domingo, 23 de diciembre de 2007

Cuba de mis Amores

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel
Mayo de 2001


La tiranía, que es la última y peor forma de gobierno..Aun partiendo de buenos deseos, cae en todo genero de vicios, principalmente en la codicia, en la ferocidad y la avaricia.


En la extinta Unión Soviética, sobre todo en la era estaliniana, cualquier infeliz ciudadano que discrepara un ápice del gobierno se le acusaba de traidor a la revolución y la patria; se le juzgaba sumariamente, en el mejor de los casos porque muchos ni a juicio llegaban pues simplemente los “desaparecían” , claro todo dependía de la jerarquía del acusado, y se les condenaba a muerte o los deportaban a la muy “hospitalaria” Siberia (obviamente por consigna), de donde ya no regresaban y si lo lograban era convertidos en verdaderas piltrafas humanas con la voluntad desecha.

En Cuba, Fidel Castro Ruz y sus incondicionales seguidores, dueños y señores de la isla y de sus sufridos habitantes, fieles fanáticos del marxismo-leninismo estilo Stalin, al que simplemente se opone a sus ideas lo acusan de loco traidor a la patria y la revolución. A la libertad de expresión la tipifican como “propaganda enemiga” a la libre opinión como “difusión de noticias falsas” o “clandestinidad de impresos”, a la libre reunión y manifestación política como “estado sospechoso” o “asociación delictuosa”. A los “culpables” los encierran y a cuantos quizás los desaparezcan definitivamente.

Lo inexplicable es que en México haya gente que defiende a ultranza a Fidel Castro. Hay tozudez extrema en algunos que ni lo evidente los convence e ignorancia plena en otros; aspectos que si bien en un ciudadano común podría ser explicable, en un profesionista es inconcebible y mucho menos en un legislador. En general resulta difícil digerir que una persona con capacidad de razonar pueda defender lo indefendible, a no ser que sea por oficio o por interés mezquino.

Bueno, finalmente en México tenemos libertad de pensar lo que queramos y de expresarlo libremente, esto es un derecho que aquí sí existe y se practica, con la única limitación de no afectar a nadie, todo queda en la conciencia de cada uno, aquí no se inventan figuras delictivas.

Por último, cabría preguntarles a los que se desgarran la vestidura por Fidel Castro, se les gustaría que en México hubiera un sistema igual al de Cuba. Si se hiciera una encuesta seria y honesta en ese sentido, creo que no menos del 80% opinaría negativamente y del 20% restante no menos del 80% sería por manipulada ignorancia, lo que deja un 4% del total como los inevitables recalcitrantes por convicción.







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