martes, 11 de diciembre de 2007

Escasez y pillaje en Villhermosa

Enrique Galván-Duque Tamborrel

Los damnificados empiezan también a enfermarse

La desaparición de personas, los saqueos y actos de pillaje, la falta de suministros y enfermedades de la piel son algunos de los efectos que resienten los miles de damnificados del estado mexicano de Tabasco por las inundaciones, dijeron ayer fuentes oficiales.
El secretario de Salud de Tabasco, Luís Felipe Graham, señaló ayer que la dependencia busca evitar en lo mínimo cualquier cuadro de enfermedades.
"Queremos evitar todo pero en algunas zonas hay infecciones en los pies", dijo el funcionario.
La Secretaría de Salud informó que unas 500 personas recorren las comunidades para brindar atención médica y prevenir enfermedades en los hoteles de la ciudad, y se está vacunando a turistas para evitar enfermedades como el tétano.
"Yo ya me enfermé de la piel, mis hijos igual", dijo Cecilia Pérez, una indígena de la comunidad de Zapote, en la desembocadura del río Samaria.
Afirmó que su hija presenta "muchos granitos y comezón" por el agua estancada.
Asimismo, en una reunión de evaluación de autoridades federales y estatales celebrada con el presidente Felipe Calderón, se anunció la implementación de un operativo de seguridad con la participación del Ejército, la Armada, y las policías federal, estatal y municipal para prevenir los robos de casas, saqueos de comercios y actos de pillaje.
Desde los primeros días de la inundación, grupos de damnificados denunciaron la existencia de grupos de delincuentes que aprovechando la situación comenzaron a cometer actos de pillaje y saqueos de las casas abandonadas.
En las últimas 24 horas, las autoridades habían detenido a unas 44 personas que fueron retenidas cuando participaban en el saqueo de un centro comercial de la cadena de tiendas Aurrerá, filial de Wal-Mart de México, varios negocios de materiales de construcción, en tiendas de ropa y enseres domésticos.
En algunas zonas de la ciudad donde operan diversas pandillas juveniles la población se niega a abandonar sus casas por el temor de que las bandas de delincuentes, armados con palos y machetes, que se mantienen merodeando comiencen el saqueo y actos de rapiña.
Por otra parte, durante la reunión de evaluación el presidente Felipe Calderón aseguró que México "no se quedará a lamentar la desgracia y que nadie se arredra ante la adversidad", y afirmó que la primera prioridad se ha ido cumpliendo con el rescate de miles de personas que permanecían en los techos de sus casas en Villahermosa y en los municipios afectados.
El mandatario reiteró que el gobierno buscará opciones alternativas para que los tabasqueños puedan volver a estar de pie y aseguró que "todos los mexicanos trabajaremos para que salgan adelante".
En la reunión también se dieron a conocer los datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) sobre el descenso generalizado de los niveles de agua de los ríos de Tabasco, gracias a una menor extracción de agua de la presa Peñitas, la presencia de una marea baja que permite el desagüe hacia el Golfo de México.
De acuerdo con los datos de la dependencia las condiciones favorables, según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), permanecerán por las próximas 72 horas, con precipitaciones de escasas a ligeras, menores a los 10 milímetros para la región de la sierra y la planicie tabasqueña.
En los 31 estados y el Distrito Federal la población se ha movilizado para entregar la ayuda para los damnificados de Tabasco, sin embargo, miles de personas permanecen en los techos de sus casas y ha sido imposible que la ayuda les llegue de manera oportuna, mientras que en los albergues algunas personas se forman varias veces para recibir una mayor cantidad de ayuda.
En la casa de gobierno de Tabasco, que se convirtió en un albergue improvisado, se concentran unas 1,500 personas que exigen la entrega de la ayuda y realizan largas filas durante varias horas para recibir comida y agua.
Asimismo, cientos de personas deambulan por los albergues en busca de sus familiares, los cuales reportan como desaparecidos, después de que las familias fueron obligadas a separarse con la inundación que comenzó el lunes pasado en Tabasco y que mantiene bajo el agua al 80% del territorio del estado.
En la zona norte del estado de Chiapas, donde las torrenciales lluvias también han causado serias inundaciones, las autoridades reportaron la muerte de dos personas, 4,500 casas afectadas y 3,500 damnificados.

Hay desorden en los albergues
La falta de comida y ropa prevalece en los albergues de Villahermosa.
"El problema es que estamos rebasados, tenemos mucha gente, no podemos tener el control de cuántos están, cuántos se van, porque hay algunos que sólo vienen a dormir", explica Javier Toledo, coordinador de un refugio ubicado en el Zócalo de la ciudad.
No existe un control de los suministros de agua potable y alimento.
"No sé a cuántas personas hemos dado de comer, pero han sido muchísimas, dicen que hasta las que tienen su casa bien, vienen a comer con nosotros, porque no tienen dinero", cuenta Ana Elena Villalobos, quien sostiene una caja de huevos para llevarla a la cocina.
"Si los albergues tuvieran una buena organización, podría saber dónde están mis familiares, o hacia dónde se los llevaron, con las listas que se supone que deberían de tener, pero ya los recorrí todos y no los encuentro", afirma enojado Ezequiel Herrera, quien busca a su hermana y tres sobrinas de la colonia Las Gaviotas.
Este panorama se complica aún más, debido a que las redes de telefonía están colapsadas.
"Mi familia sigue atrapada, no sé si está bien, nos estábamos comunicando por el celular, pero ya están muertas las líneas, y nadie que nos dé razón", señala Aurelio Gómez, cuya vivienda resultó inundada en la colonia Centro.
Algunas personas que no fueron afectadas en sus casas, se solidarizaron con otros, abriendo sus hogares para hospedar a los damnificados.
En la calle Comacalco 106, de la colonia Lindavista, Margarita Esquivel se siente orgullosa de poder ayudar a cuatro familias.
"Esta es su casa, lo poco que tengo lo podemos distribuir; nos turnamos para ir a recoger las despensas que están repartiendo en camionetas, para poder tener un poco de más comida", explica.

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