Obrador aprovechará el momento para resurgir -luego de ser opacado mediáticamente por Juanito— con la mentira de que defenderá al sector eléctrico de la privatización, que sólo está en su desquiciada mente.

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«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»