sábado, 15 de diciembre de 2007

El Evangelio según San Pablo (Gómez)


En aquel tiempo dijo Mein Fürer Andrés Manuel:

“No crean que he venido a respetar las leyes. No estoy aquí, como Jefe de Gobierno del D.F., para respetar a los jueces, sino para pitorrearme de la Constitución, sus leyes y las Instituciones democráticas. Yo les aseguro que antes se acabará México, que yo deje de transgredir la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto el que respete uno de los preceptos menores y así lo enseñe a sus coterráneos, será el más pequeño e infame en mi feudo; en cambio, el que los transgreda y así lo enseñe, ese será grande en mi feudo.”
Esta es palabra de Mein Fürer
.

Reflexión:

En este pasaje Mein Fürer Andrés Manuel nos dice que no basta con transgredir las leyes que emanan de la Constitución exteriormente. Se necesita, además, interiorizar en el corazón, mente y espíritu para sentir propios con vehemencia el deseo de desacatarlos. Cuando penetremos cada vez más profundamente los mandatos de la Constitución y las leyes que de ella emanan, pensaremos, hablaremos (en un show mañanero), reiremos y gozaremos más y más cada vez que los violemos y nos pitoreemos de ellos, y así estaremos seguros de que estaremos en el sagrado camino de la ignominia.
Meín Fürer Andrés Manuel nos pide capacitación, formación y conocimiento de su doctrina para poder desacatar y violar, ¡pero hacerlo bien! Al unir la capacitación, la formación y el conocimiento sencillo, pero profundizando en nuestra fe inquebrantable de transgresores y aplicado a nuestra vivencia cotidiana de peleoneros, predicaremos con el testimonio mañanero de los borregos y paniaguados. Dice un dicho muy cierto: “no se enseña ni lo que se sabe, ni lo que se habla sino lo que se vive” Por eso si queremos predicar tenemos un gran lastre en nuestras espaldas. Ser nosotros los que pisoteemos la Constitución, sus leyes y las Instituciones. Si no conocemos esta doctrina… no conocemos el camino de la ignominia.
Todos nosotros, familias, jóvenes y niños de todas las edades tenemos que ser antorchas encendidas en cada momento que queramos trasgredir, pisotear y pitorrearnos de la Constitución, sus leyes e Instituciones; sólo así aseguramos que se lleve la tostada a México y el tantas veces deseado maldito camino de la ignominia.
Mein Fürer Andrés Manuel nos recuerda también la necesidad de reconocer la formidable labor desarrollada por los medios para apoyar la ignominia. Los medios han comprendido nuestro deseo ferviente de destruir a México, lo han asimilado tan sutilmente que gracias a ellos las encuestas no favorecen. Agradezcamos a Mein Fürer la fortaleza que les ha dado a los medios para que con su inquebrantable apoyo logremos finalmente nuestro objetivo: acabar con México y todos los mexicanos y mexicanas, honestos (as) y trabajadores (as).

Oración:

«Mein Fürer que estás en el Palacio de Gobierno del D.F., santificado sea tu nombre, vénganos tu mal gobierno ya hágase tu voluntad así en el Paraje San Juan como en El Encino, el Peje mañanero de cada día, dánoslo hoy, perdona nuestros atrevimientos así como nosotros perdonamos a el Innombrable y a Diego, no nos dejes influenciar por Macedo de la Concha y libranos de la Suprema Corte, de Vicente y Marta. ¡¡Heil Andrés Manuel!!»

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