Mayo de 2001
La tiranía, que es la última y peor forma de gobierno..Aun partiendo de buenos deseos, cae en todo genero de vicios, principalmente en la codicia, en la ferocidad y la avaricia.
En la extinta Unión Soviética, sobre todo en la era estaliniana, cualquier infeliz ciudadano que discrepara un ápice del gobierno se le acusaba de traidor a la revolución y la patria; se le juzgaba sumariamente, en el mejor de los casos porque muchos ni a juicio llegaban pues simplemente los “desaparecían” , claro todo dependía de la jerarquía del acusado, y se les condenaba a muerte o los deportaban a la muy “hospitalaria” Siberia (obviamente por consigna), de donde ya no regresaban y si lo lograban era convertidos en verdaderas piltrafas humanas con la voluntad desecha.
En Cuba, Fidel Castro Ruz y sus incondicionales seguidores, dueños y señores de la isla y de sus sufridos habitantes, fieles fanáticos del marxismo-leninismo estilo Stalin, al que simplemente se opone a sus ideas lo acusan de loco traidor a la patria y la revolución. A la libertad de expresión la tipifican como “propaganda enemiga” a la libre opinión como “difusión de noticias falsas” o “clandestinidad de impresos”, a la libre reunión y manifestación política como “estado sospechoso” o “asociación delictuosa”. A los “culpables” los encierran y a cuantos quizás los desaparezcan definitivamente.
Lo inexplicable es que en México haya gente que defiende a ultranza a Fidel Castro. Hay tozudez extrema en algunos que ni lo evidente los convence e ignorancia plena en otros; aspectos que si bien en un ciudadano común podría ser explicable, en un profesionista es inconcebible y mucho menos en un legislador. En general resulta difícil digerir que una persona con capacidad de razonar pueda defender lo indefendible, a no ser que sea por oficio o por interés mezquino.
Bueno, finalmente en México tenemos libertad de pensar lo que queramos y de expresarlo libremente, esto es un derecho que aquí sí existe y se practica, con la única limitación de no afectar a nadie, todo queda en la conciencia de cada uno, aquí no se inventan figuras delictivas.
Por último, cabría preguntarles a los que se desgarran la vestidura por Fidel Castro, se les gustaría que en México hubiera un sistema igual al de Cuba. Si se hiciera una encuesta seria y honesta en ese sentido, creo que no menos del 80% opinaría negativamente y del 20% restante no menos del 80% sería por manipulada ignorancia, lo que deja un 4% del total como los inevitables recalcitrantes por convicción.
En la extinta Unión Soviética, sobre todo en la era estaliniana, cualquier infeliz ciudadano que discrepara un ápice del gobierno se le acusaba de traidor a la revolución y la patria; se le juzgaba sumariamente, en el mejor de los casos porque muchos ni a juicio llegaban pues simplemente los “desaparecían” , claro todo dependía de la jerarquía del acusado, y se les condenaba a muerte o los deportaban a la muy “hospitalaria” Siberia (obviamente por consigna), de donde ya no regresaban y si lo lograban era convertidos en verdaderas piltrafas humanas con la voluntad desecha.
En Cuba, Fidel Castro Ruz y sus incondicionales seguidores, dueños y señores de la isla y de sus sufridos habitantes, fieles fanáticos del marxismo-leninismo estilo Stalin, al que simplemente se opone a sus ideas lo acusan de loco traidor a la patria y la revolución. A la libertad de expresión la tipifican como “propaganda enemiga” a la libre opinión como “difusión de noticias falsas” o “clandestinidad de impresos”, a la libre reunión y manifestación política como “estado sospechoso” o “asociación delictuosa”. A los “culpables” los encierran y a cuantos quizás los desaparezcan definitivamente.
Lo inexplicable es que en México haya gente que defiende a ultranza a Fidel Castro. Hay tozudez extrema en algunos que ni lo evidente los convence e ignorancia plena en otros; aspectos que si bien en un ciudadano común podría ser explicable, en un profesionista es inconcebible y mucho menos en un legislador. En general resulta difícil digerir que una persona con capacidad de razonar pueda defender lo indefendible, a no ser que sea por oficio o por interés mezquino.
Bueno, finalmente en México tenemos libertad de pensar lo que queramos y de expresarlo libremente, esto es un derecho que aquí sí existe y se practica, con la única limitación de no afectar a nadie, todo queda en la conciencia de cada uno, aquí no se inventan figuras delictivas.
Por último, cabría preguntarles a los que se desgarran la vestidura por Fidel Castro, se les gustaría que en México hubiera un sistema igual al de Cuba. Si se hiciera una encuesta seria y honesta en ese sentido, creo que no menos del 80% opinaría negativamente y del 20% restante no menos del 80% sería por manipulada ignorancia, lo que deja un 4% del total como los inevitables recalcitrantes por convicción.
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